Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Los Alfas del señor Stark por Evanences

[Reviews - 127]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 2: Bienvenido al futuro, capitán.


Para Steve, había sido un cambio radical, despertar décadas en un futuro del que no se sentía parte, desconociendo el paisaje gris y verdoso que se alzaba ante sus ojos, la manera en que se vestían, los olores que mostraba ese nuevo siglo, ¡Las costumbres! Dioses sacrosantos, aquello sí que había sido algo nuevo, un cambio brusco, los tres eslabones que conformaban la cadena, en conjunto, conviviendo sin diferencias, o al menos eso era lo que había visualizado en primer lugar, en el departamento que le habían proporcionado, poco modesto a su parecer, veía la ciudad, ruidosa y bella ciudad, le enviaron a su nuevo domicilio libros y material para que se actualizase. Curioso, le habían enviado unos discos plateados, que no supo cómo utilizar, pero le parecieron bonitos.


Mañana vendría un agente a su puerta y lo llevaría a la base principal, no sabía si se encontraba emocionado o entristecido, quizá un punto medio, neutral, fuera de lugar, sí, ese era la manera perfecta en que describía su condición.


En momentos como ese, se encontraba deseando a una omega, oh, la idea le agradaba, que fuese pequeña, linda y supiese cocinar, muy hogareña, que le diera muchas crías, en efecto, se veía como un padre de al menos unos cinco o seis hijos; pero luego se encontraba con la realidad de que no sabía que si sería capaz de equilibrar trabajo y familia. Confiaba en que sí.


Para cuando detuvo el tren de sus pensamientos, eran las cuatro y media de la mañana, y él se encontraba con la energía de dos o tres noches de sueño, bien, tenía tiempo para ejercitarse, bebió un batido energizante, y las siguientes dos horas, recorrió la ciudad que dormitaba, reconociendo el lugar y a los hijos  y nietos de las generaciones que habían tenido su edad.


Coulson pasó puntualmente por él, Steve se encontraba listo, se había duchado, afeitado y puesto ropa decente, que no fuera deportiva, al parecer, no era el único que se encontraba ese día, lo decía por la manera en que le brillaban los ojos al agente.


-Me cuesta trabajo ver este lugar y pensar que ha sido el mismo que pise hace años. –Dijo con una mezcla de nostalgia, con la mirada clavada en la ventana del auto.


-Es bastante normal, además, creo que se lo está tomando bien, ¿No cree? Aunque no lo crea, el mundo allá afuera, no es tan malo, ha habido retrocesos horribles, como en cualquier país, pero han hecho otros más, por ejemplo, Omegas y Betas gozan de más libertades, de hecho, el siguiente año, se postulará un Beta para presidente, ¿Puede creer eso?


Pensándolo bien, eso era bueno, quería pensar, no es que creyese que la hegemonía Alfa fuera la mejor y única opción, pero le estaban despojando de su ideología, la que le habían hecho adoptar desde que era niño.


-Me parece agradable, imagino que hay muchos Betas dentro de la organización.


-En efecto, casi la mitad.


-Vaya, es una cifra considerable.


-Y seguirá incrementándose, aunque a los Omegas no se tienen contemplados aún.


-Es un asunto más delicado, ellos deberían estar en un sitio donde no corran peligro alguno. –Sí, Steve creía que el lugar, sin llegar a ser despectivo en ningún ámbito, de un Omega, era una casa linda y segura, con niños corriendo por el jardín con sus mascotas y cargando en bebés en el vientre. Y no estaba en contra de que los Omegas trabajasen, siempre y cuando, fueran empleos seguros, como en docencia en nivel de preescolar y elemental, también como niñeras, museos, algunas áreas de enfermería en hospitales, pero, ¿En un órgano antiterrorista, como SHIELD? Ni hablar.


-A veces creo lo mismo, pero bueno, siempre hay excepciones, ¿No cree?


-Si tú fueras el director, y supieras los peligros por los que pasaría un omega, si llegase a trabajar con nosotros, ¿Lo permitirías? ¿Serías capaz de cargar contigo el peso de que algo o alguien llegase dañarle?


