Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Wolf's Sonata por Pandora09

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Sonata Arctica ~ Broken

Seven lifes of a man, passed before me
Seven graves, one for every Love I’ve had
Only once I have broken my so called heart
Only one made me see why they cry…

 

Wolf pertenecía a la manada B.A.P y, mientras Exo era una manada completamente aislacionista y hostil, B.A.P era todo lo contrario. En Wolf la única regla era no perturbar la paz del líder de la manada. Eso significaba que cualquier persona que molestara o incomodara al muchacho de cabellos color sangre moriría en el acto. Porque sí, era una manada pacifista y amable, pero al mismo tiempo eran los más sanguinarios que Chen había conocido.

Según las leyendas urbanas, los gemelos Bang habían sido los primeros en formar una manada verdadera, considerando que los licántropos eran bestias salvajes y violentas, eso sonaba a una absoluta locura. Pero ahí estaba, contra todo pronóstico, observando a humanos mezclándose con licántropos. A licántropos que no luchaban por devorar a algún humano inocente. Ahí estaba, viendo a parte de su manada fingiendo ser humanos.

ChanYeol, a su lado, gemía con cada paso que daba. Kris, cansado de lo patético que el orejón estaba siendo, lo obligó a sacarlo de la casa, nadie quería cargar con su lamentable culo por el mundo, pero nadie más que Chen estaba disponible. Era el de los mandados, después de todo.

Buscó a Lay por entre la gente, sin tener éxito, por lo que empujó a ChanYeol a la barra y se resignó a esperar a que estuviera lo suficientemente borracho como para verse obligado a cargarlo de vuelta a casa. Esperaba que de esa manera pudiera dormir sin despertarse gimiendo en medio de la noche.

- ¿Qué se van a servir? –preguntó el muchacho de la barra sin alzar la voz, reconociéndolos perfectamente.

- Lo que sea –Chen apuntó a ChanYeol y el muchacho soltó una risa baja, burlesca. Él era el intocable.

Dos copas con un líquido carmesí aparecieron frente a él y el muchacho les deseó una buena noche.

Chen lo observó en silencio, casi hipnotizado por la forma en que sus dedos blancos y largos agitaban la coctelera plateada. Podía mentir y decir que no le parecía atractiva la forma en que hablaba, se movía o que sonreía a todos los clientes, pero aún no podía sacar de su cabeza la imagen del mismo muchacho temblando de frío en el suelo, completamente desnudo, de hace un par de años. Muchas cosas podían decirse de él y Bang YongGuk, pero nadie conocía la verdad de la hermética pareja.

- ¿No vas a beber? ¿Estás buscando al gran jefe? –el muchacho apareció minutos después frente a él, empujando la copa frente a él y luego apuntando a ChanYeol, que iba por su tercera sangría.

Le divertía verlo buscar conversación, parecía un pequeño cachorro perdido en medio de una pelea de perros. Se preguntó si YongGuk habría disfrutado mancillar su carne virgen tanto como el mismo lo haría. Aunque, pensándolo bien, Zelo no tenía marcas de mordida en el cuello, así que tenía dos opciones: la primera, YongGuk no lo había mordido y solo era un humano temerario que disfrutaba bailando con las bestias, lo que se contradecía absolutamente con el fuego achocolatado que ardía en sus brillantes ojos. La segunda opción era que la mordida fue en otra parte del cuerpo, lo que explicaba todos esos rumores  que decían que él era el verdadero titiritero de esa manada.

Envidiaba un poco a Bang YongGuk, a decir verdad.

- Solo vengo de niñera.

Las pocas veces que había compartido con Zelo, lo hizo como el acompañante de Kris, al ser uno de los miembros más antiguos de la manada, cuando Suho no estaba cerca, era su trabajo fungir de secretario.

El muchacho sonrió con ternura y empujó otra sangría frente a ChanYeol. Chen odiaba ese trago y parecía el favorito de Zelo, era dulce sin llegar a ser empalagoso, por lo que todos lo bebían como refresco, a pesar de que incluso sin terminar la primera copa, ya empezaban a embriagarse. Luego de la segunda o tercera, los efectos eran devastadores. Se preguntó si la servía solo porque el color del líquido combinaba con su cabello o si era una representación de su personalidad.

