Llegaron a la casa de Charles y Erik recostó al niño en su cama. Seguía un poco aturdido pero estaba de buen ánimo, y ansioso por comenzar a usar sus poderes.
- Bueno pequeño, ahora escucha a tu padre atentamente para que aprendas a manejar tus poderes y tómalo con calma.- Erik le acarició el cabello y David le sonrió alegremente.
- Lo haré! Aún no puedo creer que ya los tenga! -
- Tranquilo, cariño. Hay mucho por aprender antes de que puedas utilizarlos con completa libertad.- Erik notó la tensión en las palabras de Charles y le acarició la espalda para reconfortarlo. Él sabía lo difícil que era instruir a los niños cuando descubrían sus poderes, pero Charles no estaría sólo. Él lo ayudaría.
- Lo sé, papá. Prometo aprender todo lo que tengas para enseñarme.-
- Y luego podremos formar un escuadrón para defender a los indefensos! Como hace el Capitán América! - Soltó Wanda alegremente.
- O como Iron Man! - Pietro saltó entusiasmado.
Todos rieron y Erik tomó a los niños de sus manos.
- Bien niños, es hora de que dejemos a Charles y David descansar. Ya es tarde, y tienen que terminar sus tareas.-
- Noooo! - Pietro y Wanda chillaron al unísono.
- Si hacen caso a su padre, podremos reprogramar la salida al cine para el próximo fin de semana! - Charles les guiñó un ojo a los pequeños y ellos asintieron.
- Está bien, papá Charles. Haremos nuestra tarea, tú cuida mucho a David! - Dijo Pietro solemnemente.
Charles asintió con ternura. Era tan fácil querer a esos pequeños traviesos. Los acompañó a la salida, luego de que Erik y los gemelos se despidieran de David.
- Gracias por tu ayuda, Erik. Fue un gran alivio tenerte conmigo hoy. - Charles se ruborizó levemente y Erik lo tomó por el mentón.
- Siempre me tendrás contigo, y no dudes en llamarme si me necesitas. De cualquier forma estás haciéndolo muy bien, Charles.- Erik lo besó suavemente.
- G-gracias...- Charles le sonrió con dulzura.
- Ahora me iré antes de que me entren ganas de mudarme contigo y no soltarte nunca.- Le guiñó un ojo y se fue al auto donde ya lo esperaban los niños, dejándolo sin aire y con el corazón latiéndole a toda prisa.
Charles tomó aire y entró a su casa. Decidió hacer a un lado sus sensaciones. Erik lo hacía sentirse como un adolescente enamorado pero ahora tenía que encargarse de la mutación de su hijo. Se dirigió a la habitación donde estaba el joven.
- Bien hijo, lección número 1: Jamás ingreses en la mente de otra persona sin su permiso.-
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A la mañana siguiente Charles recibió un llamado de la universidad. Había habido un accidente en el laboratorio a causa de un experimento fallido y las clases quedaban suspendidas por ese día. Se vistió igual para llevar a David a la escuela, su hijo había logrado estabilizar su mutación y estaba listo para salir de nuevo.
- Hijo, si no te das prisa llegaras tarde! -
David salió de su habitación a las corridas y se puso su abrigo. Charles se acercó y lo tomó por los hombros.
- Recuerda cariño, nada de usar tus poderes porque sí. Aún tienes que aprender a dominarlos del todo. Ten en cuenta todo lo que te enseñé ayer. -
- Sí, papá. - David meditó unos segundos y lo miró. - De verdad crees que luego será más fácil manejarlo? No me estas mintiendo? - El niño lo miró preocupado y Charles le sonrió con ternura.
- Para nada, sabes que jamás te mentiría! - Y abrazó a su hijo ignorando el reproche que le hizo la voz de su conciencia.
- Bueno, hora de irnos! - David tomó sus cosas y salieron de camino al colegio.
Tras dejar al niño, Charles pensó que podría hacer a continuación. Normalmente solía tener las mañanas ocupadas trabajando pero ya que tendría el día libre trataría de darle un buen uso.
Su primer idea fue visitar a Raven. Su hermana aún no le había confirmado si iba a ser tío pero estaba completamente ansioso por saber, sin embargo él sabía mejor que nadie que si se aparecía a esas horas por su casa, la joven le tiraría con un zapato. Rara vez Raven madrugaba.
Y si fuese a visitar a Erik? Probablemente estaría despierto. Él también solía madrugar con los gemelos para llevarlos a la escuela.
