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JUST FRIENDS por LunaMarcel

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Notas del capitulo:

Holaaaa.

¿Como les va, jóvenes de mi shinzou? Bueno,  espero queu bien. 

Siento tanto tardar en actualizar pero tengo problemas y además la compu me falla la desgraciada. Así que me toca escribir el cap desde el cel,  por ello les pido que no me odien si el cap es corto y por los horribles horrores ortográficos que seguro voy a cometer.  

Aclararles también que aunque tarde,  no dejare el fic de lado,  tardara más de lo esperado,  pero lo terminare.

Muchas gracias por continuar leyendo y besotes para esas personitas que me dejaron su lindo comentario en el capítulo anterior.

Sin más,  los dejo leer.

 

 

 

JUST FRIENDS

—Capítulo 17—

Un momento a solas

 

 

 

Sus párpados se abrieron con cierto pesar y al enfocar la vista en el techo de la habitación,  Julian soltó un sonoro suspiro.

Otra vez estaba en la enfermería.

—Mierda —susurro para si mismo.

Puede que su expresión realmente no demostrara nada cuando estaba con su primo y los amigos de este,  pero al de mirada somnolienta en verdad le frustraba en demasía el hecho de desplomarse sin más y sin poder evitarlo cuando sucedía. A veces le daban unas terribles ganas de llorar y a su pecho llegaba esa añoranza,  ese deseó de poder ser tan solo un chico normal con una vida normal y sobre todo,  con una familia como cualquier otra.

Nunca lo demostraba,  trataba de no hacerlo, pero de verdad había momentos en los que solo quería gritar. Momentos en los que,  luego de despertar de un sueño repentino o ataque de cataplejia,  se sentía tan vulnerable y sensible. Así como en ese momento. 

Los extrañaba mucho.

Sus tíos,  los padres de William,  lo querían mucho y lo trataban bien,  estaba al pendiente de él y velaban por su salud pero... no era lo mismo. No eran sus padres.

Julian estaba por cumplir los diez y siete años,  pero cuando el tenía tan sólo diez,  él junto con sus padres, sufrieron un accidente automovilístico en el que perdió a su familia. Sus abuelos paternos pidieron su custodia y lo cuidaron con amor y paciencia,  pero ya eran mayores y apenas eran capaces de cuidarse a si mismos. Su abuela falleció cuando tenía quince,  y su abuelo hacia tan solo cinco meses. 

Mudarse de una cuidad a otra no fue realmente tan difícil,  aunque si lo fue entrar en un nuevo instituto. Le gustara o no,  se había hecho algunas espectativas. ¿Y si al fin conocía a personas dispuestas ser cercanas a él? ¿Y si en esa ocasión dejaría de ser el bicho raro? Pero nada cambio. Todo fue igual a cuando aun vivían sus abuelos y permanecían a su lado.

Aunque,  en medio de toda neblina que rodeaba su vida,  hubo un poco de claridad. Eithan y Willian no tenían ni idea de lo sumamente importantes que eran para Julian. Y claro,  el chico no pensaba decirles algo como eso,  primero muerto. Adoraba a su primo, demonios en serio lo quería mucho. Y a Eith,  así de idiota como era a veces,  también lo apreciaba demasiado. Esos chicos se metieron en su vida sin ningún tipo de prejuicios y eran tan buenos con él,  e imbéciles y aprovechadores de su enfermedad los muy malditos. Pero Julian podía realmente ver el cuanto,  al igual que él a ellos,  lo apreciaban.

Y entonces apareció Jonna,   ¡Carajo! ¡Maldita sea! 

Jonna,  mentalmente para Julian,  era un gran dolor en el trasero. Le provocaba tantas cosas tanto mental como físicamente,  que si aún no se le había cocido el cerebro,  era de pura suerte. 

Julian tenía ese debate mental. No sabía que le provocaba más ganas de llorar en ese momento. Sí el sentimiento de añoranza hacia sus padres y la vida que hubiera tenido junto a ellos,  la frustración causada por su enfermedad,  o los malditos sentimientos que tenía por Jonna.

