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Los Alfas del señor Stark por Evanences

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Capítulo 13: Problemas en este y el otro mundo.


-¿Todos bien? -¿Qué si todos estaban bien? La verdad era que sí, pero eso no impidió que Tony despotricara contra el dios del trueno y su ascendencia, habían chocado directamente contra tierra, parte delantera de la nave quedó totalmente destrozada, no obstante, dentro los pasajeros sólo habían recibido una ligerísima sacudida acompañado de un susto fuerte, Loki había conjurado una suave y mullida barrera, fue como dar un pequeño salto en un brincolín. La puerta quedó prensada contra una de las paredes del mismo, Thor la arrancó sin mucho esfuerzo.


-¡Oh, genial! ¿Sabes cuánto me va a costar reparar eso también? -Tony no parecía estar contento con nada en ese momento, y nadie le diría algo al respecto, cuando Loki y los menores bajaron, Peter fue quien le ayudó a bajar, afianzó una mano en su cintura y minimizó el esfuerzo que utilizaría normalmente para bajarse. Dio una vuelta a la nave, observando los daños. Bien, podía arreglarlo. En. Putos. Meses.


-Lo siento, compañero de hierro. -Expresó Thor afligido, Loki le sonrió, lo notaba tenso, el pelinegro realmente quería evitar regresar al mundo donde le vio crecer, se había jurado, tanto a su dignidad como asimismo, jamás regresar, no después de lo que Odín le había hecho. -Por el momento habrá cosas más importantes qué hacer, repararemos el vehículo, lo prometo…-Tony le dio una mirada significante, pero gracias a los dioses, Peter pareció distraer lo suficiente al genio.


Pronto se vieron rodeados por la guardia real, los asgardianos no eran precisamente agresivos, pero podían serlo cuando sus territorios eran invadidos por un objeto grande y extraño, estrellándose de lleno y causando daños importantes, más cuando llevaban a alfas como pasajeros, Peter inmediatamente se sintió amenazado ante las feromonas alfa y se posó frente a su mentor.


Loki se encontraba atrás, no parecía realmente intimidado, sólo concentrándose en mantener a sus hijos quietos y en línea recta, no era el mejor momento para que se pusieran a juguetear o a correr en círculos, por otro lado, Thor veía a la guardia real, claro que los conocía, eran sus viejos compañeros de armas y bebidas, quienes al reconocerlo dejaron de lado su hostilidad inmediatamente. Su futuro rey había vuelto.


...


Estaba de más decir que Odín no estaba de buen humor, viejo, cansado y solo, ¿Qué más querían de él? ¿Por qué el maldito universo tenía que conspirar en hacerle traer visitantes inesperados? Bueno, esos fueron sus pensamientos principales, hasta que se le informó que se trataba de su propio hijo, sus esperanzas marchitas resurgieron de su corazón, con pocas fuerzas se puso de pie en el trono al ver entrar a su primogénito, desafortunadamente, no veía solo. Loki venía a su lado, a su lado y no tras él, con un séquito de tres niños alineados, con un bebé en brazos, y  si miraba más, encontraba dos hombres más. Una olisqueada le valió para saber que todos los infantes eran alfas, y los invitados una pareja alfa-omega. Sintió un orgullo extraño.


-Padre. -Se dirigió el presente mayor. -Hoy vengo a pedir asilo a tu casa. Mi antiguo hogar, Midgard, se ha convertido en un escenario violento y de batalla, del cual no podemos hacernos cargo sin primero abastecernos de alimentos, armas y estrategias para salvar la tierra.... -Odín le escuchaba con el temple imperturbable, aunque por dentro sintiese una emoción grande, escuchaba a medias a su hijo, más concentrado en los niños frente a ellos, ¿Cómo se llamarían? Todos se parecían a Thor con excepción a la mayor, todo el rostro de Loki estaba en ella. Odín tenía nietos ahora, muchos nietos, saludables y fuertes. Fuertes y saludables, que le llamasen abuelo.


