Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tentación por Naomiyaoi38

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Bien, nuevo capi, aunque corto y esta vez enfocado mayormente en Yuûki, pero ¡que Yuûki es muy importante aquí, eh! Y además a ver cómo van uniendo las pistas sobre la verdad de Kaname. Pistas~, pistas~...
El sonido del timbre empezaba a tornarse molesto; un sonido insistente y repetitivo el cual resonaba en su cabeza, exasperándole a tan tempranas horas de la mañana.

Rido abrió los ojos profiriendo un leve gruñido, acostumbrando su vista a la luz que empezaba a filtrarse a través de las cortinas.

El timbre nuevamente sonó y con semblante claramente molesto se incorporó no sin antes detallar al masculino cuerpo el cual yacía dormido en su lecho. Un brillo malicioso revoloteó en sus pupilas y una sonrisa satisfecha se formó en él al ver cómo el desnudo cuerpo de Kaito se removía entre el desastre hecho con las sábanas, enterrando su rostro en una de las almohadas pareciendo querer «resguardarse» de la luz.

La sonrisa de Rido pasó a ser una de maliciosa diversión al sentirse tentado a despertar a Kaito, imaginando la expresión que este pondría tras descubrir que luego de haber intentado alejarse tanto tiempo de él solo había bastado una intensa noche de copas junto con su innata capacidad de manipular la situación para tenerle finalmente en su cama, retorciéndose, gimiendo su nombre, suplicando por más mientras él se hundía una y otra vez en aquel caliente cuerpo, sometiéndole sin misericordia. Y prueba de ello eran las ligeras marcas que ahora cubrían la figura de Kaito; marcas dejadas en diversos lugares, pero por sobre todo en lugares visibles como su cuello, reclamando así su propiedad.

Definitivamente cuán satisfactorio sería ver el semblante de aquel hombre cuando lo recordara todo. Y si este no lo recordaba o fingía no hacerlo Rido disfrutaría en demasía recordarle cada segundo de aquella noche.

Aquellos pensamientos hicieron que lujuria bombera por sus venas empezando a despertar ligeramente cierta parte de su anatomía mas el timbre incesante hizo (para su molestia) desvanecer aquellos deliciosos pensamientos.

Con cierto cabreo buscó unos pantalones de algodón los cuales se colocó para seguidamente intentar refrescarse fugazmente en el baño e ir en dirección a la puerta de aquel apartamento mientras que su mirada bicolor brillaba gélidamente.

No estaba de humor para nadie quien quiera que fuera. No cuando tenía al hombre de sus sueños húmedos desnudo en su cama, tentándole a hacerle entender definitivamente que contra un Kuran nunca nadie podía luchar.

Con un brillo atemorizante en su mirar abrió la puerta y ante la figura que contempló su semblante se tornó ligeramente desconcertado.

—¿Yuûki? —pronunció con tinte extrañado ante la inesperada presencia de su sobrina allí y más siendo aquellas horas.

¿Por qué razón su sobrina estaba allí? ¿No debería estar en casa Zero? Mas al ver la expresión de angustia y dolor en esta su semblante se tornó levemente sombrío.

¿Qué había ocurrido? ¿Acaso había ocurrido algo con su prometido? Recordó lo extraño que este se había comportado últimamente y cómo los últimos días de la semana no había asistido a la academia.

Un leve aleteo de un oscuro sentimiento empezó a inundarle. Si aquel hombre tenía algo que ver con dañar a un Kuran aprendería las consecuencias de esto.

—Tío, necesito hablar contigo —afirmó entrando presurosa y decidida al apartamento.

Rido intentó evitarlo mas al final solo optó por resignarse.

—Vamos a la cocina. Pero no hagas escándalo. No quiero que Kaito se despierte contigo aquí y aproveche para escapar de mí. Aún tengo «muchas» cosas que hacerle entender —comentó con maliciosa diversión ignorando la sorpresa inicial reflejada en Yuûki quien luego simplemente suspiró negando.

—Pobre Kaito —musitó con leve pena aunque un indicio de sonrisa se dibujó en sus labios, acostumbrada a los «caprichos» de su tío. Sin embargo aquello le abandonó repentinamente y en su lugar solo quedaron unas facciones llenas de una seriedad nada usual en aquella fémina—. …l ha aparecido nuevamente.

—¿…l?

—Kaname —pronunció aquel nombre y ante esto Rido se tornó rígido y sus pupilas cobraron suma frialdad.

—¿Kaname ha regresado de nuevo? ¿Acaso no había decidido aceptar su condena resguardando el linaje de los Kuran desde las sombras? Después de todo él mismo fue quien decidió cumplir su maldición de esa forma.

