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IMPERDONABLE por Liss83

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Notas del capitulo:

Gracias mil pór leerme

La torre de astronomía podía llegar a ser un lugar fascinante una noche clara y estrellada como esa, a pesar de la estación del año, ideal para dos enamorados que empiezan una vida juntos. Ahí sentados en el suelo, uno en brazos del otro, sin Ritas Sketters o Ginny Weasley intentando tenderles trampas para separarlos, podían sentir esa magia que los había envuelto en el gran salón bailando aun en cada milímetro de su piel y alejándose en dirección del otro para fundirse como si fueran acero en la fragua.
Eran uno solo. Nunca antes habían sentido el peso de sus actos como en ese momentos. Y no es que se arrepintieran, en absoluto, desde el ritual ambos sentían que eso era lo correcto, que quien les había dado el soplo de la vida lo había hecho con el único y exclusivo propósito de que estén juntos, pero de pronto entendieron que sin importar que pasara, así esa misma noche volviesen a atacar a Hogwarts y ambos muriesen sin siquiera tiempo para defenderse, nunca se arremeterían de nada, y si volviesen a nacer, se volverían a buscar para ser uno solo en el sentido más literal que pudiese  existir
 
 
 
Unos pasos acompañados de voces y risas los hicieron pestañear y desperezarse mientras se sentaban correctamente. Segundos después todos los merodeadores entraban en el lugar
 
 
 
- Ahí están – dijo Teddy haciendo una pose de karate – en guardia. Soy Bruce Lee 
- ¿Ese que se disfraza de negro, se cree murciélago por las noches – pregunto Ron frunciendo el ceño – y que sale en las revistas que coleccionas?
- ¡No! – protesto Teddy – ese es  Bruce Wayne y lo llaman Batman. Yo dije Bruce Lee
- ¿Entonces se viste de blanco y sale de día? – dijo Blaise sonriendo
- Jajaja – dijo el león desganado y se sentó junto a sus amigos que también sonreían – muy graciosos
- A mí me parece que te falta físico para ser Bruce Lee – dijo Hermione sonriendo sentándose también
- No me ayudes tanto Hermione – dijo Teddy sarcásticamente
- Ron… – dijo Draco 
- No tienes que disculparte tú – dijo el pelirrojo sonriendo – es mi hermana la que se niega a aceptar su realidad
- ¿Fue grande el alboroto que se armó? – dijo Harry besándole el cuello a su novio
- Lo habitual – dijo Neville – nadie habla de algo que no sea ustedes. Así que no se sorprendan si mañana Skeeter también lo hace 
- No lo hará – sentencio Draco sin ningún tiempo de emoción en la voz lo que irónicamente solo lograba inquietar mas
- Necesitamos que saquen al profesor Snape de su oficina y lo distraigan por media hora – comunico Harry
- ¿Quiero saber para qué? – pregunto Theo
- No – dijo Draco – a menos que quieras problemas con mi papá
- No, gracias. No quiero saberlo – determino el Slytherin
- Bien. – dijo Harry poniéndose de pie y ayudando a Draco – andando. Mientras más pronto terminemos con esto, más pronto le poder escribir a mi papi para preguntarle cómo esta
- ¿Qué le pasa? – pregunto Hermione preocupada
- Lo mismo que a mi papá – dijo Draco sonriendo –, están embarazados
- ¿Los dos? – dijo Ron sorprendido
- Y por lo visto nacerán por las mismas fechas – dijo Harry
- ¿es competencia? – pregunto Teddy
- Creo que si – dijo Harry con una carcajada
 
 
 
Severus estaba disfrutando de una exquisita taza de té en su despacho cuando alguien golpeo insistentemente la puerta. ¡Por las barbas de Merlín! ¿Es que era mucho pedir cinco minutos de paz? Entonces recordó que ese era el fin de las vacaciones de navidad, pero claro, él tuvo que pasarla con ese cabeza de plumero de Potter. Y no contento con arruinar sus días libres, va y se embaraza al mismo tiempo que él. ¿Por qué la vida era tan injusta con él? Los dos momentos más maravillosos de su vida, ese aspirante a mago de poca monta los había arruinado embarazándose también.
De mala gana se puso de pie y se dirigió a la puerta y al abrir vio el rostro desesperado de Pansy que se retorcía los dedos de las manos, en un gesto de más de nervioso
 
 
 
