Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un único deseo por Amelia_Badguy

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Los días de convivir juntos rápidamente se habían vuelto semanas, semanas donde el celo del omega estaba cada vez más cerca, siendo que la única muestra de aquello era que el alfa le comentaba de vez en cuando que sentía un olor demasiado dulce, a lo que Vegeta únicamente le gruñía, chasqueando la lengua, mientras le decía que no dijera idioteces, porque eso quería pensar que eran, nada más que simples idioteces.

Pero su celo llegó, aunque no quería aquello, aunque daría lo que fuera por unos malditos supresores, no podía tenerlos, sólo tenía que sufrir ese maldito celo, que odiaba, pues lo dejaba fuera de sus sentidos y de su mente, lo hacía rogar por algo que su orgullo nunca iba a aceptar, pues no se aceptaría rogando por un alfa, mucho menos por ese idiota alfa que aun le ganaba al luchar y no podía soportar ese hecho, pues era demasiado para él, simplemente era demasiado.

Fue cuando aún estaba entrenando con el hombre que lo pudo sentir. Pudo sentir como su cuerpo comenzaba a calentarse, como su estómago dolía con esa sensación de necesitar algo dentro de él, algo que él no aceptaría simplemente, pues no quería eso.

— ¿Ocurre algo, Vegeta? — Le preguntó el alfa mientras se acercaba a él, aunque pudo sentirlo fácilmente, pudo sentir como el omega olía a aquello que había olido hace unos meses, ese olor dulce que le llamaba demasiado la atención, ese olor que le provocaba querer abrazar al omega, ese olor que le provocaba querer protegerlo.

— N-No te acerques maldito insecto — Le gruñó simplemente, mientras comenzaba a jadear por aquel calor que comenzaba a sentir. Ambos estaban volando, estaban flotando sobre un terreno árido, que estaba deshabitado, para no afectar ningún ser que pudiera sufrir por su entrenamiento. — ¿D-Donde rayos queda el maldito templo donde me llevaste la otra vez?

No quería pedirle su ayuda, no quería nada de eso, pero era la mejor opción, ir nuevamente a aquella habitación pasar su celo en aquel lugar, necesitando estar sólo, sin tener que soportar las miradas de nadie, mucho menos las de aquel alfa que lo miraba con aquella preocupación.

Ambos tenían sus trajes de batalla bastantes desgastados, debido a que siempre que entrenaban, al menos él se lanzaba con todo, buscando poder alcanzar el nivel que tenía aquel guerrero saiyajin, buscando por fin poder superarlo.

— Sólo sígueme — Por un momento había pensado en llevarlo él mismo, pero sabía que Vegeta se enfadaría aun más por recibir su ayuda. Si algo había aprendido en esas semanas viviendo al lado de aquel saiyajin, es que Vegeta no le agradaba recibir la ayuda de nadie, al hombre le gustaba sentir que podía valerse por sí mismo, que no necesitaba a nadie, pero aún así habían logrado llegar a vivir juntos sin problemas.

Comenzó a volar hacía el templo sagrado, no demasiado rápido, para que Vegeta pudiera seguirlo de buena manera, aunque veía como al hombre le costaba más respirar, como si tuviera demasiado calor dentro de su cuerpo, como si algo lo quemara, sin poder evitar preguntarse qué era lo que sentía Vegeta por esa condición.

Él no tenía nada en especial por ser alfa, bueno, nada en especial como el hecho de entrar en esa condición como Vegeta, que realmente se veía molesta. Él se veía como cualquier otra persona o saiyajin, le dijo su mente, aunque Vegeta le había aclarado que era más fuerte y podía mejorar de manera rápida debido a que era un alfa y ellos tenían la habilidad de ser más fuerte que los demás.

Había aprendido de igual manera, porque Vegeta lo había dicho, que Gohan era un beta. No había entendido la primera vez que escuchó mascullar al pelinegro esa palabra, que era lo que significaba, pero Vegeta le termino de explicar. Un beta era un guerrero normal, sólo eso, no podía ser ni tan fuerte como un alfa ni tampoco tenía la condición de un omega, que Vegeta aun no le terminaba de explicar del todo.

