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A lo que estaré dispuesto por ti por AsamiYang

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Notas del capitulo:

Bienvneidos de vuelta a otro capítulo más de esta historia!!!!!! 

Seeeeh.... Van 3 capítlos en menos de una semana... Yei!!! Que orgullosa ando de mí Q.Q 
Pero sin más preámbulos aquí les traigo la conti!! Espero que les gusten. 

Y nuevamente chicos/as: Les agradezco con todo el corazón todas las lectuas de esta gran historia, lo cual me motiva muchísimo más en escribirla y llegarla hasta el final. 

Se les recuerda que Viewfinder, los personajes mencionados aquí no me pertenecen, todo le pertenece a su respectivo autor. 

Sin preámbulos!!! Al salseo!!! 

Que comience la jugada. De viaje a Japón




Mansión de Jayden Miller – Miami – 09:41 02/09/20XX



BANG



Un balazo hizo un estruendo en todo el territorio de aquella mansión, que por cuatro segundos exactos, alteró a todo el personal de seguridad que cuidaban los alrededores de la propiedad del joven Miller. Algo preocupados por el escándalo, decidieron comunicarse unos a otros para poder averiguar el origen del disparo, teniendo como respuesta un “no lo sé. Aquí todo bien” de todos los demás guardias en las distintas áreas de vigilancia.

Entonces un pequeño recuerdo les hizo sentirse tontos. Era tan torpe que casi los hizo reír a todos de forma corta. Hoy era lunes, y los lunes eran consagrados al entrenamiento del jefe cuando estaba en casa y sus  5 entrenadores estaban todos disponibles, y con ganas de una pequeña “pelea” para arreglar cuentas. Así que con esa idea en mente, todos siguieron en sus puestos, disfrutando de la brisa de la bella mañana en la propiedad, para cuidar de ella y de su dueño…

Porque sí. El jefe contaba con un espartano entrenamiento con sus 5 instructores personales, que con el paso de los años se habían vuelto su “única familia” luego del fallecimiento de su única líder junto al esposo de Asami Ryuichi.

La sala de entrenamientos era del tamaño de una casa promedio de dos pisos, teniendo una sola pared hecha de cristal, que daba con el jardín del este de la mansión, mostrando un inmenso bosque y un inmenso espacio lleno de cosechas con diferentes frutas y legumbres. Por lo que no habría necesidad de ir al mercado a conseguirlas, a excepción de algunas especias u otros ingredientes para la cocina. Todo era local y delicioso. Después, el resto de las paredes eran de un cerámico sumamente resistente, pintadas de blanco y negro. A los alrededores, había muchos obstáculos de diferentes formas, tamaños y colores, que se usaban para un uso práctico en un entrenamiento de obstáculos, que mantendrían a raya la agilidad del joven Miller en muchas situaciones. Todo con la finalidad de poner a prueba al joven en su situación.  Además, sobre el techo, había algunas otras cosas como un canal muy grande de rociadores de incendios, unas luces hechas para un campo de football y más.

De los 5 entrenadores en esa mañana, los 2 comandos teóricos no participan al entrenamiento especial al estar ocupados en otros negocios y pedidos dejados por el jefe, pero si estuvieran presentes, el chico estaría en grandes problemas al verse rodeado de todos sus maestros y su “divertida” forma asesina de mantenerlo a raya en todas las situaciones de alto riesgo sin que su jodida espalda sea expuesta a una muerte segura. Los 5 al mismo tiempo eran impredecibles y demasiado difíciles de leer, a tal punto que él se queda mucho más en la ofensiva que a la defensiva.

El panorama era increíblemente de película, ya que los rociadores estaban abiertos y regaban agua  aún si haber incendio, simulando una mañana de espesa y fuerte lluvia. Algunos ventiladores en las paredes fueron instalados para simular un fuerte viento para simular una tormenta, y los suelos eran grandes charcos con tierra para dar un espeso lodo y el desplazamiento sea un poco complejo. 

Se escucharon múltiples pasos y algunos nuevos disparos, y Jayden Miller se escondió tras una “pared” para poder recuperar el aliento luego de una batalla a pura katana limpia con uno de sus tres sádicos entrenadores. Se agachó y una de sus rodillas tocó el sucio suelo, la larga katana tocó suelo y la empuñadura de color dorado simuló un soporte temporal para el guerrero que se escondía de sus entrenadores por unos segundos. No por acto de cobardía, pero estaba cansado y aún faltaban dos horas para culminar. Se maldecía mentalmente por haberse ido a Brasil sin entrenarse en el proceso, porque perdería si ritmo y sus “maestros” nunca le daban tregua alguna a  su condición, porque ellos no perdían y tampoco disminuían el ritmo, y al contrario, lo aumentaban.

Agachó su cabeza y respiró fuertemente por varios segundos, antes de mirar a ambos lados para confirmar que ninguno de sus entrenadores lo haya encontrado aún y por lo visto aún no lo habían hecho. Luego de su cinturón sacó su Bersa Thurder y miró cuantas balas le quedaban: siendo un total de 5 y una sola última recarga de repuesto que estaba en el cinturón.

Dos de sus espartanos instructores estaban armados hasta los dientes y el tercer instructor llevaba dos katanas largas y cuatro pequeñas atadas a su pierna izquierda. Él en cambio, perdió en su pelea la segunda Katana que hacía juego con las suyas y la balacera innecesaria que malgastó con su espartano instructor. No tenía muchas posibilidades, porque las cortinas que pasaban la luz del exterior estaban corridas para dar un espectáculo de lluvia nocturna y su visibilidad era reducida por la lluvia, más sus oídos eran cien veces más atentos y sabía que ninguno de los tres estaban en movimiento y esperaban pacientemente a que él diera una señal de movimiento y fueran nuevamente al ataque para culminar el entrenamiento y “castigarle” por un descuido.

Se culpó a sí mismo por la falta de sueño producto a un “problemilla” personal que no le había dejado dormir bien, y que la fatiga le estaba pasando factura, además de que sus espartanos entrenadores no le daban fianza. Tenía que ser constante.

-No estarás oculto hasta el fin de las dos horas, Jayden!!!

Gritó un hombre que tenía su misma edad, escondido casi del otro lado de la sala de entrenamientos, pero la fuerza de su voz era tan fuerte que escuchó fuerte y claro, como si estuvieran lado a lado, lo que hizo que su fiera mirada se levantara, y mirara sin voltear a su derecha.

-Haré de ti un colador si no sales, estúpido Jayden…

Dijo otra vez, esta vez la de un hombre mucho mayor que él, que estaba el otro lado de aquella sala, a su izquierda, y que escuchó tan bien como el anterior.

No podía hacer trampas ni confiar de su tecnología implantada en su cabeza. El entrenamiento constaba con un combate físico contra sus instructores sin la facilidad de la “computadora” que tenía implantada en el cerebro para ser de sus luchas una chupada de dedos y vencer a sus instructores.

