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Una noche para olvidar (CHERIK) por AlatheaMorwellan

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Charles se quedó petrificado. Erik lo estaba besando en medio del parque, prácticamente frente a los niños y la gente... despegó a duras penas sus labios de los de él.

- Erik... qué estas haciendo?- Charles lo miró con los ojos como platos y la voz entrecortada.

- Pues me pareció que estaba besándote.- Él le sonrió seductoramente y lo rodeó por la cintura.

- Por qué lo hiciste...? - Charles lo miró completamente ruborizado y Erik pensó que se veía adorable.

- Porque me gustas, Charles. Eso quería decirte, y no quiero que perdamos más tiempo.- Buscó su mirada pero Charles lo empujó suavamente y le dió la espalda.

- No, Erik. Ya lo hablamos, no arruinaremos ésto. - Charles miró hacia donde estaban los niños jugando distraídamente.

- Claro que no lo arruinaremos.- Caminó dos pasos hacia donde estaba él parado y lo abrazó por detrás apoyando su mentón en el hombro de Charles.

Charles se estremeció al sentir el contacto de Erik pero no quería bajar sus defensas, seguramente estaría otra vez confundido.

Erik notó la tensión en el cuerpo de Charles y se acercó a su oído y le sururró.

- Me encantas, Charles. Dame una oportunidad... necesito tenerte a mi lado.- Y estampó un suave beso en el cuello de Charles como sellando su pedido.

Charles sintió que su cuerpo no le respondía. Estaría soñando? Cuántas veces había deseado escuchar algo así de parte de Erik?

- No vas a decirme nada? - Erik lo presionó más contra su cuerpo y ajustó sus manos en el abdomen de Charles como si temiera que fuese a salir corriendo.

Charles decidió que por una vez en su vida dejaría las responsabilidades a un lado y disfrutaría de lo que la vida le estaba dando en ese momento.

Se volteó, mirando fijamente a Erik, lo tomó por la mandíbula y lo besó depositando en ese beso todo el amor y las palabras no dichas en esos doce años.

Erik enseguida lo sujetó por la cintura, y respondió apasionadamente cada roce que la boca de Charles le profesaba. Se hundieron por completo en esa búrbuja cargada de anhelos y esperanzas por cumplir. Charles reclamó la lengua de Erik, profundizando aún más el beso, y ambos sintieron una descarga que los recorrió de pies a cabeza.

Erik sabía a café, pensó Charles mientras disfrutaba del sabor de su compañero, y de la textura de sus labios. Erik, por su parte estaba asombrado por la inciativa de Charles. Era tan apasionado que no pudo evitar imaginarse como sería tenerlo debajo suyo, en una cama... su miembro se tensó bajo sus pantalones y lo presionó contra Charles para mostrarle cuan loco lo volvía. Charles soltó un leve gemido y abrió los ojos con dificultad. Erik pensó que eran los ojos más bellos del mundo.

Charles volvió a la realidad lentamente, y recordó que aún estaban en medio del parque. Debían estar dando un espectáculo pensó riendo por dentro. Terminó suavemente el besó y Erik gruñó dolorosamente.

- Yo también quiero tenerte a mi lado...- Charles apoyó su cabeza en el pecho de Erik y éste lo rodeó abrazándolo contra si.

- No sabes cuanto me alegra oírte decir eso...- Erik estampó un beso en la coronilla de su Charles. Porque era suyo, y siempre lo sería, pensó.

- Así que soy tuyo? - Charles lo miró sonriendo, aún abrazado contra él.

Erik tuvo la decencia de sonrojarse levemente pero enseguida adquirió su porte de siempre.

- Por supuesto que lo eres, y si alguien se atreve a tocarte lo aplastaré con un estadio.-

Charles rió ante su ocurrencia. - Mejor no hacerte enojar.- Y depositó un fugaz beso en los labios de Erik.

- Vamos por los niños? - Dijo Charles alegremente.

- Vamos, pero... espera. Qué les diremos? - Erik lo miró preocupado.