Al pensar en el omega, giro su mirada para ver al guerrero que iba disminuyendo su velocidad y suspiro pesadamente para acercarse a él.

— Me apareceré ahí, ¿sí? — Antes de que Vegeta pudiera rechazar su oferta o decir algo, simplemente uso su técnica de transportación para aparecerse en el templo, donde Kaio-sama lo miró al lado de Piccolo, siendo que ambos entendieron que era lo que ocurría realmente, que el saiyajin volvía nuevamente en aquella situación, en ese estado por su naturaleza.

— S-Suéltame, idiota — De un manotazo quitó la mano del alfa de su brazo, de donde lo había tomado, siendo que sentía como su piel le ardía más ahí, pero únicamente espero ser guiado finalmente a esa habitación donde se quedo encerrado.

— He sabido que Gohan va a entrenar contigo de vez en cuando — No sabía que otro tema hablar con el hombre que esperaba a su lado que el otro saiyajin saliera de la habitación del tiempo, pero ese le pareció un buen tema.

De vez en cuando se encontraba con Gohan o más bien el niño se encontraba con él, siendo que le comenzaba a hablar de las cosas que hacía, de las cosas que estudiaba y como había comenzado a entrenar de vez en cuando con Vegeta y Goku, pues ambos hombres estaban viviendo en la misma casa, en la montaña Paoz, pero se veía que era únicamente aquello, después de todo supuso que si esos dos hubieran llegado a otro tipo de relación, no estaría uno de ellos encerrados.

— Sí, mejora cada vez más, es divertido verlo, aunque no puedo verlo tanto como cuando era un niño — Comentó un poco más relajado, el olor que Vegeta desprendía en ese estado siempre le producía deseos de abrazarlo, de no dejarlo ir. Suponía en su mente que era por su naturaleza, aunque no entendía del todo ese efecto en él, únicamente esperaba que estuviera bien dentro de aquella habitación.

Gruñía con fuerza metido en aquella maldita tina, sintiendo como su cuerpo ardía y el agua fría no hacía nada para mejorar aquello, siendo que lo odiaba, odiaba todo aquello mientras jadeaba con fuerza.

Su interior le exigía ser llenado, le exigía que fuera marcado y tomado por un alfa, siendo que se negaba a aquello, él no sería un maldito productor de bebes ni estaría sometido a los deseos de cualquier otra persona. Nunca, él era un príncipe, nunca se sometería ante nadie, pensaba una y otra vez.

Aunque su cuerpo dolía demasiado, le exigía algo, algo que él se negaba a aceptar o a pedir, pero ese celo fue simplemente superior a él y supuso que fue porque en ese periodo de tiempo había tenido el olor al alfa a su alrededor.

Se odio por aquello, pero simplemente llevó dos de sus dedos a su entrada, aquella que a pesar de estar dentro del agua de la bañera y todo, se sentía demasiado dilatada, por lo cual simplemente metió sus dedos, comenzando a gruñir por lo bajo, soltando pequeños gemidos que no quería admitir.

Estuvo así largo rato, intentando calmar ese dolor con sus dedos, siendo que hacía tijeras dentro de su interior, los movía buscando aquella satisfacción que sabía que era difícil de encontrar en aquella situación, pero únicamente siguió moviendo sus dedos hasta que golpeó en su interior su punto de placer, su próstata.

Golpeó más su punto, buscando calmar aquel maldito ardor que recorría su cuerpo, terminando por sentir el placer que recorría su cuerpo, hasta que no pudo evitar correrse en aquel momento, aliviando su dolor, pero todo acabo cuando sin notarlo gimió.

— K-Kakarotto... — Cuando esas palabras salieron de sus labios, supo que estaba mal, supo que estaba cayendo en algo que no quería, siendo que termino por odiar más su condición de celo, su condición de omega.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).