Fuera de la sala, había un pequeño espacio en el segundo piso destinado a los observadores del entrenamiento. Pero solamente había una pequeña persona que observaba el panorama con atención. Y era una mirada filosa, peligrosa, tan seria y fría como la del mismo padre que estaba en grandes problemas mientras trataba de encontrar una solución a su inminente problema. Pero lo que más llamaba su atención en su fiera mirada era el increíble, más hermoso color de su iris. Era como la miel… no… la miel no… era como el oro bruto, el atardecer… un color tan hermoso en dorado que daba un suave calor que calmaba hasta la más furiosa de las tormentas.

La pequeña reina de Jayden observaba todo mientras estaba sentada en un cómodo sillón de escritorio, junto a un enorme oso de peluche cual abrazaba como si fuera su única y más vital tarea en la vida, frustrada al ver a su papi tan acorralado e indefenso. Porque ella conoce a su papi como la palma de su mano y sabía de antemano que él estaba sin ideas para ese momento, y se sentía tan impotente que sabía que, él último ataque que darían sus entrenadores, culminaría el entrenamiento.

Una sirvienta tocó la puerta, teniendo un “adelante” por parte de la pequeña quien nunca despegó sus ojos del escenario de abajo; la mujer pasó con una charola llena de comida para la menor, ya que ella se había saltado el desayuno por solamente ver el entrenamiento reñido de su padre. La señora dejó la bandeja a su lado y miró con un poco de curiosidad lo que tanto su pequeña reina miraba con lujo de detalles.

-Señorita. Pasa algo malo con el entrenamiento de su padre?

-Está en un aprieto… -Solo responde, algo seca.

La mujer suspiró al ver la frialdad que tenían por el momento esos ojos, que solamente estaban así por la riña que llevaba su papi. –Él encontrará una solución compro siempre ha hecho en sus entrenamientos.

-No. –Responde simplemente la niña. –Su distracción le ha costado mucho, y nuestros tíos no están teniendo piedad con él. Malgastó energía y balas. 

La mujer solamente observaba el campo de batalla. Jayden estaba aún agachado en el charco y aquella pared improvisada mientras se daba cuenta de su dura realidad. Estaba perdido.

-Perdió… -Solamente dijo la pequeña. –Pero lo conozco tan bien, que perderá el combate dignamente como es él… un rey.

-La señorita sabe verdaderamente como es su padre.

-Yo soy un trozo de su vida. Sé lo que piensa, lo que le preocupa, lo que le atormenta y lo que le exaspera… no comete errores, y cuando los hace, la solución aún si está lejos de su alcance, llegará a encontrarla. –Dice mientras la pequeña aprieta su osito en un fuerte abrazo. –Pero en este caso: llevan más de 3 horas en constante entrenamiento, y él desgraciadamente no se adaptó correctamente a la situación y malgastó energía de más con la lucha con tía y las katanas al punto de perder una. En cuanto a las balas, él malgastó doce recargas de forma inútil contra mis tíos y ahora, trata de buscar una forma correcta a la cual perder e impedir que tío “asesino profesional” le riñe.

El análisis de la pequeña dejó sorprendida a la sirvienta, quien tenía la boca abierta por tan buena observación y punto de vista, por lo que ella solamente pudo asentir con la cabeza y voltear a ver al panorama.

La pequeña abrió enormemente los ojos al ver a su padre pararse de forma rápida por el asomo de una de las tres amenazas vivientes, siendo un fornido y musculoso joven, de piel más o menos clara y pálida, de ojos jade brillante, con el cabello negro y un mechón blanco que estaba pegado a la frente por la “lluvia”. Vestía de un pantalón militar marrón  lleno de bolsillos, un polo negro que le quedaba como guante y dibujaba cada uno de sus músculos. Era apuesto, delicioso, atrayente, sensual… pero en combate era una bestia, que comenzó una pelea rápida de Kick-Boxing, obligando a su objetivo a salir de su escondite a la fuerza, y solamente obligarle a retroceder, con la katana ya en su espalda; se deslizaba con volteretas de acróbata hacia atrás, quedando expuesto a los demás, quien uno de ellos disparó a la distancia hacia su víctima.

Jayden, logró patear en la cara a su agresor al tenerlo suficientemente cerca con una de sus acrobacias, y de reflejo logró sacar la katana a tiempo para protegerse de la bala que llevó desde un punto muerto al oeste de su posición actual. Mismo agresor salió de su escondite, y con el otro comenzaron una batalla de karate de dos contra uno. Miller sin mucha energía, se limitaba a solamente bloquear los ataques de sus adversarios con la mano libre o la katana que tenía.

Su tercer adversario, quien era la mujer, salió y vino en sentido contrario a estos, por lo que llegó por detrás justamente para matar a Jayden por la espalda. Más este logró notarla a tiempo, y se deslizó con el lodo hacia la izquierda, cayendo de forma estúpida hacia una pared.

-Tch.

-Vaya cobarde… Qué te pasó en Brasil, Jay?

El chico se levantó levemente con esfuerzo ante el fuerte golpe en su hombro izquierdo, más su mano tocó una cuchilla mojada.

“La segunda Katana”

No lo pensó dos veces hasta tomarla y ponerse de pie con las fuerzas que le quedaban, y dar marcha atrás, porque sus adversarios lo habían acorralado como una rata que no tendría salida. No había solución, no había estrategia. Los tres tenían cuatro veces más energías que él, y por lo tanto él había perdido al estar cansado.

Suspiró rendido, y al chocar con una enorme tela, se dio cuenta que este se había chocado con la pared de cristal, y esas eran las cortinas que impedían la luz solar filtrarse a la enorme habitación. Se arrodilló resignado.

El de fedora dio la orden para parar, y dio por finalizado el entrenamiento.

-Veo que hemos ganado este entrenamiento. Haz fallado Jayden. Tira las katanas.

-Sabes que no puedo hacer eso. Son muy preciadas para mí. –Suspiró el mencionado al mirar sus preciadas armas de bella hoja y hermosas empuñaduras doradas. Un par de armas hechas a mano por el mejor herrero japonés en Estados Unidos, siendo un regalo especial.

El joven de mechón blanco solamente arqueó una de sus cejas y miró a ambos instructores con una media sonrisa. Los demás también hicieron esa misma acción entre ellos como instructores y profesores de Jayden, y cuando volvieron a ver al susodicho, se dieron cuenta que la fatiga no era por el entrenamiento, si no por falta de sueño.

-No dormiste anoche? –Preguntó la mujer.

-No mucho que digamos. Otra vez soñé con “eso”.

Los tres suspiraron.

En la sala de comandos, los técnicos rápidamente entraron a la sala luego de haber tenido el permiso de la pequeña princesa para detener el sistema de ventilación y los rociadores de agua, así también abrir las enormes cortinas y dar paso a la luz solar.

-Por favor ve y báñate. Estás hecho un asco con todo ese lodo. Hoy no tienes papeleo, así que podemos avanzar con nuestra misión… y al mismo tiempo, nuestra querida “reina” podrá saber lo que nos tramamos. –Dijo el de fedora antes de retirarse y dar por finalizada la discusión.

