JUST FRIENDS
—Capitulo 3—
Chocolate
Jonna tenía el cabello rubio, los ojos color caramelo, la piel blanca y era tan alto como Eith, o incluso más, y atlético. Además de ser compañero de clases y amigo de Eithan y William, estaba en el club de Futbol junto con Will.
A él le tenía sin cuidado si sus amigos tiraban para la otra portería, porque para empezar, él era Bisexual. Por supuesto, no es como si lo estuviera gritando a los cuatro vientos y todo el Instituto lo supiera. Jonna era discreto.
Lo que le interesaba saber, era si eran pareja… porque para que negarlo, le llevaba muchas ganas a William. Pero tampoco era tan cabrón como para intentar algo con el chico, si estaba saliendo con Eith. La cosa era que tampoco encontraba el momento adecuado para preguntar bien, porque una vez lo hizo pero no se dio a entender, o puede que Will no captara bien la pregunta, pues a veces el chico era medio lelo. Y era un poco extraño con todas esas sus cosas de Otaku, pero también era muy divertido y apuesto, además de que tenía una sonrisa hermosa a pesar de tener los dientes superiores un poco chuecos.
Jonna se preguntaba si, de no estar saliendo, Will le diría alguna grosería si le daba él también una nalgada. Después de todo cuando Eithan lo hacía, no le daba importancia ya que decían ser amigos. ¿Significaba que al ser Jonna amigo de Will, también podía nalguearlo?
El rubio sonrió pícaro mientras caminaba por los ya desiertos pasillos del Instituto, con rumbo a la salida de este.
Cristal y William se encontraban en el portón del Instituto. Will sabia el que porque se encontraba allí en ese momento, pero Cris no tenía idea, solo había sido detenida por el oji-verde sin darle ninguna explicación y le dijo que le hiciera compañía un momento. Ni siquiera estaban hablando, pues Will estaba atragantándose con un paquete de chocolate blanco.
La de cabellos castaños quería irse, ese día llegaban su tía y primos de visita y ella quería llegar rápido, darse una buena ducha, cambiarse y luego huir hacia la casa de su mejor amiga, Annie, antes de que los susodichos llegaran y la interceptaran y no pudiera librarse de ellos.
—Will, ¿puedo irme ya? —Cuestiono por milésima vez—. Ni siquiera sé que se supone que estamos haciendo aquí a esta hora. Ya todos se fueron.
—Tú no tienes corazón —dijo el chico con ojos de cachorrito degollado.
—Sí, si tengo y muy grande —se defendió ella—. ¿Al menos podrías decirme que hago aquí?
—Haciéndome compañía, claro.
—Pues no me había dado cuento —la castaña se cruzo de brazos—. ¿Por qué no se lo pediste a Eithan?... A todo esto, ¿Dónde está?
Will suspiro largo y tendido.
—Esta con los del club de baloncesto en una reunión. Estoy esperándolo. Pero se tarda demasiado y es aburrido estar solo.
—Rayos, Will —Cris le dio un golpe en el brazo—. Si está en una reunión con los de su club, es obvio que tardara bastante. Ni modo de esperarlo, tienes que irte a casa.
—Lo dices solo porque quieres irte.
—Pues claro —ella suspiro—. Escucha. Si, son mejores amigos, se quieren y bla, bla, bla. Eso no significa que todo el tiempo tienen que estar juntos. Hay momentos en los que simplemente está bien si están separados y cada uno hace sus propias cosas. Así como ahora, no hace falta que lo esperes… pueden hablar luego. Ninguno morirá por no verse después de clases.
Will inflo las mejillas y desvió el rostro.
—Eso lo sé.
—¿Entonces?
—…ses —susurro tan bajito que la chica no escucho nada.
—Habla alto o te juro que te entierro el puño en la cara —amenazo.
—Prometimos que siempre no iríamos juntos después de clases —. Cristal no pudo evitar un «Oow cosita» mental —. Él también me ha esperado cuando yo tengo reuniones con los de mi club.
Bien, Cris entendía. Aun así, ella solo quería irse. Ya pasaba demasiado tiempo encerrada en ese Instituto todos los días como para querer pasar más tiempo allí luego de clases.
Y entonces, la solución se mostro ante sus ojos.
—¡Jonna! —grito ella agitando los brazos y viendo hacia el chico, quien caminaba hacia la salida.
—Yo…—saludo alzando una mano—. ¿Qué hacen aun aquí? —cuestiono al llegar junto a ellos.
Cristal podía hacerle la misma pregunta, pero esa derivaría en otras cuestiones y quizá una larga conversación. Y eso era lo que menos quería.
—Esperando a Eith que está en reunión con su club, pero yo tengo que irme y Will no quiere quedarse solo —sonrió con sus mejores ojos de chica buena que podía poner—. ¿Te quedarías con él?
