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Una noche para olvidar (CHERIK) por AlatheaMorwellan

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Al día siguiente Charles se sentía exhausto, tanto físico como emocionalmente. Desde que se había cruzado con Erik su vida tranquila ya no había sido la misma. 
Se levantó tarde, David aún seguía durmiendo y Raven le confirmó que vendría a almorzar pero sin Hank ya que tenía que atender una emergencia.
Se duchó, se vistió y se dispuso a hacer el almuerzo, que claramente consistía en llamar al delivery y ordenar comida.
Al cabo de media hora sonó el timbre y era su hermana.

- Buen día, Charles! - Raven lo abrazó cariñosamente y entró en la casa.

- Buen día, Rav. - Charles le sonrió sin mucho ánimo y ella intuyó que algo no andaba bien.

- Ya, larga el rollo. Qué sucedió con Erik que estas así de cabizbajo?-

- Siempre tienes que ser tan directa? - Charles rió sin humor.

- Pues contigo sí o uno nunca puede adivinar qué te sucede. - Ella lo reprendió y se sentó en la silla, en frente de Charles.

- Por donde empiezo...- Charles suspiró y le contó todo lo que había sucedido con Erik, mirando de reojo a cada rato que su hijo no estuviese rondando.

Raven se quedó boquiabierta.
- Charles... entiendo que le hayas puesto un límite, pero te das cuenta que Erik te desea y no se está arrepintiendo, verdad?- Su hermana lo miró fijamente.

- Rav, el sólo esta confundido. Luego se dará cuenta del error y será peor para todos. Fue necesario detener las cosas aquí.-

- Yo creo que está hablando tu miedo Charles, pero la gente cambia. Tú también has cambiado. Ya no eres el chiquillo de 22 años que se enamoró de su amigo.- Raven lo miró con ternura.

- No, ahora soy un idiota de 34 que se siente como un adolescente cada vez que el chico que le gusta lo mira. Mira Rav, agradezco tu consejo pero no puedo arriesgarme y aunque un milagro ocurriese y yo desease sambulirme en sus brazos aún tengo un tema que resolver con él, que es mucho más importante que nosotros dos.- Charles la miró enfadado.

- Ese asunto por resolver es resultado de lo que fueron y son uds dos, Charles. Y algún día tendrás que enfrentar la situación, pero mientras tanto si ambos se desean no veo cual sea el problema. Yo creo que hay más en Erik que lo que aparenta sentir por ti, solo deberías permitir que lo descubra.-

- Yo creo que debería despertar a mi hijo y poner la mesa. Enseguida vendrá la comida.- Y desapareció rumbo al cuarto de David.

El resto del día se la pasaron conversando de temas que no incluyeran a Erik Lehnsherr. 
A media tarde se les sumó Hank y merendaron todos juntos. Charles no lo veía hacía mucho y conversaron un buen rato sobre genética mientras que Raven y David jugaban a la play.
Hacía el final del día David se acercó preocupado hacia donde estaban ellos.

- Papá, tío. Una pregunta...- David se mordió el labio tratando de buscar que decir y Charles supo enseguida lo que lo preocupaba. -
Yo quería saber... es decir yo tengo casi 12 años.- Miró a los dos hombres como si eso explicase todo.

- Y...? - Hank lo alentó a continuar.

- Por qué no tengo poderes? Se supone que soy hijo de dos mutantes. Hasta Pietro y Wanda que son menores que yo tienen. Qué es lo que está mal conmigo?-
Los miró angustiado.

- Nada está mal contigo hijo -. Charles lo rodeó entre sus brazos y David se dejó pero a regañadientes.- Ya te expliqué, cada mutante tiene sus tiempos. El tío Hank aceleró su mutación completa por un error cuando era mucho más mayor que tu.-

Hank asintió enérgicamente.

- Está bien... Sólo espero poder tenerla algún dia-. Charles le estampó un beso en la frente.

- Ya aparecerá, hijo. No te impacientes.-

Y continuaron conversando sobre lo pésima que era Raven jugando a la play hasta que les tocó irse.

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El lunes por la mañana Erik estaba bajando del auto para entrar a la Universidad cuando lo interceptó Raven. Hacía años que no la veía.

- Raven! - Erik la saludó algo confuso.- Cómo estás? Si buscas a Charles esta en el primer piso, segundo pasillo...- Ella lo interrumpió.

- Te buscaba a ti, Erik. Seré breve. Tu siempre me caíste bien pero pecas de idiota y mi hermano siempre ha albergado sentimientos por ti y no lo has notado. Así que más te vale que no lo hagas sufrir. Entendido? Si quieres algo con él, ten en cuenta que Charles no es alguien con quien puedes experimentar.-

Erik se quedó de piedra.
- Qué estas diciendo, Raven? -

- Lo que oyes. Y ni una sola palabra de esto a mi hermano, él no entendería que lo hago por su bien.-

- Creo que Charles es adulto y deberías dejar que solucione sus problemas solo.- Erik la miró altivamente.