-Tienen mi consentimiento de permanecer en mi castillo. -Cuando Thor hubo terminado, un silencio incómodo en toda la sala, Odín se había quedado perdido entre sus divagaciones por varios minutos. -Llevan a los invitados a sus respectivos aposentos. Preparen un festín de bienvenida. -Fueron las órdenes del viejo monarca para sus sirvientes. -Ahora ven a saludar a tu padre de la manera apropiada. -Thor sonrió y con permiso de Loki se acercó a darle un apretado abrazo a su padre.


-No tenemos nada qué hacer aquí. -Informó el pelinegro cuando la servidumbre se posó frente a ellos. -Síganme, conozco una habitación con una vista agradable. -Tony no pasó desapercibido el tono con el que habló su compañero de maldades, y sólo por eso dejó atrás la pesada preocupación que el capitán, toda la situación en general de la tierra, despertaba en él. Peter los acompañó muy de cerca, su sentido arácnido le advertía de una presencia sobre ellos, una de la cual deberían tener cuidado, pero no sabía en dónde ubicarla, Steve no estaba en ese momento para cuidar al omega, para impones sus feromonas de advertencia, pero estaba él, ambos eran compañeros en esa misión.


-A ver, allá pasó algo y yo quiero saber qué. -Era obvio que Tony no dejaría que ese hombre se fuese sin contarle hasta el último de sus secretos. Loki dejó al bebé en la suavidad de la cama, más dormido que despierto. Reyiris leyó con claridad los llamados mudos de su padre, y con una sonrisa cortés se llevó a los menores a jugar a los jardines. Ahora se encontraban en un sitio seguro y nadie sería capaz de hacerles daño en la casa de sus padres. -Peter, consígueme una soda. -Ordenó, el menor le miró sin entender, ¿De dónde sacaría una soda? ¡Ni siquiera estaba seguro de que hubiese otra cosa distinta ahí a parte del agua? -Es un antojo. -Claro que no lo era, pero el castaño no tendría por qué saberlo, suspirando y dejándoles privacidad suficiente, cerró la puerta tras de sí y con cuidado, quizá podría alcanzar a los niños y jugar con ellos mientras exploraba el lugar y medía los peligros. Sí, era una buena idea. -Ahora sí. Cuéntamelo todo.


-No tenía planeado regresar. Nunca. Thor era quien iba y venía cuando buscábamos una cura para tu necio corazón, y lo hacía en secreto para no levantar sospecha alguna. Está demás decir que no me encuentro en un pedestal aquí mismo, tampoco es como si me importara.


-No te sientes en tus territorios. -Eso y claro, cómo olvidar el día en que le encontró en tales condiciones, a la mitad de su celo, abandonado, hambriento de venganza, el hombre sentado en el trono le había dejado en ese estado, era obvio de sus resentimientos sin olvidar que todavía tenía. -Tampoco cómodo con la presencia de Odín, ¿quién lo estaría? A mí me recuerda a Fury y me distraigo viéndole el parche. -Loki rió ante ese comentario y Tony sintió que había dado en las palabras correctas.


Aunque lo pareciese, no era un viaje de placer, aunque a Tony le hubiera encantado, en otros tiempos, ir de un lado a otro e investigar hasta por dónde salía el sol, ¿Sería el mismo sol? ¿En qué parte del universo se encontrarían ahora? ¿Acaso sería el mismo? ¿En qué galaxia? ¿A cuántos años luz estaban de la tierra? ¿Cómo medían el tiempo en ese planeta ¡Eran tantas preguntas! Pero tuvo que luchar contra ellas, no le fue especialmente difícil dejarlas atrás, su rubio estaba en la tierra, convertido en lo que más odiaba, un salvaje violento. Y no era sólo él, todo su equipo se encontraba en peligro, ¡Todo el maldito mundo!


Aunque no olvidó la idea de realizar un viaje familiar con sus hijos y el idiota de su alfa, no estaba nada mal, pero por ahora dividía su tiempo en dos cosas, la primera investigar junto a Loks, gran parte del día, qué había ocasionado el desastre en la tierra, hasta ahora no tenían mucha información, sólo dos cosas que ya sabían anteriormente: Primero, sólo los alfas humanos eran afectados, segundos, alfas con vida sexual activa, de ahí no había mucho qué sacar, aparte de cientos de especulaciones y teorías, bien pudo haber sido un virus que brotó, por razones desconocidas, y se propagó por el planeta entero, o bien pudo haber sido un cambio en el ambiente, el cómo revertirlo era la pregunta interesante, complicada y jodida.


