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Una noche para olvidar (CHERIK) por AlatheaMorwellan

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Notas del capitulo:

Gracias, gracias y mil gracias por leer el fic! Ya son 9.000 vistas y sigo sin poder creerlo. Estoy feliz! Ahora si, dejo nuevo capítulo!

Saludos :)

...My head is saying, "Fool, forget him."
My heart is saying, "Don't let go"...

Charles se sentó a merendar con David. Aún se sentía aturdido por el evento de la mañana, Logan definitivamente se había vuelto loco. Cómo se le ocurría querer poner celoso a Erik?

- ...y entonces creo que papá tiene una nueva pareja.- David finalizó mirando a su padre seriamente.

- Qué...? - Charles volvió a la conversación y se sintió palidecer. - Una pareja? Wow... q-que bueno, hijo... Eso es maravilloso...- Murmuró débilmente.

- Mientes peor de lo que cocinas, si es que eso es posible.- David sonrió traviesamente.-

Charles intentó reír pero sólo pudo gesticular una mueca similar a una sonrisa.

- No es cierto, pa. Pero no estabas prestandome atención así que bromeé.- Charles lo fulminó aún aturdido y David continuó. - Deberías haber visto tu cara! Realmente te sigue afectando papá. Creo que deberías enamorarlo otra vez.-

- Y yo creo que tu deberías terminar tu chocolatada y dejar de decir boberias.- Charles se levantó y se dirigió a la cocina a lavar su taza, aunque en realidad sólo se apoyó en la mesada y tomó aire. 
Su hijo tenía razón, todo lo que tenia que ver con Erik lo afectaba demasiado y no quería seguir así. Había vivido toda su vida sin él, no podía ser tan difícil volver a acostumbrarse. 
Pero lo cierto es que le estaba costando demasiado.

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- Papi... - Wanda miró fijamente a su padre.

- Qué sucede pequeñita? - Erik levantó la vista de los exámenes que estaba corrigiendo. Era viernes finalmente y decidió adelantar lo atrasado.

- Extraño a papi Charles.- Wanda soltó esas palabras mientras jugaba con su cabello.

- Nena...- Erik suspiró. Parecía que sus hijos se habían puesto de acuerdo para mencionar a Charles toda la semana. - Charles ya no es mi pareja... y no puedes verlo tan a menudo como antes...- Se sentía una mierda, pero tenía que ser sincero.

- Pero David si puede! Y yo también quiero! - Estalló Wanda fulminandolo.

- Pero Charles es el padre de David... - Erik se pasó los dedos por el cabello. Quería ser cuidadoso pero no estaba seguro de como serlo realmente.

- También es mi papi, y de Pietro. Y si tú no quieres ser más su novio, no lo seas. Pero nosotros queremos seguir siendo sus hijos y no puedes impedirlo! - Wanda se levantó de la silla furiosa y se alejó.

- Wanda, nena... ven aquí por favor...- Erik habló resignado.

- No! Y te quedas sin postre hasta nuevo aviso! - Wanda gritó eso antes de cerrar la puerta de su habitación.

Erik no sabía si reír o llorar. 
Estaba a punto de seguir a su hija cuando sonó su teléfono.

- Hola? - Erik contestó sin humor.

- Hey Erik! Me alegro que sigas viviendo ahí! Soy yo, Azazel! - La voz de su amigo sonaba descontracturada, todo lo contrario a la suya.

- Azazel...? Pensé que habías muerto. Qué es de tu vida? - Erik se animó un poco más a medida que continuó la conversación.
Azazel le contó que estaba en la ciudad y lo invitó a tomar un trago esa noche. Hacía años que no se veían.

- No sé si pueda... estoy con los niños. - Esa noche David también estaba con él y no quería dejarlos. Pero por otro lado hacia tanto que no veía a su amigo...

- No tienen una niñera? Vamos Erik, por los viejos tiempos.- Azazel insistía y Erik le prometió considerarlo.

- Ok, te dejo mi número y me avisas. Si no vienes, iré de todas maneras.- Azazel se despidió con su característica frescura y Erik lo envidió. Tenían la misma edad y él se sentía como de sesenta.

- Quién era? - David inquirió con curiosidad.

- Un viejo amigo. Me invitó a tomar algo pero le diré que no.- Erik se volvió a sentar en su silla. Wanda estaría furiosa aún, así que esperaría un rato para hablar con ella. Volvió a agarrar los exámenes.

- Creo que deberías ir. Te hará bien distraerte. Creí que no tenias amigos... además de mi padre, claro.- David lo miró con interés.

- Pues... Tu padre era mi mejor y Azazel era... - Erik rió al pensar en esas épocas. - Dicho en otras palabras Charles era como el ángel de mi conciencia, y Azazel era como el demonio.- Literalmente, pensó Erik alegremente.

- Oh...- David sonrió. - Con Azazel salías a embriagarte?-

- Mmm, algo así.- Erik pensó que Charles no era un completo santo en ese sentido pero Azazel era mil veces peor.- Bien... creo que debería hablar con tu hermana.- Erik se levantó suspirando.