Los otros tres presentes solamente sonrieron y se miraron entre sí, claro, hasta que recibieron la amenaza siguiente.

-Si me hacen perder más el tiempo, me voy a cabrear tanto que haré de ustedes tres un trío que ni servirá de colador. Ahora muevan el culo, vagos.

Eso les hizo sentir una descarga en la espina dorsal, que les obligó a irse corriendo tras el otro y de paso dejar sus queridas armas en manos de la servidumbre de la casa.

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Eran actualmente las 11:20 cuando Jayden Miller ingresó a su oficina ya bañado, cambiado y perfumado; con el porte de un emperador bastante sensual y elegante. Su caminata era serena, tranquila y maravillosa, con un porte de sensualidad y etiqueta mezclada, con la meta de seducir a quien lo viera pasar.

Se encontró con sus tres instructores ya bañados y cambiados con un buen traje: el chico de mechón blanco vestía solamente con un pantalón hecho a la medida, una camisa con los dos últimos botones al cuello abiertos, y las mangas algo arremangadas, mostrando alguno de sus tatuajes, sus accesorios como anillo, reloj, brazaletes, collar y más. El otro estaba vestido de un traje de tres piezas hecho a la medida, el pantalón, zapatos, saco y corbata eran de negro, mientras que la camisa era amarilla y su sombrero era de negro y amarillo, escondiendo su rebelde cabello; sin embargo un par de patillas no serían su presa, y marcaban su sensualidad. La mujer en cambio, llevaba simplemente un vestido holgado, lo suficientemente cómodo pero al mismo tiempo elegante de color blanco,  con sus accesorios y respectivas joyas; tenía una coleta alta y varios flequillos escapaban al amarre, más estaban peinados y daban un hermoso volumen.

Jayden admiró por varios segundos la elegancia de sus tres instructores asesinos y solamente sonrió un poco antes de llegar a su escritorio y por fin sentarse.

-Díganme cual será mi castigo por haber fallado el entrenamiento.

Los tres tomaron un lugar para poder conversar. El de patillas rizadas solamente se recostó de una ventana y cruzó los brazos.

-Por el momento te salvas. Tu físico no estaba al 100% y lo notamos todos cuando comenzó el entrenamiento. –Explicó el de patillas.

-Sabemos que el momento se acerca, Jayden. Pero estás muy ansioso. –Dijo el de mechón blanco.

-Lo sé. Me siento excitado, loco, ansioso, desesperado por comenzar y tener por fin, luego de siete largos años de espera; la cabeza de ese maldito gilipollas de canadiense entre mis manos luego de habérsela arrancado de su cuerpo. –Dijo el de ojos metálicos, mientras cerraba los ojos y se hundía en el respaldo de su asiento.

-Lo sabemos. Pero no te precipites, estamos consiguiendo todas las bases para comenzar con esta cacería.

Jayden abrió los ojos levemente y miró a la mujer.

-Solo quedan 2 semanas… Deberías tomar las cosas con calma. No duermes bien y al parecer, la falta de sueño te está pasando factura. 

-Sabes que esos canadienses van a quedar uno a uno más inútiles que un simple colador.

Jayden se volteó, y lanzó una pequeña risilla.

-Lo sé, Reborn… yo sé que tú estás tan ansioso como yo por comenzar este juego.

El de rizadas patillas sacó una enorme sonrisa, sus ojos oscuros eran ocultados por la fedora.

-Descargaré toda la tensión con ellos como el otro día.

-El reporte que me diste del rescate de Kudora Shinji-san fue algo extremista. Pudiste haber llamado la atención de nuestros enemigos, y para empeorar las cosas, la atención de los hombres de Asami Ryuichi. –Reprochó Jayden.

-Me divertí un montón, merecía tal descarga.

El mafioso solamente fue y apoyó sus manos sobre el escritorio y negó con la cabeza, resignado.

-Ya se ha comprado el pent-house y ya está siendo amueblado. También recibimos tu invitación como invitado de honor por el alcalde de Tokyo para su gran celebración. Miles de socios internacionales estarán presentes para esa noche, incluyendo a nuestros personajes clave: Liu Fei-Long, Mickhail Arvatof, Asami Ryuichi y para mejorar la cosa: Asami Akihito.  –Lee la joven su tableta.

Jayden sonríe satisfecho.

-Así que nos encontraremos más pronto de lo previsto… -Suspira, y se vuelve a recostar de su asiento. –Entonces ese maldito se dará cuenta que su muerte se aproxima más pronto de lo previsto.

-Si no lo torturas primero, no será divertido. –Comentó Reborn con gracia.

-Lo voy a destruir desde adentro… Le arrebataré todo lo que le quitó a Asami y a nuestros socios de todas partes del mundo… Lo dejaré sin extremidades, pagaré para que lo violen, para que lo descuarticen y sus malditos órganos sean vendidos al mercado negro para dar de comer a los perros…

-Oye, oye… Cálmate, no te pongas así. –Dijo la mujer.

Jayden se puso de pie y caminó hacia su ventanal, para observar un poco el bello día que tenía de panorama. Sus pensamientos estaban sintetizados en una sola cosa: y era en cumplir su ansiada venganza de hace 7 años… Donde ese maldito canadiense había cometido el crimen y el pecado más grande de su vida. Nunca se lo perdonará, y le juró a la virgen de la Altagracia que lo destruiría… a él y a todos sus malditos aliados y esclavos, a los cuales él les sirvió.

Reborn se le quedó mirando por unos segundos, comprendiendo perfectamente las ansias y la emoción de su alumno por cumplir su más grande ambición, sabiendo lo calculador e inteligente que es, por lo que ninguna carta la jugaría mal en este solitario, y podría ser seguramente el futuro ganador, el futuro emperador… Tal y como él deseara que Jayden Miller fuera.

El peli azabache de ojos metálicos solamente se volteó y rodeo el escritorio para mirar a sus tres instructores. Jason Todd le miró sonriente y confiado.

-Te hemos educado para ser el mafioso más grande del mundo… Siéntete orgulloso de lo que eres ahora, para poder enfrentar a este nuevo “obstáculo” que de seguro te quedará pequeño.  

-Lo sé, y les agradeceré este favor enormemente, chicos. Sin embargo…

Jayden miró por un momento la pared, pensando en alguien en particular…

“Me preocupa Asami Ryuichi”

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Toc.

Los toques a una puerta de caoba pura pintada de blanco hicieron reaccionar a la personita que tomaba el té en el balcón de su habitación. Estaba tan sumida en sus pensamientos que no notó cuando la puerta fue tocada en la hora de su merienda.
 
-Adelante. –Pidió con su dulce voz, tan calmada y seria que parecía ser una jovencita adulta responsable, fría y calculadora. Ni siquiera se molestó en saber quién había atravesado la puerta y llegado hasta sus espaldas, ya que conocía el ritmo de los pasos de su papi bastante bien.