La segunda cosa en la que también invertía su tiempo, más entrada la tarde y hasta las primeras horas de la noche, era en la reparación de la nave, o sea, necesitaba que ese trasto destrozado tuviera la fuerza suficiente para atravesar el portar y llegar en una pieza a casa.



Silverts era una bola de carne, que no hacía nada más que comer y dormir, jugar era una opción sólo cuando el cabello largo, sedoso o salvaje, de sus padres se encontraban cerca, y en esos días sus padres estaban más que ocupados, Thor pasaba largos ratos sin poner un pie en el castillo, era el único capaz de ir a la tierra a ver cómo iban las cosas, cada día regresaba con noticias menos alentadoras.


Loki, por su lado, al caer la noche se dedicaba a dar una repasada a los libros, en busca de un antídoto ante pandemias de conductas agresivas y en espera de su consorte, Tony solía estar en los terrenos reales, con Peter ayudándole en las reparaciones correspondientes, no le dejaban solo, estaba marcado y con la cría de un alfa creciéndole en el vientre, pero Asgard seguía siendo Asgard, y mientras el creador de la marca, por lo tanto el propietario del omega, se encontrase ausente, esa mordida no valía. Asgard, el planeta primitivo, esa era una de las razones por las que Loki detestaba su estadía, pero bueno, mínimo sus hijos parecían disfrutar de la visita.


-¿Todavía sigues leyendo ese viejo libro de cuentos? -La voz del hombre que llamó padre por muchos siglos, llegó para propagarse como un eco incómodo por toda la biblioteca. Loki cerró de golpe lo que hasta ahora leía, casi lo aventó, todo para alzar el mentón, con orgullo y a la defensiva, rodeó a Odín y se optó por una pose defensiva frente a la cuna. -No quería importunar. -Agregó rápidamente ante la actitud de su hijo.


-No lo haces. -Hacer que el otro pensara que tenía espacio en sus pensamientos sería darle más importancia de la que realmente quería darle a ese hombre. -Sólo que decidí que mi lectura terminó. -Silverts parecía todavía debatirse entre seguir durmiendo o hacer caso a la discusión entre su abuelo y padre.


-Quédate. -Pidió el más viejo, Loki se detuvo sólo porque su voz sonaba más cansada y vieja a como lo recordaba la última vez que entablaron una conversación, además, el tono que fue empleado para ese mandato, fue uno realmente amable, sin llegar a imponerle, casi como un ruego tácito. -Thor todavía no llega, y los midgadiarnos siguen arreglando su trozo de metal volador. -Entrecerró los ojos, desconfiado, la última vez Odín había entrado con guardias ajenos al reino para intentar llevarlo a la fuerza con un pretendiente, en medio de su celo. Era evidente que no se sentía seguro ahora. No que tuviera miedo, sólo no había confianza.


-No tengo mucho tiempo. -Aquello no era tan falso, porque tenía que encontrarse con Tony y pasar el reporte de cualquier información o pista útil hasta ahora. -Lo que tengas que decir, dilo ya. -Ni siquiera estaba usando una manera de hablar brusca, sólo indiferente. Odín suspiró con desgana y nostalgia, lo que sea que estuviese estado por expresar, Silverts lo interrumpió, el pequeño veía desde su cuna el cabello de su padre, largo, brilloso y suave, repentinamente se le antojo babearlo, no dudó en hacerlo notar, emitió un sonido parecido entre una mezcla de pujido y gruñido, Loki le encargó casi de manera inmediata.


-A Thor también le gustaba jugar con el cabello de Frigga. Siempre fue un mocoso inquieto, desde la cuna, le tenían que poner como siete frazadas, casi amarradas, para que no pasara toda la noche intentando bajarse de la cama y se diera un golpe, tu madre temía que quedara tonto.


-Sus temores se hicieron realidad. -A pesar de que eso había hecho a reír a su padre, los labios de Loki no se curvearon ni un poco hacía arriba, pero al menos ya no poseía, casi, esa aura asesina. Después de eso, nuevamente se hundieron en esa atmosfera incómoda y casi silenciosa, el pasado no estaba olvidándose, al contrario, seguía muy presente entre ellos, creando una brecha profunda entre ambos individuos.