Steve se tomaba muy seriamente la protección que se debía otorgarle, después de todos, ellos eran esa clase de ‘’recompensa’’ que los alfas, y algunos betas suertudos llegaban a obtener, su cifra era escasa y peleada, eran algo celestial, que brindaba la vida a la humanidad. Se le había inculcado protegerlos, como si fuesen una flor de cristal.


-Depende.


-¿Depende?


-Por supuesto, a veces uno debe de pensar, en sacrificar a unos pocos, por el bien mayor.


-Lo considero egoísta, obligar a un omega…


-¿Y qué tal si no está siendo obligado?


-¿Cómo dices?


-Pues sí, aunque hoy en día, no se han aceptado omegas en ninguna institución policial, ni militar, han estado escalando en otras áreas, y si bien SHIELD tampoco encuentra de acuerdo en emplear omegas, realizó una excepción.


Aquello había dejado a Steve de una pieza, todo el trabajo que había estado haciendo en el pasado, para que ellos estuviesen protegidos y nadie llegara a utilizarlo o lastimarlos…


-¿Un omega voluntario?


-Sí señor.


Coulson se miraba tan feliz, que incomodó a Steve inconscientemente.


-¿Y su alfa se encuentra de acuerdo con eso?


-Digamos que sí, también forma parte de SHIELD.


-El futuro ha tenido más cambio de los que creí…


-Tal vez no muchos, pero Tony Stark termina por romper el esquema.


¿Tony Stark? ¿Por qué le sonaba ese nombre? ¿Acaso Howard?... Sí, tenía que ser él.


-¿Podrías platicarme acerca de él? Me llevaron un periódico bastante viejo y no pude leer más allá de la portada.  –Coulson sintió que su empatía por ese hombre crecía, comprendiéndolo.


-Fue un accidente, rápido e instantáneo, no sufrieron, tal vez ni siquiera se dieron cuenta de que todo se había acabado, dejaron a un hijo atrás esa noche, por fortuna, Anthony Edward Stark.


-¿Y sabiendo que el hijo de uno de los fundadores era omega, lo dejaron entrar?


-Créeme, a Howard no le hubiese importado mucho, a María… Tal vez, con algo de trabajo.


¿Qué le sucedía al mundo? ¿Por qué había esa indiferencia? No lo entendía, él jamás hubiera permitido eso, su padre había sido un alfa, que murió poco después de que naciera, su madre una omega, que para mantenerlo, había tenido que recurrir a trabajos forzados y a múltiples peligros que en su época tuvo que enfrentarse, en ese entonces se encontraba enfermo y famélico, y hubiera dado lo que fuese, por mantener a su madre a salvo, en esas casitas de muñecas donde vive la gente con dinero, que en ese entonces, podía mantenerse a salvo y con una vida digna.


-Supongo que tampoco puedo juzgar aun padre por no amar a su hijo. Pero Howard y yo éramos amigos, así que, cuando me toque reunirme con él, recordaré que debo golpearle el rostro.


Si había algo de tensión en el aire, se había acabado con esa frase, Coulson prosiguió a explicarle la nueva estructura a la cual iba a adaptarse.


-Como sabe, Nick Fury ahora está a cargo, él decide los pasos que deben tomarse, en cualquier situación de emergencia, ya ha estado en contacto con él, y como ve, no es exactamente una persona con la que se bromea, pero es buena persona.


-Cualquier líder tiene un temperamento de cuidado.


-Más él, pero bueno, cosas que entenderá con el tiempo, hay rangos, por supuesto, pero bueno, usted está en los más altos, junto a Natasha Romanov, Bruce Banner, Clint Barton  y Thor, todos alfas, con excepción a el Dr. Banner y a Clint Barton, que se encuentran en condición de betas, participan en las misiones más peligrosas –Expresó con ese aire casi mecánico que solía usar para dar explicaciones o reportes a sus superiores. –Ellos serán sus compañeros, de ahí en fuera, los demás son agentes con rangos subalternos, con los que probablemente sólo interactuará en  contadas ocasiones.