-Papi…

-Mi Diosa… -Llamó el mayor con una leve sonrisa, mientras cargaba con él un libro. –Te puedo acompañar en la merienda?

-Por favor, toma asiento. –Pidió amablemente la niña, ahora volteando su cabecita hasta encontrarse con la bella y radiante mirada de su padre, quien se sentó a su lado. Él, tomó una galleta con chispas de chocolate y se llevó un trozo a la boca. 

La pequeña tomó una galleta y volvió a mirar la lejana ciudad de Miami, la cual ella como su papi amaba tanto, y en la cual nació y creció hasta ser la princesa y amada reina que todo el mundo en la mansión adoraba, respetaba y añoraba. Era una niña muy especial y educada, que a partir de sus 6 años parecía ser una enanita muy responsable, madura y especial; la cual recibía mucho amor de parte de toda su familia. Porque la pequeña consideraba a cada personal… A todo el mundo como su familia.

-Te vi en problemas en el entrenamiento de esta mañana. Estás herido?

-No crees que eres pequeña para ver escenas violentas?

-Tío Reborn me dice que mientras más joven sea, mejor aprendo y observo.

“voy a matar algún día a ese maldito instructor espartano por violar la mentalidad de mi niña” –Pensó el joven con una vena hinchada.

-Pero sí… lo vi todo desde la sala de mandos de la sala, y te vi en problemas…

El mayor sonrió y tomó otra galleta.

-Estoy bien princesa. Solo fue un error de cálculo. Verás que en la próxima me irá mucho mejor y podré quitarle la fedora a Reborn.

-Tú lo que buscas es morir joven, papi.

-Yo desayuno el peligro, preciosa.

-Díselo al tío Reborn de frente.

-Tampoco soy suicida, princesa.

La pequeña se dispuso a reír y darle la mirada por la cual Miller luchaba día y noche por observar, por admirar, por escuchar como la melodía más hermosa que haya escuchado en su vida. Esa risita que le daba una significación a su existencia, y hasta su venganza. La pequeña Annaisha estaba riendo de una forma tan pulcra y adorable que hacía que el corazón del mafioso se derritiera en un instante.

Ella era su luz, su guía y su principio de amar y existir. Annaisha significó para él la línea de partida para muchas cosas, y una de ellas fue su venganza. Porque esa bestia no debería existir mientras ella viva. Porque ese maldito canadiense le quitó la oportunidad de crecer como una familia normal, feliz y llena de amor. Y Ahora él jugaba el papel de padre y “papi” para la pequeña.

Annaisha dejó de reír y observó el pequeño libro que su padre poseía sobre sus piernas en esos momentos, y curiosa lo observó por unos momentos.

-Papi, ese libro es…

Jayden miró el libro y miró con una sonrisa melancólica a la niña.

-Si… Cuando estaba embarazado de ti, escribí esta bella historia con tal de que tú la escuchases antes de que nos vayamos a Japón.

La nena rápidamente captó el mensaje y su mirada volvió a ser seria, observando atentamente el horizonte con un poco de molestia. Ella obviamente estaba enterada de que se iban a Japón pronto, más ella no estaba completamente de acuerdo en dejar su país para instalarse allá por un tiempo indefinido. No tenía simplemente las ganas, aunque el idioma y las costumbres no eran problema ya que ella es hija de un verdadero japonés, por lo que no tendría dificultades al adaptarse.

-Por qué tenemos que ir a Japón?

-Por algo traje el libro conmigo, mi nena. –Dijo Jayden mientras levantaba el libro sin ningún título escrito. –Para explicártelo. Más aún no está terminado, y quiero que tú seas quien escriba la continuación de esta historia.

La pequeña no entendió el por qué su padre hablaba de eso. Aunque anteriormente ella ya había visto esa “libreta” guardada en la oficina de su padre, y que guardaba preciosamente como un tesoro. Aún no entendía por qué las escrituras de su papi tendrían que ver con ella, o el por qué el libro estaría destinado para ella, o que simplemente ella tiene que ser quien continúe la historia sin ni siquiera haber escuchado sobre ella o saber de qué trata.

Ella inclinó la cabeza hacia un lado, sin entender.

-Qué la continúe yo? Pero ni siquiera sé de qué trata.

-Yo vine a leértela. Sé que tienes una imaginación muy grande para muchas cosas, e imagino que para seguir escribiendo un cuento no debería ser un enorme desafío para ti.

Ella asintió.

-Entonces lee, papi.

El mayor sonrió mientras abría el cuaderno que ya estaba algo viejo, pero parecía una bella reliquia que él cuidaba con todo el corazón. Entonces miró el estado de la escritura hecho a lapicera negra, y que la ortografía estaba cuidada, bien escrita y redactada.

La pequeña entonces tomó a su padre de la mano y el cesto de galletas de chocolate, así fueron a la cama de la jovencita para escuchar mucho más cómodos el cuento que su padre había escrito de sus propias manos.


-Entonces…

“había una vez… Dos personas que se conocieron en unas circunstancias muy particulares. Uno de ellos era un joven fotógrafo que estaba por cumplir veintitrés años. Se decía que él era un chico muy hermoso y simple, quien quedó huérfano de sus padres y vivía bajo la tutoría de un viejo inspector de la policía japonesa. Su belleza se destacaba por sus delicados, pero brillantes e increíbles ojos avellana, que despertaba la curiosidad y el deseo prohibido de los cazadores; su salvaje e incontrolable cabello castaño claro casi a rubio y sus pequeños, pero carnosos labios que hacía que todo el mundo se fijara en él. Su hermosa piel daba un aire de delicadeza, de cuidados, de fragilidad y de peligro que atraían hasta al más peligroso de los hombres. Era un chico explosivo y que vivía su vida al día a día, feliz, alegre y a pesar de su dura situación, puede salir adelante en todo lo que se proponga, aún si tenía frecuencia de meterse en graves y serios problemas.

La otra persona era un hombre muy fuerte. Era un mafioso. Pero este mafioso era uno de los íconos del bajo mundo más grandes del mundo. Se dice que él es un yakuza bastante poderoso que también es considerado el líder de la mafia japonesa. Es un hombre mayor, de 35 años aproximadamente, y aún con esa edad, era un hombre muy apuesto y atractivo que enamoraba a quien sea que pasaba por su campo visual. Era un hombre bastantemente alto, de cabello negro azabache con un peinado particularmente hacia atrás, con algunos flequillos que de escapaban y quedaban en su frente, seguido de una mirada fiera de dorado… como la deliciosa miel o el más bello de los atardeceres. Un color tan puro que resaltaba el bello otoño y el oro más brillante de todos. Seguía su respingada nariz y esa boca… tan atractiva y adicta, que solamente a ojos brutos querían ser besados de una forma tan pasional y totalmente carnívora…. Su piel, sus músculos escondidos en aquellos trajes hechos a mano por el mejor sastre del país. Siempre tan serio, tan trabajador y prohibido, pasional, engreído y ambicioso de poder… Alguien inalcanzable…

Que a simple vista, estaba a tan lejos del alcance del joven fotógrafo…”


-Vaya, qué descripción tienes de los protagonistas. –Dijo impresionada la menor mientras se llevaba otra galleta a la boca.

