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Una noche para olvidar (CHERIK) por AlatheaMorwellan

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 b35; ...God only knows what I'd be without you ...b35;

Charles despertó a la mañana siguiente envuelto entre unos cálidos brazos. Se encontró con su propio rostro hundido en el cuello de Erik y una de sus manos descansando sobre el sólido pecho. 
Una sensación de placidez lo recorrió pero sabía que no estaba bien disfrutar eso. Erik estaba dormido y seguramente lo había abrazado entre sueños y no debía aprovecharse de eso. 
Se movió con cuidado para soltarse y cuando giró, dándole la espalda a Erik, éste lo rodeó con más fuerza. 
Charles se estremeció al sentir como el ancho cuerpo de Erik lo acunaba y dio un respingo al sentir una dureza contra su trasero. 
Charles se ruborizó instantáneamente, definitivamente el miembro de Erik estaba mucho más despierto que su propio dueño.

Charles intentó removerse nuevamente para zafarse y Erik soltó un gruñido.
- Charles... no te frotes así...- Balbuceó casi incomprensiblemente.

- Estaba queriendo levantarme! - Charles exclamó indignado y finalmente se incorporó en la cama.

Erik se estiró lentamente y apoyándose en sus codos, observó fijamente a Charles.
- Dormiste bien?...-

- Sí, Erik. Obviando la parte en la que me sujetaste como si fuera un Teddy.- Charles lo miró acusatoriamente y se puso su bata.

- Yo? Déjame recordarte, mi amor, que a mitad de la noche te me pegaste como si fuera un imán.- Erik sonrió maliciosamente y Charles se ruborizó.

- Yo... yo no recuerdo nada de eso! - Y Charles salió rápidamente de la habitación como si lo persiguiese el diablo.

Al cabo de una hora, Charles tenía preparado el desayuno para todos.

Los niños se sentaron soñolientos alrededor de la mesa y Erik, luego de bañarse, tomó asiento con ellos. Dado que era domingo, nadie tenía ninguna actividad planificada.

- Bueno, espero que lo disfruten! - Charles sonrió dulcemente a los niños y tomó asiento junto a David.

- Papi Charles, creo que deberías sentarte al lado de papá.- Wanda exclamó con entusiasmo.

- No es necesario, cariño...- Charles sonrió nerviosamente y Erik escondió una risa en su sorbo de café.

- Bueno pero papi...- Wanda se dirigió esta vez a Erik.- No te he visto besar a papi Charles, puedes hacerlo? - La niña sonrió angelicalmente y el resto rió a excepción de Charles que sintió que la sangre se le iba del cuerpo.

- Terminen el desayuno, iré a buscar más tostadas.- Charles se levantó  con prisa, pero Erik fue más rápido y antes que pudiera darse cuenta ya lo tenía entre sus brazos, depositando un suave beso en sus labios. Charles se quedó rígido, pero el contacto fue tan cálido que se sintió derretir por dentro. 

Erik tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas para no saquear la boca de Charles. Desde la maldita noche de la borrachera que no podía dejar de desearlo. Y ahora que lo tenía tan cerca, era tan fácil caer en la tentación...

- Bueno, excelente demostración de cariño. Ya pueden soltarse?? - David exclamó avergonzado y los gemelos aplaudieron con entusiasmo.

Charles empujó a Erik, y éste sonrió.

- Qué sucede, hijo? Te estamos avergonzando? - Erik revolvió el pelo de David, cariñosamente.

- En realidad prefiero que me averguencen a que esten peleados y sin hablarse.- David los miró con inocencia y los gemelos asintieron energéticamente.

Charles se sintió como el peor de los mentirosos. El gesto de alegría en el rostro de los niños lo hacía sentir tan culpable.

- Disculpen, no me siento muy bien. Iré a recostarme...no olviden terminar su desayuno!- Les sonrió débilmente y se marchó a la habitación a toda prisa. Erik lo observó irse con el ceño fruncido.

- Papi, no deberías ir con él? - Pietro lo miró con seriedad.

- No, hijo. Creo que Charles necesita dormir un poco... pero qué les parece si terminan de desayunar y salimos al parque a jugar?-

- Siii! - Wanda y Pietro exclamaron al unísono y se dispusieron a terminar su comida.

- Yo iré a leer un rato.- David dio un gran bocado a su tostada.

Demonios, sí que sería difícil la convivencia pensó Erik, mientras daba el último sorbo a su ya frío café.

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(Dos meses después.)

- Erik, sal del maldito baño! - Charles golpeó frenéticamente la puerta.

El nombrado asomó la nariz desde la puerta, ocultando su risa.

- Sí? Qué se te ofrece? - 

- Que me dejes entrar! - Charles lo miró con odio.

- Te dije que no bebieras tanto jugo, pero no me hiciste caso...- 

- Erik Magnus Lehnsherr! Si no abres esa puerta en éste momento juro que nunca te dejaré ver a tu hija! - 

- Ok... veo que hoy no estás de humor para bromas.- Erik salió rápidamente y Charles cerró la puerta en su cara.

Los últimos dos meses Charles había desplegado un abanico de humores que lo desconcertaba. Sabía que era propio del embarazo, con Magda lo había vivido, pero Charles era diferente. Y no ayudaba en nada que su relación fuera... bueno, no fuera exactamente una relación.