-No quise que las cosas terminaran de esa manera. -Explicó, para por poco asombro de Loki, Odín, siendo el Dios que era, rara vez llegaba a disculparse, a aceptar sus culpas, el mundo se equivocaba, no él. -Creí que era lo mejor para todos.


-¿Lo mejor? -Lo dijo soltando una risa amarga, Silverts le apretó una mejilla, no le gustaba que su rostro tomara ese semblante hosco, le gustaba más cuando le sonreía y le hacía gestos para hacerle reír, reír de verdad. -Créeme, las cosas sólo fueron mejor para ti, porque no pensaste en mí, ni en Thor, sabes que no es el ser más inteligente sobre la tierra, y se creyó tus mentiras sin llegar a cuestionarse dos veces.


-Lo hacía por la familia, ¿Crees que Thor estaba a la altura de un omega como tú? -Tampoco era una manera despectiva de decirlo, realmente amaba a su hijo, era su primogénito, y había sido heredero al trono antes de que el rubio decidiera que no quería ser rey, no si tenía que dejar a Loki y sus cachorros para portar una ridícula corona. -Quería hacer su vida menos miserable y que encontrase a una omega fácil de manejar.


-¡Pues míranos! No es taaan miserable como parece ser. -Porque podían decirle lo que quisieran, pero la verdad es que hacía muy bien su trabajo, manteniendo feliz a Thor, y viceversa, era una pareja con una vida bastante llevadera, sencilla. -Se agradecen tus deseos, pero nos va mejor cuando no piensas por nosotros.


Definitivamente eso era lo que no quería hacerle entender, aunque él y Loki no compartieran la misma sangre, la maldita terquedad sí, la discusión continuaba, diciéndole en cada turno las frases más equivocadas y menos atinadas que vinieran a su mente, bueno, para ser el dios de la sabiduría, no estaba siendo precisamente sabio.


-¡Eres mi hijo menor, tenía miedo a que Thor llegara a marcarte! ¡Eran, no, son hermanos! -Le estaba costando demasiado tomar el camino original de la situación, era como estar en arenas movedizas y ante cada palabra que hacía, se hundía un poco más.



Hasta ahora las cosas iban bien, todavía había posibilidades de salvar la nave, era de Tony Stark de quien se hablaba, había creado una armadura en una cueva y con una batería conectada a su pecho, ¡claro que podría hacer funcionar ese estúpido en medio de un planeta desconocido! Se removería el apellido de lo contrario.


-Peter, dame la pinza, la otra pinza. -Pidió el castaño con un claro deje de impaciencia, la verdad era que ya pasaban de las ocho de la noche y no podían despegarse del salón subterráneo que se les había otorgado para que pudieran realizar sus actividades medievales sin interrupción alguna.


-Sólo está ésta pinza. -Explicó Peter sin ofenderse, comprendía que su tutor adoptivo estuviese de mal humor, hacía dos horas había devuelto todo rastro de su delicioso almuerzo, las náuseas seguían ligeramente presentes todavía, y por si fuera poco, sus pies estaban hinchados. Tenían dos veces ahí, pronto entraría al séptimo mes, y temían que el bebé llegara sin que Steve estuviera presente, un omega sin su alfa en momentos de alumbramiento era peligroso, las cosas podían complicarse, el bebé o el mismo Tony podían morir. Thor, Loki, y Peter estaban conscientes de eso, por lo que tenían que trabajar contra reloj para volver a pisar tierras midgardianas. Aunque claro, Tones tenía todavía su propio, y peligroso, plan de emergencia.


-¿Cómo que no hay otra pinza? Peter, dejé la caja de reserva llena de herramientas. -A ese punto todavía no le miraba a la cara, demasiado ocupado revisando si el motor principal estaba dañado o no, y pensando en cómo removerlo sin tener al alcance una maldita grúa.


-¿Cuál caja? -¡Ah! Eso si que no, aunque hubiese utilizado su tono de niño regañado, después de haber realizado una travesura accidental, Tony se giró a verlo.