- Si, oí la discusión.- David lo miró reprobatoriamente.- Luego de eso deberías llamar a Jean y pedirle que nos cuide así sales a embriagarte con Azazel.- David sonrió inocentemente.

- No haré tal cosa. Ya no soy un adolescente. Y tu, jovencito deja de usar esa terminología. No es apropiada para tu edad.- Erik lo fulminó y David puso cara de circunstancia.

- Por supuesto padre, no repetiré más eso.- Su tono era solemne y Erik no dudó ni por un segundo que su hijo estaba mintiendo descaradamente. Era tan malo haciendolo como Charles.

Erik tocó a la puerta de Wanda.

- ¡Vete! - Wanda chilló del otro lado y Erik decidió entrar igual.

- Hija, tenemos que hablar.- Erik se acercó al rincón donde su hija jugaba con sus muñecas.

- Yo no quiero hablar contigo.- La pequeña continuó moviendo a sus muñecas. Muñecos. Erik se acercó más y notó que eran dos muñecos.

- Pero Wanda... no quiero que estés así. Podríamos hablar con Charles y si él acepta, podrían visitarlo de vez en cuando...- Erik se maldijo por dentro pero cuando el semblante de Wanda se iluminó, se olvidó de todo el resto.

- Gracias papi!! - Wanda saltó encima suyo y lo abrazó.

- De nada, nena...- En un segundo Pietro estuvo encima de él también.

- Podremos visitar a papá Charles? - Preguntó el niño alegremente.

- Sólo si Charles acepta...- Erik aclaró tajante.

- Él aceptará.- David entró sonriente y Erik suspiró.

- Miren! - Wanda tomó los dos muñecos que estaba usando y se los mostró a los otros tres.- Éste es papi y éste es papi Charles.- La niña los zarandeó en frente de sus narices.
Erik se ruborizó por completo.

- Oh, pero que lindos! - David sonrió a Wanda con genuina calidez.

- Ese muñeco es mio! - Pietro arrancó al 'Charles' de las manos de su hermana.

- Pero es papi Charles! Devuélvemelo! - Wanda chilló al borde de las lágrimas.

- Ya basta! Wanda, la próxima pídele permiso a tu hermano si quieres tomar uno de sus juguetes prestado y tú Pietro, aprende a compartir con tu hermana! - Erik exclamó enojado.

- Si papi...- Ambos niños agacharon la cabeza y Erik agarró al 'Charles' de la discordia.

- Lo llevaré conmigo hasta que uds se disculpen y aprendan a compartir! - Erik se retiró llevándose al muñeco consigo, seguido por David.

- Pa, no olvides llamar a Jean.- Y David entró a su habitación antes de que pudiera replicar nada.

Erik también entró a su habitación y se sentó al borde de su cama. Estaba exhausto. Sus hijos iban a sacarle canas verdes un día de estos!

De pronto recordó que aún tenía el 'Charles miniatura' en su mano, y lo observó. Era un muñeco con cabello castaño, sus pequeños ojos eran claros, pero por supuesto no se igualaban ni por asomo a los ojos oceánicos de Charles, y su boca no era de ese color rojizo que invitaba a uno a probarlos... Demonios! Un estúpido muñeco lo estaba haciendo fantasear! 
De pronto salir con su amigo le resultaba necesario. Tal vez si le contaba todo, le diese la razón y terminaría por descartar a Charles de sus pensamientos.

- Llamaras a Azazel, y saldrás con él.- Se repitió eso así mismo mientras se miraba en el espejo y acto seguido llamó Jean. La joven le dijo que no tenia inconveniente en cuidarlos esa noche hasta que volviese, y con Azazel quedó en encontrarse a las 20.00 para salir.

Alrededor de las 19.30, cinco minutos antes de que llegase Jean, Erik encontró a David probándose peinados enfrente al espejo del baño.

- Qué haces, hijo? -Erik lo miró confundido. David rara vez tocaba un peine.

- Me... estaba... Ya sabes, me peinaba.- David se ofuscó de golpe y salió rápidamente, dejando a Erik parado en el umbral de la puerta. 
Y ahora qué demonios había hecho? Últimamente no lograba comprender a sus hijos y eso lo perturbaba.

Tras dejar a los niños con Jean, se marchó no sin antes recordarles que debían comportarse mientras estuvieran con ella. Los gemelos se habían perdonado, y ya jugaban alegremente entre ellos. David por su parte pasó del mas puro ofuscamiento al más radiante buen humor en menos de cinco minutos. ¡Niños!

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¡Erik! - Azazel abrazó a su amigo alegremente. - Qué bueno verte de nuevo! Estas más viejo! - El hombre de piel roja y cabello oscuro rió maliciosamente.

- Yo también me alegro de verte...- Erik lo fulminó y ambos rieron.