Sonrió ante la idea de sorprenderlo con un desayuno. Compraría el café que le gustaba de camino a su casa y un té para él.
- Vamos Charles, se espontáneo por una vez y sorprendelo! - Se dijo a sí mismo. Y caminó de buen humor hasta la casa de Erik.
Para cuando llegó a la puerta se sentía algo nervioso. Y si no estaba? Y si no le gustaban las sorpresas? Y si estaba durmiendo? Se quedó de pie meditando su decisión hasta que la puerta se abrió.
- C-Charles...? - Erik lo miró sorprendido.- Qué haces ahí de pie con esa cara de espanto? - Sonrió divertido.
- Bueno, dejé a David en la escuela y pensé que tal vez podíamos desayunar juntos... - Charles le mostró los vasos con las infusiones. - Y no era cara de espanto, estaba pensando como tocar el timbre con las manos ocupadas! - Era terrible mintiendo pero no quería darle la razón a Erik.
- Ajá...- Erik lo miró conteniendo la risa.
- Igual estabas saliendo. Si estás ocupado puedo irme y volver en otro momento... - Erik lo interrumpió y se acercó a Charles con una mueca seductora.
- Me encanta que hayas venido. Iba a ir a comprar algo para el desayuno, pero ya lo has hecho tú así que podemos entrar de una vez! - Tomó a Charles del rostro y le plantó un suave beso en los labios.
- Claro, entremos! - Charles sonrió ya más tranquilo y se dispusieron a desayunar.
- Adivinaste el que me gusta! - Erik saboreó su café con ímpetu.
- No era muy difícil, cualquier café que no sea el de Logan te iba a parecer bueno. - Charles rió al ver el ceño fruncido en el otro.
- Lo que hace Logan no categoriza como café. Es agua con tierra.- Sentenció Erik enfadado.
- Bueno, al menos su té si es delicioso.- Charles contuvo una risa al ver la expresión aún más enojada de Erik.
- Bueno, podrías salir con ese bruto e inútil mutante.-
Charles no pudo contener más la risa y saltó una carcajada.
- Si no te conociera, diría que estas celoso Erik.-
- Por supuesto que no. Un esqueleto de adamantio sin un gramo de cerebro ni modales no tiene nada que hacer contra mi.- Erik lo miró con autosuficiencia y Charles rió con más ganas.
- Por dios, Erik. Cómo entra tanto ego en esta casa? -
Erik rió con arrogancia. - Tiene la medida justa para contenerme, justo como tú. - Y le guiñó un ojo.
Charles se ruborizó por completo y sonrió.
- Eres un idiota, Erik. -
- Un idiota al que amas...- Erik alcanzó a Charles justo cuando este se disponía a levantarse y lo atrapó entre sus brazos.
- Sueltame, eres un libertino! - Charles lo empujó entre risas.
- Sólo contigo, mi amor... - Erik desabrochó el cinturón de Charles con sus poderes y sonrió complacido.
- Erik, no! - Charles lo reprendió completamente ruborizado.
- Erik, sí! - Erik sujetó a Charles por la cintura y lo aprisionó a él. - Mira lo que me haces... - Pegó su erección al vientre de su pareja y Charles sintió un escalofrío.
- Eres un sinvergüenza...- Charles sonrió cautivadoramente.
- Tú me enloqueces y yo soy el sinvergüenza...? - Erik mordisqueó suavemente la oreja de Charles.
- Erik... -
- No pensaras pedirme que me detenga, verdad? - Erik murmuró contra el cuello de Charles.
- Más bien pensaba obligarte. - Charles empujó a Erik hasta forzarlo a sentarse en el sofá y utilizó sus poderes para inmovilizarlo.
- Charles... no puedo moverme. Esto no es gracioso...- Erik se quejó.
- Para mi si lo es.- Charles sonrió divertido y se colocó sobre el regazo de Erik pasando una pierna a cada lado de él. Una vez encima de su compañero comenzó a moverse generando fricción sobre el miembro de Erik.
- Demonios, Charles... libérame! - Erik gruñó frustrado y excitado.
- Como desees...- Charles sonrió picaramente y deslizó una mano desde el pecho de Erik hasta el cierre de su pantalón. Luego con ayuda de ambas manos lo desabrochó y acarició la erección a través de la tela del bóxer.
- Estás torturándome...- Erik intentó moverse pero fue inútil. Charles lo estaba volviendo loco. Cuando lo soltase lo amarraría a su cama y no lo dejaría ir hasta que lograse saciar hasta la última gota de deseo.
