-¿Con cuántas te has acostado?-
Todos voltearon a vernos, supongo que esperaban que el me golpeara por preguntar cosas muy íntimas, otros chismosos estaban esperando su respuesta.
Kaiba los fulmino a todos con la mirada entendiendo el mensaje de “no metan sus narices aquí porque se las arranco” y volvió a sonreír, de manera picara otra vez cuando me regreso a ver.
-Valla perro, no te andas con rodeos- respondió mirándome y yo?, pues…. todo muerto de vergüenza.
-Cállate imbécil- deje salir, seguramente ahí se había acabado mi cuestionario con el ricachón.
Pero…
-está bien, te diré- dijo mientras bajaba la voz y se acercaba más a mí, para que nadie escuchara lo que me iba a decir.
Se acercó a mi oreja, mi piel se erizó al sentir su aliento pero mi curiosidad era más grande como para quitarme de ahí.
-unas cuantas Wheller- dijo en tono aún más bajo soplando mi oreja ,después la mordió despacio y metió su lengua.
Eso se sintió…. Bien?
Espera, espera, espera!!!!!!
¿¡Pero qué demonios estoy pensando!?
Más grande fue mi sorpresa al ver los enormes ojos de Yugi mirándome con cara de “¿Qué demonios pasa aquí?.
Simplemente hice como que no pasó nada extraño y me voltee de nuevo donde el infeliz ese. Tendré que inventarme una muy buena excusa después.
Agarre mi oreja, no podía creer lo que acababa de pasar, abrí la boca para refunfuñar algo pero él me interrumpió.
-¿ya no quieres saber que hago saliendo de la escuela Wheller?- otra vez ese tono pícaro en sus labios.
No negare que estaba asustado y tenía toda la intensión de salir corriendo de ahí, pero mi cuerpo no me obedeció.
¡Maldicion!
-¡si quiero!- dije como por reflejo, genial!!! Porque demonios tenía que ser tan curioso y aparte tenía un presentimiento que lo que escucharía me dejaría aún más confuso.
Y así fue…
-Te espió- dijo mirándome maliciosamente, -deja de jugar Kaiba- le respondí, mientras imaginaba que eso no fuera real, que cosas habría visto de mí, me espante un poco, ¿y si me veía mientras me bañaba?, o mientras dormía, o pero aun!!! Mientras estaba en mi computadora viendo mujeres desnudas.
Señoras y señores lo peor del caso es que en vez de asustarme la respuesta
me dio más curiosidad!
Seguramente estoy quedando loco, porque en vez de reclamarle hice otra pregunta.
-¿Y qué has visto?- pregunte con la mirada angustiada.
-casi todo Wheller, ¡casi todo!- mientras disfrutaba de mi cara que tenía todos los colores habidos y por haber.
-¿To..todo?, ¿Qué es todo?- tenía que asegurarme que solo era una broma de mal gusto.
-Miento Wheller, aunque no niego que solo quería ver tu reacción-
Mi corazón volvió a latir de manera normal, este infeliz sí que me pego un susto.
-¿y lo de hace rato que fue?- pregunte molesto.
-¿una lamida de oreja?, ¿Qué nunca te hicieron una?- decía muy quitado dela pena como si eso fuera de lo más normal.
Seguramente iré yo por la vida metiendo mi lengua en las orejas ajenas, no quise indagar más en “esos” temas, así que simplemente lo ignore.
-Que te gusta comer-tenía que quitar esa atmosfera extraña por no decir.
Caliente
Que se había generado a nuestro alrededor, pero al parecer Kaiba no quería que terminara, ¿Por qué lo sé?, simplemente como arrugo el entre cejo cuando cambie de tema.
Pero no por eso dejo de responder
-La carne Wheller, soy carnívoro- obvio que eso sonó a todo el doble sentido que le había podido dar a la respuesta.
-¿ sí?, y ¿porque no estas gordo?, ¿acaso no la comes muy seguido?- decía mientras recordaba como Tristán y yo un día nos pusimos un reto de comer tacos todas las noches, y el resultado fue qué subí como 5 kilos.
-hay maneras Wheller de mantenerse en forma- otra vez ese maldito doble sentido.
-¿ha si?, ¿como cuáles?- mi maldita boca que no se detiene a pensar, estoy cayendo en su trampa.
-No se Wheller, quizás, el basquetbol, natación- hizo una pausa, me miro y soltó sin más- o el sexo-
¡Peligro! ¡Peligro! ¡Peligro!
Gritaba mi mente, pude jurar que las pupilas de Kaiba se dilataron mostrando sus ojos más oscuros, ¿se estaba excitando?.
Mis pelos estaba de punta, una imagen rápida de Kaiba haciéndolo con alguien se apareció por mi mente.
-¿Qué raro eres Kaiba- dije fingiendo tono de molestia.
-jajajajaa ¿muy santurrón el perro?- creo se está divierto ahora más que yo. –vamos Wheller no me hagas reír, acaso eres mojigato?- se mofaba de mí, yo no tenia mucha experiencia en ese tema.
Gracias a Dios el timbre sonó y me salvo de seguir con lo que según yo sería un momento bochornoso, no soy tan guapo pero tampoco feo, y a comparación de Kaiba supongo que el a de saber más del tema y como todos recordaremos, siempre me echa en cara las cosas, no le daría más información de la necesaria.
Regrese a mi lugar a “poner atención” el resto de las clases. Hoy fue un día muy…
Extraño
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Hoy el perro estuvo muy extraño, hay días en los que no puede verme sin poner esa cara de perrito rabioso, me da risa la mayoría de las veces.
Pero hoy creo estaba tan aburrido que se atrevió a venir a interrumpirme en mi lectura, la cual había ignorado desde hace como 10 minutos.
Se sentó frente a mí y dijo –Hola-, estaba a punto de mandarlo al carajo pero su tono tan escueto me logro quitar esas ganas de botarlo lejos, quizás porque estaba igual que él, así que solo le respondí.
¿Por qué no ver que es lo que quiere?
De toda la charla “amena” que tuvimos, la mejor parte fue s rostro al decirle que o espiaba, apuesto que pensaba cosas sucias.
Ese pensamiento me dejo algo intrigado, así que empecé a decirle cosas en doble sentido, mala idea eso solo me dio malos pensamientos, unos muy sucios diría yo.
¿El perro realmente hará cosas inadecuadas en su cuarto?
No me quedaría con la duda, al parecer ese perro me da “Curiosidad” también. Creo que no suena nada mal, eso de espiar al Perro, definitivamente esta tarde la tendría muy ocupada, para un genio como yo, no creo que se me complique hacer lo que deseo.
Y lo que deseo ahora es…
“Espiar a Wheller”