- ¿Qué le pasó? –sus perfectas cejas se arquearon y la sonrisa desapareció de su rostro, mirando casi con lástima a su compañero.

Chen no respondió, simplemente suspiró y buscó entre la multitud a los demás miembros de su manada. Sentía un poco de pena por ChanYeol, y por cualquiera que fuera tan imbécil como para buscarse a un compañero humano. Ellos no eran como los lobos de las películas y los libros, no eran were criaturas buscando a sus parejas o esa mierda babosa de alfas y omegas. Eran bestias malditas y feroces, soñar con algo parecido al amor era solo eso, un sueño imposible.

ChanYeol se permitió soñar de más, como un patético humano. Con un maldito humano.

Ellos eran animales que de vez en cuando adoptaban forma humana. B.A.P solo vendía una fantasía que ellos pecaban creyendo. Exo era una manada cruel y sádica, Kris no permitía que cruzaran los límites y recuperaran su humanidad.

Mezclarse con humanos estaba prohibido.

- Solo rompió las reglas de la manada –se encogió de hombros y miró al muchacho, que negó sacudiendo la cabeza.

- Son una manada bastante especial ustedes, tienen demasiadas reglas.

Y ChanYeol había pagado con creces su insubordinación.

Se preguntó cómo habría sido para él ser convertido en una manada como B.A.P. No, no quería sentir los colmillos de YongGuk fijarse en su piel como trampas para osos, pero sí quería saber qué era comportarse como una familia. Habían pasado demasiados años desde que dejó de ser humano, por lo que olvidó por completo su vida anterior y no tenía la más remota idea de que había pasado con su familia, si es que tuvo una.

Se preguntó si ChanYeol pudo haber convertido a su humano o algo por el estilo, para estar con él por siempre.

A diferencia de Bang YongGuk, que quería a su manada libre y feliz como una familia; Kris quería a los miembros de Exo enojados y sedientos de sangre, como una jauría de perros de pelea.

Y Chen era el mejor ejemplo, en especial cuando veía a ese muchacho con el cabello sangriento y se lo imaginaba entre sus dientes, gimiendo de dolor, odiando a Bang YongGuk por haberlo convertido antes. ¿Cómo se había ganado ese placer? ¿Por qué la Luna le dio semejante premio? ¿Quién era él entre todos los licántropos de la ciudad?

Pero Chen tampoco era un imbécil como para provocar a alguien como YongGuk, no solo por las leyendas que arrastraba el tipo en su espalda, él mismo lo vio en acción y sabía que ni siquiera Kris podía compararse con el líder de B.A.P.

Soltó un suspiro pesado y tomó la copa, girando sobre sus talones para darle la espalda a la barra y encarar a la pista de baile. Estaba cansado de ver a ChanYeol beber y de escuchar la voz cantarina de Zelo. En noches como esa, todo le parecía despreciable y hasta se regodeaba en la miseria de ChanYeol.

A su lado, ChanYeol se movió para hacerle un espacio a un humano que se metió a la fuerza hacia la barra y llamó a Zelo, sacudiéndolo hasta hacerlo derramar un poco de su bebida. Soltó un gruñido y lamió la copa, disfrutando del aroma dulce y embriagante del trago. Se preguntó si la piel de Zelo olía tan dulce, si sabía tan dulce.

Buscó con la mirada a algún miembro de su manada, hasta que su mirada captó a un humano de ceño fruncido y mejillas ligeramente abultadas, que se sacudía la camiseta manchada con algún tipo de bebida. Había algo llamativo y gracioso en su gesto exasperado y sus ojos felinos, algo que no pudo ignorar y le revolvió el estómago y le llenó la boca de saliva cuando el humano dio un par de pasos y llegó a su lugar para pedirle servilletas a Zelo.