- Lo dejaría si no fuera porque tiene a un idiota revoloteando que no se da cuenta de lo que Charles realmente vale.- Raven lo miró señuda.

- Raven...- Erik la miró irritado.

- Ya, sólo eso tenía que decirte. Y si me entero que lastimas a Charles te cortaré el pene.- Raven lo miró amenazante y luego le sonrió amenamente.

Esa mujer era ciclotimica pensó Erik confundido.

- Adiós Erik! - Y Raven se marchó a paso firme por la vereda.

Si la mafia tuviese mujeres trabajando con ellos, Raven ya seria parte del grupo.
Suspiró y entró a la institución pensando en lo que había dicho ella. Charles estaba enamorado de él? Erik se sintió fatal. Si eso era cierto, jamás se había percatado de los sentimientos de su amigo, él siempre había sido su confidente, pero jamás le confiaba lo que le sucedía. Habría hecho sufrir a Charles sin saberlo? La sola idea le revolvía el estómago.
Caminó por el pasillo, justo antes de entrar a su aula vio a Charles que entraba a la suya y lo saludó con un gesto de la cabeza. Él le respondió con una sonrisa y Erik se metió en su salón. 
Al finalizar la clase sus alumnos se fueron marchando uno por uno y Erik se quedó ordenando sus cosas y borrando el pizarrón.
Estaba a medio terminar cuando Charles entró al salón.

- Hola Erik, permiso. - Charles se acercó timidamente hacia donde estaba él.

- Charles, adelante. Sucede algo? - Erik continuó borrando lo ya borrado sólo para no tener que verlo. Se sentía tan avergonzado.

- No, bueno si. En realidad sólo quería aclarar...- Charles busco las palabras y Erik lo miró algo ansioso. - Sólo quería decirte que espero que todo siga bien entre nosotros. Sin incomodidades y esas cosas, ya sabes... - 
Erik se sintió misteriosamente
desilusionado, sin embargo lo aliviaba que Charles pensase eso.

- Me parece bien. - Erik lo miró más relajado.

- Además los niños se llevan bien, no podemos aún divorciarnos.- Charles sonrió más abiertamente y Erik rió por el comentario.

- Bueno, me parece bien. Vamos por un café?- Erik junto sus cosas.

- Que sea té para mi! -

- Tendrás que hacerte adulto algún día y beber café Charles.-

- Púdrete -. Y salieron juntos hacia la cafetería.

Las siguientes semanas transcurrieron en calma, Charles y Erik acostumbraban a tomar un café y te en el café de Logan, luego de que finalizaran sus respectivas clases y conversaban sobre los niños, sus alumnos, derechos de los mutantes y sobre el horrible café que Logan le hacía a Erik. 
Los fines de semana se turnaban para juntarse en la casa de uno o el otro, y Erik intentaba enseñarle a cocinar a Charles sin grandes resultados. No volvieron a mencionar nada sobre lo que había pasado en la casa de Charles.

Un día habían decidido encontrarse en el parque ya que los gemelos insistieron en ir al columpio. Charles leía un libro sentado en el banco mientras David andaba en bicicleta. Erik se acercó con los gemelos que corrieron a abrazar a Charles y luego dispararon hacia los columpios.

- Tengan cuidado, niños.-  Gritó Erik y se sentó junto a Charles.

- Buen día, llegaron hace mucho?-

- Hace relativamente poco, David insistió en traer su bici y se puso a andar por aquí -. Charles señaló hacia donde estaba él joven.

- Lo obligaré a saludarme - Erik sonrió maliciosamente, ubicó al niño y usó sus poderes para manejar la bicicleta hacia donde estaban ellos dos.

Charles soltó una carcajada. - Eres malvado! -

- Hey! No hagas eso! - David fulminó a Erik pero enseguida rió. - Me harás caer! -

- Por supuesto que no, estas seguro conmigo! - Erik revolvió el pelo de David y le sonrió alegremente. - A caso pensabas que podrías librarte de saludarme? - Lo miró haciéndose el ofendido.

- Claro que no, no los había visto!-  David fingió un puchero.

- Te perdono sólo por esta vez! Puedes volver al ruedo!- Y empujó con sus poderes levemente al joven mientras este reía.

Charles se había acostumbrado a esas escenas con frecuencia. Erik y David se llevaban cada vez mejor y necesitaba decirles la verdad. Pronto lo haria, se prometió a sí mismo.

Pasaron la tarde jugando al ajedrez, Charles lo había llevado y Erik le había ganado dos veces y él una.

- Sabes que soy el mejor! - Exclamó Erik mientras ayudaba a guardar las piezas.

- Eres un idiota con suerte -

- Erik! - David se acercó a ellos. - Puedes ayudarme a poner la cadena de mi bici por favor? -

- Por supuesto! - Erik fue hasta donde se encontraba el joven y se pusieron a trabajar en eso.

Por su parte Charles decidió ver donde estaban los gemelos, pero no los divisó. Empezó a caminar por el parque en busca de ellos hasta que encontró a Pietro preocupado tratando de consolar a Wanda que lloraba angustiada.
El corazón de Charles se aceleró por la preocupación y se acercó rápidamente a ellos.

