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JUST FRIENDS por LunaMarcel

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Notas del capitulo:

Hola.


Aquí estoy nuevamente, y con una actualización. Wihihihi.


Quiero agradecerles grandemente por haber leído el capitulo anterior, me hizo muy feliz ver sus bellas lecturas. Sobre todo, muchas gracias a esas lindas personitas que me dejaron sus comentarios. Gracias, gracias.


Disculparan ustedes si hay faltas de ortografía, revise lo escrito pero supongo más de algo se paso.


Espero les guste.


Sin más que decir por ahora.


A leer.

 


JUST FRIENDS


—Capitulo 10—


Lo que hacia falta


 


Julian rodo los ojos mientras se acercaba la puerta del su salón, gesto que se vio como si en realidad los tratara y fuera a darle un ataque. Jonna, que lo esperaba en el marco, con una sonrisa en los labios, pensó por un momento si iba a darle algo.


—¿Todo bien? —Cuestiono el rubio.


—De maravilla.


—No hace falta ser sarcástico.


—No hace falta que estés aquí.


Jonna hizo un puchero, provocando que Julian volviera a rodar los ojos. Ese rubio fastidioso le caía tan malditamente mal, que no podía creer que tuviera tan mala suerte como para ahora tenerlo pegado a su espalda todos los días. ¿Es que no entendía que no quería verle la cara? ¿Acaso era Masoquista o le faltaban más neuronas que a Eithan y William? ¿Por qué insistía?


Aunque el de cabello negro no podía evitar sentirse un tanto cohibido, pues siempre fue un tanto solitario, si bien por decisión propia, no era como si sus compañeros quisieran acercársele mucho. Ya que en vez de ser amigos podía resultar en más bien ser su niñera. Así que, que Jonna insistiera tanto, sabiendo que estaba enfermo, lo desconcertaba un poco.


Y en parte, Julian estaba tan renuente a ser amigo de Jonna porque no quería que luego estuviera restregándole en la cara que lo había ayudado y usando esa excusa para pedir favores o lo que sea. Jonna se tenía su fama y Julian no quería deberle nada a un tipo como él.


Pero eran ya casi dos semanas y el rubio oxigenado ese no entendía.


Faltaban quince minutos para que terminara el receso, pero a Julian no le preocupaba el poco tiempo que tenia para refaccionar luego de su siesta. Pues así como Evan le permitía dormir en clase y luego le pasaba los apuntes, la profesora de Social, la señorita Karen, le dejaba ingresar unos minutos después de tocada la campana.


—¿Qué harás después de la escuela? —quiso saber Jonna.


Siempre hacia la misma pregunta mientras caminaban por los pasillos. Y siempre recibía la misma respuesta.


—No es de tu incumbencia.


A lo que sonreía de forma vaga y se mantenía callado hasta llegar a la cafetería y acompañarlo en silencio mientras comía su refacción. Eso ponía a Julian de los nervios, pero de alguna forma, era un poco relajante.


No iba a admitirlo en voz alta, por supuesto.


—¿Qué enfermedad tienes? —cuestiono Jonna, rompiendo su rutina de silencio por primera vez, a lo que Julian alzo las cejas. Lo que provoco que sus somnolientos ojos se vieran incluso más chinitos que antes y sus irises celeste hielo fueran escasamente visibles.


—¿Es que Eithan no te la dicho? —respondió desviando la vista hacia su emparedado de queso.


—No. No le he preguntado… quería que tú me lo dijeras.


Julian se mantuvo en silencio durante unos segundos, la vista aun fija en su emparedado. Era tan…


—Narcolepsia.


—¡Oh! —Exclamo Jonna, sorprendido de que el peli-negro le respondiera. Y luego sonrió porque le había respondido. Busco en su mente información acerca de dicha enfermedad, recordó haber leído un artículo hacia un tiempo. Una enfermedad de desorden del sueño—. Ahora tiene sentido —el de mirada somnolienta asintió.