-¿Y dónde entra Anthony? –La curiosidad le mataba, y le agradaba saber que no se encontraba interviniendo en ámbitos más peligros, aquello era bueno, sin darse cuenta, un lazo invisible y delgado le unía a él, sabiendo que era hijo de un amigo como lo fue Howard, un instinto por protegerlo le embargaba, que aunque ni siquiera conociera su rostro, se le antoja esculpido por ángeles, su amigo no debía preocuparse, él se encargaría de cuidarlo.


-En el departamento de consulta. –Sí, estaba casi de acuerdo con eso, si bien seguía envuelto en todo esto de antiterrorismo, por lo menor era un área tranquila y segura. –Y en el departamento armamentista, de ataque y defensa, estrategia, reclutamiento y entrenamiento.


Si antes se había sentido asombrado, aquello había sido el doble, era casi una ofensa, ¿Cómo había permitido eso? ¡Podría terminar herido o muerto! ¿Qué estaba pensando Fury ante esa decisión? Sin embargo, Steve era bueno controlando sus instintos, y calmó el enojo que revoloteaba en su pecho.


-Así que, si algo le llegara a pasar, ¿Cargará con eso, soldado? –Tenía la autoridad innata en la voz.


-¿Qué puedo decir? –Coulson encontraba genial que fuese un beta. –Stark siempre se las ha arreglado para mantenerse con vida solo. –Aquello no le había gustado como sonó, había un trasfondo en el asunto, lo sabía y se encargaría de descubrirlo.


La llegada de Steve había sido casi como una revolución silenciosa de hormonas, un Alfa, con el que todo el mundo soñaba, alto, apuesto, autoritario, apuesto, apuesto, y apuesto. Era lo que la mayoría se encontraba pensando y Steve lo sabía, lo tomaba como una respuesta natural, aunque no creía que pudiese procrear con nadie de los agentes presentes, jamás lo tendría crías con un beta, su debilidad, por si no había quedado clara, eran los omegas.


Coulson lo dejó por el pasillo, casi en la oficina de Fury, y se retiró, sería atendido y puesto en servicio en cuanto el director llegara, se dedicaba a mirar hacia todos lados, encontraba bastante grato y atrayente el lugar, el ventanal de cristal blindado, que daba la vista hasta, donde podía juzgar, era el área de entrenamiento, aquello le llenaba el pecho de orgullo y no podía evitar levantarlo y sonreír satisfecho, gente joven entrenando y preparándose para luchar por el país; Nick llegó un par de minutos después.



-Vamos, vamos, chicos, hoy están muy flojos, ¿Qué sucede? ¿Quieren una croqueta por cada androide que destruyan o qué? ¡Muevan esas piernas! ¡Voy a subir el nivel ésta vez! ¡No será mi culpa que se queden sin algún miembro después! –El personal de SHIELD tenía sentimientos encontrados por el castaño, no sabían si quererlo o detestarlo, pero se inclinaban por el punto medio, reduciéndose a tolerarlo y mantenerlo a salvo, siempre se encontraba con dos guardaespaldas betas, uno de ellos cardiólogo especializado.


Tony era una creatura peculiar, para su estatus, iba de aquí para allá, sin dejarse intimidar por nadie, al contrario, era muy bueno entrenando, cualquier recluta, pasaba por él en primera estancia y él se encargaba de decidir sí se quedaba o no, después se sometía a su régimen para nada ligero, eso sólo por las tardes, en las mañanas se encargaba de la reparación de armas y sólo algunas noches, planeadas y contadas, o trabajaba en sus proyectos personales o bien, se encerraba en la sala de estrategias.


Su condición era pública, y se sabía que la fiereza que mostraba, era proporcional a la delicadeza de su salud, que siempre estaba en primer lugar, aunque lo detestase, si notaban que se quería sobre esforzar, o que alguna actividad estaba poniéndolo nervioso o alterándolo, bye, bye Tony, directo a casa y bajo supervisión médica. Aunque hiciese un berrinche monumental, y Peter nunca lo apoyaba en esa clase de situaciones, traidor.