Porque,  ¡maldición! ¡La rubia estúpida le gustaba! Era un idiota y retardado,  dulce y jodidamente atractivo. Cuando estaban en la cafetería el día anterior justo después de la amenaza de Alessa,  ¡mierda! Lo había hecho sentir tan feliz con sus palabras. Protegido y muy querido. Incluso especial. Y no esa clase de especial que siempre lo habían hecho sentir en su anterior instituto.

Especial de una buena forma. Una forma muy linda.

No le quedaba de otra que admitirlo para si mismo. ¡El maldito le gustaba! Y no solo por esa jodida cara tan guapa que tenia o ese sexy cuer... ¡No,  maldición! ¿¡Que carajos estaba pensando!?

—¡Aahg! —Tiro de sus cabellos con frustración y se hubiera arrancado un buen mechón de estos de no haber sentido una mano sobre las suyas,  deteniendo dicha acción.

—Te vas lastimar —le regaño entonces una voz.

Julian pego un bote  y un gritito en su lugar,  muy vergonzoso cabe decir.

—¡Demonios! —mascullo,  jamás iba a admitirlo pero le dio un buen susto. Aunque,  claro, no es como si hiciera falta que lo dijera,  el chico rubio pudo darse cuenta perfectamente de ello. Por lo cual se escucho una sonrisita proveniente de sus labios—. ¿¡Se puede saber que es están gracioso!?

—Nada —la sonrisa continuaba en la expresión de Jonna—. No me río porque algo sea gracioso. Es solo que... Eres tan adorable.

Julian sintió sus mejillas arder. ¡Oh, demonios! El rubio al ver esa linda expresión realmente pensó que el chico era la mar de adorable. Además,  aunque había escuchado algunos comentarios de los compañeros del de ojos somnolientos,  de que este era muy raro, Jonna lo encontraba lindisimo. Más en momentos como esos.

—¡Adorable tu abuela!? —Desvió la vista hacia un lado. Lo ultimo que quería era que Jonna pensara que sus palabras tenían efecto en él. Lo cual era absolutamente cierto, pero vamos,  ¡no iba a darle el gusto de decírselo!

—Sí,  ella también es adorable. Pero tú le ganas. Tus mejillas sonrojadas son tan lindas,  me dan ganas de morderlas.  

Hizo el amago de en verdad querer morderlas,  pero Juli,  por autoreflejo,  le dio un manotazo en la mejilla. Lo cual saco una lagrimita del ojo del rubio,  y luego un medio puchero de sus labios. ¡Él en serio quería morderle las mejillas,  no se valía!

¿¡Pero que rayos le pasaba a ese sinvergüenza!? Julian sintió el impulso de disculparse,  ¡pero ni de coña! ¡Se lo merecía por abusivo!

—¡C-Cierra la boca,  rubia oxigenada! ¡Yo no soy adorable.

Jonna se  encogió de hombros,  aun con el puchero en sus labios.

—Eso es lo que tú crees. Si te vieras con mis ojos,  te darías cuenta de cuanta razón tengo —sonrió. Una de esas sonrisas que derretían glaciares. 

—Un día de estos veremos de cerca a un gran Dragón —susurro Juli.

—¿Ah? ¿Que dijiste? —cuestino con esa sonrisa.

—Solo callate,  imbécil —respondio el de ojos celeste hielo,  un tanto avergonzado.

Mierda,  no podía con un Jonna en plan dulce. Le daba diabetes con solo ver su hermos... Como pelaba los dientes. Necesitaba largarse ya de ahí. Suficiente tenía con sus problemas y debates mentales,  como para que viniera el rubio y lo jodiera más. Aunque, rayos,  le  encantaba verla la cara. Obvio no se lo diría.

—¿Donde están William y Eithan? —Cuestino para cambiar de tema.

—¡Ah! Ellos ya se fueron. Eith invito a Will a ver anime a su casa. 

—Esos traidores —susurro Juli. ¿Como se atrevían a dejarlo solo con la rubia loca?

Suspiro con resignación. Tampoco es que realmente se quejara,  le gustaba mucho estar con Jonna. Y aunque era muy frustrante todo lo que su presencia provocaba en él, también era muy agradable. Ese calorcito en su pecho y la sensación de paz que le llenaba cuando lo veis sonreír con dulcura era... rayos,  le encantaba.

Jonna en verdad le gustaba.

—Por un demonio,   estoy jodido.

—¿Eh? ¿Porqué? ¿Que sucede?