-La estúpida caja de herramientas, la de siempre, la roja, Pet, la roja, ¿Dónde la dejaste? Te dije que la agarraras antes de que trasladaran el quinjet, ¿La tomaste, no? -Los ojos de Peter jamás estuvieron más grandes que otro día, no respondió a esa última pregunta, sólo se limitó a darse la vuelta y correr inmediatamente para el lejano lugar donde se habían estrellado.


Dejó escapar el aire que sus pulmones contenían, sentía un ligero dolor de cabeza, tal vez una migraña, esa fue razón suficiente para detenerse e irse a buscar un banquito donde descansar unos cuantos minutos, Loki le había dejado en claro que no debía de sobre esforzarse, que encontraría la manera de regresar a casa, y que por el momento el estrés no le haría bien a nadie. También amenazó con drogarlo para mantenerlo quieto. Vaya novedad.


-Cuando la luz lunar golpea tu rostro, es un espectáculo sublime, tan hermoso como las aves cantando en una mañana soleada por tu presencia…-El invitado, no precisamente invitado, estaba por continuar, eso hasta que Tony alzó la voz en un suspiro.


-Mira, Shakespeare, no soy ningún teatro para que me digas esas ridiculeces, hay gente trabajando aquí, así que, sí me despejas el área…-¿Qué la maldita marca, que hasta ahora había tenido descubierta, no dejaba lo suficientemente claro que no tenía interés alguno en otro alfa?


Fandral había visto cómo una, lo que parecía, ave de metal se estrellaba con fuerza en los terrenos reales, inmediatamente se alzó la guardia real y fue al encuentro, para saber si eran amigos o enemigos, aunque, pensándolo bien, cualquier persona, ya fuese alfa o no, que llegase de esa manera sería considerado un enemigo. Se tranquilizó bastante cuando vio a Thor rodearla, había regresado y que el futuro rey retornara a sus viejas tierras siempre era buena señal, tras él estaba Loki, con cuatro cachorros revoltosos en su dirección, ¡No habían perdido el tiempo! Eso era claro, no obstante, lo que realmente había cautivado por completo había sido ese omega preñado, había detectado su aroma momentos antes de que se estrellase, le había olido y llegó a jurar que sintió un delicioso espasmo recorrerle el cuerpo cuando esa multi fragancia inundó el aire que respiraba. Traía marca, una sosa marca humana.


-Tienes un carácter horrible. -Pensó en voz alta, Tony le miró sonriente y desafiante, claramente no era la primera vez que escuchaba aquello dirigido hacia su persona. -Eso me deja prendado a ti. -¡Oh por el amor de...! Lo único que le faltaba era…Bien, lo que sea, ni siquiera tenía tiempo para soltar alguna clase de respuesta mordaz, su mente sólo pensaba en regresar a casa con su Stevie y arreglar todo el caos que reinaba en ese momento en la tierra.


-Realmente no quieres que llame a Thor o Loki para que saquen tu trasero de mi taller. -Ni siquiera era su casa, pero en ese instante se encontraba trabajando, y cualquier lugar donde hiciera eso, lo convertía en su taller. Por lo que ese hombre tenía su existencia contada si sus hermanos se enteraban de que estaba siendo incordiado por alguien más, ¡Oh! Que Peter se enterase, ojalá pudiera grabarlo para Steve.


-No les temo. -Pronunció aquello con altanería y sólo pudo recordarse así mismo. -Soy capaz de pedirle a Padre de Todo que te entregase a mí como la más hermosa bendición que jamás haya caído sobre mis hombros. -Dicho eso, cerró los ojos con ensoñación, como si estuviese presentando una escena romántica para alguna clase de película rosa.


Claro que Tony no era ninguna protagonista de esa clase de filmes, no se sonrojaba con esos diálogos empalagosos, no le sorprendían los halagos a su belleza o carácter, porque estaba consciente de ellos, así que no caería ante unas cuantas palabras, ni aunque las dijera Steve, sólo bastaba recordar cómo habían sido los primeros días posteriores a su encuentro principal. Por lo que no dudó en ‘’probar’’ una de las armas integradas en la nave para dispararle en el hombro izquierdo y lanzarlo muy lejos de ahí, hasta golpear con el extremo de la pared más lejana. -Listo, bendecido por Sir Anthony.


