Bufó con fuerza cuando las alarmas del Kabayashi Maru sonaron. Aquello no significaba nada más que habían destruido la nave y él no había logrado destruir a aquellas naves de los klinglons.
A pesar de que el Kabayashi Maru no era algo que debía aprobar para poder graduarse de la Flota Imperial, aquel desafío siempre lo retaba, era algo que siempre quería superar, sin importar que estuviera ahí mucho más tiempo.
Sin más salió de la cámara de pruebas bufando, pero se sorprendió al ver afuera a su mentor vulcano, aquel hombre que tenía por nombre Spock, simplemente aquello, siendo que lo único que había podido saber sobre aquel vulcano es que era mitad humano, aunque siempre actuaba como un vulcano puro.
— No importa cuando lo intentes, no puedes superar el Kabayashi Maru, cadete — Le dijo comenzando a caminar junto a él y en ese minuto James Kirk, sintió como si siempre debiera ser así, con Spock siguiendo su camino, pero desecho la idea de una vez para seguir caminando a paso rápido, estaba demasiado molesto por no poder superar aquella estúpida prueba, por no poder demostrar que podría destruirlos a todos y podría ser un buen capitán para la Flota Imperial y el Imperio.
— Lo intentaré una vez, superaré esa puta prueba — Le dijo como si nada, bufando molesto. El vulcano siempre salía con aquellas cosas, que no estaba lo suficientemente preparado, pero él iba a demostrar que si podría tomar el rango en una nave, que podría matar al capitán a sangre fría y nunca parar.
— No es un motivo lógico tu forma de actuar, pero nunca haces nada lógico realmente, siendo una de esas las razones de por qué te costará subir de rango como quieres, cadete Kirk, para hacer un asesinato, como pretendes, no puedes hacer las cosas sin pensar primero los movimientos que usaras, pero como siempre esta charla no tendrá ningún sentido y no llevará a nada. — Termino por decir el vulcano, entrando al ascensor con el muchacho rubio, que realmente parecía iracundo por no poder superar aquella estúpida prueba como le decía, donde realmente se ponía a prueba era la lógica para salir de la situación, pero también para admitir finalmente que no siempre los capitanes temerarios podrían lograr exterminar todo sino terminaban por sacrificar algo más, como una pequeña humillación por pedir refuerzos ante klinglons o retirarse para pensar una mejor estrategia.
— No estoy de humor para sus charlas, señor — Le termino por gruñir. La verdad es que en el tiempo que llevaba con el vulcano de tutor había aprendido a defenderse mejor, después de las palizas que el vulcano le daba, siendo que el hombre ni siquiera se molestaba en usar técnicas vulcanas, ni siquiera la llave del sueño para noquearlo.
Le había intentado mostrar todo lo que podía hacer con la cabeza fría, sin llegar a exaltarse más de la cuenta, pero James Kirk no era un hombre sereno, ni mucho menos una persona que se podría estar quieta para pensar sus movimientos.
Kirk siempre terminaba por enfadarse, siendo su carácter explosivo lo que lo había metido en más de una pelea dentro de academia, peleando con muchos cadetes, resultando con cicatrices que un médico, McCoy, le terminaba por quitar, pues dentro de todos los sanguinarios doctores que habían en la Flota, McCoy era el único que parecía concentrarse más en su trabajo, aunque podía ser un verdadero carnicero si se enfadaba.
— No venía a darte ninguna charla. Sólo venía a decirte que nuestros entrenamientos estarán suspendidos un tiempo, pues deberé partir a una misión con el capitán Pike — Termino por decir el vulcano, saliendo del ascensor.
Aquellas palabras hicieron que Jim se quedara quieto en el ascensor, viendo como Spock se alejaba.
De pronto aquel sentimiento de enfado volvió a crecer más fuerte en su interior, siendo que por algún motivo él quería ser el único que le ordenase a Spock, el único que le dijera que hacer...
Fue en ese momento cuando James Kirk comprendió que debería asesinar al capitán Christopher Pike si quería ser él ahora quién diese las ordenes al vulcano.