Capítulo 02: Quiénes somos?
El silencio en ese momento era más peligroso que un arma de fuego o blanca para Asami, en donde este por primera vez en su vida no encontraba una estrategia o plan para salir del aprieto en el que se encontraba en ese instante.
Y no era nada más y nada menos que su esposo, quien entró a la oficina y encontró la escena más bizarra que podía existir para él en esos momentos (y aunque no fuese nada malo, pero se podía sacar una mala conclusión de ello). Ya que Akihito encontró a su marido mirándolo fijamente a los ojos, como si tratase de pedirle que no piense de manera equivocada. ¿Pero cómo? Si detrás de él se encontraba una hermosa mujer de espaldas mirando por la ventana, con un cuerpo perfecto, bien vestida y por lo que parecía estar excelentemente bien arreglada.
Pero aunque ella no arecía prestar atención al ambiente que tenía detrás, estaba bien en claro que nada parecía tener buena pinta y su amado primo estaba al parecer sin saber que poder decirle. Aunque ella no diría nada hasta que el mismo Asami pudiese empezar la conversación.
-Bien… Aquí me tienes como me habías pedido… Hay algo que me quieras decir…? –Preguntó el joven para matar con el silencio que se embarcaba en la oficina del Yakuza, haciendo que este mismo dejase de pensar y hablase por impulso, pero al mismo tiempo analizando y cuidando bien su vocabulario.
-Te estuve esperando porque tenemos que hablar seriamente Akihito… -Le dijo el Yakuza recostándose de su asiento, mientras que su potente mirada le invitaba a Akihito a tomar asiento, cual este rápidamente obedeció y se sentó en el mismo lugar donde la peli-negro estaba anteriormente.
-Asami que sign…
-Déjame explicarte primeramente… Ya que esa expresión tuya es toda una tragedia e imagino que piensas de todo un poco gracias a lo que tu cabeza puede malinterpretar… -Interrumpió el Peli azabache rápidamente para que el menor no preguntara nada hasta que él explicase.
-… -El rubio no dijo nada, ya que como siempre Asami lo había atrapado con las manos en la masa, aunque de verdad él no podía de dejar de mirar a la joven que seguía inmóvil en la ventana.
-Akihito… Para que se te calme la curiosidad déjame preguntarte algo… -Le propuso el Yakuza al menor.
-Y tú crees que con una pregunta va a dejarme con la curiosidad resuelta?
-Pero así dejarás de malinterpretar las cosas y me vas a escuchar…
-… -Akihito había callado, ya que quizá obedeciendo y prestándole atención a Asami podría dejar de sentir esos “celos” (Que en el fondo admitió) por esta desconocida que ni por obligación volteaba a ver atrás.
-Bueno… Tu creíste que yo no me daría cuenta de que andas queriéndola asesinar con la mirada? -Dijo con una sonrisa de burla, cual hizo incomodar al menor con un ligero color rojo en sus mejillas al ser completamente delatado por su marido. –Déjame explicarte quien es… -Dijo asami antes de empezar su relato. -Dime Akihito… -Dijo apoyándose mejor contra el escritorio para mirar fijamente al menor a los ojos. –Jamás te preguntaste si yo tengo algún familiar?
Y en revancha lo primero que sintió el menor fue una enorme curiosidad y confusión, ya que desde todo el tiempo que ambos se conocen este jamás en su vida se le había ocurrido preguntarse o preguntarle a Asami si este tenía algún pariente o familiar en alguna parte del mundo (o al menos con vida). Pero, en respuesta Akihito solamente negó con la cabeza ante la pregunta del mayor, aunque con esa pregunta había quedado todo claro para el rubio. –Es tu hermana?
En ese instante, la joven se despegó de la ventana y volteó a ver al joven, lo que dejó en este mismo en un enorme shock al ver si físico y expresión. Él con ese ojo fotográfico divisó y al mismo tiempo comparó perfectamente a ambos que eran malditamente parecidos. El color de piel, sus cabellos y color de ojos eran idénticos (en revancha que los de ella eran más grandes que los de Ryuichi), y que la mujer era mucho más baja y aún más joven hasta juraría que tendría su edad. Sin duda se podía decir que eran hermanos y era un reflejo vivo del mayor; hasta pudo llegar a decir que ella era el mismo Asami en versión femenino.