Hacía semanas que Erik pensaba constantemente en ello. La convivencia era dentro de todo amena, frente a los niños parecían una pareja, aunque dudaba seriamente si David lo creía del todo. Y entre ellos... seguían despertando abrazados al amanecer, para luego soltarse como si nada pasase y actuar con indiferencia el resto del día. A excepción de los momentos en que los niños pedían demostraciones de cariño y Erik le robaba un fugaz beso a Charles o cuando decidía saludar a su hija y acariciaba el vientre ya abultado.  

Pero... qué era lo que sentía por Charles? Era algo que aún no había podido responderse.

- Erik...- Charles salió del baño con el rostro completamente pálido.

- Qué sucede? - Erik se acercó y lo sujetó por los brazos, preocupado. Al ver que Charles no respondía, lo zarandeó ligeramente. - Charles, respóndeme por favor! - Sintió que el corazón se le desbocaba.

- S-siento mi panza dura, muy dura.- Charles lo miró asustado.

- Ok, tranquilo... si quieres podemos...- Charles lo interrumpió.

- Tranquilo? No puedo estar tranquilo! Y si le pasa algo malo a la bebé? Quiero ver a Hank! - Charles tomó aire dificultosamente y Erik asintió.

- Está bien, ya mismo lo llamaré. Recuéstate mientras tanto, y relájate si? - Erik depositó un suave beso en la frente de Charles para tranquilizarlo, pero la realidad es que él también estaba asustado.

Charles lo rodeó por la cintura y hundió su rostro en el cuello de Erik.

- No me dejes solo, tengo miedo...- 

Erik sintió que se le encogía el corazón, y lo estrechó con fuerza.

- Tranquilo, nuestra hija está bien. Sólo tienes que mantenerte relajado, yo estoy contigo.- Erik concluyó sus palabras con un tierno beso en la coronilla de Charles.

- Gracias Erik...- Charles le sonrió débilmente.

  - Nada que agradecer, ahora subamos al auto y vayamos a ver a Hank, te parece? - Erik le sonrió y acarició la suave mejilla de Charles.

Y luego de telefonear a Hank, salieron de camino a la clínica donde se encontraba trabajando. 

Cuando llegaron a la clínica estaban tomados de la mano. Charles no estaba seguro en qué momento había sucedido eso, pero en lo único que podía pensar era en la sensación de tranquilidad que le producía el tacto de Erik. Estaba realmente asustado, jamás había sentido eso y le preocupaba que algo estuviese mal con su pequeña.

- Estás mejor? - Erik lo miró con preocupación y acarició el vientre de Charles con mucha delicadeza.

- Y-ya no se siente tan dura... tal vez me precipité, pero me asusta...- Charles comenzó a balcucear y Erik lo silenció apoyando un dedo en sus labios.

- Lo que te deje tranquilo está bien para mi.- Erik lo miró con intensidad y estaba a punto de besarlo cuando Hank los llamó desde su consultorio.

Una vez dentro, luego de relatarle lo sucedido, Charles se recostó en la camilla y Hank lo revisó.

- Bueno Charles, puedes quedarte tranquilo. Lo que sentiste fue una contracción  Braxton Hicks. Normalmente aparecen a partir del sexto mes, pero en ocasiones especiales pueden surgir desde el cuarto. No te preocupes, son completamente normales, son parte del proceso.- Hank le sonrió amablemente y Charles logró finalmente serenarse.

- Entonces no hay peligro? - Erik, que estaba junto a Charles, habló por primera vez.

- No, no lo hay. Generalmente son indoloras y duran poco tiempo. Si notasen lo contrario, ahí si deberían llamarme. Por lo demás, pueden seguir con su vida tranquila, eso si, nada de estrés para Charles.- Y Hank miró seriamente a Erik demarcando las últimas palabras.

- Gracias, Hank! Me dejas mucho más tranquilo.- Charles le sonrió aliviado, y se incorporó torpemente. Desde que su vientre había crecido, se sentía más lento.

- No hay de qué, los dejaré para que terminen de juntar sus cosas. Cualquier cosa no duden en llamarme.- Y desapareció apresuradamente.

El silencio reinó incómodo en el consultorio mientras Charles se acomodaba su ropa.

- Déjame ayudarte a bajar de la camilla.- Charles negó con la cabeza pero Erik ya lo tenía entre sus brazos, depositándolo en el suelo. Se miraron unos momentos hasta que Charles desvió su mirada.

- Ya puedes soltarme, Erik.- Charles lo empujó y tomó su saco.

- Charles...- Erik buscó las palabras indicadas. La realidad es que sentía que ese episodio había cambiado algo en él. Se había preocupado mucho por su hija, sí, pero también se había preocupado demasiado por Charles. No quería que nada malo le sucediese porque él...

- Erik, no hace falta que digas nada. Pasamos por una situación de tensión, ambos estábamos preocupados por nuestra hija, y por eso nos comportamos como nos comportamos... lo entiendo.- Su tono era frío y Erik maldijo por dentro.

- No, Charles...- 

- Ya, Erik. No necesito que me mientas, me dejaste muy en claro lo que sentías por mi hace meses. Y sé que estas conmigo por nuestra hija, de no ser por ella apenas nos hablaríamos para consultarnos cosas sobre David. Así que no te preocupes, no necesitas fingir tanta preocupación. Sé perfectamente cual es mi lugar.- Y sin esperar respuesta, salió del consultorio dejando solo a Erik. 

Y Erik se sintió por primera vez en mucho tiempo, el peor villano del universo.


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