Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Preguntas por Ewah Yeong

[Reviews - 171]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola nuevamnete les traigo la continuacion del fic, espero les agrade

Las Clases terminaron y como lo había dicho antes tendría que inventarme una buena excusa para librarme de Yugi. Todo el día me estuvo mirando extraño, me escudriñaba con la mirada, hasta que salimos al receso, me escape de su vista, me fui a la azotea de la escuela, ahí nadie me encontraría, o quizás me apresure, como siempre.

 

 

Ahí estaba el culpable de mi problema, sentado, tranquilo, comiendo mientras “leía” un libro, ya sabía que estaba ahí porque sin despegar la mirada de su lectura sonrió de esa manera que solo el sabe hacerlo, esa sonrisa de hijo de puta que se está divirtiendo a cuestas mías.

 

-Vaya Wheller, ¿quieres continuar?- pregunto despegando por fin la mirada de su libro, iba a marcharme de verdad juro que iba a hacerlo pero cuando me di cuenta ya me estaba sentando aun lado de Kaiba en el suelo.

 

-¿ya me responderás lo que te pregunte?- no recordaba muy bien qué demonios había preguntado pero lo que si sabía en ese momento era distinguir otra vez ese maldito tono sucio de sus palabras en doble sentido.

 

Lo peor del caso es que ese maldito tono que aventaba contra mí me daba muchísima más curiosidad, hasta podría decir que Kaiba está coqueteándome, ¿será que se está burlando de mí?, eso sí que no, veré hasta donde llega.

 

-no recuerdo que me preguntaste- solo recuerdo que se me bloqueo el cerebro cuando las cosas se pusieron “extrañas”.

 

Veo como Kaiba sonríe tranquilo mientras pone su libro en el suelo y encima lo que queda de su sándwich y se acerca un poco más a mí y me dice en voz  ¿melosa?.

 

-¿Qué si eres un santurrón perro?, ¿Qué si no haces cosas sucias?, ¿Qué si no te toqueteas por todas partes mientras nadie te ve?, ¿Qué con cuantas fulanitas te has enredado?- juro que mi cara iba palideciendo entre más y más preguntas soltaba ese infeliz.

 

Al parecer se estaba divirtiendo mucho porque no dijo nada más, solo se quedó mirándome con esa maldita sonrisa, ahora si no había ningún doble sentido, eran cosas directas, demonios no puedo dejarme de él.

 

-eres un sucio Kaiba- respondía molesto, pero no por las preguntas si no porque se me adelanto, quería preguntarle cosas similares así que debía responder para poder contraatacar.

 

-No soy ningún santurrón Kaiba, si hago cosas sucias, me gusta ver chicas en minifalda- esto lo decía con vergüenza recordando que una vez por poco me atrapa una viéndola descaradamente

 

- Aaa… a veces… lo hago- a lo de toquetearme cuando nadie me ve –pero es cuando estoy muy cansado y no puedo dormir- a complete rápidamente para no quedar como un depravado, obvio no le diré que siempre que veo porno en el ordenador, que eso es….

 

Un poco frecuente, bueno más frecuente de lo que quisiera, quizás una o dos veces por semana.

 

¿Qué? soy un adolecente estoy “auto explorando mi cuerpo, no daño a nadie.

 

Kaiba me veía entre divertido y queriendo ocultar su risa, me miraba como esperando algo, claro, la última pregunta, me hubiera gustado alardear sobre ese tema pero, para mi mala suerte ninguna chica con las que había salido quería aflojar muy rápido.

 

-con…dos- respondí, me hubiese gustado poder sonar muy seguro de mí mismo, dos ¿eran algo no?,  apuesto que estaba rojo como un tomate, mire con el ceño fruncido al maldito gato ese que estaba con cara de.

 

“Qué vergüenza Wheller”

 

-Vaya Wheller, son más de las que imaginaba- soltaba el engreído ese.

 

-¿y tú?- pregunte a la defensiva. -¿y yo que?- me dio de vuelta, -no te hagas el inocente Kaiba, que si tú haces todo eso que me preguntaste?- me estaba tocando los cojones, no era justo que yo muriera de vergüenza y ese infeliz no quisiera responder ahora.