Y el silencio volvió a reinar entre ellos. Julian continuo comiendo su emparedado y el jugo que también había comprado, mientras Jonna nuevamente lo observaba en silencio sin perder detalle de cada gesto o movimiento de su cuerpo.


—Me he dado cuenta que no hablas con nadie más que no sea Eithan o Will —comento el rubio cuando nuevamente caminaban por los pasillos. La siguiente clase había comenzado hacia unos diez minutos y a Jonna no parecía importarle mucho si lo dejaban entrar a él o no en su respectivo salón—. ¿No tienes otros amigos?


Julian lo observo de reojo.


—No —fue su vaga respuesta.


Y otra vez se sumaron en un silencio que duro hasta que llegaran al salón del de ojos celeste hielo.


—No vemos —se despidió Jonna, y Julian no respondió.


 


Luego de terminadas las clases y que todos los jóvenes comenzaran a retirarse cada uno por su lado. Eithan esperaba a que Liam terminara de despedirse de Alessa para poder irse ellos dos. Bueno, ellos dos y Julian. Quien a pesar de no acompañarlos en la mañana, a veces se iba junto a los chicos en las tardes.


Pera esa estúpida ya tenía retenido al oji-verde desde hacía un buen tiempo y no lo soltaba. La paciencia de ambos peli-negros se estaba acabando.


—¿Y si te apuras? Me estoy muriendo del hambre —dijo Julian—. Mañana igual vas a verle la cara.


Alessa clavo sus ojos castaños en la figura del más bajito de los peli-negros y lo observo se pies a cabeza, y entonces sonrió de medio lado. Luego continúo hablando con Will de saber qué cosa, hasta que al fin se despidieran, no sin que ella le diera un beso en la mejilla y el idiota de ojos verdes se sonrojara.


Julian hizo una mueca, y Eithan frunció el entrecejo y apretó los labios.


—Perdón por hacerlos esperar —se disculpo yendo hacia ellos con una sonrisa en sus labios.


—Solo ya vámonos —dijo el oji-celeste.


Comenzaron a caminar sobre la acera, y no llevaban muchos minutos avanzando, cuando el celular del castaño casi rubio sonó. Volvió a sonreír y rápidamente respondió el mensaje que le habían enviado. Julian lo observo durante unos segundos y luego saco los cascos que estaban en su bolsón, y se dispuso a escuchar música.


Eithan por su parte, quería arrancarle el bendito celular y hacerlo trizas.


Se había dicho que sería paciente y esperaría a que lo que sea que Liam estuviera sintiendo por Alessa se esfumara por completo y volviera a ser su mejor amigo. A ese chico que siempre había sido.


Pero no podía. Se le retorcían los intestinos cada vez que lo veía sonreír sabiendo que esa sonrisa la provocaba alguien que no era él.


Poco a poco comenzaba a darse cuenta que si las cosas continuaban de esa forma, quizá y de verdad iba a perderlo para siempre. Pensar en ello lo destrozaba. Liam siempre había estado ahí, e imaginar un vida sin su presencia constante en su día a día era… no lo quería. Definitivamente no era algo que quisiera. Poro Alessa había ganado tanto terreno en la vida de Liam que, ya ni siquiera sabía que decirle para obtener su atención, e incluso cuando ella no estaba el chico lo ignoraban por hablar con ella por mensajes. Y tristemente había notado que si mencionaba a la chica, Liam inmediatamente volteaba a verlo.


Alessa esto.


Alessa lo otro.


Ya estaba harto.


¡Harto!


—Oye, Liam —dijo, intentando captar su interés.


—¿mmm? —ni siquiera volteo a verlo.


Eithan cerró los ojos, suspirando hondamente.


—El otro día, vagando en internet, encontró unos cuantos animes geniales.


—mmm, que bien.


A Eithan le dio un tic en el ojo al ver que Liam, otra vez, ni siquiera había levantado la vista de su celular. Sospechaba profundamente que ni siquiera le estaba prestando atención.