- Niños, qué sucede? - Charles se agachó junto a ellos y Wanda lo abrazó desconsolada. Pietro también estaba pucherudo pero con los puños cerrados. El primero en hablar fue él.

- Estábamos jugando con un niño, y él se burló de que no tuviéramos madre.- Wanda lloró más fuerte y Charles rodeó también entre sus brazos a Pietro. Eran tan pequeños, y estaban sufriendo tanto que se le estrujó el corazón.

- Pues ese niño es un tonto. Y aunque uds no tengan a su madre aquí ella los cuida siempre. Y tienen a su padre que los ama más que a nada en el mundo.-

Wanda lo miró secándose sus ojos pero aún aferrada a Charles. Pietro por su parte seguía frunciendo los labios pero un poco mas relajado.

- Y tú nos quieres? - Wanda lo miró fijamente y a Charles le resultó adorable la pregunta.

- Por supuesto que los quiero! -

- Y a papi también lo quieres? - Continuó Wanda. Pietro la miró como si hubiera entendido a lo que quería llegar su hermana y lo miró con curiosidad también.

- Claro que sí, también.- Charles los miró confundido.

Wanda y Pietro sonrieron triunfales.

- Entonces casate con papi, así serás nuestro otro padre y hasta tendremos un hermano!- Exclamó Wanda alegremente.

- Y tal vez más hermanos! - Pietro soltó vivazmente.

- Y ya nadie se burlará - Dijo Wanda tristemente.

Charles se quedó sin palabras, eran tan dulces que sólo los abrazó con más fuerza.

- No es tan sencillo... - Charles intentó ser delicado.

Erik había buscado a Charles y los gemelos luego de haber ayudado a David a que volviera a andar en su bicicleta y ciertamente no estaba listo para verlo arrodillado en el suelo, abrazando a sus hijos. Logró oír que Wanda le pedía a Charles que se casara con él para tener otro padre y Erik sintió su corazón derretirse. Jamás se había detenido a pensar en que sus hijos necesitarían a alguien más. Magda había muerto tras el parto y Erik había sido todo para ellos, pero al verlos así con Charles sintió el deseo de volver a formar una familia. Con Charles, no tenia dudas de eso. Llevaba semanas compartiendo cenas, salidas, días de campo, con él y David. Le había tomado un gran cariño al pequeño y con respecto al padre... Erik no había dejado de desear ni por un segundo a su amigo, pero por respeto a sus sentimientos había decidido no hacer más nada. Hasta ahora... Erik sentía como si alguien le hubiese quitado un velo de sus ojos. Deseaba estar con Charles en todo momento.
Compartir más cosas juntos. No sabia que era, pero algo dentro suyo le pedía a gritos estar cerca de él.

Charles estaba tan distraído con los niños que no se percató de la presencia de Erik hasta que lo escuchó hablar detrás suyo.

- Niños... qué sucede? - Erik hizo de cuenta que no había oído nada.

Los gemelos corrieron hacia su padre, lo abrazaron y le contaron lo sucedido con el niño del parque mientras David se acercaba a Charles con su bicicleta.

- Qué sucedió papá? - David le susurró mientras observaba a Erik consolar a los niños.

- Un niño molestó a los gemelos por no tener a su mamá.- Charles le respondió entre susurros también mientras lo rodeó cariñosamente con un brazo.

- Oh, pobrecitos.- David los miró preocupado.

Erik miró hacia donde estaban ellos y tomó a los niños de sus manos para llevarlos hasta allí. 
Cuando llegaron los gemelos miraron fijamente a Charles y Wanda tomó aire.

- Charles... papi nos interrumpió antes de que respondieras, pero quieres casarte con él y ser nuestro papá también? - Wanda preguntó valientemente.

Charles balbuceó y Pietro habló.
- No te preocupes, nosotros podemos hacer lugar para David y tu puedes dormir con papá.-
Charles sonrió enternecido y David se quedó boquiabierto hasta que comprendió lo que sucedía.

- A mi me parece una fantástica idea! - Admitió David guiñandole un ojo a su padre.

Erik soltó una carcajada y Charles se puso como un tomate.

Los gemelos lo miraron embelesados y David se acercó a ellos.
- Miren, su idea es buena pero tenemos que dejar que nuestros padres lo decidan así que... qué les parece si vamos a los columpios de nuevo? Y si otro niño se acerca yo me encargaré.- David sonrió alegremente y Pietro y Wanda saltaron felices.

Erik sonrió a los niños mientras corrían hacia los juegos con David caminando detrás.

- Tienes un excelente hijo. - Erik miró a Charles sonriente.

- Gracias, es... Si, es bueno. Erik...- Charles tomó aire. Necesitaba decirle la verdad de una buena vez. - Tengo que decirte algo...-

Erik acortó los pasos hacia donde estaba Charles y lo tomó por los brazos. - Yo también...-

- N-no pero realmente necesitas saber...- Y no pudo terminar la frase porque Erik lo besó sin rodeos.

 


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