Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una noche para olvidar (CHERIK) por AlatheaMorwellan

[Reviews - 83]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, se viene el drama! Espero que lo disfruten! cualquier duda, consulta, opinión no duden en hacermela saber! saludos :)

El timbre de fin de clases sonó. Charles esperó a que sus alumnos se retirasen y se quedó sentado en su lugar. Sabía que en cuestión de minutos Erik aparecería cual huracán pidiéndole explicaciones. 
Y así fue. Erik entró sin golpear la puerta y se detuvo frente a Charles.

- Y bien? Exijo una explicación. No pienses que creeré que ya no me amas, porque sé que no es cierto. Puedo sentirlo.-

- No, no es eso Erik. Pero este no es el mejor lugar para hablar...- Charles intentó mostrarse sereno.

Erik lo tomó por los brazos y lo levantó de un tirón. Su mirada estaba cargada de dolor y Charles sintió que se le encogía el alma. No quería hacerlo sufrir, nunca había sido su intención.

- Te amo, Charles... - Y acto seguido lo besó. Con desesperación, con voracidad, como si se le fuese la vida en ese beso. Charles intentó resistirse pero no pudo, posiblemente sería el ultimo. Pasó sus brazos por el cuello de Erik y se apretó contra él para poder sentirlo. Se besaron lo que a ellos les pareció una eternidad, hasta que se soltaron lentamente para poder respirar.

Charles no había notado las lágrimas que corrían por sus ojos, hasta que Erik atrapó una con sus dedos y lo miró preocupado.

Charles alejó su rostro como si el tacto de sus dedos lo quemasen.

- B-bien... Te espero esta tarde en mi casa. Y prometo explicarte lo que sucede.- Charles miró hacia el suelo, por primera vez desde que lo había encontrado no podía sostenerle la mirada.

- Está bien. Allí estaré. - Erik tomó a Charles del mentón y lo obligó a mirarlo. Lo estudió brevemente como si en sus ojos fuese a encontrar la respuesta, pero sólo encontró la mirada cristalina que amenazaba con derramar más lágrimas. - No sé que sea lo que te atormenta, pero lo resolveremos.- Erik depositó un suave beso en los labios de Charles y se retiró.

- No, no lo resolveremos...- Charles lloró amargamente hasta que logró calmarse, agarró sus cosas y se marchó a su casa sabiendo que lo esperaba la peor tarde de su vida.

                                                           --------------------------------------

Charles llegó a su casa sintiéndose al borde del desmayo. El trayecto de regreso le había resultado inmenso, y el malestar se le acrecentaba a medida que la hora a la que llegaría Erik se acercaba.

Caminó por la casa de un lado al otro, pensando como se lo diría. Había decidido decirselo primero a Erik, y luego a David. El niño estaba en lo de un amigo haciendo tarea, no volvería hasta la noche. Sería tiempo más que suficiente para hacerlo entrar en razones a Erik, o para ordenar todo lo que rompiese al pasar.

El timbre sonó. Charles sintió que el estómago se le revolvía por tercera o cuarta vez en el día. Ya había perdido la cuenta.

Tomó aire, y abrió la puerta. Erik estaba de pie, tan seguro y firme como siempre. Lo amaba tanto que dolía, pensó con amargura.

- Pasa...- Murmuró Charles con dificultad.

Erik lo miró fijamente, dudó unos segundos como si considerase besarlo pero finalmente entró sin hacer nada.

- S-sientate... te traeré café.- Charles se giró para ir a la cocina pero Erik lo detuvo del brazo.

- No, Charles. No quiero café, no quiero cortesía, quiero que me digas la verdad de una buena vez.- Erik lo perforó con la mirada y Charles miró hacia el suelo.

- Vamos, Charles... no es tan díficil, sólo dile de una vez por todas que el es el padre de David.- Repitiéndose eso una y otra  vez, levantó la mirada hacia Erik para decirle cuando escucharon la puerta a sus espaldas abrirse. Era David. Y antes de que Charles pudiera evitarlo, su hijo soltó con la voz cargada de ira.

- A qué demonios te refieres con que él es mi padre? - David se acercó a ambos hombres y Charles sintió que la sangre se le iba del cuerpo. Erik por su parte miraba a uno y al otro sin comprender. Al ver que su padre no respondía, David continuó.

- Exijo una explicación, papá! Es cierto que Erik es mi padre? - 

Charles intentó modular. No podía creer que su suerte fuese tan mala. Miró a su hijo, procurando no mirar a Erik, y le dijo tratando de sonar lo más sereno que pudo.