El aroma de la sangría y la piel humana se confundieron en el aire, provocando que las uñas de sus manos crecieran y los colmillos le rompieran el interior de la boca con el deseo de enterrarse en su carne y destrozarlo.

 

._. |: .-. :| ._. |: .-. :| ._. |: .-. :| ._.

 

- ¡Lo siento, lo siento, lo siento! –BaekHyun llegó corriendo detrás de MinSeok, sosteniendo un pañuelo con la inocente intención de ayudarlo con el desastre que había provocado, pero el mayor se rehusó a recibir ayuda, probablemente porque solo acabaría empeorando las cosas. Por el contrario, le pidió unas servilletas al bartender e intentó usarlas para absorber un poco del líquido de su ropa.

- ¿Cómo se supone que saque esta mancha?

- ¿Con qué sacas las manchas de sangre? –Zelo, el alto bartender, recargado en la barra, les preguntó con una sonrisa.

MinSeok frunció la boca y BaekHyun rió por su cara.

- No tengo tanta experiencia como para saber eso –recién estaba en su primer año de enfermería y apenas comenzaba los ejercicios prácticos, pero aún les faltaba tiempo para empezar con el resto de trabajos así de prácticos-. Quiero un gin tonic –pidió amablemente ignorando los refunfuños de MinSeok a su lado.

- Mejor voy al baño a ver qué puedo hacer con esto –apuntó indignado a su ropa y le dio la espalda para alejarse.

El tipo que estaba en la barra junto a BaekHyun se alejó casi al mismo tiempo, por lo que se acomodó en su lugar y se recargó en la barra, viendo a Zelo preparar su trago y dejarlo frente a él.

En lugar de un gin tonic, Zelo le sirvió una sangría.

- ¿Por qué me haces esto? Apenas recuerdo lo que hice la última vez que tomé uno de estos –se quejó en voz alta y Zelo soltó una risa como respuesta.

- Es lo único que sabe preparar –soltó el tipo a su lado y BaekHyun sintió que todo el vello de su cuerpo se erizó ante en sonido ronco de esa voz desconocida.

El tipo bebía su sangría como si fuera agua. El trago era dulce, a gusto de BaekHyun, pero no lo suficiente para tomarlo de esa manera. Frunció la nariz y le tendió su copa.

- ¿Qué tal un refresco de naranja?

El tipo soltó un sonido que debía ser una risa, pero no sonó como tal y se vio más perturbado cuando sus labios se deformaron en lo que podría haber sido una sonrisa.

- Byun BaekHyun –dijo estirando la mano para que la estrechara, el tipo lo miró por unos segundos con unos inmensos ojos negros que le recordaron los ojos de un cachorro perdido o abandonado por sus dueños. Se preguntó quién podía ser tan cruel con una criatura tan linda.

- ChanYeol –respondió el otro, tomando su mano para acercarla a su rostro. BaekHyun llegó a pensar que la besaría, por más pasado de moda y anticuado que fuera el gesto, pero no lo hizo, en cambio, inhaló profundamente el aroma de su piel.

BaekHyun se estremeció y tiró de su mano para que la soltara, sin obtener resultados, solo para sentir que sus dedos se entrecruzaban de forma incómoda cuando ChanYeol los estrechó con más fuerza. Entonces, sin aviso previo, lo soltó como si su tacto lo quemara.

Cuando levantó la mirada, los ojos de ChanYeol se veían completamente lúcidos.

- Lo siento –soltó rápidamente y su voz ya no sonaba distorsionada por el alcohol-, tu aroma me recordó a alguien.

No supo cómo responder a eso. Generalmente la gente le decía lo contrario, que no había nadie como él y eso le gustaba, le hacía sentir único. ¿Por qué el único tipo relativamente atractivo del lugar lo veía con ojos de extrañar a otra persona?

- ¿Quieres bailar? –se sorprendió por la repentina petición, no había imaginado que ChanYeol pudiera ponerse de pie, pero con un ágil movimiento estuvo de pie frente a él, tomando su mano y apremiándolo a seguirlo.

