JUST FRIENDS
—Capitulo 15—
Su sonrisa
Julian, aprovechando la hora libre, salió en busca de Eithan.
La idea era que el oji-gris lo ayudara a, sin resultar tan obvio, que Jonna volviera a acercarse a él. Suficiente tenía Julian con aceptar para sí mismo que lo extreñaba, como para de paso ir a buscarlo y hacérselo saber a ese rubio idiota pelos de elote.
Estuvo varios minutos vagando entre los pasillos hasta que finalmente, observando hacia afuera por una ventana, distinguió la silueta de Eithan recostada contra el roble del jardín trasero. El de ojos celeste hielo hizo una mueca al observar el aura tan deprimente que rodeaba al chico. No pudo evitar que una espinita de culpa se clavara en su pecho.
Se apresuro a salir del edificio y fue en dirección de Eithan.
Sin embargo, antes de salir al jardín completamente, observo al motivo de sus frustraciones. Jonna caminaba con las manos dentro de los bolsillos delanteros del pantalón, y en sus labios había una pequeña sonrisa. ¡Maldito! ¿¡Como se atrevía a sonreír cuando él estaba que se daba contra la pared!? aun que… se veía bastante guapo.
¡Guapo y una mierda!
Julian en verdad se dio contra la pared. Una pareja de chicos que cruzaron por la esquina y observaron la escena, se le quedaron viendo con una mueca en el rostro.
—¿¡Que están viendo!? —les grito Julian y ambos jóvenes levantaron las manos en son de paz y luego se marcharan. Y Julian no los vio, pero ellos sonrieron burlescamente.
Suspiro hondamente y luego dirigió la mirada una vez más hacia el rubio oxigenado, quien había terminado de acortar distancias y ahora estaba junto a Eithan. Había acortado enserio la distancia, pues prácticamente Eithan lo tenía encima. ¡Maldita rubia ofrecida! Momentos como esos realmente hacían dudar a Julian de las intenciones de Jonna para con él. Y eso en verdad lo enfurecía, pues significaba que estaba carcomiéndose la cabeza por nada… por un bastardo como él.
Ah, no, pero es que hasta ahí llegaba. En ese mismo instante iba a ir y le iba a partir su atractiva cara, e iba a dejar de lado todo lo que le provocaba de una buena vez. Ya no iba a permitir que se colara en sus pensamientos un idiota como lo era Jonna.
Se remango la camisa blanca hasta los codos y se dispuso a ir hacia la sombra del gran roble y moler a golpes a ese infeliz que lo tenía tan confundido. De paso a Eithan por imbécil, por no tener la mente abierta y ahogarse en un vaso de agua respecto a sus sentimientos por William, luego también golpearía a William por pendejo.
—¿Qué haces? —susurro una voz en su oído.
Julian pego un bote y un gritito, se giro con el puño en el aire y lanzo un derechazo a quien fuera que lo hubiera asustado.
—¡Ggghh!
Observo una cabellera casi rubia ser girada hacia un lado y luego un cuerpo caer de sentón en el suelo.
Will llevo una mano a su mejilla adolorida y levanto la vista con el entrecejo fruncido.
—¿¡Qué demonios te pasa!? —grito en susurros.
Julian se sintió un tanto culpable al ver que el labio de su primo sangraba. Pero luego recordó que era un pendejo y la culpa se volvió orgullo.
—Te lo mereces —sonrió de medio lado.
El de ojos verdes se limpio el hilito de sangre que salía de la comisura de sus labios y luego se puso de pie. Suspiro. Se recargo en la pared a un lado de la puerta y clavo sus ojos en su primo. Se cruzo de brazos.
—¿Qué hacías? —cuestiono.
—Espiando a la rubia —respondió mecánicamente.
Y entonces, algo increíble paso. Julian se sonrojo levemente. Y se odio a sí mismo por las estúpidas reacciones de su cuerpo. ¡Maldito Jonna! ¡Todo era por su culpa!
—¡No!... quiero decir —suspiro—. Quería hablar con Eithan, pero Jonna se me adelanto y estaba esperando a que dejaran de hablar.
Will frunció el entrecejo.
—¿Y de que se supone que quieres hablar con Eith?
Fue el turno de Julian para fruncir el entrecejo.