- Sí, David. Es cierto...- La mirada de su pareja se clavó en su nuca, podía sentirla pero decidió por el momento calmar a su hijo.

- Y por qué nunca me lo has dicho? Y por qué el no lo sabe? - David señaló acusadoramente a Erik.

- Porque nunca se lo he dicho... dejame explicarte, explicarles...- Charles intentó acercarse a su hijo pero éste lo empujó.

- Dejame! Te odio! prometiste jamás mentirme, y me mentiste! Jamás volveré a confiar en ti! - David salió corriendo hacia su habitación y se encerró allí. 

A Charles se le llenaron los ojos de lágrimas e intentó seguirlo pero una mano que parecía de hierro lo retuvo por el brazo y lo obligó a voltear a él. El rostro de Erik era indescifrable y habló en un tono de voz grave.

- Si no me aclaras todo esto, juro que puedo matarte en este preciso instante...- Erik presionó el brazo de Charles con más fuerza. Éste hizo una leve mueca de dolor pero usó su mano libre para apoyarla en la frente de Erik y devolverle los recuerdos que le había borrado.

- Ahora entenderás mejor todo...- Charles derramó unas lagrimas solitarias mientras Erik lo soltaba e intentaba procesar lo que estaba rememorando.

Esa noche, tras volver del bar, Erik estaba completamente borracho y deprimido. Charles había intentado consolarlo, y cuando quiso acostarlo para que finalmente su amigo descansase, éste lo había tomado del rostro y lo había besado sin rodeos. Charles había intentado detenerlo, pero Erik lo besaba cada vez con más profundidad y lo acariciaba con tanto anhelo que Charles sólo se había dejado llevar. Lo amaba tanto, que no pensó en las consecuencias. Y al día siguiente no se hicieron esperar. Magda entró a la habitación intentando disculparse con Erik, y lo que vió la escandalizó tanto que salió corriendo sin dejarlo a Erik aclarar nada. Aunque ni él entendía lo que había pasado. Se sentía horrorizado, él amaba a Magda y se había acostado con su mejor amigo por despecho. Le había aclarado a Charles que se arrepentía de lo que había ocurrido y se sintió fatal por perder a Magda cuando venía a decirle que ella también lo amaba.

Erik miró a Charles completamente consternado y furioso. 

- Explicame que hiciste para que Magda volviera a buscarme después de lo que vió...-

Charles intentó hablar con la voz firme, pero estaba completamente quebrada por la angustia.

- Habla, Charles! - Erik gritó enojado.

- C-cuando ví que ella venía a disculparse contigo pero que todo se arruinó por vernos juntos decidí que tenía que hacer algo. Tú te sentías terrible y te repetías a cada segundo como podíamos haber hecho eso...- Charles tomó aire y continuó tratando de no recordar el dolor que había sentido aquél día.- Y no quería verte sufrir así, ni que perdieras a Magda por un error. Así que te borré los recuerdos y a ella también, y les implanté lo que recuerdas. Como si esa noche jamás hubiese ocurrido entre nosotros.

Charles ya no hacía ningún esfuerzo por contener las lágrimas que resbalaban por su rostro.

- Y cómo demonios entra David en la ecuación...? - Erik lo miró con furia.

- A los pocos meses de borrarles la memoria, me enteré que estaba esperando a David.- Charles se limpió las lágrimas y miró a Erik. Su mirada era glaciar, no había ningún vestigio de la calidez que lo caracterizaba.

- Y me lo ocultaste...- Erik siseó con rencor.

- Yo no podía decirtelo, ya te había cambiado los recuerdos... hubiese sido muy confuso para tí. Además estabas feliz con Magda...- 

Erik tomó a Charles por las solapas de su camisa amenazadoramente.

- Me ocultaste a mi hijo, Charles! - Bramó enfurecido. - Me perdí doce años de su vida por tu culpa! - Erik lo empujó con fuerza y Charles se sostuvo del sofá para no caer.

- Y qué hay de mi? - Charles lo miró con dolor. - Crees que me gustó hacerlo? Crees que disfruté de verte feliz con Magda cuando te amaba? No creas que la pasé bien cuando esa mañana te despertaste arrepintiéndote de todo! - Gritó con furia.

- Jamás me dijiste que sentías algo por mi, Charles. Y sinceramente? no me interesa. Lo único que importa aquí es que me negaste a mi hijo. Entiendes eso? Nunca te lo perdonaré.- El tono de Erik era gélido.

- Erik... yo creí que era lo mejor... - Erik se acercó peligrosamente a Charles y lo agarró del cuello.