BaekHyun no tuvo tiempo para negarse, tampoco pensaba hacerlo, pero hubiese preferido tener tiempo para hacerse el interesante.

En la pista, el alto lo tomó por la cintura y lo apegó a su cuerpo. Baek solo se dejó ir a su ritmo suave y lánguido, escuchándolo susurrar las palabras desconocidas en un idioma incomprensible que ChanYeol recitaba sobre su oreja.

Byun era un hombre completamente libre y en busca de la felicidad, principalmente a partir de los últimos sucesos en su familia, por lo que no se sentía intimidado ante la idea de involucrarse con un desconocido, no cuando era uno atractivo que recitaba melodías graves sobre sus oídos.

- Quizá me extrañes, cuando camines por otros pueblos, con otros hombres –cerró los ojos y dejó caer la cabeza en el pecho del más alto, sumergiéndose y derritiéndose por completo en su calor, pero ChanYeol tomó su rostro y lo obligó a encontrar su mirada, su inmensa, brillante y triste mirada-. Quita la tristeza de tus ojos cuando le susurres mi nombre a la pared –no tenía idea en qué idioma estaba la canción que ChanYeol había cantado, pero asumía que esas palabras eran la traducción. Sonaba más suave y triste saliendo de los labios del alto-. Hay mil puñales en mi espalda y cada uno tiene tu nombre escrito, porque todos ellos te adoraban…

BaekHyun tragó saliva y cerró los ojos cuando su nariz chocó con la de ChanYeol, dejándose llevar por completo por sus palabras, su voz y las caricias que repartía por su piel expuesta. Instintivamente, estiró el cuello y buscó la boca ajena, pero una palabra escapando de ella lo detuvo de golpe.

- Kasper…

¿Por qué un completo desconocido susurraba con tanta emoción el nombre de su primo que, tan solo unas semanas antes, había escapado de casa?

 

._. |: .-. :| ._. |: .-. :| ._. |: .-. :| ._.

 

- ¿Qué haces aquí?

MinSeok se estremeció con violencia y soltó un suspiro tembloroso, la voz de LuHan sonó afilada como una navaja, como prometiendo sangre y dolor.

- Intento arreglar el desastre de Baek.

Chen, el tipo que acababa de conocer y lo ayudaba a quitar la mancha roja de su ropa solo sonrió abiertamente.

- No te preguntaba a ti –con un rápido movimiento tomó al desconocido por el pecho y lo empujó contra la pared. MinSeok soltó una maldición en voz alta e intento quitar a LuHan de encima del otro, que no dejaba de reír como si acabara de escuchar el mejor chiste del mundo.

- ¿Qué mierda haces?

- Tranquilo, Minnie –dijo Chen con demasiada confianza, provocando que los vellos de su cuello se erizaran cuando vio la mueca furiosa de LuHan-. Lu-Lu y yo somos buenos amigos.

¿Por qué siempre acababa metido entre LuHan y sus amigos psicópatas?

- Solo estoy buscando a Lay, ¿lo has visto por ahí?

LuHan negó con la cabeza y MinSeok se mordió el interior de la boca, recordando que ese tal Lay se había marchado con Sehun cuando este comenzó a aburrirse.

- Incluso hueles a él –MinSeok se alejó y se encorvó sobre sí mismo cuando vio a Chen aspirar obscenamente el aroma de LuHan, sin que este se inmutara por tal acto.

- ¿Quién eres tú? –preguntó sin poder eliminar los celos de su voz, provocando que LuHan frunciera el ceño y que la sonrisa del otro tipo se deformara como la de Pennywise.

- ¿Quién eres tú? –replicó haciendo gran énfasis en ese último .

- Nadie importante para ti –respondió LuHan en su lugar y lo soltó para tomar la mano de MinSeok y arrastrarlo fuera del baño.

- ¿Qué significa esto? –preguntó por lo bajo, sin esforzarse por zafarse del agarre del mayor-. ¿Por qué siempre es lo mismo?