-¡Jason! ¡Vas a quedarte manco a ese ritmo! –Sin embargo, era muy  bueno para imponer presión sobre los futuros agentes de alto rango, nadie sabía cómo, pero era bueno en ello, y nadie se atrevía a desobedecerlo, curioso, una persona tan indisciplinada como él, imponiendo disciplina. Y lo hacía perfecto.


-¡Sí señor! ¡Señor sí! –Eran por lo regular las respuestas que obtenía a cambio, apresuradas y preocupadas por no morir durante el adiestramiento, rara vez interactuaba con sus alumnos sin el vidrio blindado de por medio, siempre resguardado, y alejado.


Los ejercicios de ese día eran más pesados que de costumbre, porque estaban recibiendo ataques, tanto por aire y por el suelo que pisaban, eso y que aún no decidía atacarlos por la espalda, porque eso era lo que él hacía, no educaba a pelear con principios, sino lo contrario, les enseñaba a pelear siendo realistas, como era el enemigo, porque así habían sido con él.


-¡Me estoy aburriendo! –Y aquello inmediatamente había hecho efecto sobre ellos, porque se estiraron como un resorte y redoblaron al máximo sus esfuerzos, eso era su trabajo, hacer lo mejor de lo mejor.


Una táctica que le funcionaba bien, era cuando sus alumnos lo detectaban como un omega, y la mayoría siendo alfas, se obligaban a querer impresionarlo, inconscientemente, y su castigo más grande, era su decepción, un Alfa no podía lidiar con la decepción de un Omega, fin de la historia.


-Mejor… -Susurró complacido por el micrófono y esa pequeña dosis de saciedad que mostraba, les indicaba que estaban haciendo un buen trabajo, su retribución al final del entrenamiento.



Peter estaba sólo un poco cansado, a diferencia del resto de sus compañeros, que no lo superaban en fuerza y habilidades, pero aún le quedaba mucho por aprender, era muy joven y tenía muchas metas por romper, en general, se veía como una persona feliz, buenos amigos, buenas notas y SHIELD le consideraba un futuro miembro, de los rangos más altos, además, tenía a Tony; extrañaba a la tía May, pero sabía que ahora ella se encontraba en un lugar menos caótico, con el Tío Ben, y ahí ya no había nada qué hacer.


Mensaje 1: The Cutest squirrel ever.


¿Qué tal te fue la reunión con tus amigos?


Espero que bien, estoy por ir a casa, dejo a mis sombras aquí, porque estoy cansado y no creo que llegue a soportarlos. No sin helado, ¿Qué cenaremos hoy? Pensé en hamburguesas…


Mensaje 1: Spidey  boy.


Bien, bien, terminamos la mitad del proyecto final hoy, mañana haremos la otra parte, ¿Genial, no crees?


Oh vamos, sólo hacen su trabajo, ¿Sabes lo que les haría Fury si el corazoncito de su genio favorito deja de latir?


Negativo, sólo compraré helado natural, sin azúcar ni grasas ni nada, ¿Bien? No quiero encontrarme ningún envase de esa azucarada sustancia, ni hablar de las hamburguesas, una cada dos meses, no nos arriesguemos.


Aquello era gracioso, en especial porque Tony y Pet habían estado en la misma habitación minutos antes de que el castaño mayor se marchara, mientras Peter tomaba una ducha, Tony entró a robarle una bufanda, la necesitaba, el olor que emanaba siempre era un buen repelente para cualquier que se cruzara en su camino. Era lo que le daba el toque a su relación, el que jugaran con los secretos, saber que sabían, pero no lo admitían.


 


Peter se había convertido en un hombre, que aun con la custodia en manos de Tony, hasta que cumpliera los 21,  era la única persona a la que Tony podía llegar a obedecer, el castaño llegaba a tomar sugerencias, algunas veces, claro, y otras no, pero Peter era una presencia a la que difícilmente podía negársele, aun así, Peter era diferente a cualquier alfa. No era estúpido, ni posesivo, era amable, gentil y sumamente compresivo, no podía quitarle lo protector, nadie podría. Y eso el Capitán América iba a descubrirlo.