- Señorita Parkinson ¿está bien? – dijo intrigado
- Profesor… yo… – titubeo la joven
- ¡Ahí estas Parkinson! – dijo en voz alta Ron – claro vienes a esconderte entre la túnica del profesor Snape
- Cállate Weasley – dijo la chica furiosa – todo esto es tu culpa
- ¿Disculpa? – dijo Ron indignado – ¿Casi quiebras mi varita y es mi culpa? Mañana tengo clase de encantamiento ¿con que se supone que haría los hechizos?
- ¿Con tu horrenda nariz? – siseo la chica 
- Estas confundiéndola con la tuya – replicó el pelirrojo
- Profesor – dijo Theo llegando deprisa 
- ¿Y ahora qué? – dijo este con cansancio
- Este par se puso a pelear en la Torre de  Astronomía – dijo mirando molesto a sus amigos – y terminaron hechizando a Longbottom
- Son…  – siseo el maestro – vamos 
 
 
 
Salieron deprisa, a tal grado que Severus olvido cerrar la puerta. Misma que minutos después se abre ligeramente más sin explicación alguna. Las llamas de la chimenea crepitan y se activa. Harry se saca la capa de invisibilidad y junto a Draco entran en las llamas
 
 
 
Rita Sketter estaba en la cocina de su casa cuando la chimenea se activó pidiéndole permiso para dejar alguien, seguramente su informante en Hogwarts. No lo dudo ni un instante y lo concedió. La rubia que de por si tenía un color pálido de piel, perdió aún más el color al ver un par de ojos verde esmeralda y otros tan azules como un mar en calma, aunque algo le decía que en ellos había todo menos calma
 
 
 
- Buenas noches señorita Sketeer – dijo Harry sonriendo – ¿No nos invita a pasar?
- ¿Qué hacen aquí? – dijo la periodista nerviosa – ¿Qué quieren?
- Conversar – dijo Draco sonriente sentándose cómodamente 
- Por favor ¿nos puede explicar  de dónde saca información para su columna? – dijo Harry con la mayor calma posible
- Es confidencial – replico Skeeter  altiva – la ley me ampara
- Oh, no había pensado en eso – susurro Harry –, ella tiene razón, no podemos ir contra la ley
- ¿Hablas de esa ley en la que todos los animagos se deben registrar o sino irán a Azkaban? – pregunto Draco frunciendo el ceño y Skeeter palideció
- No amor, –dijo Harry tranquilamente – esa es otra. Ella habla en realidad de dos, la que dice que no se puede hablar de la vida privada de menores de edad sin el permiso escrito de sus padres y de la que promete veinte años de cárcel a un periodista si no muestra pruebas fehacientes de lo publicado
- ¿O sea mi papá ni siquiera necesita mover sus influencias? – dijo Draco sorprendido
- No cielo – dijo Harry –  ni tu papá, ni el mío
- Sin contar a tu abuelo. Jamás me imagine que sería un nieto – dijo Draco sonriendo, – tan consentido del magnate Flemont Potter
- ¿Ves? – dijo Harry guiñando el ojo – amarme tiene sus ventajas
- Te estas desviando del tema – recordó Draco sonriendo
- Cierto – dijo Harry se volvió hacia la reportera – ¿Qué más sabe de nosotros?
- Nada – dijo la reportera ya nerviosa
- ¿Segura? – dijo Draco – la chimenea pidió permiso para dejar pasar a alguien – ¿Quién es? Y no me mienta
- Mi contacto – dijo Sketter nerviosa 
- Que pase – ordeno Harry – y ni se le ocurra mencionar nuestra presencia. 
 
 
 
La bruja miro hacia atrás y al volver la vista ya no estaban los jóvenes, pero sintió como dos varitas se clavaban en sus costillas y una voz que susurro: “Ni se atreva”. Concedió el permiso y  las llamas dieron paso a una pelirroja con túnica negra y el escudo de Gryffindor sobre el corazón
 
 
 
- Querida Rita – dijo Ginny sonriendo – te cuento que tal como te lo dije ya todos están enterados de su lazo, y al ser magia negra la que los unió, todos sienten terror de ellos. Yo estoy haciendo correr el chisme de que Malfoy es mortífago y tiene a Harry bajo un Imperius – termina sentándose en un sofá
- ¿Cómo estás tan segura que eso te hará conseguir el amor de Ryddle? – pregunto Rita intrigada
- ¿Amor? – dijo Ginny sonriente - ¿Quién dijo que yo quiero conseguir su amor? No me pienso conformar con niñerías cuando puedo conseguir el dinero y el poder que brinda ser miembro de la familia Potter – cruzando las piernas 
- Malfoy no te la pondrá  tan fácil – dijo Skeeter 
- Ya te dije que no te diré todos mis planes – dijo la pelirroja alzando una ceja
- ¿A qué viniste? – dijo la periodista
- Toma – dijo entregándole un frasco con una sustancia cristalina – ya sabes qué hacer con ella 
- ¿Estas segura que quieres iniciar esta guerra? – dijo Skeeter
- Eres sorda o idiota – siseo Ginny – esto es solo parte del plan. Mira, tú solo obedece que solo sirves para eso. Y no olvides que tengo gente muy poderosa ayudándome, y supongo que no quieres problemas con ellos ¿o sí?
- Mañana mismo saldrá – dijo Skeeter
- Bien – dijo Ginny poniéndose de pie – ya sabes que hacer y lo que te pasara si desobedeces, pero… Silentium – dijo sonriendo señalándola con la varita – para asegurarnos de que no se te ira la lengua sobre mi identidad. Que tengas un buen día Skeeter – entra en la chimenea  y se va
- Vaya vaya – dijo Harry saliendo de debajo de la capa – sí que resulto toda una fichita
- Creo que me deberías agradecer haberme cruzado en tu camino – dijo Draco sonriendo
- Finite… – dijo Harry señalando a la mujer
- Espera Harry – lo detuvo Draco – no se lo quites tengo una idea
 