LuHan era un muchacho alto y delgado, pálido como el papel virgen, con un acento gracioso y adorable. Le gustaba escucharlo hablar y reír de sus chistes malos, cuando estaban solos. Cuando estaban en público, al menos en lugares tan concurridos como Wolf, LuHan era todo lo contrario, siempre estaba a la defensiva y de mal humor.

Cuando estuvieron lo suficientemente alejados, LuHan detuvo sus pasos y buscó su rostro en la penumbra. Atrás quedó Baek y el aroma a sangría en su ropa, todo en lo que podía pensar era en la mirada preocupada y brillante del chino.

- Nunca vuelvas a acercarte a él, ¿entendiste? –automáticamente asintió, sin siquiera comprender las palabras que LuHan estaba susurrando-. Te amo, lo sabes ¿verdad? Pase lo que pase, sin importar el tiempo ni nuestros destinos, te amo por encima de cualquier cosa.

MinSeok soltó un suspiro tembloroso y asintió, pegando su frente a la boca de LuHan y sintiendo un cálido beso sobre su piel sudada. No entendía a LuHan y esa constante paranoia, pero sentía que debía reconfortarlo cada vez que lo miraba con temor, como si ellos realmente estuvieran condenados a la agonía eterna.

 

._. |: .-. :| ._. |: .-. :| ._. |: .-. :| ._.

 

Lay tomó aire profundamente, llenado sus pulmones del aroma a menta acaramelada del lugar, nunca podría cansarse de esa fragancia. Sehun sonrió y lanzó una mirada hacia adentro por encima de su hombro. Todos los músculos de su cuerpo tendieron a aceptar la invitación y entrar, encerrarse en ese pequeño mundo con ese humano que lo miraba con esos tristes ojos soñadores. Quería obedecerle y sucumbir a sus deseos primitivos, era lo que su cuerpo anhelaba, pero no comprendía ese impulso antinatural.

Nunca había estado así con ningún humano, pero su cuerpo parecía responder como si se conociera esa coreografía de memoria, como si sus músculos y articulaciones conocieran cada paso a dar.

- Sabes que no soy el Yixing de tus recuerdos, ¿verdad?

Sehun le había contado vagamente la historia de su trágica historia de amor y Lay se sentía como un intruso en su vida. Él no podía dejarse amar por un humano, ni siquiera si este solo quería llenar el vacío de su amor muerto. No podía permitirse tal crueldad.

- Lo sé –respondió el humano y recargó su cabeza en la madera de la puerta, viéndose absolutamente miserable-, pero eso no significa nada. Tal vez no debería volver a verte.

El corazón de Lay golpeó su pecho con fuerza en una pugna violenta por escapar de su pecho, no podía aceptar eso. Y era su corazón, su cuerpo respondiendo a los estímulos de ese humano, como si tuviera memoria propia aparte de su consciencia y cada recuerdo le perteneciera a Sehun.

Había pasado una semana completa reflexionando sobre su primer encuentro, la desesperación del humano al ver su rostro idéntico al de ese Yixing que le rompió el corazón y se compadecía de él, ¿qué más podía hacer? No fingiría ser ese tipo solo para llenar los vacíos de un humano desconocido, ni siquiera podía confiar en él tan ciegamente como lo hacía LuHan.

Lay no confiaba en nadie, ni siquiera en sí mismo.

- Es hora de irme –inclinó ligeramente la cabeza y se encogió de hombros-. Tal vez nos veamos alguna vez por ahí. Adiós, Sehun.

- ¿Sabes? Definitivamente no puedes ser Yixing –había algo de furia en la voz del humano cuando habló luego de darle la espalda, algo de furia y miseria-. Aunque él me hubiera olvidado, nunca habría sido tan cruel. Él no era así, nunca habría sido como tú. Tan… -una risa resignada cortó su discurso y Lay solo pudo fruncir el ceño, expectante- tan indolente.

- Ese amigo tuyo suena como una muy buena persona, pero ya te lo dije, no soy él.