—¿Celoso, William? —Se cruzo de brazos—. No me vengas con estupideces después de cómo te has comportado con Eithan.
El de ojos verdes desvió la vista, sus mejillas sonrosadas por la vergüenza.
—Ya lo sé —susurro—. No puedes decirme peores cosas de las que ya me he dicho yo —Julian sonrió al ver su expresión—. Sé que fui un completo hijo de perra, ¿okay?... solo quiero que las cosas vuelvan a ser como antes. Solo eso quiero, Juli.
Julian se mordió el labio inferior.
—Eso… Eso estará un poco complicado —los ojos se su primo se clavaron en él—. Veras, intente explicarle algo a Eithan y termine friéndole un poco el cerebro.
—Julian, ¿Qué demonios hiciste?
—¡Solo quería ayudar, okay! —se exalto, no era su culpa, culpa era de esos imbéciles—. Ninguno de los dos se daba cuenta, y luego apareció Alessa y tú estabas encantado de la vida con ella. Creí que lo habías superado y solo quería que Eithan se diera cuenta y también lo superara. ¡Él estaba sufriendo por tu culpa y no entendía por qué, eso no se me hizo justo!
—¡Maldición, Julian! ¿¡Que le dijiste!? Espera… ¿¡De que carajos estás hablando!? ¿¡Superar que cosa!?
—¡A esto me refiero! ¡Ustedes son tan idiotas!
Julian estaba colérico. Jonna no ayudaba, William no ayudaba, que Eithan no se quietara de encima a esa rubia idiota tampoco ayudaba nada.
¡Ahh! ¡Quería golpearlos!
Con una sonrisa en los labios, Jonna había llegado al jardín trasero donde habían acordado con Eith juntarse. Le había prometido a Will ayudarlo y pensaba hacerlo… y era extraño, se sentía muy bien en ese momento. Antes, se hubiera dado un tiro antes de aceptar juntar a esos dos, si él tenía una oportunidad con el de verdes ojos. Pero ahora era algo muy diferente, de verdad quería ayudarlo.
Veía el dolor en los ojos de ambos al querer estar juntos y no estarlo. Ese día, ese en el que Julian le habían dicho esas cosas que dolían solo de recordad, y que él se había girado y marchado, la verdad es que había seguido a Julian luego de haberse quedado oculto a la vuelta de un pasillo. Así que había llegado hasta la bodega del club de Basketball y los había escuchado conversar. Y lo cierta era que la forma de pensar de Eithan daba un poco de tristeza.
Hablaba de que, Jonna había ido un par de veces a casa del oji-gris y había entendido porque tenía esa mentalidad. El padre de Eithan era… especial. No era extraño que Eith pensara de esa forma. Y entonces se refería a que era triste, porque le habían metido en la mente que dos hombres no podían amarse, pero Eithan estaba enamorado de Will, y jamás iba a aceptarlo porque tenía gravado en la mente que eso no era posible.
Y querían estar juntos, ambos lo deseaban más que nada. Y, ¡demonios! Eithan en verdad estaba sufriendo, puede que tratara de no pensar en ello o no demostrarlo, pero el de media coleta alta estaba muy mal. Al ver cuánto en verdad se querían, por supuesto que Jonna haría algo. Will ya había entendido la lección y su mente no era tan complicada Sería fácil hacerle ver lo que en verdad sentía por el oji-gris. Lo complicado seria con Eithan.
Pero, en el caso de que lo aceptara. Que entendiera que amaba a William… nadie sabía cómo podría reaccionar o que haría al respecto.
Llego junto a Eithan y rápidamente se sentó a su lado y lo abrazo por el cuello. El chico se veía tan mal en ese momento. No sabía qué hacer para hacerlo sentir mejor, pero supuso que hablar de anime siempre lo ponía de buen humor.
—¿Nos juntaremos después para continuar viendo Haikyuu!!?
Con una pequeña sonrisa un tanto vaga, Eith respondió:
—Claro, solo si me dices el nombre del capitán de Karasuno. No pienso enseñarte nada si no prestas a tención al anime cuando estamos viéndolo.
Jonna hizo una mueca de indignación.
—¡Claro que prestó atención!
—Entonces dime.
—Sugawara Daichi… —Eithan se carcajeo levemente—. ¡No, espera, si me lo sé! Es… es… Sagamaru, no. ¿Sagimuro?
