Años mas tarde.
(3 años)
Un chico de cabellos castaños y ojos-azafranes se encontraba en el aeropuerto, para tomar su vuelo hacia Japon.
-¿Porque tienes que irte?
-Reborn, necesito saber como estan mis padres, mi Onii-san y mi Tsu-kun, hace 3 años que no se nada de ellos, quiero volver a mi ciudad, ver a mis amigos, no puedo estar tranquilo sabiendo que intentan invadirla.
El azabache no parecia dispuesto a aceptar la decision del oji-azafran, mas entendia como se sentia. Y decidio dejarlo ir.
-llamame. En cuanto llegues, te comunicas conmigo.-pidio/ordeno en realidad.-Le dire a Gokudera que te fuiste a Japon.
-Dile cuando ya haya llegado. No quiero que a mitad del vuelo ocurran inconvenientes "inesperados".-agrego las comillas mirando hacia un lado.
-realmente piensas que Gokudera es capaz de parar el vuelo ¿verdad?-dijo mientras se le resbalaba una gotita estilo anime.
-De el me espero todo. La ultima vez que me fui, recuerdas que nos llego hasta el corazon del amazonas.-hizo memoria mirando al mayor-¿Como llego ahi? no tengo idea.-comento alzando los hombros.-Lo quiero pero.. aveces es un poco exagerado. Es todo.
-Hm.. Tienes razon.-mascullo cruzandose de brazos.-Mejor no le decimos nada. Ahora vete antes de que me arrepienta.-solto con un deje de molestia. Parecia que no queria que el mas joven se fuese.
-Yo tambien te extrañare, Reborn.-dijo sonriendo el oji-azafran. Se acerco aquel intimidante hombre para abrazarlo.
-Sabes que esto es un acto debil ¿cierto?-comento devolviendole el abrazo.
-El que te quiera no me hace debil-declaro separandose. Tomo su maleta y dandole la espalda se despidio con un ademan de su mano.
Era hora de volver a casa.
*
Una vez abordo del Jet que lo llevaria a su destino, Japon. Miro por fuera de la ventana, y penso que los extrañaria a todos.
¡JA!
Era tan ironico. Cuando dejo Japon penso que extrañaria a sus amigos y a su familia. Y ahora que se iba de Italia nuevamente a su hogar de origen, pensaba en lo mucho que extrañaria a sus nuevos amigos aqui, a Reborn, a su abuelo, a Hayato y a Uni, a Ganma, quien se le hacia bastante gracioso cuando la pequeña Uni lo tomaba como muñeca, lo peinaba y le ponia lacitos en sus cabellos rubios. Era divertido de ver.
Sonrio mientras recordaba las veces que fue a jugar con Uni en la mansion Giglio Nero.
Pero bueno, en Japon estaban su Oka-san, su pequeño y lindo hermano menor, su Onii-san aquien habia extrañado tanto. Y tambien a sus amigos, no podia esperar para volver a verlos a todos.
*
Mientras en una de las residencias de Namimori.
Un castañito de ojos miel saltaba de la emocion de un lado para otro. Un rubio de ojos azules le observaba sonriente desde el sofa de la sala. Una mujer castaña sonreia viendo a su hijo menor tan contento.
-¡Mi Nii-san va a volver!-decia muy feliz con una carta en sus manos.
-Te ves emocionado, mi Peluchito.-dijo el rubio.
-Lo estoy. Hace 3 años que no veo a Natsu.-dijo con algo de tristeza.
Inicio del Flash Back.
-¡Buuaaa! ¡¿Porque?! ¡Nii-san ¿Porque te vas?!-lloraba desconsolamente un niño castaño. sus ojis mieles se llenaban de lagrimas, y las mismas eran limpiadas por un niño mayor que este.
-Ya, ya. Mi Tsu-kun.-tratro de consolarlo acariciando sus cabellos-Volvere, no tienes porque preocuparte.
-¡Nooo!-chillo molesto.-¡Tsu-kun no quiere que te vayas! ¡Buaaa!-grito comenzando a llorar mas fuerte.
-Mi pequeño Cielo. Ven aqui-llamo el hombre de fedora. El oji-azafran se acerco.-Toma-este le entrego una caja.-dasela a tu hermano.
-¿Que es?-interrogo ladeando su cabezita de manera inocente.
-Solo daselo.-ordeno. El castaño obedecio y acercandose hasta su pequeño hermano menor de apenas 10 años.
-Toma, Tsu-kun.
-¿Para mi?
-Si-asintio energicamente con una sonrisa. El oji miel tomo la caja y la abrio. Dentro habia un peluche...-¿Ah?-mascullo sorprendido.
-es un peluche de Nii-san.-dijo sorprendido el de ojos miel.-a Tsu-kun le gusta.-declaro abrazandose a ese peluche.
-oh, vaya...-musito mientras se acercaba para darle un abrazo y un beso en la frente a su pequeño hermano menor.-te voy a extrañar Tsuna. Recuerda que te quiero.