-No precisamente… -Contestó Asami interrumpiendo al menor con sus comparaciones entre ambos mayores. –Permíteme presentártela… -Dijo mientras este levantaba una de sus manos para señalar a la joven. -Ella es la única familiar que me queda… Akihito te presento a la mocosa de mi prima…. Asami Sakura…
Y en ese instante Akihito quedo que no articulaba palabra alguna, ya que la impresión había sido demasiado fuerte para él y no le fue fácil asimilarlo. En revancha, la joven era preciosa y simplemente digna de ser un Asami por la actitud que portaba, ya que notaba que su nivel de arrogancia estaba anivelado con el de su esposo.
-Esa es la manera cual presentas a tu querida prima mal educado… Suspiró la menor malhumorada antes de cambiar de expresión y cambiar esa cara tan fría por una más amable, que impresionó más al mismo Akihito.
En cambio, esta rodeo a pasos elegantes el escritorio de Ryuichi, deteniéndose a pocos pasos del joven fotógrafo en donde hizo una reverencia típica japonés con mucho respeto.
-Encantada de conocerte al fin Asami Akihito-san… He esperado por mucho tiempo para al fin vernos las caras frente a frente… Espero que nos podamos llevar muy bien… -Terminó su presentación cual raramente llenó de una enorme curiosidad, tranquilidad y gusto al menor, y aunque fuera bastante apurado de confianza ni se diga. Sus palabras y sincera mirada la delataban completamente, como Asami cuando estaba muy preocupado o inquieto por él.
-El gusto es mío… De verdad es un gran honor que podamos conocernos… Aun siendo la primera vez que nos menos ya que jamás había escuchado sobre ti… -Comentó el menor haciendo el mismo gesto que la chica, cual sonreía amigablemente con ella.
-Esa es una larga historia… Y a parte eso es porque tu esposo es un descarado… -Dijo la joven recobrando la postura mirando fijamente al mayor.
-Eso es porque tú eres una desquiciada y una desequilibrada… -Respondió sin más el Mayor.
-Tengo más cabeza que tú Ryuichi… Ya que yo no resuelvo todos mis problemas aplastando sabandijas… Le respondió la menor, quien se había sentado al lado derecho del rubio, sobre el sillón de cuero negro.
-Tú eres peor aún… Por algo no te presento a Akihito…
-Eres un desconsiderado, mira jamás decirle de mi al muchacho…
-Es porque tú eres una enferma…
-Tu igual eres un sádico… Por algo te tienen miedo…
-Más un insulto ese parece más un halago… -dijo con burla el mayor.
-Eres un maldito desgraciado Ryuichi… ¿Cómo este chico puede soportarte? –Preguntó la menor con una vena hinchada al comenzar a enojarse.
-Porque él es mío y eso no te incumbe ya que solamente lo sabemos él y yo…
-Eres insoportable Ryuichi…
-No me digas… ¿Qué hay de ti?
Y el dialogo de insultos se había convertido en algo bastante gracioso al poderse imaginar una batalla de miradas asesinas, en donde parecía como si ambos se dispararan en un campo de batalla y esquivaban como si fueran dos bandos opuestos en el tiroteo, cosa que luego de que estos dos se habían comenzado a insultar tenían divertido al pobre Akihito que miraba con una risa discreta al ver la actitud “infantil” que estos tenían (quedando a la vez muy impresionado por el fuerte cambio de actitud), en donde no podían imaginarse como los 2 Yakuzas más temidos de todo Japón y el resto del mundo.
Pero Akihito aun divertido, este aún se seguía preguntando el del por qué este fue citado ya que al entrar la actitud de ambos mayores era bastante misteriosa, fría y sinceramente bastante aterradora, por lo cual este decidió acabar con esta cómica escena.
-Ehh…. Disculpen… -Decidió por fin interrumpir el menor de los tres, cosa que unos segundos después pensó estar completamente arrepentido cuando ambos primos miraran enojados al pobre fotógrafo.
-Qué?!! –Preguntaron ambos mayores al mismo tiempo, asustando más al pobre Akihito al tener esas dos miradas sobre él, que lo tenían aterrado y con ganas de salir corriendo y dejar que esos dos se mataran solos como dos bestias.
-Hay perdón si por mi fuera dejarían que se pelearan como gatos en los callejones… -Dijo este cruzando los brazos para tomar una actitud más seria. –Pero quisiera saber si hay otro motivo por el cual fui citado a parte de conocer a Sakura-san…
-Sí… Sí la hay…. –Contestaron ambos Asami al mismo tiempo, en donde solamente Ryuichi invitó a ambos a volver a tomar asiento frente a su escritorio para comenzar la reunión. En donde el único que parecía estar ansioso y a la vez curioso era Akihito.
-¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué es lo que quieren? ¿Y por qué ella se apareció ahora?