No era un día exactamente frío, templado era una buena palabra, pero, cuando la noche, un aire helado comenzó a golpear la ciudad, Steve había recibido nuevas indicaciones, le recordaba a los viejos tiempos y eso le hacía bien, según el psicólogo que le había tratado después de que despertara, tenía que familiarizarse con su nuevo entorno, pero no por eso significaba que debía olvidar el otro por completo, todo debía surgir poco a poco.


Por el momento, estaría en un curso de inducción, acerca de, literalmente, todo, no había presiones, pero él quería aprender rápido, le habían dado pase libre ese día, para conocer las instalaciones y ahora se encontraba algo inquieto: Un aroma estaba esparcido por todos lados, pero no encontraba la fuente y eso le enloquecía, eso era algo a lo que también debía acostumbrarse, como si no tuviera muchas cosas de las cuales hacerlo, el hecho de que los omegas liberará su aroma sin restricción alguna, él recordaba a su mamá, siempre cubriéndolo con algo más, para no atraer demasiada atención, pero esa fragancia se encontraba libre.


-¿Eres otra pared en reparación o algo así? Muévete, estorbas. –Sí, Tony también era reconocido por su mal humor cuando tiene hambre, o cuando está cansado, más común en la primera opción.


-¿Disculpa? -¿Y de dónde provenía ese despliegue de mala educación?, enderezó su postura e hinchó el pecho, Tony sonrió con ironía ante la autoridad que intentaba imponérsele ahora mismo. Los ojos de Steve se dilataron un poco, frente a él, estaba el pequeño envase que destilaba la esencia perdida, y tuvo que luchar para no tomar una gran bocanada de aire y embriagarse con él.


-Que te muevas, tapas la entrada. –Fue nuevamente la respuesta a la defensiva del Stark, era atractivo y le ponía un poco nervioso la manera en que le miraba. La bufanda no estaba funcionando hoy, genial, pensó.


-No. -¿Quería que se quitara? Bien, no iba a aceptarlo, quería, mínimamente, una disculpa y un por favor.


-¿Qué dijiste? Mira, no te he visto por aquí, nuevo. Y no sé, tampoco me importa, cómo funcionen las cosas en tu pueblo, pero aquí, o te mueves, o te quitan. –Le amenazó, y Steve juró que aquello era el berrinche más tierno que había visto. No podía sentirse amenazado, bajo ningún motivo, perdió la tensión en su pecho, se estaba divirtiendo, y aquello no le agradaba a Tony.


-Tony, guarda el veneno para los de nuevo ingreso. –Esa era la voz de Natasha, que aún traía el uniforme puesto y no se notaba que se retirase en el futuro próximo. Tiempo completo. –Sé amable, el pobre aún no se acostumbra a que esté en pleno siglo XXI. –Steve sabía que la rusa no lo decía con mala intención, pero no pudo evitar sentirse ligeramente avergonzado, ella recargó un brazo en su hombro. –Vamos, saluda.


-¡Oh no! No voy a saludarlo.


-Tony…


-No.


-No me obligues a darle una biografía privada.


-Tony Stark, consultor especial. –Expresó de mala gana, extendiendo su mano para estrecharla y negándose a mirar el rostro satisfecho de Steve y Nat.


-Un gusto, Tony. –El tacto de su piel era agradable, y se procedió a besarle los nudillos, Natasha no hubiera perdonado eso en otra persona, pero Steve era una persona que aprobaba, después de todo, deseaba que su amigo tuviera un compañero y ella podría darle ese empujoncito. –Steve Rogers, ahora agente especial de SHIELD.


-¿En qué año naciste? –Retiró la mano, fingiendo incomodidad y ocultando el rubor de sus mejillas. –Eres raro.


-1918… -Dijo y su sonrisa se agrandó sólo por ver su desconcierto. Natasha soltó una pequeña risita discreta.