- Amarrarme, Erik? No sé si quiera eso...- Charles sonrió inocentemente.
- Deja de leer mis pensamientos y sueltame! - Erik exclamó con desesperación.
Charles besó suavemente a Erik y bajó por su cuello depositando breves besos en su ardiente piel. No pretendía hacerlo sufrir demasiado, pero era divertido y excitante tenerlo inmovilizado y sumiso debajo suyo.
- Te soltaré, pero todo a su debido tiempo...-
Tomó la erección de Erik con una de sus manos y comenzó a acariciarla lentamente. Subiendo y bajando, presionando y soltando.
Erik gruñó y resopló como toda respuesta y Charles se colocó de rodillas en el suelo, entre sus piernas. Cruzaron sus miradas durante unos momentos, la de Erik estaba cargada de deseo, y Charles sin dejar de mirarlo tomó su miembro en su boca y comenzó a succionar y lamer en toda su extensión.
- C-Charles...- Erik protestó a duras penas.
Continuó ocupándose un poco más del miembro de Erik hasta que decidió devolverle la movilidad. Grave error.
Erik tomó a Charles de los brazos y lo hizo parar de un tirón.
- Erik... - Se mordió el labio ansiosamente.
- Callate! - Erik lo besó con furia y le bajó los pantalones con un solo movimiento.
- Quítatelos.- Charles obedeció mientras Erik desaparecía fugazmente y volvía rasgando un envoltorio de condón con los dientes. Lo provocaba sobremanera cuando Erik se ponía así.
Erik volvió a besarlo con voracidad. No había dulzura, sus lenguas se arremolinaban con pasión.
Sus manos bajaron hasta los glúteos de Charles y comenzó a presionarlos, pegando sus caderas, y haciendo que sus miembros se rozasen.
Charles dió un respingo ante la sensación, y luego otro cuando sintió un dedo de dentro de su entrada. Cerró los ojos y suspiró con agitación cuando Erik comenzó a moverlo.
- Abre los ojos, Charles...- La voz de Erik sonaba ronca. - Quiero que me mires fijo.
Charles los abrió con gran esfuerzo mientras disfrutaba del movimiento que Erik ejercía dentro suyo con sus dedos. De pronto se sintió vacío cuando los retiró. Quiso protestar pero con un rápido movimiento Erik lo alzó, obligándolo a rodearlo con sus piernas y lo empujó contra la pared. Aún tenían las camisas puestas, pero a Erik no pareció importarle. Sujetó su propio miembro y lo introdujo sin titubeos dentro de Charles. Lo dejó brevemente quieto para que su compañero se acostumbrase a la sensación pero enseguida comenzó a embestirlo con firmeza.
Charles clavó sus dedos en los hombros de Erik y cerró sus ojos dejando escapar un gemido.
- Abre los ojos...- Erik se hundió con más fuerza dentro de Charles.
Charles los mantuvo abiertos el mayor tiempo que pudo pero Erik comenzó a rozar su punto de placer con embestidas fuertes y profundas, y los cerró jadeando su nombre.
- Mírame, Charles...- Erik continuaba embistiendo y siguió haciéndolo hasta que notó que el interior de Charles comenzaba a contraerse alrededor de su miembro.
- E-Erik...- Charles comenzó a estremecerse resultado del orgasmo y Erik con una última y larga embestida se derramó dentro de él.
- Te amo, Erik...- Charles lo besó suavemente.
- Y yo a tí.- Erik murmuró entre sus labios.
Después de besarse cariñosamente, Erik puso a Charles en el suelo.
- Termina de vestirte o te tomaré de nuevo pero en la ducha.- Erik le sonrió provocativamente.
- Lo bueno es que ya estoy a medio vestir. Pero te tomo la promesa para la próxima vez.- Charles le guiñó un ojo y una vez vestido se peinó el cabello con los dedos.
- Me gusta más cuando está revuelto...- Erik terminó de abrocharse el pantalón y se acercó a Charles.
- Ya revolviste demasiado por hoy! Atrás! - Charles rió y le estampó un beso en la mejilla. - Creo que deberíamos salir a algún lado, no crees?-
- Está bien... pero a un lugar donde haya comida. Estoy famélico! -
Charles asintió y se puso su abrigo. - Podríamos ir al café de Logan, verdad? - Y salió corriendo entre carcajadas antes de que Erik lo matase.