—Sawamura.
—¡Eso! ¡Te juro que lo tenía en la punta de la lengua! —Eithan no le creía. Pero decidió que no diría nada—. Sawamura Daichi… entonces, ¿Qué dices? —Jonna puso ojitos de cordero.
—Bien.
—¡Yey!
Eithan sonrió de medio lado.
Entonces, unos cuantos grititos se escucharon del interior. Por pura curiosidad, tanto Eithan como Jonna dirigieron la vista al lugar de donde prevenían los sonidos. Fue ahí cuando notaron que las personas que discutían eran dos conocidos para ellos.
Por inercia, ambos sonrieron.
Y esa sonrisa se borro cuando vieron como Julian se desplomaba y Liam apenas pudo reaccionar para evitar que se lastimara contra el suelo.
Jonna se levanto y ni sintió el camino cuando corrió en dirección hacia los chicos, segundos después, Eithan le siguió.
Al llegar, Jonna, primeramente observo la mirada perdida por parte de Julian, luego dirigió la vista hacia el rostro de Will. Él contemplaba a su primo con una expresión que el rubio no sabía cómo definir, a la vez que acariciaba los negros cabellos del más bajito.
—Tengo miedo por él —susurro William.
Jonna entendía perfectamente de lo que hablaba. Julian podía en cualquier momento quedarse dormido, así como desplomarse por culpa de la cataplejía. Podía suceder en las escaleras, enfrente de un auto en movimiento… donde fuera. No podía llevar una vida normal por culpa de esa maldita enfermedad, y puede que Julian jamás dijera nada y tratara de ser fuerte, pero se sentía muy mal.
Eithan se puso de rodillas junto al rubio y contemplo al de ojos celeste hielo, luego a Liam.
—No le pasara nada —dijo—. Nos aseguraremos de ello —Liam levanto la vista y sus ojos verdes se ensancharon con esos gris plata.
Eith noto entonces el golpe en el labio de Liam, y antes de darse cuenta, su mano ya se dirigía hacia dicho lugar y acariciaba con suavidad la parte afectada. Will no dijo nada, solo se dejo hacer, incluso cerró los ojos y se pego un poco más a la mano de su amigo.
Jonna se mantuvo al margen, los chicos se habían sumido en una atmosfera similar a la que siempre entraban cuando estaban juntos, antes de Alessa, y por supuesto él no iba a interrumpir. En cambio, con su mano busca la de Julian y la apretó suavemente. Y entonces esa necesidad de proteger a ese chico de mirada somnolienta se instalo con más fuerza en su pecho de lo que ya lo estaba.
Julian reacciono, parpadeo repetidas en lo que procesaba la escena ante sus somnolientos ojos.
—Hey —Jonna dijo con una sonrisa en los labios. Con una de esas sonrisas que él estaba seguro derretían glaciares.
Y lo hacían. Era tan sincera y a la vez preocupada por él. Y de alguna forma, Juli entendió que Jonna en todo momento había sido sincero cuando se acerco a él, que él único idiota había sido él mismo por dudar. Por no darse cuenta antes. Por haberlo lastimado cuando sus intensiones eran buenas.
Julian sentía su mano arder ahí donde Jonna continuaba tocando, su pecho se sentía de la misma forma y qué decir de sus mejillas. Se incorporo quedando sentado ante la atenta mirada que todos le dirigían, pues al reaccionar, tanto Eithan como Will había puesto su atención en él.
—Lo siento —susurro el de ojos celeste hielo viendo hacia el rubio. Desvió la vista sintiéndose completamente avergonzado. ¿Cómo podía Jonna sonreírle de esa forma, después de lo que le había dicho? Había sido muy cruel.
Jonna alzo las cejas, incrédulo, entendiendo perfecta de lo que Julian estaba hablando. Y luego su pecho se hincho de ternura ante la visión que sus ojos le regalaban.
—No te preocupes —le dijo.
Los ojitos de Juli le buscaron los suyos y cuando se encontraron, sonrió con timidez. Y era una sonrisa tan hermosa. Tanto que Jonna pensó que iba a derretirse ahí mismo.
Al fin la había visto. Y qué mejor que dirigida hacia él.
Su sonrisa.