- Los niños no necesitan tantas explicaciones como los adultos, Erik. Ellos son menos complicados, les diremos que... estamos saliendo, si te parece bien? - Charles lo miró dudoso.

- Tienes razón...y si, por supuesto que estamos saliendo.- Erik rozó brevemente los labios de Charles. Eran tan cálidos y suaves...

- E-erik... los niños.- Charles pronunció esas palabras para sacarlo del sopor.

- Dios, me perturbas Charles.- Erik lo miró intensamente y Charles sintió un escalofrío por la espina dorsal.

- Intentaré controlar mis encantos - Charles rió, tomó de la mano a Erik y caminaron hacia los niños.

David había visto a su padre y Erik besándose, pero por respeto a su privacidad había decidido no mirar más. Aunque mucho pudor no tenían si se disponían a comerse en medio del parque, pensó el joven riendo.

Había mantenido a los gemelos entretenidos para que no comenzaran con preguntas incómodas y los había vigilado para que no se les acercaran más niños problemáticos. Si así se sentía tener una familia, realmente no le molestaba para nada. Se preguntó si su otro padre tendría ya una familia también y por ende él tendría hermanos? Miró a los gemelos que competían por ver quien se columpiaba más fuerte y pensó que no necesitaba otros hermanos. Ellos eran geniales, y los quería mucho.

De pronto divisó a Erik y a su padre acercándose de la mano, riendo y sonrió automáticamente.

Erik era estupendo y siempre lo ayudaba con todo. Si no le molestaba, él lo adoptaría como su nuevo padre. Nadie sería mejor que él para eso, y al carajo con el verdadero. Él ya tenía una familia con los Lehnsherr, y el vacío que normalmente sentía fue misteriosamente colmado de una calidez que lo hizo sentir contento.

- Papá, Erik! - David se incorporó y los miró expectante.

Charles le sonrió y lo abrazó.
- Hola hijo, gracias por cuidar a los pequeños.

Erik también se acercó a David y le revolvió el cabello como hacía usualmente.

- Y bien? Se ha formado una pareja? - David les sonrió picaramente.

Charles se sonrojó y Erik lo rodeó por la cintura. Lo miró por unos segundos y luego posó su vista en David sonriéndole.

- Yo diría que sí. -

- Que bien! - David les sonrió de oreja a oreja y Charles pensó que no lo veía así desde hacía mucho tiempo. La punzada de culpa apareció pero decidió hacerla a un lado. No quería estropear ese momento.

Los gemelos llegaron minutos después corriendo y al verlos abrazados saltaron de alegría.

- Ahora sí se casaran?- Wanda los miró atentamente.

Los adultos rieron ante el questionamiento de la niña.

- No, bueno no por ahora al menos.- Respondió Erik sonriendo dulcemente a su hija.

Charles intentó no percatarse del 'por ahora' de Erik.

- Ufa...- La niña exclamó apenada.
Igual podemos decirte 'papá Charles'?-

Charles se quedó sorprendido. No esperaba para nada esa pregunta.

- Bueno, si tu quieres...- Charles se agachó a la altura de los gemelos. - Pueden llamarme del modo que quieran! - 
Los gemelos se abalanzaron sobre Charles y lo abrazaron cariñosamente.

Erik y David miraron la escena sonrientes hasta que el joven carraspeó.

- Erik... yo estuve pensando...- David miró hacia el suelo.

- Dime? - Erik lo miró con curiosidad.

- Sólo quería decirte que si pudiera elegir como querría que fuese mi padre... preferiría que fuese como tu.- David clavó la vista en sus pies.

Erik se quedó estupefacto mirando al niño. Sus palabras lo habían conmovido fuertemente.
Finalmente lo estrechó entre sus brazos.

- Pues realmente siento pena por tu otro padre porque creo que me quedaré con su hijo.- y lo estrechó aún más contra si.

Al cabo de una hora ya estaban de regreso hacia la casa de Charles para cenar todos juntos. Por primera vez en años todos ellos se sintieron parte de una encantadora familia.


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