-Yo tambien te quiero Natsu.
Fin del Flash Back.
Estaba sonrojado recordando la ultima vez que le dijo "Te quiero" a su Nii-san. Queria verlo pronto.
-Ne, Tsuna-llamo el mayor. El aludido volveo curioso.-¿aun tienes ese peluche de Natsu?
-Si.-respondio avergonzandose.
-Que lindo eres..-dijo el oji-azul sonriendo con ternura.
-¿Me pregunto cuanto abra crecido Nat-kun desde la ultima vez que lo vimos?-pregunto pensativa Nana.
*
En Italia...
Volvio a la Mansion Vongola, luego de acompañar a su Cielo al aeropuerto. Se sentia realmente molesto, no queria que se fuese.
¡Demonios!
¡¿Porque dejo que se fuera?!
-"Queria volver con su familia..."
Suspiro.
Era comprensible. Ya despues veria como arreglarselas para ir tras el. En verdad le preocupaba su seguridad, lo habia entrenado bien, y hasta podria.. ¡No! ¡en realidad puede decir! Que su Cielo fue el mejor discipulo que habia tenido hasta ahora.
Y por todos los dioses, el era el mejor Hitman del mundo, era el mejor en lo que hacia, era un Alfa de elite, de rango SS, el rango mas alto que habia. Pero, debia admitir que se habia encariñado mucho en tan solo 4 años con ese chico. No podia negarlo en lo absoluto.
Inicio del Flash Back.
Hace 4 años.
-¡Natsu-kun!-lo llamo su madre.
-¿Si? Oka-san-hablo el castañito de apenas 11 años. Tras el habia otro niño, este aparentaba tener 9 años.
-El es Reborn-kun-presento aquel misterioso hombre sentado frente a ambos. Su hermanito detras suyo se encogio temeroso por la imagen atemorizante que proyectaba aquel extraño sujeto de traje.-Tu abuelito lo envio para cuidarte-dijo la mujer, al mismo tiempo que sus dos hijos la miraban y el hombre soltaba un gruñido bajo.-ara, ara.. Nat-kun presentate adecuadamente al caballero.-ordeno su madre.
-oh.. esta bien.-asintio acercandose un poco mas.-Hola, mi nombre es Natsuyoshi.. tengo 11 años.-hablo algo nervioso. La mirada del mayor no le gustaba en nada.
-Estoy aqui porque tu abuelo me envio. Te enseñare todo lo necesario para ser un alfa verdadero.-dictamino levantandose y mirando de reojo al niño.-"es mas pequeño de lo normal para su edad".-penso.
Dio un paso frente al pequeño y se agacho para quedar a su altura.
-¡Tsu-kun tiene miedo!-grito el otro castañito corriendo hacia su madre.
-oh, Tsu-kun. Tranquilo, cariño. Reborn-kun no te hara daño-trato de calmar su madre cargandolo en brazos.
-Eres mas pequeño de lo que me imagine-solto.
-¡¿Ah?! ¡No soy pequeño!-dijo fastidiado por aquel comentario. Inflo sus mejillas insconcientemente ante la vista del otro.
El mayor se levanto escondiendo el ligero sonrojo que la ternura de aquel niño le habia causado inesperadamente.
Fin del Flash Back.
Sonrio ligeramente recordando la primera vez que conocio a su pequeño Cielo. Pero fue interrumpido por un alboroto proveniente del salon. Suspiro harto dirigiendose hacia donde provenia aquel escandalo.
*PUM*
Abrio la puerta de un portazo.
*BUM* *BUM*
Disparo dos 2 veces para llamar la atencion de los dos presentes. El primero en hablar fue el peli-plateado corriendo donde el mayor, soltando hacia el agarre que tenia inflingido en el cuello de la camisa del otro presente en el lugar.
-¡Reborn-san..! ¡No encuentro a Natsu-san! ¡No se adonde fue, o si lo secuestraron! ¡En verdad estoy muy preocupado! ¡¿Usted sabe algo?! ¡Digame que si!-.pidio casi suplicando y al borde de desmayarse.
-No.-respondio con simpleza. Dejaria pasar un tiempo mas. Ademas calculaba que faltaba mucho para que su Cielo llegase a su destino, y si el presentimiento de Natsu era real, entonces era mejor prevenir que lamentar. No fuese a ser cierto que Gokudera era capaz de detener el avion.
¿Como lo haria?
¡Pues quien sabe!
-Hm.. me pregunto ¿adonde habra ido Natsuyoshi-kun?-interrogo con us cantarina voz el oji-violeta. Mientras comia uno de sus tipicos malvaviscos.
Al final el peliplateado si se desmayo. El Hitman solo paso sobre el tomando una manzana que habia en un tazon en la mesa de centro, paso nuevamente sobre el cuerpo moribundo del peliplateado y se marcho de alli despreocupadamente.
Ya le diria mas tarde el paradero del oji-azafran.