 

-vamos no te enojes, tranquilo, no te dejare con la duda cachorro-, eso ultimo me erizo la piel, pero no por eso me fui de ahí, quería escuchar lo que tenía que decir.

 

Se acomodaba mejor mientras daba un suspiro para empezar a responder.

 

-No Wheller no soy ningún santurrón- juro que se le volvieron a dilatar las pupilas, esa mirada de Kaiba me  provoca cosas extrañas. –Ni te imaginas que tan sucio puedo llegar a ser- diciendo esto con un tono seductor mientras me mira fijamente, es posible que se puedan convertir sus ojos azules en unos pozos negros?, al parecer creo que si es posible eso.

 

¡Corre! ¡Maldita sea!

 

Algo malo iba  a pasar y eso me excitaba de sobre manera, lo sé, doy asco.

 

-Me gusta toquetearme, ¿pero sabes que es mejor?- me preguntaba acortando más la distancia entre los dos, Dios! Puedo sentir el aroma de Kaiba en mi nariz, para mi mala suerte Olio rico.

 

Solo asentí con trabajo- que te toqueteen- mientras volvía a meter su lengua en mi oreja, creo que lo que imagine a continuación fue casi una colisión neuronal, Kaiba siento acariciado por todos lados, creo que estoy imaginando cosas de mas, y de nuevo esa acción no ayudo demasiado.

 

-Que pasa perro ya estas excitado- decía sin despegar la mirada de mis pantalones, tenía una semi erección, qué horror!, como puedo ponerme así, solo fue algo que imaginé ni siquiera es un recuerdo ni nada por el estilo.

 

Me levante rápidamente con la clara intención de huir de ahí, pero la mano de él me sostuvo con fuerza del brazo para evitar mi huida.

 

-a dónde vas, quédate, aún falta que te responda lo último- eso sonó más a una orden que a una petición, a una muy sucia por cierto.

 

-te diré con cuantas personas me he enredado- escuchaba muy atento, ya me había dicho que con unas cuantas pero cuantas!!!, yo y mi maldita curiosidad.

 

-con unas 5 o 6 fulanitas y…- decía mientras se iba pegando más a mí, maldita sea no entiendo porque demonios no me quitaba de ahí, ese y… me causaba revuelo en mí. Pero pronto me regreso a la realidad con su – y un fulanito-.

 

“¿Un?” uno! Un fulanito? Un niño? Un tipo? Un hombre? Un chiludo dijera Tristan!.

 

Ok, creo que ahora si me está dando miedo estar aquí con Kaiba casi encima de mí!, esperen… es cierto ¿qué demonios tengo al maldito gato arrinconándome contra la pared?!

 

-¿no piensas preguntar más cosas Wheller?- susurraba en mi oído, mi piel estaba chinita, esa voz ronca en mi  oreja me hizo estremecer.

 

-creo que no Kaiba, he tenido demasiada información, muchas gracias de tu parte, fuiste muy amable, me retiro- trate de escaparme ileso de esa situación pero…

 

No contaba que mi queridísimo amigo Yugi me buscaría, para no hacerla larga me encontró con un Kaiba más cerca que lo que mi limite personal podía soportar y con esa sonrisa coqueta. Nuevamente me miro con cara de

 

“algo pasa aquí y no son problemas”

 

Todo pinta para mal, el estúpido de Kaiba solo se largó sin decir una sola palabra, me dejo ahí botado con un problema, que aunque no lo quisiera se hacía más y más y mucho más grande.

 

-¿Joey, que estaba…?- no termino de preguntar porque la campana volvió a sonar, genial solo le dije que se hacía tarde para las clases y Salí rápidamente al salón y directo a mi asiento.

 

Quería que terminara el día para irme a mi casa corriendo y encerrarme en mi cuarto y no volver a salir jamás.

 

Otra vez, que extraño esta este día.

Notas finales:

espero lo haya disfrutrado, cualquier sugerencia es bien venida!!!!

 

saludos!!! :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).