- Lo que…

No le permitió volver a hablar, estaba cansado de su voz, de los reclamos en ella y de lo que le hacía a su cuerpo el solo escucharla, por lo que lo silencio con un beso. Un beso casto y humano que rápidamente se transformó en algo intenso y voraz.

- No soy tu Yixing –masculló con la mandíbula tensa cuando se alejó y se encontró con los ojos brillantes y las mejillas rojas del humano, tenía la boca repentinamente llena de saliva y los colmillos comenzaban a picarle en el interior, solo por eso se había alejado, para no herirlo.

Sentía tanta hambre, tanta que podría haber devorado al humano de un mordisco, pero todo lo que hizo fue empujarlo hacia atrás y alejarse hasta perderse en la ciudad dormida.

En los últimos tres años no se había involucrado con ningún humano. Ninguno había despertado el interés suficiente en él como para querer arriesgarse a exponer su secreto y esa era la mejor prueba. Había estado a punto de desgarrar la carne del humano solo para saciar el hambre de su cuerpo. Y Lay quería aferrarse a los últimos restos de su humanidad tanto como pudiera, aunque su cuerpo implorara por algo más, por un solo trozo de ese humano tan inocente y torturado.

Cuando llegó, casi al amanecer, a la casa de la manada, el ambiente se sentía tenso y desagradable. ¿Por qué seguía volviendo a ese lugar?

La marca del mordisco ardía en su hombro cada vez que tenía un pensamiento de ese tipo.

- ¿Qué ocurre? –se acercó a LuHan, que se masajeaba las sienes con los nudillos y suspiraba cada cierto tiempo. Un arañazo parecía quemar parte de su mejilla derecha.

Chen, junto al chino, no podía abrir el ojo izquierdo porque estaba demasiado hinchado.

- Conocí el sucio secreto de Lu –respondió el coreano sonriendo burlesco.

- ¿Qué mierda hacía ChanYeol con BaekHyun? –gruñó el chino en réplica.

Lay suspiró y se dejó caer junto a LuHan en el sofá, curioso y al mismo tiempo exasperado por el comportamiento infantil de sus compañeros. ¿No eran bestias bárbaras y malditas? ¡Ellos se comportaban como estúpidos adolescentes hormonales!

- ¿Es en serio?

- ¿Así que te revuelcas con un humano? –la voz de Chen era molesta, como siempre, pero había algo más que desprecio en sus palabras, envidia tal vez.

- ¿No querías ser tú el que convirtiera a Zelo? ¿Por qué te importa tanto con quién me revuelco? ¿O es a mí a quien quieres devorar? –con los brazos estirados, empujando a cada uno por el pecho, impidió que se fueran al cuello del otro, pero su paciencia estaba al límite y si escuchaba otra palabra más, sería él quien los destripara ahí mismo.

- ¿Así que esa es tu séptima vida? ¿Un humano con cara de rata? Esa profecía sí que te jodió la existencia –y esas palabras fueron necesarias para que Lay soltara a LuHan, que no dudo en atacar a Chen con un gruñido animal.

- ¿Crees que tengo algún problema con mi maldición, que me verás llorar por mi destino? –ambos acabaron en el suelo, con LuHan inmovilizando al coreano en el suelo, con un fluido movimiento, sacudió la mano derecha y sus uñas hicieron un grotesco sonido al desgarrar la piel y luego romper la ropa de Chen para encajarse en algún lugar de su abdomen.

Chen soltó un gorgoteo y escupió un poco de sangre en el rostro del chino.

- Ten cuidado con las profecías, Chenchen –ronroneó LuHan mientras se lamía la sangre ajena de los dedos, Lay lo miraba asqueado y Chen se desangraba en el suelo-, son armas de doble filo. Sabes que se van a cumplir, pero nunca sabes cómo.

Con una sonrisa desquiciada, LuHan se levantó y salió de la casa chorreando sangre ajena.

Cuando los huesos de Chen comenzaron a crujir en señal de que su consciencia humana estaba dormida y comenzaba a emerger la bestial, Lay se encogió de hombros y decidió que era un buen momento para ir a dormir.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).