Jonna observo a Will, quien estaba comiendo chocolate y los observaba a ambos sin decir nada. Era obvio que al oji-verde le valía quien le hacía compañía, con tal de no estar solo mientras esperaba a Eithan, total, luego dejaría vendida a esa persona y se largaría con el peli-negro de ojos grises sin importarle nada más. Jonna sonrió.
—Claro.
Cris suspiro hondamente a la vez que sonreía. Se despidió de ambos chicos y luego se fue corriendo.
Al igual que había sucedido con Cristal, Will se mantenía en silencio. No es como si no le gustara la compañía de ninguno de los dos chicos, solo que en ese momento su centro era el chocolate.
Jonna no le quitaba los ojos de encima. Observaba sus labios cada vez que estos se abrían y cerraban y mordisqueaba la tableta de chocolate. ¡Oh, bendito chocolate! Al rubio se le antojaba, por supuesto, no el chocolate.
—Oye, Will —llamo su intención.
—¿Sí? —sus verdes ojos se posaron en los caramelo de Jonna.
—¿Estas saliendo con Eithan?
William se mostro pensativo unos segundos.
—¿Saliendo a donde?
Jonna sonrió de medio lado y negó con la cabeza. No estaban saliendo, estaba seguro.
—Olvídalo… ¿Me das chocolate?
—No.
—Ay, no seas malo —se planto frente a él—. Estoy haciéndote compañía en vez de ir a mi casa. Me muero de hambre, se bueno y aliméntame—. Will lo observo con ojos inquisitivos, luego suspiro.
—Está bien —partió un pedazo de chocolate y luego se lo entrego.
El rubio tomo el pedazo y sonrió. Entonces hizo algo completamente inesperado para el mas bajito. Coloco el chocolate entre los dientes del oji-verde y luego acerco su rostro y lo tomo con sus labios. Fue mínimo y efímero. Pero Will sintió como sus labios hicieron contacto. Ni siquiera alcanzo a reaccionar cuando Jonna ya estaba separándose y mordisqueando el chocolate.
—¿Qué rayos fue eso? —quiso saber, con el dorso de su mano derecha cubriendo su boca. Jonna se encogió de hombros.
—Solo tome el chocolate —sonreía.
Will lo observo con los ojos entrecerrados y un tanto de duda. Hasta que cierta voz se dejo escuchar.
—¡Sasageyo, sasageyo!
Era Eithan, quien se acercaba hacia ellos cantando y con una sonrisa en los labios. Los irises de Will se iluminaron al instante.
—¡Shinzou wo sasageyo! —canto el de oji-verde correspondiendo a su amigo, con la mano izquierda empuñada sobre su corazón mientras la derecha la colocaba en su espalda baja.
—¡Subete no, gisei wa ima! —continuo entonando el de media coleta y ojos gris, cada vez más cerca de su amigo.
—¡Kono toki no tame ni!
Eithan al fin llego junto a William.
—¡Sasageyo, Sasageyo. Shinzou wo sasageyo! —cantaron ambos con gran sentimiento.
Jonna estaba con una gotita de sudor bajándole por las sienes, mientras los observaba continuar cantando con pasión. Lo viera por donde lo viera, ambos eran muy raros. Pero de alguna forma, rara, la rareza de Will se le antojaba bastante. Es decir, la forma en la que se apasionaba por la canción de un anime era adorable. Pero no lo era en absoluto su voz, ni tampoco la de Eith.
Sus tímpanos agradecieron grandemente cuando ambos se callaron.
—Siento hacerte esperar, Liam —se disculpo entonces Eithan. El chico negó con la cabeza.
—No importa. ¿No vamos?
—Claro.
Jonna los observo marcharse sin siquiera despedirse. Y no es como que eso le molestara demasiado, de hecho, ya estaba acostumbrado. Cuando estaban juntos se metían de lleno en su burbuja individual que los demás, la mayoría del tiempo, valían madre.
—Y… gracias por hacerme compañía, Jonna —se dijo a sí mismo imitando la voz del casi rubio—. De nada Will —se respondió. Espero a ver si el oji-verde se dignaba a voltear y agradecerle. Pero nada.
Suspiro hondo.
Luego sonrió al recordar lo que había hecho. Se relamió los labios sintiendo aun el sabor del chocolate en estos.
No estaba seguro de si esos dos estaban enamorados, pero de lo que si estaba seguro era que no estaban saliendo. Lo que significaba que incluso si se querían, tenía una oportunidad de conquistar a Will y arrancarle a Eithan del corazón. Parecía una misión imposible pero Jonna tenía confianza en sí mismo.
Si ambos eran tan lelos como para no dar el primer paso. Entonces Jonna lo daría.