—Nada,  rubia —con un sonrojo en sus mejillas—. Ya vámonos.

Juli se levanto de la camilla en la que había permanecido recostado y busco con la mirada su bolsón, lo encontró en el hombro de Jonna,  mientras este le dirigía una linda sinrisa,  la cual arder el rostro más de lo que ya lo hacia.

—Vamos —le dijo él.

El de ojos somnolientos asintió. Y quizá no lo supo,  pero por inercia, una pequeña sonrisita se dibujo en sus labios. Jonna la notó,  y la encontró sumamente hermosa.

 

 

—¡Ya llegue, mamá! —Eithan anunció mientras le daba el paso a Liam y cerraba la puerta. 

 

—¡Bienvenido a casa,  cariño!

Una mujer de dulce mirada y sonrisa cálida apareció desde la puerta de la cocina. Sus cabellos negros casi del mismo tono de los de Eithan,  sus ojos castaños y tez blanca.

Eithan fue hacia ella y le dio un beso en la mejilla,  el chico tuvo que inclinarse pues su madre era de estatura más baja. Luego de ello,  Liam saludo también he hizo la misma acción,  inclinándose incluso,  pues la mujer tambien era más bajita que él.

—Estaremos en mi habitación —anuncio el de ojos grices,  su madre asintió y entonces los chicos se dispusieron a ir hacia dicho lugar.

Sin embargo,  una voz gruesa y masculina se escucho,  deteniendo a los chicos. Un hombre de cabellos castaños y ojos grices y tez trigueña cruzo también la puerta de la cocina. 

—Buenas tardes,  padre —saludo Eith.

—Buenas tardes,  señor.

—Buenas tardes —respondio el saludo de forma dura y luego fue directo hacia su hijo. Le quito la liga que llevaba en el cabello con un poco de fuerza,  lo que saco un pequeño gemidito de dolor de los labios del chico,  y luego tiro de un mechón de su cabello—. ¿Porque mierda no te has cortado el pelo? —cuestiono molesto—. Te ordene la semana pasada que lo hicieras. Pareces un maricón llevandolo tan largo.

Eithan bajo la mirada.

—Lo siento,  padre. He tenido trabajos que hacer y no he tenido tiempo de hac...

—¿No has tenido tiempo,  dices? ¿Pero entonces si lo tienes para estar viendo tus tonterías esas de muñecos chinos junto con tu amigo?

Liam tenía las manos empuñadas tan fuertemente,  que incluso estaba haciéndose un poco de daño. ¡Maldita sea! ¡Como detestaba a ese sujeto! ¡Odiaba la forma en la que Eith bajaba la mirada ante él. Sí,  era su maldito padre  pero,  ¡mierda! ¿¡Como se atrevía a tratarlo de esa forma!? ¡Demonios! ¡Quería cerrarle la puta boca a golpes! Y vaya que Liam no era de alterarse,  era calmado y hasta dulce de alguna forma. Pero ese tipo lo sacaba de sus casillas sólo con tenerlo enfrente.

—Prometo que para mañana ya me lo habré cortado.

—Y más te vale que lo cumplas,  o yo mismo te lo corto a tirones —el hombre se giro,  y entonces regreso por donde había llegado. 

Eithan continuaba con la mirada en el suelo. Su madre intento darle ánimos,  pero Liam se le adelanto. Poso una mano sobre su hombro y la otra sobre su muñeca,  obteniendo así la atención del de ojos grices. Con tan solo ver los irises de su amigo,  Eithan recuperó la sonrisa. 

La madre del chico observo la escena con lujo de detalle,  lo único que hizo fue sonreír con dulzura. 

—Vamos,  suban a la habitación. Les llevare sus almuerzos allá arriba.

—Gracias,  mamá.

—De nada,  cariño. 

Ella se puso de puntillas para poder depositar un besito en la frente de su hijo,  quien claramente tuvo que inclinarse para no ponérsela difícil a su madre. 

Luego fueron la recamara del de ojos grices. Y una vez allí,  Liam dijo lo que quería decir desde que le vio la cara al sujeto ese que decía ser padre de su mejor amigo.

—¡Como lo odio! —susurro—. ¿¡Como se atreve a hablarte de esa forma,  el muy maldito!?

—Es mi padre,  Liam.