-Me dejas continuar?

-Ve, ve…

El mayor le sacó la lengua, antes de retomar su lectura.

“Su encuentro fue uno muy especial, porque el fotógrafo sorprendió al mafioso en una “junta” con uno de sus socios en un puerto. Más él fue interceptado por sus hombres y seguido por un gran rato. Al final, con mucha habilidad, el fotógrafo logró escaparse del mafioso y poder entregar sus fotografías a su jefe para denunciarlo. Sin embargo, el hombre era alguien corrupto y aunque haya denunciado a los yakuza, estos quedaron libres de cargos por “falta de pruebas”. El fotógrafo triste por la noticia, recibió una orden de su responsable legal, con tal de tener nuevas fotografías y muchas más pruebas sobre esos mafiosos, lo cual resultó una trampa para él, ya que el mafioso lo había capturado.

Él recibió esa misma noche de castigo que jamás él pudo olvidar, y con ello el mafioso logró tener mucho más interés en ese muchacho, a parte de sus habilidades para escaparse de personas peligrosas y de meterse en serios problemas. Más al día siguiente fue liberado y… “


-Espera, por qué no relatas de qué fue el castigo?

-Eso es confidencial, princesa… No sea tan curiosa. Cuando seas grande quizás pensaré en contártelo.

-Eres cruel, pero justo… continúa leyendo.

El mayor se rio un poco antes de continuar.

“Más al día siguiente fue liberado y él solo volvió a la estación de policía sin las pruebas, ya que el mafioso se las había quitado y le pidió disculpas por su error. Sin embargo, el policía quería deshacerse del muchachito y quiso matarlo, ya que él no le sería de utilidad porque trabajaba para uno de los enemigos del mafioso. Él mismo se encargó de matarlo y de poder salvar al chico… Y de ahí, esa conexión especial entre ellos dio inicio.”

-Que cuento ni más feo, papi.

-Quién te dijo que lo he acabado, mocosa?

La pequeña frunció el ceño y le sacó la lengua.

-Entonces sigue contando. –Dijo rodando los ojos mientras se llevaba otra galleta a la boca y la masticaba con gusto… De verdad las de servicio hacían las mejores galletas caceras de chispas de chocolate de la tierra.

El mayor negó con la cabeza, y siguió leyendo.

“Desde ese entonces, sus encuentros eran mucho más extraños pero concurrentes y hasta algo divertidos (más de parte del mafioso), como una noche de amor al amanecer del año nuevo por ejemplo. Incluso él tuvo el número de teléfono del mafioso y lo llamaba estando en ebriedad, molestando así los sueños del mafioso cuando no trabajaba. Sin embargo, el amor entre ellos crecía enormemente sin que ambos lo supieran, y aún si lo supieran eran tan orgullosos que jamás admitirían o aceptaban esos sentimientos llenos de sinceridad y cariño.

Más ellos se daban cuenta de a poco cuanto ellos se necesitaban uno al otro… Por ejemplo: el fotógrafo fue secuestrado por la mafia chica una vez, ya que él creía que el chico significaba de algo con mucho valor para el mafioso. Más era verdad, y aún si el mafioso estuviera herido de bala por el chino, él acudió en su rescate en cambio de unas escrituras que le habían sido robadas; aún si las cosas se hubieran complicado por otra mafia que se había integrado in invitación, solamente por tales papeles. Más todo logró resolverse y el fotógrafo logró volver a los brazos de su “amado”, y pudieron demostrar su amor a su manera.”

-Y cómo demostraban su amor?

El mayor lo pensó, más se puso a reír y negó con la cabeza, antes de llevar uno de sus dedos sus labios y hacer un amago de silencio.

-Shhh… Eso es un secreto que se guardaron el fotógrafo y el mafioso…

La pequeña se rio al haberlo visto y solamente se dignó a escuchar el resto de la historia.

“El amor entre ellos crecía y crecía… tuvieron que pasar muchos otros más obstáculos para que ambos se dieran cuenta lo tanto que ellos se amaban y se necesitaban uno al otro, para que su corazón les latiera con fuerza y se dieran cuenta lo tan hermosos momentos que compartían en amor. Ellos vivían juntos en el gran departamento del mafioso y tenían un hermoso cotidiano, un perfecto “nido de amor” que ambos se encargaron de llenar de magníficos momentos. E incluso, fue donde el fotógrafo se dio cuenta que estaba profundamente enamorado de su mafioso… 

Pero luego de un tiempo, el amor era tan fuerte que llegaron a ser inseparables; y el mafioso se terminó por declarar a su forma, en su primera cita lejos de Japón y las responsabilidades de los dos. Luego ambos se casaron en un gran crucero en Europa. Un unión íntima que ambos creyeron que solamente podrían asistir y luego pasar una magnífica luna de miel en un yate privado donde solamente estaban el mafioso y su amado fotógrafo pasando de isla en isla por muchas islas de todo el continente oceánico. Una experiencia única.”


El mayor contó eso con cierta tristeza que no pasó desapercibida por la menor, que empezó a entender por qué su papi le contaba una historia de amor entre un fotógrafo y un mafioso que había salido de sus propias manos, y que luego de un tiempo se la estaba contando a ella. Todo contaba sentido para la menor…

“Con que eso es…”

-
Y papi….

-Dime, mi pequeña reina? –Preguntó el hermoso mafioso con una nostálgica sonrisa al leer el cuento en silencio antes de proseguir.

-Qué sucedió después? Porque si me pides que la siga escribiendo… Es porque pasó algo malo y tuviste que detenerte, no es así?

La bella sonrisa desapareció y se convirtió en un semblante tan triste, que la pequeña sintió escalofríos, y para entender, el padre siguió contando la historia que él se esforzó en escribir mientras estuvo en cinta de la pequeña.

“Cuando ellos creyeron que vivían una vida tranquila, entre sus trabajos y su cercanía íntima y amorosa, sucedió algo que hizo que ambos… Tuvieran un triste desenlace…

Un día, mientras el fotógrafo salía de su trabajo y se dirigía solo hacia el trabajo de su esposo, fue interceptado y atacado por unos desconocidos. Al oír su acento, logró descifrar sus orígenes, y descubrió que ellos eran canadienses. Afortunadamente, entre los ataques, el chico logró escapar y llegar lo más rápido posible hacia el club de su esposo donde estaría a salvo; y tanto entrenamiento de defensa personal que tomó por su esposo que salió ileso y estuvo bajo la protección de su esposo sano y salvo.

Aparentemente, el problema era con destino al mafioso, y para acabar con él tenían que hacer desaparecer al hermoso fotógrafo para hacer del mafioso alguien débil y fácil de acabar. Pero para desgracia de esa mala persona, el amor entre el mafioso y el fotógrafo era tan fuerte, que ambos resistieron ante el temor y trataron seguir su vida con “tranquilidad”.

