Capítulo 2: ¡Son mejores!
—¡VEN AQUÍ, DEKU! —Gritó comenzando una persecución.
—¡N-No! —Respondió Midoriya cubriéndose sus pechos y tratando de escapar.
La situación se había vuelto un caos. Por un lado se hallaban Kirishima y Kaminari; el pelirrojo no dejaba de toquetear a su amigo y este no podía hacer otra cosa que gemir y pedir que se detuviera, aunque vamos, todos sabemos que el rubio eléctrico estaba disfrutándolo. Por otra parte, Katsuki perseguía a Izuku como si le fuera la vida en ello mientras gritaba.
—¡Qué irresponsables! —Exclamó Iida al contemplar lo que estaba pasando.— ¡Kirishima-kun! ¡¿Dónde está la masculinidad de la que tanto hablabas?! —Acusó señalando al susodicho.
Eijirou se detuvo unos segundos al escuchar aquellas palabras, dejando caer a un Kaminari exhausto y excitado.
—Mi masculinidad... —Susurró con dolor.— ¡La perdí desde que tengo cuerpo de mujer! —Prosiguió fingiendo haber sido herido por las palabras de Tenya y mostrando lágrimas de cocodrilo.
—¿Entonces ahora harás cualquier cosa femenina? —Intervino Denki, el cual poco a poco se recuperaba.
—¿Supongo? —Dudó Kirishima.— ¿Sería lo lógico? Hm... ¿debería?
Una sonrisa traviesa se plasmó en el rostro de Kaminari.
—¡Entonces me toca a mí! —Exclamó lanzándose a por su amigo pelirrojo.
—¡¿Eh?! ¡E-Espera! —Se quejó Eijirou.— ¡En ese lugar no! —Gimió.
Iida se quedó rojo de nuevo al contemplar que la situación había empeorado, o mejor dicho, el ambiente estaba más caliente de lo normal.
—¡¿Somos los únicos normales en este sitio o qué?! —Dijo refiriéndose a él y a Shouto.
No recibió respuesta. Se giró para mirar a su amigo y pudo ver como sus ojos resplandecían.
—¿Todoroki-kun? No me digas que... ¡N-No! ¡E-Esto está mal! —Gritó Iida al sentir las manos de Shouto.
Sí que se estaban divirtiendo.
[…]
Pero las chicas no lo tenían fácil. Era el momento de la verdad.
—B-Bueno, a la de tres nos quitamos la ropa interior. —Informó Uraraka algo nerviosa.
—E iremos juntas al inodoro más cercano para que puedas hacerlo. —Añadió Jirou bastante avergonzada mientras miraba a Yaoyorozu.
Y de nuevo, así sucedió. Ahora se hallaban todas con sus respectivos penes al aire libre.
—¡AHHHHH! —Se exaltó Uraraka.
—¡I-Imposible! —Gritó Yaoyorozu tapándose los ojos después de haber visto todo.
—Con que así la tienen los hombres... —Decía Ashido interesada mientras se contemplaba.
—¡Wow! ¡Momo es la que la tiene más larga y gruesa! —Exclamó Hagakure.
Yaoyorozu se moría de vergüenza.
—Ochako-chan, tú también. —Añadió Asui dirigiendo su mirada hacia la parte inferior de Uraraka.
—¡Tsuyu-chan! —Se quejó la joven de cabello castaño mientras su rostro se enrojecía.
—Definitivamente, ¡n-no voy a poder! —Dijo Momo y salió corriendo del baño.
—¡E-Espera! —Jirou fue tras ella.
En ese momento a Aizawa se le había ocurrido la brillante idea de vigilar a sus alumnos por si acaso, así que se había dirigido a las habitaciones y ahora se hallaba por el pasillo.
Se quedó de piedra al ver como Jirou perseguía a Yaoyorozu; ambas estaban sin pantalones y sin ropa interior, es decir, mientras corrían sus penes se balanceaban de un lado a otro.
—Oh, no. —Suspiró el profesor temiéndose lo peor.— Qué habrán hecho esta vez...
[…]
—¡VUELVE AQUÍ, DEKU! —Se podía escuchar a Bakugou gritar.
—¡E-Espera, Kacchan! —Exclamó Midoriya cerrando los ojos al verse acorralado en una esquina.— ¡N-No lo hagas, por fa...
Lo siguiente que pudo sentir era algo muy blandito. Su mano estaba palpando algo redondo y suave. Abrió poco a poco los ojos con algo de temor y vio cómo tenía su mano en uno de los pechos de Katsuki.
—¡SON MEJORES! ¡¿Verdad, Deku?! —Aclamó Bakugou mientras sujetaba el brazo de Izuku.
Oh no.
—E-Eh... Sí, claro... —Midoriya dio la razón con miedo a lo que pudiera suceder si lo negaba.
Katsuki se separó y analizó a su amigo de la infancia durante unos segundos con una expresión seria. Luego su rostro volvió a la normalidad, es decir, la cara de amargado que pone siempre, y se tiró encima de Izuku.
—¡NO MIENTAS, BASTARDO! —Gritó mientras explotaba la ropa de Deku.
Y esto terminará con resultados sexuales.
…
¿Continuará?