Una vez dentro del bar, ocuparon una mesa para los dos y tras unos cuantos tragos y algún que otro aperitivo, Erik terminó por contarle todo lo que había sucedido con Charles.

El demonio rojo lo miró boquiabierto. - Así que yo tenia razón y el pequeño Charles siempre estuvo enamorado de ti! - Azazel sonrió triunfal.

- De todo lo que te he dicho sólo te quedas con eso? Eres un idiota.- Erik lo fulminó.

- He oído cada palabra. Pero que quieres que te diga? Siempre supe que Charles te amaba y tú jamás quisiste verlo.-

- No es que no haya querido! Realmente no lo vi venir! - Erik gruñó, cruzandose de brazos, ofendido.

- Ok. Jamás lo viste venir. Sabes por qué? Porque estabas completamente ciego. Era evidente.-

- Bien, puedes dejar de recordarme lo idiota que fui? Me quedó completamente claro. El punto ahora es otro. Me ocultó a nuestro hijo! -

- Sí... estuvo muy mal de su parte. Pero tú no quisiste hacerte cargo de lo que habían hecho esa noche. Y eso es increíblemente malo de tu parte. Una vez yo salí con una chica en Dubai...-

- Yo ni siquiera entendía que había pasado! - Erik golpeó la mesa con frustración. El alcohol en su sangre comenzaba a surtir efectos no deseados. Algunos comensales de su alrededor lo miraron y los espantó con furia.

- Mmm...- Azazel lo miró pensativo. - No lo sé, amigo. No lo justifico pero puedo entender sus motivos. - El joven dio otro trago a su cerveza y Erik lo miró como si le hubiesen salido dos tentáculos.

- Acaso nadie puede darme la maldita razón? Me borró la memoria, me ocultó a mi hijo, se fue de mi vida por doce años! Doce, entiendes? Luego aparece, me enamoro de él como un imbécil, y me entero de toda esa mierda del pasado! - Erik se pasó los dedos por el cabello nerviosamente.- Yo lo amaba, Azazel. No me di cuenta antes, pero cuando apareció de nuevo lo supe. No estaba listo, y me costó como la mismísima mierda aceptarlo pero lo hice. Y para qué? Para terminar sufriendo como un idiota.- Erik se sentía bullir por dentro.

- Erik...- Azazel jamás había visto así a su amigo. - Entiendo tu frustración... tal vez deberías dejar que pase un poco más de tiempo y puedan hablar...-

Pero Erik ya no lo estaba escuchando. Se paró de golpe, algo tambaleante a causa del alcohol.

- Iré ahora mismo a ver a Charles! -

- Erik estas completamente borracho... no deberías...- Azazel lo miró preocupado.

- Shhhh...- Tapó la boca de su amigo con su mano.- Hablaré seriamente. Quién se cree que es para tenerme así? - Erik gritó, volviendo a palmear la mesa y Azazel rió.

- Ok... Pero te tomas un taxi. No manejarás en ese estado ni en sueños.- Azazel fue terminante con eso y Erik asintió.

- Adiós amigo, me marcho! - Erik comenzó a caminar un poco más firme, chocandose esporadicamente con alguna mesa que se materializaba frente a él.

Azazel suspiró y lo siguió para ver que se tomase un taxi y no quedase desmayado en la vereda.
Luego de darle indicaciones al conductor y de pagarle, el auto arrancó.
- Con un poco de suerte logres armar una frase coherente, o desmayarte en sus brazos. - Azazel rió con ganas y volvió a entrar al bar para ver si lograba pescar algo para él.

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El taxi se marchó y Erik se encontró gritando "Charles" en medio de la silenciosa noche.

- ¡Charles! Despierta y abreme la maldita puerta! - Erik gritó con desesperación.

Charles estaba leyendo un libro metido en su cama, cuando escuchó a Erik gritando en la vereda. ¿Qué demonios...?

Se asomó a la ventana y ahí estaba. A juzgar por su apariencia estaba borracho. El corazón de Charles aleteó con fuerza pero decidió ignorarlo. Sea cuales fuesen los motivos de su visita de seguro no era nada agradable.
Se puso su abrigo por encima del pijama y abrió la puerta.

Erik entró sin esperar el permiso de Charles y este cerró la puerta, suspirando. Volteó a verlo. Estaba despeinado, con el cejo fruncido, y terriblemente borracho.

- Erik... Con quién están los niños? - Charles no quería pensar que los había dejado solos.

- Con Jean! - Gruñó Erik. - Y tú estúpido nuevo novio esta aquí? - Erik comenzó a inspeccionar el living.

- No Erik! Y ahora por favor, tienes que irte...- Charles se acercó al teléfono para llamarle a un taxi pero Erik se acercó rápidamente y lo tomó por la cintura.

- Erik... sueltame por favor.- Charles intentó alejarlo mientras ignoraba la corriente que recorría su espina dorsal.

- Oblígame.- Y sin más posó sus labios sobre los de Charles, dejándolo completamente aturdido.


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