Pero no. Las cosas empeoraban cada día, y los ataques eran mucho más constantes. El fotógrafo tenía miedo de salir de casa y perder la vida siendo alguien tan joven. No quería caer entre las manos de aquella persona mala y ser alejado del amor de su vida; temía tanto que cada día vivía mucho más pegado a él, temiendo por su propio esposo más que su propia vida, aun sabiendo que el mafioso podía defenderse solo y tener un gran poder.

Se sentía impotente, y el mafioso por más que buscara entre sus redes y aliados, no lograba encontrar quien era aquella temible persona que quería suprimir a su única razón de vivir. Era tanta la impotencia que decidió recurrir a un método tan… Efectivo que podría hacer avanzar sus investigaciones y salvar a su esposo antes de que fuera muy tarde. 

El mafioso consideraba a aquella persona como “el ángel de la guarda” del fotógrafo, y por el momento, los ataques habían cesado temporalmente. Ambos vivían una vida mucho más tranquila por el momento mientras los proyectos e investigaciones seguían sin mucho avance por desgracia. Pero mantenían la esperanza de encontrar al responsable y hacerlo pagar.

Pero un día, ambos tuvieron que irse temporalmente a un viaje sin retorno… Aquella mala persona le tendió una trampa al fotógrafo y a su ángel de la guarda y ambos…”

El mayor cayó y una lágrima traicionera escapó de los metálicos, pero hermosos ojos del padre. La nena de ojos dorados miró dolida a su papi y corrió a abrazarlo fuertemente luego de haber puesto las galletas fuera de su alcance para no hacer un desorden. Ella sintió la empatía y compartía aquellos sentimientos de dolor e importancia y lloró un poco con él, quien temblaba de la ira y dolor por entender lo que había pasado su papi antes.

-Ese monstruo feo… Malo… Muy malo y cruel.

-No sabes cuánto…

La pequeña se separó y miró fijamente con detenimiento el rostro de su padre, quien liberaba muchas más lágrimas de sus hermosos orbes azul grisáceo, y entendió su determinación, sus deseos y fuerzas.

La pequeña tomó el cuadernillo abierto de las manos de su papi para que siguiera leyendo por ella misma hasta donde su padre se había detenido, y comprender la historia. Ella buscó entre las letras en japonés la última frase que él leyó para seguir comprendiendo, y al encontrarla la dictó en su más bello japonés.

“Aquella mala persona le tendió una trampa al fotógrafo y a su ángel de la guardia, y ambos desgraciadamente habían muerto por un suceso terrible que de seguro el mafioso no pudo soportar, y quedó enfrascado en su propio dolor… por haber perdido a los únicos familiares que le quedaban en su vida. El dolor fue tan grande, que en vez de llorar, sus sentimientos se congelaron y no sabía que sentir… Un gran amigo había dicho que él se había dicho que él se había encerrado para jamás volver a ver el sol del día y no recordar al amor de su vida, que para él significaba el bello amanecer y el grandioso atardecer…

Desde ese entonces, nunca más ambos volvieron a verse. Pero un mes después de lo ocurrido, esa cruel persona logró disfrazarse del fotógrafo para tratar de “revivir” al mafioso y poder continuar una vida “normal”, pero sus deseos son tan malos, que en verdad él desea poder acabar con el mafioso para ser el mafioso más grande de la tierra…”


Y no había nada más escrito ya que su papi se había detenido hasta ahí, y pequeñas gotitas hacían del kanji algo borroso pero no entendible, por lo que logró leer y comprender a la perfección. Su papi le había contado una historia real de lo que había pasado en el pasado, y ahora él estaba ahora ahí, así, con ese fuerte dolor en el pecho y esas lágrimas traicioneras de dolor y por la falta de ese gran amor el cual perdió por una horrible persona que solamente quería molestarles.

Entonces, la pequeña rápidamente reaccionó, con el ceño levemente fruncido se puso de pie corriendo y corrió hacia su propio escritorio, bellamente organizado con sus materiales escolares y proyectos, dibujos y cosas personales con el fin de entretenerse. Y trajo consigo un lápiz de papel y un borrador, atrayendo al fin la calma del mafioso y que las lágrimas cesaran. Curioso, miró la peque tomar el cuadernillo y asesorarse de que su lápiz tuviera una bella punta para escribir.

Él padre entendió rápidamente las intenciones de su pequeña reina, y solamente la observó fijamente pensar un poco antes de ponerse a escribir en forma vertical en un perfecto japonés, al estar frente a la pequeña, no entendió muy bien lo que ella escribía, más ella tampoco quería enseñarle qué era lo que ella estaba tan enfrascada en escribir.

-Pero luego de muchos años… El verdadero fotógrafo y su ángel guardián habían sobrevivido a ese fatídico accidente y pudieron escapar de esa terrible tierra donde se creyó por todos que ellos un pudieron haber sobrevivido. Dolidos por abandonar al mafioso y con una pequeña luz de esperanza dentro del vientre del fotógrafo, él se aseguró primero de traer a la vida a esa pequeña esperanza que podría hacerle regresar a los brazos de su mafioso y rescatarlo de las pezuñas de ese terrible animal.
Con ese bebé en brazos, el fotógrafo recibió ayuda de 5 grandes instructores, que lo prepararon para convertirse en el nuevo mafioso más grande del planeta, y así poder desterrar a los malos para salvar a su amado “príncipe azul”: El mafioso. Por ello se empeñó en tomar una nueva identidad y una nueva, pero hermosa figura física, una actitud de encanto y una fuerza y habilidades extraordinarias, que le servirían de utilidad para rescatar a su amado y traerlo a los brazos de su familia sano y salvo, listos para conseguir una nueva vida y vivir nuevamente un “felices para siempre” .

Dictó la pequeña luego de haber escribido por más de quince minutos, ella por fin le dictó a su padre lo que había escrito en el cuadernillo que marcó el inicio de la nueva parte de aquel libro, que de seguro terminaría con un verdadero final feliz, y que su verdadero padre leería completo, cuando todos estuvieran juntos y felices por siempre.

No dudaría de su palabra ni de sus deseos.

-Estoy más que lista para ir a rescatar a mi padre…
-Esa hermosa cara… Te pareces mucho a él. Por eso, iremos todos en su rescate… Pero te necesito a ti, mi bella Diosa.

-Cuenta conmigo, papi…


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Club Shion – Tokyo 00:36 06/09/20XX

El club más famoso de todo Japón seguía siendo el más prestigioso de todos, con su popularidad al toque y preferencias desde todas partes del mundo que visitaban el país. Sin duda, todo extranjero que podría darse la oportunidad de pasar por tal club nocturno y regalarse la mejor noche de sus vidas: con un maravilloso ambiente de cómodas luces, buena música de todos los géneros e idiomas conocidas por todo el mundo. Buenas bebidas, servicios y sin duda algo muy común… Muchos encontraban el verdadero amor… Entre las luces de neón y el buen gusto por el baile.