Se supone que con eso lo repelería, ¡Incluso se ganaría un poco de su odio! No se suponía que tendría que estar sonriendo como idiota mientras se sujetaba el brazo herido. No se sentía especialmente amenazado siendo honestos, su omega interior estaba calmado, no percibía peligro, estaba en casa de sus familiares, Thor jamás dejaría que algo llegase a sucederle, no sólo porque Loki quedaría destrozado si la integridad de Tony peligraba, si el bebé fallecía en sus entrañas, muchas cosas, pero ese no era el único motivo por el cual Thor le había protegido.


Cuando el rubio cayó del cielo, desorientado por lo que había sucedido, sin saber qué estaba pasando en ese momento, o en qué mundo se encontraba, fue encarcelo de una manera violenta, los humanos no son amable con su misma raza, menos con un alfa que no pertenecía a su planeta, aquello era todavía más alarmante, no había momento para que alguien se tomara el tiempo de preguntarle cómo estaba, o por qué razón había llegado a la tierra. Nadie que se preocupase por él.


Eso hasta que vio a ese omega frente a su celda, vistiendo de manera extraña y soltando sus feromonas que hacía olvidar su frustración e ira, Tony se quedó frente a él, bebiendo, para su desgracia, un té insípido que tenía que tomar tres veces al día para obtener la dosis diaria y necesaria de antioxidantes en el cuerpo. Ese hombrecillo se había sentado en el suelo, pegado a su celda y comenzado a preguntar toda clase de cosas acerca de su procedencia, Thor daba largas respuestas, Tony las escuchaba sin interrumpirlo siquiera, atento a cada palabra, incluso le trajo un almuerzo, irónicamente, digno de reyes, saciando de manera inmediata su hambre y sed.


Así llegaron a conocerse, el castaño, pese a la fama que le precediera, era un alma hasta cierto punto bondadosa, que ayudaba a todos los que pudiese, sin ver sus pasados o pedir algo a cambio, tiempo después ayudó a Loki también, lo puso bajo su protección, por supuesto que era justo, no, ¡Obligatorio! Que Thor viera por él en esas tierras tan extrañas ante el millonario. Razón por la que ante el estruendo del disparo, el ex-príncipe no tardó en hacerse aparecer.


-Desde mis aposentos escuché semejantes disturbios. -Traía todavía puesta la armadura de combate, hacía poco que había regresado de Midgard, todavía con malas noticias, camino a su reencuentro con Loki, un estruendo sacudió al castillo entero, tenía una idea vaga de qué sería el motivo de semejante estrépito, convenció a la guardia que todo estaba bien, que él mismo se encargaría de aquello. -¡Ah! Fandral. -No, realmente no estaba sorprendido de ver a un ex compañero de batallas levantándose con dificultad del suelo. -¿Todo bien? -Tony dejó escapar un claro suspiro de sarcasmo. Y Thor no se refería si Anthony estaba bien, sino a su amigo…Porque bueno, su preocupación más grande era el corazón dañado de su amigo, y aún así, llegaba a ser un peligro estando enfermo, ahora que estaba sano, con otra vida creciéndole en el vientre y dándole esperanza para vivir, well, temía más por quien se atreviera a hacer que su temperamento estallase.


-Todo estará bien cuando saques a tu amiguito de mi taller. -Los Alfas no eran los únicos territoriales en ese lugar. -Tráeme algo para beber, de preferencia jugo de manzanas, recién cortadas, y que esté frío, pastelitos de chocolate no estarían mal, y también quiero a Peter, parece que le mandé a hacer una caja de herramientas y no a buscarla. -Fandral había quedado boquiabierto, ¡Un omega dándole órdenes a su Rey! ¡A un Alfa! Thor podía ser una cosa en la tierra, ese hombre tranquilo, sereno, paciente y, claro, mandilón, eso no lo sabía Fandral, por lo que casi se fue hacia atrás cuando le respondió.