- Creíste mal, Charles. Y si no fuera porque sigues siendo el padre de mi hijo, te ahorcaría ahora mismo.- Lo soltó, mirándolo con repulsión y Charles sintió que su corazón se rompía en mil pedazos.

- Erik, entiendo tu enojo. Pero por favor, trata de entender que jamás quise hacerte daño, ni a ti, ni a David.- Charles sonaba desesperado y sus ojos estaban rojos de tanto llorar.

- Lo entiendes, Charles? Hace meses nos reencontramos, y no fuiste capaz de decirme la verdad ni una sola vez! -

- Yo lo intenté...- Erik lo acalló arrojando un jarrón de metal con sus poderes contra la pared.

- Tuviste miles de oportunidades! Y no tomaste ninguna, qué pasó Charles? Querías demostrarte a ti mismo que finalmente podías estar conmigo? Querías una revancha? - Erik se sentía hervir por dentro y quería que Charles sufriera.

- No, Erik. No fue así! - Charles enfureció de golpe. - Yo no me propuse esto, yo jamás creí que volvería a verte! -

- Y debería creerte? - Erik sonrió sin humor. - Eres un mentiroso, y un cobarde.-

Charles sabía que parte de eso era verdad, pero tenía que demostrarle a Erik porque había obrado así.

- Te mentí con lo de David, es cierto. Pero jamás te mentí cuando te dije que te amaba. Cada vez que lo hice fue completamente cierta. Y si no te dije acerca de nuestro hijo fue porque estúpidamente creí que era lo mejor para tí, y quería que fueras feliz.- Charles se enjuagó las lágrimas violentamente.- Y demoré hasta hoy porque tenía miedo. Mucho miedo de perderte, y perderlo. Son lo que más amo en mi vida...- 

- A mi ya me perdiste, para siempre.- Erik lo miró con desprecio.

Charles sintió como si le hubiese clavado un puñal en el pecho.

- Desde este momento, lo único que nos une es que seas el padre de mi hijo. Nada más. Y no creas que seguiré perdiendo más tiempo sin él. Nos repartiremos su tenencia, y vivirá también conmigo y sus hermanos.- Erik escupió las palabras con frialdad.

- E-Erik, por favor...- Charles intentó hablar a pesar de que las lágrimas se derramaban cada vez más.

- Erik, nada. Por mi Charles puedes arder en las mismas llamas del infierno, ya no me interesa nada más de tí. - Tomó su abrigo y se dirigió a la puerta. Sostuvo la mano en el pomo, se giró para verlo. Charles sollozaba desgarradoramente, pero no le importó. Estaba demasiado dolido y enojado. - Dile a David que hablaré con él pronto. Ahora necesito pensar.- Y se marchó, dejando un vacío que Charles no podría volver a llenar jamás.

Charles tomó aire e intentó calmarse. Necesitaba hablar con David, esperaba que su hijo no hubiese oído mucho de la discusión y rogaba que pudiera comprender mejor que lo que había hecho su padre. Se dirigió a la puerta de su habitación y golpeó, llamándolo.

- Abre, por favor hijo. Tenemos que hablar! - Charles volvió a golpear, preocupándose porque su hijo no respondiese. Cuando golpeó por tercera vez y no obtuvo respuesta, abrió la puerta a la fuerza y encontró la habitación completamente vacía. Su hijo se había escapado. ¿A dónde podría haber ido? justo cuando estaba comenzando a desesperarse, oyó sonar el teléfono de su casa. Corrió y contestó.

- Charles?- Era Raven.

- Rav, David sabe la verdad, y se escapó! - Charles se atropelló entre palabras y lágrimas. - No sé donde pueda estar, no sé que hacer! - Su hermana al otro lado lo interrumpió.

- David está aquí, Charles.- Su hermana intentó calmarlo.

- Ya mismo iré por él! - Charles se sintió notablemente aliviado.

- N-no será necesario...- Raven sonaba incómoda. - Ha llamado a Erik para que venga por él...-

Charles se quedó en silencio. Si creyó que su corazón no podía romperse más, estaba equivocado.

- E-entiendo... no quiere verme, verdad? - Charles preguntó sabiendo la dolorosa respuesta.

- N-no, pero ya sabes como son los niños, Charles. Ya se le pasará...- Raven intentó darle ánimos pero él no tenía consuelo.

- Gracias por avisarme... debo cortar.- Colgó el teléfono. Se dejó caer al suelo y lloró. Lloró por David, por Erik, y por todo lo que había tenido y ya no volvería a tener. 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).