O eso es lo que pensaba el maravilloso dueño: Asami Ryuichi, quien observaba como cada noche como marchaba su más gran orgullo. Ese negocio por el cual con algunas ideas vinieron de su amado, hicieron de él mucho más popular y atrayente, teniendo muchas más ganancias que antes, y un atrae de jóvenes que buscaban la buena vibra y el gran amor.

Estaba hoy tan enfrascado en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Kirishima le estaba llamando desde hace un buen tiempo.

-Asami-Sama… -Llamó su asistente por octava vez consecutiva, trayendo al fin a su jefe a tierra firme y le observó curioso.

Con 42 años de edad, Ryuichi no había cambiado en absolutamente en nada, porque seguía siendo ese mismo mafioso de 35 años tan guapo y varonil, por lo que era una razón de más para atraer a los “jóvenes” de muchas edades y de sexos diferentes. Con ese porte magistral de ser un rey inalcanzable. No había nadie quien lograra compararse con él o considerarse “digno” de estar a su altura y su corazón era como un tesoro con una ruta desconocida e incluso perdida. Serio, frío, calculador… Pero al mismo tiempo enamorado del amor de su vida, quien estaba “a su lado” hasta la muerte.

-Ya recibiste el informe, Kirishima?

-Sí señor. Vayamos a la oficina para que pueda dictárselo. –Pidió amablemente mientras dejaba a su jefe avanzar primero para llegar a su oficina en dos pisos más arriba del gran antro nocturno que reproducía una de las canciones más bellas y románticas que encendieron la pista, con compañía de las hermosas bailarinas extranjeras que contrató, todos disfrutaban a todo fulgor el ritmo de la música.

Cuando llegaron a la oficina del Yakuza japonés, estos fueron a tomar asiento en su escritorio, listo para escuchar las novedades que tenía Kirishima para él.

-Y bien, cómo se dio el acuerdo?
-Perfectamente, Asami-sama. –Comentó el asistente y mano derecha del Yakuza mientras leía sus anotaciones en aquella tabla de apuntes. –Las más grandes compañías del mundo han aportado a la compañía de Takeshi Gamma-sama y ha tenido un gran éxito. Sus aportaciones a grandes fundaciones, ha atraído a muchos grandes clientes nacionales como internacionales, quien con sus ideas, han atraído a muchos curiosos. El nuevo acuerdo firmado por los más grandes del bajo mundo, ha hecho una alianza intercontinental, que tiene a los 5 continentes unidos. Todos los que han aportado creen que es un gran avance para unir muchas más alianzas con mafias enemigas.

Ryuichi cruzó los brazos pensando un poco.

-Así que la idea de estos aportes de “fondos” entre los del bajo mundo, ha atraído la curiosidad de muchas personalidades de lo legal.

-Por lo tanto, la circulación de materia financiera “ilegal” queda completamente disfrazada y se cree que todo es por el bien de la sociedad de escasos recursos.

-Aunque en parte lo es. La idea de Akihito con Takeshi no fue tan mala idea. –Comenta el mafioso mientras apoya sus brazos sobre el escritorio y mira sonriente a su asistente.

El mismo asiente. –Así es señor. El joven Asami-sama ha hecho grandes progresos que nos conviene a todos. Incluso grandes mafias como la australiana, la china, rusa, italiana, inglesa, americana, mexicana y brasileña encontraron un acuerdo para que puedan compartir fondos, para poder acercarse más entre ellos.

-Qué los estadounidenses, mexicanos y brasileños no tienen una sola unión? –Preguntó al no haber entendido sobre esos tres.

-Si señor, pero aún desconfiaban de los demás mafiosos, como los ingleses o los australianos.

-Se decía que habían conflictos entre los americanos y los italianos.

-Si, más hace más de 4 años que tales conflictos se resolvieron y hay una enrome alianza. Tanto que, el asesino más conocido en el mundo, trabaja con los americanos.

-Lo conozco. El Asesino profesional: Reborn… -Suspira. –Un despiadado espartano amante de la sangre y la matanza… Tan tranquilo y al mismo tiempo tan peligroso, con un extraño sentido del humor y una pasión por la cultura japonesa. He oído de él más solo lo he visto en fotografías. Incluso es un extraño “tutor” que lleva a grandes mafiosos a la cima.

-Se rumorea entre el bajo mundo que él fue uno de los 5 tutores de la mafia americana.

-La mafia de mi fallecida prima…

Suspira Ryuichi mientras cierra los ojos, al verse aún dolido luego de siete años que había perdido a su amada prima en aquel ataque por parte del canadiense, y quien logró salvar a su esposo para que siguiera viviendo a su lado. Que del todo el corazón le agradecería con su vida a pesar de haberla perdido para siempre con una parte de inocencia de su esposo, quien no volvió a ser el mismo desde entonces, y que se consagró completamente a la mafia, siendo su compañero en los negocios.

Él actualmente fue quien le había dado la idea a Takeshi-san de hacer tal negocio entre los reyes del bajo mundo en el mundo, con el único propósito de no tener más rivalidades y que la mafia sea la salvación de un mundo tan podrido y corrupto como el que viven. Era un deseo muy difícil que se esforzó en cumplir con el paso de los años, y que por fin estaba cumpliendo como él quería.

“Él no tenía ni idea de esas horribles malas intenciones”

-Aun así, su reemplazante está haciendo un gran trabajo. Ha sido entrenado por los 3 comandos de la señorita Asami-sama que en paz descanse, y de dos tutores más, de los cuales se rumorea que el señor Reborn está involucrado.

Era verdad todo eso, más Asami nunca encontró el tiempo de conocer al nuevo Rey de América, el protegido que Sakura cuidó del mundo cruel y que solo asumiría su puesto si ella muriese, y como ella ya no estaba, él se convirtió en un buen reemplazo para mantener todo el continente americano bajo su control y hacer de que los carteles quedaran mano a mano, siendo competidores en una carrera justa y sin involucrar a gente inocente en ello.

Una mafia limpia, decía llamarse.

Cuando tenía el tiempo de poder organizar una visita hacia el reemplazante de Sakura, el susodicho tenía bastantes cosas que hacer, y que no tenía el tiempo para distraerse entre sus enseñanzas y deberes como jefe de la mafia. Una excusa bastante barata pero cierta: Sakura también vivía muy ocupada con sus asuntos,  yendo de izquierda a derecha, de arriba abajo por todo el mundo ocupándose de sus deberes y negocios. Y lo entendió. La mafia del continente americano estaba a nivel con Japón.

Considerando que América era una gran cadena de países, era mucho más complicado que una potencia mundial tan grande como la de Japón. Y a pesar de tener a Estados Unidos y Brasil en medio, era muy caótico y lleno de quehaceres de los cuales ocuparse. Países tan complicados como México, Colombia y Venezuela debían ser mantenidos a raya constantemente, al igual que las exportaciones de cada potencia. Era muy difícil de controlar y se necesitaba de alguien con la mano firme para liderar. Por lo que muchos países de dieron un acuerdo…

Una cabeza que sepa liderar…

Más de 34 representantes al mando de la cabeza… Esa cabeza era líder de América.