—¿¡Y eso que mierda importa!? 

—Solo dejalo,  ¿Sí?

—¿¡Como esperas que lo d...!?

Se interrumpió a si mismo al ver como Eithan nuevamente tenía esa misma expresión que minutos antes ante la presencia del maldito de su padre.

Liam lo tomo de la mano y tiro de él hasta llevarlo hacia la cama,  se recostó sobre esta y palmeo a un lado para que su mejor amigo también lo hiciera. Eith lo hizo y una vez ambos sobre la cama,  el de ojos grices se giro quedando de lado y abrazo al de irises verde esmeralda. Will sonrió,  también se giro y se acomodo de forma que sus brazos rodeaban el cuello de Eith,  mientras el rostro de este se encontraba contra el pecho del casi rubio.

Jugueteo con su negros y largos cabellos.

—Te hace lucir muy genial —le susurro—. Luces muy atractivo. 

—¿De verdad? 

Eithan levantó la vista y gris y verde se encontraron.

—Sí —sonrió con dulzura—. Me encanta tu cabello —deposito un besito en la frente del chico. Eith volvió a esconder su rostro en el pecho del de cabello castaño claro. Así que, cuando hablo una vez más,  su voz sonó amortiguada.

—A mi me encanta tu trasero.

Una sonrisita por parte de William se escucho.

—Si quieres tocarlo,  sabes que puedes hacerlo.

El pelinegro se aferro con más fuerza la cintura de Liam antes de bajar una de sus manos y posarla sobre el glúteo de su amigo. Lo apretó con un poco de fuerza.

—¡Ah! —a Eith también le encantaba cuando Liam hacia esos sonidos.

Levanto la vista una vez más,  sin dejar de apretar el glúteo de su amigo. Observo su rostro. Tenia los ojos cerrados,  las mejillas sonrosadas y se estaba mordiendo el labio inferior. Se veían ta lindo. Su entrepierna palpito.

Quería besarlo.

Eithan sintió unas enormes ganas de besarlo.

Unos toquecitos al otro lado de la puerta los devolvió a ambos a la realidad. Will abrió los ojos y Eithan retiro las manos del cuerpo del castaño. Se levantó de la cama y fue hacia la puerta. Su madre estaba del otro lado,  en sus manos una charola con el almuerzo de ambos chicos. El ojo-gris agradeció y luego volvió a la cama.  

—¿Que anime veremos? —Cuestino Liam con la portátil en los muslos. En lo que su amigo peli-negro había ido hacia la puerta,  él había tomado la computadora y encendido esta.

—Escoge el que quieras —respondio mientras se acomoda a un costado del castaño.

—Okay.

Liam observo la lista de anime por unos minutos,  hasta que al fin se decidió. Le dio click al primer capítulo y entonces se dispuerion a ver mientras devoraban su almuerzo.

Los sucesos de hacia tan solo unos minutos desaparición de su mente cuando el vídeo comenzó a reproducirse. Sin embargo,  de alguna forma terminaron nuevamente abrazado sobre la cama mientras continuaban viendo anime,  después de acabado los alimentos. Solo que en esa ocasión,  la cabeza de Liam reposaba sobre el pecho de Eith al mismo tiempo que se abrazaba a su cintura,  y de igual forma forma,  Eithan acariciaba los cabellos casi rubios de su mejor amigo.

Estaban tan cómodos y entretenidos, que no notaron como la madre de Eithan los observaba desde el marco de la puerta. Ella sonreira con dulzura pero a la vez con pesar. Su niño tendría que ser muy valiente para afrontar las dificultades que se aproximaban por el camino que había elegido. 

Aunque,  claro,  y sin importar que,  ella siempre estaria a su lado.

 

Notas finales:

Yyyyyhy.

Hasta ahí llegue. Espero que les haya gustado y no haya habido muchos errores,  si sí,  me disculpó una vez más.

Pueden decirme que les pareció el cap en un lindo review,  si les gusto o no. Una critica o sugerencia,  todos serán bien recibidos,  solo no me insulten mucho que se me baja la moral y últimamente no he estado muy bien. Añadido que a mi perrito y gatito los mataron.

Las personas son seres horriblemente crueles. 

Cuidense mucho,  lectores. Besotes  y abrazos de oso para todos.

Buen.

 

 


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