—Yo... Yo también lo creía, pero ha regresado y se ha llevado a Zero con él...

—¿A Zero? ¿Por qué se llevaría a...?

—¡Porque tiene su misma esencia! ¡La misma esencia de ella! —estalló con voz trémula a la vez que las lágrimas empañaban su mirada—. No lo entendí hasta ayer en la noche...

»Desde que era una niña siempre sentí pena por Kaname. A pesar de que me cuidaba, de que siempre estuvo ahí para mí podía notar la tristeza tras las sonrisas que me dedicaba, la soledad en él. ¿Sabes? Cuando conocí la verdad solo pude desear que fuera libre. Más de mil años son demasiados para un castigo no merecido... —dijo pugnando con el sollozo que rasgaba su garganta.

—Un castigo no merecido entonces, pero ahora las cosas han cambiado. A pesar de todo él ya no es, desde hace mucho no es humano y ahora ha roto el acuerdo que le mantenía protegido. No pasará mucho antes de que ellos se hagan presentes —afirmó y Yuûki ahogó un jadeo horrorizado.

—¡Pero no debería ser así! A pesar de todo Kaname-sama no es el monstruo que ellos aseguran.

—¿No lo es? Te arrebató al hombre que tú amas, lo alejó de ti y seguramente todo con un solo propósito el cual ya debes imaginar. ¿Y aun así lo defiendes?

—Amo a Zero y cuando era joven a pesar de todo, amé a Kaname-sama —dijo con creciente firmeza limpiándose el rastro de lágrimas de sus mejillas—. Pero ahora más allá de eso lo único que me interesa es salvarlos.

»Kaname-sama me salvó muchas veces cuando era niña hasta mi adolescencia y hasta la actualidad, sea parte de su condena o no, siempre ha estado velando por mí. Y Zero, él siempre ha estado a mi lado apoyándome más de lo que él cree... Por eso no los puedo dejar de esta manera.

—¿Y acaso existe algo que podrías hacer? ¡En comparación con ellos no eres más que una miserable mocosa! —espetó con socarronería, sin embargo en el fondo de sí preocupación latía ante la innegable locura de Yuûki de enfrentar semejante cosa.

—¿Crees que no lo sé? En comparación con ellos soy solo una miserable humana, ¿no? Pero no puedo quedarme al margen. No puedo hacerme a un lado y fingir que no me importan, olvidar mis propios sentimientos... Yo no soy de esa clase de personas. Por eso siempre has dicho que soy débil, ¿no tío?

»Pero aunque sea débil necesito hablar con él aunque tú no quieras ayudarme. Después de todo débil o no; tonta o cómo desees llamarme, yo sí tengo conciencia y no pienso olvidarme de ella como todos los Kuran —dijo con amarga ironía emprendiendo el paso hacia la salida con un semblante el cual reflejaba el dolor, sin embargo en aquellos ojos borgoña brillaba la determinación.

Rido gruñó escuchando tras de sí el repiqueteo de los tacones de la fémina alejarse e inspiró profundamente pugnando con la incipiente furia que se acrecentaba en él.

¿Los Kuran no tenían conciencia? ¿No les importaba nada? Quizás era cierto. ¿Y acaso había algo de malo en ello?

El linaje de los Kuran era un linaje pútrido desde hacía mucho. ¿Y acaso importaba?

Escuchó el indicio de actividad en su habitación y sus pupilas denotaron un brillo indescifrable. Kaito seguramente había despertado. Por ahora no importaba el instinto «suicida» de su sobrina. No cuando en su habitación se encontraba un hombre el cual anhelaba poseer, convirtiendo en cruda lujuria aquel oscuro sentir que le empezaba a corroer.

Ya tendría tiempo de pensar en su sobrina y las decisiones de esta. Por ahora solo habría de ser un Kuran; un hombre egoísta y sin contemplaciones el cual solo le importaba cumplir lo que anhelaba. Después de todo así eran los Kuran y por ello hacía más de mil años aquella maldición se había hecho presente. Una maldición que finalmente podría llegar a su fin junto con la existencia de Kuran Kaname.
Notas finales: ¿Qué será Kaname? Oh, ¿qué será? *tararea* (? Ok, no. Ya para el próximo veremos qué ha sido de Zerito. ¿Qué creen que será de él?

Oh, por cierto, dejando de lado mis desvaríos para los escritores del fandom les invito al concurso de crack ships que estamos organizando en el grupo de facebook «KanameXZero». Vamos, animénse y llenemos el mundo con crack ships. (?

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).