-Una cosa más, señor.

-Dime?

-En dos semanas se celebrará el resultado de esta “unión”. Muchas personalidades se reunirán en el hotel del señor Takeshi.

-Dos semanas?

-Sí señor. Justamente aquí está la invitación que lo cita a usted y al joven Asami-sama como uno de los invitados de honor para su fiesta, al ser uno de los primeros accionistas en su empresa.

Ryuichi asintió con la cabeza mientras recibía dicho sobre de parte de Kirishima con la invitación donde justificaba que él y su esposo eran los invitados de honor para la celebración de Takeshi. La miró atentamente mientras leía cada parte de su contenido sin atención y pensaba bien si en asistir. En verdad, a él no le gustaba mucho ir a celebraciones como esa solamente para dar la cara de un sucio hipócrita de mierda. Entonces recordó que tenía otro evento que cubrir en Osaka esa misma noche con sus socios y que no podía faltar.

-Creo que Akihito irá en mi lugar a la celebración de Takeshi. –Dijo Ryuichi.

-Seguro señor?

-Si. Recuerda que tengo la otra junta pendiente con mis socios en Osaka en la misma noche, y ya les había dicho que sí. Sé que no estoy acostumbrado ya a ir a celebraciones de toda clase sin mi esposo, pero creo que por esta ocasión nos vamos a separar y poder cubrir ambos eventos. –Afirmó al dejar la invitación sobre el escritorio y luego observar atentamente a Kirishima.

-Entiendo señor. No le diré nada al organizador de la fiesta y Asami-sama será quien le diga. Después de todo, ustedes son dos personas muy ocupadas.

El azabache de ojos dorados volvió a asentir. Y por curiosidad, este sintió la necesidad de preguntar.

-Kirishima.

-Sí, señor?

-Sabes si… viene el chico que ha reemplazado a Sakura?

Kirishima miró su tabla de apuntes y encontró la respuesta que Ryuichi quería.

-Sí señor. Aparentemente vendrán él y sus instructores.

El azabache chasqueó la lengua y se arrepintió de haber aceptado aquella reunión con sus socios con tal de poder conocer al fin a ese chico americano que ha sido capaz de mejorar todos los negocios de su difunta prima con excelencia. Sentía una enorme curiosidad y ganas terribles por conocerlo.

-Es una lástima… Imagino que no lo veré, luego de eso.

-Se equivoca, señor. –Contestó rápidamente Kirishima, antes buscar en su tableta un correo electrónico que había llegado recientemente. Se trataba de una invitación algo en particular. –Acabo de recibir un correo del líder de la mafia francesa, Jorge Theophile.

-Theophile? –Citó curioso el azabache.

-Sí, señor. Quiere que le lea el correo?

Ryuichi hizo un ademán con la mano de que podía recitárselo.

“Distinguido Asami Ryuichi, líder de la mafia japonesa, y uno de las influencias del bajo mundo más grandes del planeta.

Primeramente me disculpo por dirigirme a usted de una forma tan mal educada y sin razones, ya que han sido muy pocas las veces que nos hemos cruzado o visto, y aunque no tengamos muchos negocios en común, usted siempre ha sido alguien que ha despertado en mí una gran admiración.

Sin embargo, dadas las circunstancias en nuestro mundo lleno de injusticia y dolor; las cosas han comenzado con empeorar.

Hace aproximadamente cuatro meses, ha ocurrido un incidente en Paris, donde se ha robado una suma cantidad de armamentos confiscados que serían enviados a Irán; que gracias a nuestros aliados ingleses, hemos podido detener y confiscar. Más fuimos atacados y dichas cargas han desaparecido.

Este suceso nos ha tomado por el rabo entre las patas y no sabemos qué peligro podemos enfrentar si no encontramos esos cargamentos. Por eso, he citado a grandes potencias para que asistan a una reunión de emergencia que se dará a cabo en Paris por nuestros procuradores correspondientes.

Los líderes de la mafia china, rusa, italiana, inglesa, española, árabe, india, americana, y por supuesto la nuestra estarán presentes en dicho evento y esperamos ansiosamente la vuestra respuesta para resolver este problema que puede conllevar a una ruptura entre los aliados e iniciar nuevamente una guerra interna.

Esperamos su repuesta muy pronto, Asami-sama.

Atentamente: Jorge Theophile.”

Kirishima concluyó su lectura dejando a un Asami descolocado y sin entender exactamente qué demonios estaba pasando. Cómo que hubo un robo de armas a una de las mafias más fuertes de toda Europa? A los franceses es casi imposible que les roben algo a no ser que sean lo sumamente inteligentes o simplemente unos locos suicidas. 

Había algo raro…

-Así que ahí podré ver a ese quien lleva lo que heredó mi prima.

-Sí señor. Aunque hay otra cosa que quisiera avisarle. Aunque simplemente se espera de muchos que sea un rumor.

Ryuichi frunció el ceño, curioso.

-Y de qué se trata?

-Se cree que… el líder de la mafia americana va a instalarse de forma indefinida aquí, en Tokyo…

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Las dos semanas pasaron corriendo en un gran alboroto y ajetreo por parte del mafioso americano, quien preparaba todo perfectamente para su viaje a Japón. Estuvo día y noche preparándolo todo, llegando solamente un día antes del evento que estará a punto de cambiarle todo…

El día que por fin se vería cara a cara contra su enemigo… Y a ese quien debía escapar…

Y en ese magnífico atardecer, en la pista del aeropuerto de Miami; el hermoso Jayden Miller caminaba con suma elegancia hacia su Jet, que estaba más que listo para un largo viaje hacia Tokyo, para cumplir por fin su ansiada venganza.

Y justamente delante de las escaleras del Jet, se encontraban frente a él seis personas quienes serían más que su apoyo y soporte para esta dura y arriesgada misión.

Entre ellos seis, justamente se encontraban lado a lado de las escaleras, su hermosa princesa vestida con un pantalón de mequilla, una linda camisita blanca, tenis y una linda fedora en su cabeza. En sus manos llevaba su fiel bastón, que ocultaba un lindo secretito, que de seguro lo mataría de un infarto. A su lado, estaba esa hermosa mujer que además de ser una gran instructora, era como una gran madre para él y que estaría con ella hasta el final de sus tiempos. A ambos lados de las chicas, estaban Ricardo, Manuel, Reborn y Jason.

-Listos señores?

Todos asienten con las cabezas sonrientes, incluso la pequeña.

-Entonces, andando… Nos iremos a Japón…


Notas finales:

Qué les parece?!!!! Tenemos la identidad de nuestros nuevos personajes... Y para quien adivinó en silencio que Reborn es nuestro instructor espartano aquí le doy su galletota!!!!! Muchas gracias a todas, y nos leeremos de vuelta muy pronto. 


Bye Bye. 


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