—Y me hice un tatuaje de un lobo, en toda la espalda.


—Genial —y en efecto. No le estaba poniendo la más mínima atención.


Cansado, ya en verdad muy cansado de esa maldita actitud, le quito el celular y lo lanzo hacia justo en medio del asfalto. Impactado por lo recién ocurrido, Liam solo pudo abrir los ojos como platos, y observar en la dirección que su teléfono había sido lanzado. Entonces, la mandíbula se le desencajo al ver como un automóvil le pasaba un neumático encima, terminando de hacerlo trizas.


Julian, que había observado todo, cerró los ojos conteniendo la risa.


—¿¡Que hiciste, idiota!? —estallo Liam entonces.


—¿Qué que hice? ¿Es que no lo viste?


Liam se puso rojo de la cólera.


—¿¡Porque lo hiciste!? —Se revolvió los cabellos—. ¡Estaba hablando con Alessa! ¡Maldición!


Y llego el momento de que Eithan también estallara.


—¡Porque ya estoy harto de tu maldita actitud! —El oji-verde pego un brinco ante los repentinos gritos del oji-gris. Eithan jamás le gritaba—. ¡Alessa esto, Alessa lo otro! ¡Ya corta el maldito rollo! ¡Desde que ella comenzó a hablarte, ignoras a todo el mundo, y no tienes más que Alessa en la puta boca! ¡Incluso me ignoras a mí! ¡A mí!


El de verdes ojos lo observo, impactado por su estallido de cólera. Desvió la vista hacia el suelo.


—No te ignoro —susurro Liam, un tanto abrumado.


El entrecejo de Eithan se suavizo al escuchar su tono de voz, y ver su carita gacha. Se cruzo de brazos sin despegar la vista de él.


—¿De qué te estaba hablando hace rato, antes de arrojar tu celular?


Liam alzo las cejas, se mantuvo en silencio.


—Lo siento —dijo después de unos segundos. Era cierto lo había estado ignorando. A Eithan, a su mejor amigo. ¿Qué pasaba con él?


Eithan suspiro. No es como si estuviera molesto con Liam. Estaba molesto con la estúpida de Alessa, que se había mentido entre su mejor amigo y él.


—Solo… acuérdate de que somos mejores amigo —dejo caer los brazos a los costados.


—No se me ha olvidado —sus verdes ojos buscaron los gris plata de Eithan. Se observaron unos segundos y luego sonrieron—. ¿Qué es lo que estabas diciéndome?


Cuestiono retomando nuevamente la caminata. Tanto el de media coleta y Julian lo siguieron. El segundo completamente en silencio y sonriendo internamente ante la conversación de esos idiotas. Y si, había pausado la música para poder escucharlos hablar.


—Estaba viendo unos animes que actualmente están en emisión.


—Oh, ¿están buenos?


Eithan sonrió.


—¡Están geniales!


—Entonces hay que verlos —sugirió.


—llego a tu casa las dos.


—trae comida chatarra, yo pondo las gaseosa.


Julian los observo de reojo. Ellos sonreían, sonreían al igual que como lo hacían antes de que Alessa dejara esa maldita nota en el casillero de William.


—¿Chocolate blanco? —cuestiono Eith sin perder la sonrisa.


—Chocolate blanco —aseguro Liam, los ojos brillándole de emoción.


El de ojos celeste hielo en verdad esperaba que las cosas volvieran a la normalidad.

Notas finales:

Hasta ahí llego.


Esos mis amores. Ya después Liam le va a meter su putiza por el teléfono a Eith. Por ahora no importa si se olvido. Hahaha


Jonna, me duele el cora.


Si les gusto el capitulo pueden hacérmelo saber por medio de un comentario, es muy importante para mí el saber que opinan, pues los review son una fuente de inspiración hermosa.


Hasta luego.


Sayo. 


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