Lo había planeado durante todos los meses que el Enterprise estuvo afuera en sus vuelos conquistando algún planeta. Iba a matar al capitán de aquella nave para poder ser el capitán, el capitán del señor Spock, aquel vulcano que era su mentor, que siempre le había ordenado cosas, pero que ahora él deseaba ordenarle, pensó.
Era un movimiento simple, a penas se había graduado de la flota —gruñendo aun porque no podía pasar la maldita prueba del Kobayashi Maru—, pero quería cometer aquel asesinato para poder subir de rango, pues había una cosa que le molestaba, incluso más que no haber podido pasar aquella estúpida prueba.
Cuando supo que el Enterprise había llegado y sus tripulantes habían bajado a la Tierra, se preparo para lo que haría, una misión que realmente tomaría a muchos por sorpresa, pensó mientras se colaba a la habitación de Christopher Pike.
Había sido demasiado fácil conseguir la llave, pensó, pues realmente había sido una tarea fácil, seducir a una chica que se llamaba Marlena, para que le diera la llave que ella tenía del camarote del capitán Pike, ofreciéndole que sería su mujer en la nave y que no tendría que pelearse ni nada por el cargo.
Sintió como la puerta de la habitación se habría, sabiendo que en los camarotes eran donde los capitán bajaban un poco la guardia, después de todo estaban en su ambiente.
Escondido en el closet de la ropa pudo sentir como el hombre entraba al baño y tomó su fazer.
Salió sin hacer el menor ruido hasta que finalmente llegó a la puerta del baño, viendo como el hombre estaba en la ducha y sin decir ni media palabra disparo su fazer en matar, escuchándose únicamente el último grito de dolor que dio el ex capitán Christopher Pike al caer al frio suelo.
OoOoOoOoOoO
Se sorprendió un poco al sentir que llamaban por comunicador a su habitación, pero se sentó en la silla y respondió.
— Aquí el teniente Spock — Habló con su voz seria de siempre, mientras esperaba que le respondieran, después de todo nunca lo llamaba sino era por nada importante, lo que le hizo pensar que tal vez su ex pupilo se había metido en algún lío, pero no lo creía, pues el cadete se había graduado.
— Señor Spock, se le informa que su capitán ha sido reemplazado, el capitán Christopher Pike fue dado de baja hoy por un recién graduado, el nuevo capitán del Enterpise, James T. Kirk, deberá presentarle sus servicios a él de ahora en adelante. — Escuchó a su superior realmente sorprendido por lo que se le había sido informado.
Nunca había pensado que Kirk lograse aquello, menos tan pronto, un hombre que no tenía paciencia para nada, había terminado por tomar la vida de uno de los hombres que había servido mejor al imperio, que ahora debería estar muerto en la morgue del edificio, para ser enterrado con los pocos honores que se le podían dar a un capitán que era dado de baja de aquella forma después de todo.
Se acomodo en su silla y su mente intentó pensar para que había hecho aquello Kirk, pero no podía dar con la respuesta con demasiada facilidad, después de todo los humanos no eran seres lógicos, eran bastantes barbaros en su esencia, algo que nunca se les podría cambiar, algo que los vulcanos había accedido a aceptar para no ser atacados, después de todo, ser aliado de un gran imperio era lo más lógico.
Pero en aquel momento realmente no sabía que podría esperar, James Kirk no era un gran estratega como había visto mientras le enseñaba, pero tal vez, sólo tal vez, aquel niño podría sorprenderlo, después de todo, ahora era su capitán.