 
 
La sonrisa del rubio le causo escalofrió a la mujer, que de pronto comprendió que si antes había vendido su alma a cambio de unas exclusivas que la mantuvieran en lo alto de la fama, ahora había entrado a las ligas mayores y para su nuevo amo en verdad solo sería un simple peón
 
 
 
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Severus ya le había quitado el hechizo petrificus totalus a Neville y lo había llevado a la enfermería del colegio. Intento quitarle puntos Gryffindor pero el propio Neville salió en defensa de Pansy alegando que fue un accidente y asegurando que no era necesario un castigo ya que había sido él quien se interpuso en su camino. A Severus no le quedo de otra que dejar pasar por alto el hecho, sin contar que no quería ver el llanto de su hijo por quitarle puntos a su casa.
Al regresar a su habitación sintió magia en el aire y al momento la chimenea pidió autorización para dejar pasar a alguien. En cuanto lo hizo, su corazón latió desbocado al ver al rubio que venía a visitarlo trayendo una rosa roja de regalo y lo envolvió en sus brazos para darle un beso apasionado. Quien diría que entre la guerra y la muerte encontraría al gran amor de su vida, y a pesar de haber manchado sus manos con tanta sangre de magos y brujas que solo cometieron el error de haber deseado la paz, fue precisamente su peor enemigo quien les regalo esa oportunidad de ser feliz, pero inmediatamente un gruñido involuntario salió de lo profundo de su ser
 
 
 
- ¿Qué paso? – pregunto Lucius sorprendido por la reacción
- Estaba pensando en lo feliz que soy – dijo mientras su ojos se inundaban de lágrimas – pero un recuerdo cruzo mi mente
- ¿Y cuál es el problema? – dijo Lucius limpiándole las lagrimas
- ¡Que se lo debemos al idiota de Potter! – protesto Severus
- Yo no le debo a James – susurro el rubio –, sino al hombre más hermoso y sensual del mundo 
- ¿Vas a seguir pensando lo mismo cuando este mas redondo que un globo terráqueo? – murmuró nervioso
- ¿Acaso no te lo demostré cuando esperabas a Draco? – contesto el rubio acariciándole el rostro
- Llegue a pensar que me volvería a embarazar de tantas veces que… – dijo Severus con el rostro más rojo que pudo
- Y yo no veo porque esta vez vaya a ser diferente – dijo Lucius – te amo
 
 
 
Se giró dentro de los brazos de su esposo para besarlo apasionadamente. Si Lucius seguía encontrándolo sexi a pesar de todo, él iba disfrutar al máximo su embarazo, a pesar de tener cerca a Potter
 
 
 
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Al regresar a la torre de astronomía, tanto Harry como Draco encontraron a sus amigos conversando amenamente sentados en el piso.
 
 
 
- Ya volvimos – anuncio Harry abrazando a Draco por la cintura
- ¿Cómo les fue? – preguntó Hermione
- Fue una visita… – dijo Draco
- Interesante – termino Harry sonriendo
- Me gustaría hablar contigo Ron – dijo Draco
- ¿Qué paso? – preguntó este intrigado – ¿es sobre Ginny?
- Yo… vamos a la sala de Menesteres – dijo Draco y Harry asintió. 
 
 
 
Salieron en silencio. Harry sabia cuán difícil seria para su novio dar ese paso, pero siempre lo apoyaría y rogaba a Merlín que Ron lo entendiese. Por su parte se sentía con ganas de matar a la pelirroja con sus propias manos, pero no, debería usar toda la astucia de la que dispusiese si quería librarse de Ginny Weasley de una vez por todas
 
Notas finales:

Espero sus comentaios


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