-Bien, pero usaré miel en vez de azúcar. -Tony pareció considerarlo, tenía razón, su consumo de azucares debería ser menor ahora, sólo porque Junior Captain iba a agradecer eso cuando llegara al mundo, con sangre en lugar de azúcar corriéndole por las venas. -No tardaré. -El brazo del rubio quedó firmemente sujetó en su hombro. -¿Deseas que tu pecho siga conteniendo a tu corazón bombeando? No te quedes solo en una habitación con Anthony Stark. -Fue lo que le había dicho en cuánto estuvieron lejos del castaño, había usado un tono serio mientras le miraba con severidad. -Ese omega tiene alfa, y aunque ese alfa no esté aquí, está Peter, y estoy yo.


-¡Ah! No sabía que te iban las relaciones múltiples, ¿Loki sabe de esto? -Describir el semblante ofendido de Thor fue difícil, pero en sus facciones claramente se deducía que quería reírse, pero también golpear al hombre a su lado. -¿No? Entonces…


-Ni siquiera lo pienses. -Ver a Thor como el amigo que proveía consejos y cuidaba que los demás no hicieran algo estúpido, era una fase extraña. -Elige a cualquier otra persona. Tienes una fila muy larga tras de ti.


-Y cada uno de los que están formados no se asemeja ni un poco a Anthony. -Lo cual era cierto y no sería capaz de discutirlo ni un poco, era un omega peculiar, difícilmente se encontraba a una especie renegando de sí mismo y haciendo algo para cambiar el rumbo de su historia, para decidir su propio rol en la sociedad. -Quiero a ese omega.


-Ese omega no te quiere. -Eso debería ser suficiente para que la conversación quedara zanjada y tuviera un fin. -Además, no tienes la capacidad para hacerte cargo de un ejemplar así. -¡Ew! Ya se le estaba pegando otra vez esa manera de hablar, como si los omegas fuesen animales exóticos o domésticos. Que Loki no lo escuchase hablar de esa manera, o terminaría perdiendo la lengua.


-Es ahí cuando tú entras y me sacas de apuros…


-No.


-¿No?


¿Dónde quedaba su amistad? ¡Él había ayudado a Thor en diversas ocasiones para abrir el corazón, y piernas, de muchas doncellas alrededor del reino, no comprendía por cuál razón ahora él no podía devolverle el favor!


-No, y es en serio. -Se tomó un minuto antes de mirar a su amigo a los ojos. -Es demasiado para ti, justo ahora en lo único que piensa es en regresar a casa y salvar a su alfa. -Aquello sonaba ridículo para Fandral. Los alfas no necesitaban ser salvados, eso era más papel de los omegas. -Las cosas no se ven bien en Midgard, mientras el embarazo avanza y teniendo al padre lejos…-Dejó escapar ese pesado aire lleno de preocupación que pesaba en sus pulmones. –


-¿De qué hablas? –Aquello había hecho que su andar se detuviese y plantara los pies sobre la tierra. –¿Por qué hablas como si fuese a morirse? -Utilizó un tono acusador. Los omegas asgardianos eran más resistentes a los humanos, podía dar a luz sin la necesidad de la cercanía con sus alfas, podían entrar en labor de parto y  estar separados por cientos de kilómetros, pero Tony no tenía sangre de Asgard, además, su lazo con Steve era reciente, ¡Menos de seis meses con la mordida! La posibilidad de mortalidad se elevaba.


-Sólo aléjate. -Si el genio se enterase de que andaba divulgando su privacidad por ahí, también le cortaría algo. -Hoy yo te encontré, mañana puede ser Peter. -Y aunque Peter tuviese ese aura de niño bueno, junto a esa infantil inocencia todavía adornándole el rostro, era de su padre adoptivo de quien se estaba hablando. Pepper sabía bien de qué era capaz ese alfita. -¡Oh! Y Eso que no te han visto mis hijos. 

Notas finales:

Parece llover sobre mojado, ¿Eh?

¡Muchas gracias por sus comentarios! De verdad que me alegran los días <3 he vuelto, tarde, pero seguro, mis planes de terminar todo antes del diez de agosto, evidentemente, se fueron a la mierda :)<3

Los comentarios que me faltan por responder, los respondo mañana, promesita <3 es que ahorita ya me está pegando sueño del gacho :(.

Recuerden que siempre estoy disponible para preguntas o críticas.

Besos.

 


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