Heridas: Dean no tuvo tiempo de reaccionar. Su mirada se posaba en el cuerpo sin vida que yacía a su lado.
Las cenizas de las alas quemadas marcaban el final para el ángel.
Su fuerza lo abandonó y Dean cayó de rodillas sobre el suelo.
No podía respirar. No podía gritar.
Castiel… su Cas había muerto.