-Un momento… -Entrecerró los ojos, creyendo y no al mismo tiempo. -¡Ah! ¡Claro! Captain Iceberg. –Tronó los dedos cuando recordó porque el nombre se le hacía familiar. –Lo siento, son esas  cosas que Fury me dice, pero que realmente no me importan…


-Anthony. –Ya había un toque más severo en su voz.


-¡No es mi culpa! Es tarde, tengo hambre y he pasado todo el día en una cabina con dos personas que no dejan de acosarme con preguntas acerca de qué comí ayer, cada 5 minutos. Sólo quiero ir a casa. –Nat miró a Steve, discutiendo no verbalmente si debían darle el paso y dejarlo ir.


-¿Y por qué no vas a comer con nosotros? Los nuevos tienen misiones simulacros hoy hasta más entrada la noche. –Ofreció Nat, oh sí, desde que había visto al capitán, había pensado en que era el complemento perfecto.


-Me niego.


-A mí me encantaría, saber un poco más de esta época…


-Pues existe google.


-No tienes remedio. Ni modo. De castigo, irás con nosotros, invitaré a Clint…


¡Le había dejado en pase en verde! La agente le guiñó un ojo a Steve y se alejó para buscar a su compañero, ahí iba a haber una unión y esa era su única palabra.


-¿Qué miras? No me mires. –No soportaba, bueno sí, esa mirada de bobo que el rubio le otorgaba, sin llegar a ser morboso ni mucho menos, sólo lo suficientemente divertido para molestarlo, ¿Qué era él? ¿Un payaso? ¡No! Tony Stark no tenía por qué divertir a nadie.


-¿Te pones así todos los días? ¿O sólo tuve mala suerte hoy?


-Tendrás una suerte del demonio, en cuanto no te quites de la puerta, Rogers. –Ow, ahí venían otra vez las amenazas, los brazos cruzados y la mirada ‘’intimidante’’.


-Ya tenemos un compromiso, no puedes irte ahora, sería de mala educación.


-Cómo te darás cuenta, no soy una persona precisamente educada.


Y ahí estaba otra vez, esa sonrisa perfecta que hacía que Tony se pusiera de peor humor.


-¡Oh, oh! ¡Huelo a peligro! ¡Repito, código 13, Tony está en medio de una rabieta! ¡Esto no es un simulacro! –Lo que le faltaba, que Clint llegara a embellecer su tarde perfecta.


Natasha venía colgada del brazo de Bruce, en un clara señal de que no dejaría que se escapara, Thor tenía un gesto confundido, y realmente se tomaba en serio el código, así que no dudo en llegar hasta el castaño y ofrecerle ese pequeño dulce asgardiano en caso de emergencias similares.


-A Loki siempre le pone de buen humor. –De todo el mundo, aunque sonara extraño, ese hombre lograba comprenderlo, resignado, pero más tranquilo, aceptó la golosina. –Espero que alegre tu corazón.


¿Recordaban que a Steve era muy bueno controlando su enojo? Bueno, súbitamente, sintió ese ardor en los puños y se le antoja rascarse, no suavemente, con las mejillas del otro rubio, pero no hallaba sentido a eso, así que se apresuró a desechar tan mala idea.


-Gracias Thor. –Dio una mirada a los demás miembros y entonces supo, que no había manera de echarse para atrás, avisaría a Peter, no le gustaba ausentarse demasiado de casa y esperaba llegar antes que él.

Notas finales:

¡Wow! No esperaba que les gustara tanto el capítulo<3 Haré mi mejor esfuerzo, ¡Y sigan comentando! A mí me encanta leerlos, les respondería, pero está página nunca me respeta xd

Gracias a todos <3 ¿Cómo creen que voy a abandonarlos? Nope, esto sigue, a dónde, no sé aún, pero sigue.

Lo siendo Tony-Kun, pero el fic tendrá que ser Stony, no he escrito uno en mucho tiempo <3 se los debo.

Gracias a todos los anónimos <3 keep talking <3

Oh, Hanabi, you' re so cute <3 No te preocupes, estaré bien, tengo mucho material para esto(? No sé cuando vuelva a subir, porque ya es final de semestre D: pero haré lo que pueda por escribir, ¡Besos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).