-Voy a resumirte todas tus preguntas en una larga respuesta con cosas que quizá Asami conozca un poco y a la vez no conozca nada…
-Si…
-Verás Akihito… -Dijo la joven antes de comenzar su relato. –Los Asami somos la familia Yakuza más larga y poderosa de la historia, en donde todos y cada uno de nosotros hemos cumplido nuestras expectativas y propósitos de ser los más fuertes en la existencia de todo Yakuza alrededor del mundo. Todos somos unos sabios a nivel de economía, finanzas y otras ramas que nos llevan al éxito en bienes, posesiones y más pertenencias. Nuestras metas estaban en construir empresas y hacer todo tipo de negocios desde el bajo mundo y lo legal, aparte de que todos esos bienes eran heredados por cada miembro por cada generación de la familia….
-Increíble… -Comentó Akihito impresionado por lo que le contaba la chica sobre las riquezas que actualmente su esposo y ella poseían en manos. –Sin embargo… ¿Que tiene que ver eso con que me ataquen a mí?
-Mucho Aki… -Contestó Asami mientras encendía un cigarro.
-Verás Akihito-kun… Así como es la mafia, nosotros hemos tenido un sin número de enemigos desde hace muchos años… Y muchos de esos enemigos han tratado de exterminar a cada miembro de la familia… Cual hicieron al llegar nuestra generación anterior….
-Quieres decir… Tus padres y los de Ryuichi? -Preguntó Akihito en donde parecía comenzar a entender
-Exacto… -Dijo la mujer mientras cruzaba las piernas para estar más cómoda.
-Nuestra generación anterior en la familia eran un par de Idiotas… Los gemelos Asami… -Nombró Ryuichi quien habló mientras le daba otra calada a su cigarro y expulsaba el humo hacia el techo para no molestar a los otros dos y continuar su relato que llamó aún más la curiosidad del rubio. –Asami Ryuu Y Asami Takeshi… Resultaron ser los únicos gemelos que nuestra abuela pudo tener… Ya que sus otros embarazos fueron un desastre que ninguno de nosotros dos sabemos… Sin embargo, estos dos eran a la vez inteligentes y a la vez no, hicieron que casi todos los aliados que conocíamos se hicieran nuestros enemigos al robarle bienes y capitales preciados; eran unos enormes ambiciosos, que causaron muchos problemas… Hicieron muchos líos en América y la mayoría nos declararon la guerra… Y por inservibles e inútiles perdieron muchas propiedades nuestras…
-¿Quién es el padre de cada uno si son primos? –Preguntó Akihito interrumpiendo el relato de Asami.
-Yo soy el hijo de Ryuu… -Contestó Ryuichi.
-Y yo soy la hija de Takeshi… -Comentó Sakura un poco triste al recordar un poco a su padre. Lo que no dejó haber sido pasado desapercibido por Akihito, que se sintió un poco apenado por ello al verla.
-Sin embargo… Cuando nacimos nosotros pudimos reparar y hasta superar a nuestros padres y ancestros… Ya que ningún otro Asami ha logrado ser el “Líder de la mafia japonesa” ni ser “La emperatriz de la mafia Caribeña”
-Emperatriz de la mafia… ¿Caribeña? –Preguntó Akihito impresionado por el título que al parecer optaba Sakura.
-Así es… Sakura a pesar de tener un año más que tú tiene el mismo nivel de experiencia que yo, su inteligencia y nivel para los negocios ha hecho que casi toda américa esté a sus pies, tanto que todas y cada una de esas islas en el caribe en el bajo mundo sean suyas… A pesar de ser bastante joven tiene muchas empresas en todo el mundo y comparte mi negocio de exportación… A parte de que mantiene una unión con todas las mafias reconocidas en américa.
Akihito quedó impresionado, mientras miraba ahora a una Sakura bastante distinta a quien se le había presentado, volviendo a esa fría mirada que caracterizaba a estos Asami, quien parecía estar muy entretenida al mirar a una pared de la oficina.
Sin embargo, eso era lo que más despertaba la curiosidad de Akihito sobre los Asami, ya que quizá Asami por primera vez haya aceptado el pedir ayuda de su prima para proteger lo que más vale para él: sus negocios y él mismo.
-Eso quiere decir que ¿Conoces a los Canadienses…?
Esa inocente pregunta de Akihito solo hizo que Sakura volviese a la tierra y mirase preocupada a la pareja de esposos, lo que hizo que Asami entendiera de que estaban en un muy mal camino y en un enorme problema, lo cual Akihito no parecía entender el silencio que reinaba en la joven quien solamente suspiró y miró a Asami con algo de decepción y a la vez algo de frustración.
-No…. No sé quiénes son….
Qué…?!