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REINEMOS por maria819

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Notas del capitulo:

Como lo prometí aquí está el epílogo, espero les guste y gracias por seguir esta historia

Diez años después el reino de Konoha disfrutaba de una paz sin precedentes, o eso pensaban sus residentes que no veían el riesgo que estaban, claro que su rey tampoco.

-Naruto basta… ah – Sasuke gimió por la intrusión de esa lengua en su entrada.

-Un poco más – Pidió el rubio omitiendo de forma deliberada los golpes en la puerta.

-NARUTO SI NO SALES YO ENTRO – Sai al otro lado le gritaba a su hermano, ese hombre era un caso perdido cuando se trataba de cosas serias.

-Naruto si vas ahora prometo recompensarte más tarde – Sasuke cerró sus piernas evitando que el rubio lo tocara más, el varón solo hizo un puchero resignado y se levantó.

-Espérame desnudo – Esa costumbre desde que se casaron no la habían perdido ni siquiera cuando Sasuke esperaba a sus gemelos, mucho menos con el último bebé.

-Lo haré, solo ve – Sasuke le dio un fugaz beso y se puso una bata mientras su esposo se colocaba su uniforme del ejército.

-Ya era hora – Le gritó Sai cuando salió, el rubio solo le saco la lengua como un niño chiquito

-Solo estas molesto porque no puedes estar así con Gaara – Se burló el rubio de su hermano que lo miro con odio.

-Claro que no porque estaba organizando tú ejército – Sai también querría estar con su pelirrojo así pero los barcos que estaban llegando al puerto llenos de soldados dispuestos a atacar el reino, no lo dejaban.

-Se quejan por nada – Naruto se agarró de su hermano al montar su ave gigante, en menos de dos minutos llegaron al lugar donde su padre los esperaba.

-Naruto vienen cincuenta barcos y están llenos de cien soldados cada uno – Le informo su padre – Enviaron un mensajero para nuestra rendición, son de Otogakure.

-Trae al mensajero – Pidió Naruto, los soldados de su reino eran bastantes pero no tanto como los atacantes, los superan tres a uno y eso no era bueno pero el rey parecía tranquilo.

-Rey Naruto – El mensajero llegó y a pesar de ser atacante no olvidaba que frente suyo estaba el varón rubio.

-Dame los pormenores de la rendición – Pidió Naruto de forma apacible, los soldados a sus costados miraban impresionados la escena, no podían creer lo que su rey decía.

-Queremos las tierras del fuego, si se rinden no abra victimas – El mensajero le recito lo que mandaron a decir sus jefes, no entendía porque atacaban el país más poderoso del mundo y menos con el rubio varón como rey.

-¿Es enserio? – Naruto se rió del pobre incauto – Deje a mi consorte en la cama esperando por mí y no puedo demorar o se quedara dormido así que deja las idioteces y dime como planean rendirse y que harán para pagar su ofensa.

-¿Disculpe? – El hombre estaba asombrado por lo dicho por el rey, a su lado Sai sonreía por eso y es que ser rubio y tener un demonio dentro te daba mucho poder y él ya pudo verlo con sus propios ojos, era hora que los demás lo vieran.

-Naruto apresurémonos que los niños esperan y será más tiempo el dormirlos para estar con nuestros consortes – Sai le hablo, los gemelos tenían diez años y su hijo once, mientras que el pequeño varón de Naruto tenía un año y su consorte esperaba a su segundo bebé que esperaban fuera un doncel.

-Cierto – Naruto le dio la razón a su hermano así que cerrando los ojos invoco todo el poder de Kurama mientras su hermano alzaba el vuelo para evitar que ninguno de esos malditos huyera – Tuvieron su oportunidad y ahora pagaran las consecuencias.

-Surquen los alrededores que nadie escape – Grito Fugaku a los soldados que estaban impresionados por el color amarillo que rodeaba a su rey, pero despertando del sueño acataron la orden y se desplegaron mientras el resplandor en Naruto tomaba forma de zorro y crecía a cada paso.

-Esto es lo que pasa cuando nos desafían – Naruto con sus brazos dorados alargados empezó a destrozar barcos, en menos de media hora todos ellos no eran más que basura en el mar sin que ninguno pudiera tocar tierra, no sirvió ningún ataque que le lanzaron al rey y es que todos ellos rebotaban o le traspasaban como si no fuera nada.

-Aprésenlos – Sai ordeno, casi todos los enemigos habían perecido esa noche pero alrededor de cincuenta habían sobrevivido.

-Mensajero, ve y dile a tu pueblo que ahora son míos, que vengan tus reyes y se postren ante mi como su nuevo rey – Naruto le hablo al hombre que estaba pálido y sin decir nada asintió y se fue, sin duda sus reyes se equivocaron y ahora sus reinos serian adheridos al reino de Konoha.

-Mañana los colgaremos, llévenlos al calabozo y nos encargamos mañana – Fugaku dio las últimas órdenes mientras sus hijos volvían al castillo al encuentro con sus consortes e hijos.

 

Naruto y Sai llegaron y los tres niños junto con el bebé estaban en el salón esperándolos, el rubio tomo a su hijo menor en brazos que se caía del sueño mientras miraba mal a sus hijos mayores.

-A dormir – Les mandó a sus hijos que intentaron protestar pero con una sola mirada los detuvo, así que los tres niños fueron hacia sus habitaciones siendo seguidos por la mirada de sus padres, Sai se aseguró que los niños se fueran a dormir mientras que su hermano acostó a su bebé.

-Hasta mañana – Se dijeron sin mirarse, cada uno dispuesto a ir con sus consortes.

-No Gaara – Sai entró y vio a su consorte dormido hasta que este se rio – Que malo.

-Lo siento, no pude evitarlo – Se seguía riendo Gaara hasta que su esposo lo beso con hambre – Parece que todo termino bien.

-Claro, solo eran unos pocos queriendo dar problemas – Respondió para volver a besarlo apasionadamente metiéndose en la cama con su consorte para poder amarse, el amor y la pasión no habían disminuido ni un poco.

 

Naruto entró a su habitación y efectivamente su consorte estaba en la cama desnudo pero con los ojos cerrados y la respiración acompasada, la frustración lo lleno y tuvo ganas de devolverse y destruir un par más de barcos.

-Sasuke – Lo llamo con la esperanza de tener algo de acción pero el pelinegro no despertó – Sasuke

-Mnn – Sasuke volvió a dormir profundamente y Naruto ya derrotado se metió a la cama donde Sasuke lo abrazó buscando su calor, así que sin más se acomodó para dormir.

 

Al otro día los gemelos se levantaron a llamar a su primo, los tres eran inseparables y siempre estaban juntos sobre todo los varones que se unían para proteger al doncel.

-Menma – Llamo Kan a su primo, este estaba en el jardín esperando a sus padres.

-Hola a ti también – Se quejó Manme, el único doncel mirando mal a su primo, aunque cuando este le devolvió la mirada un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas y es que entre ellos había más química de la que debería.

-Lo siento pero es que vi un rubio y  será el consorte de Menma – Los gemelos se miraron con asombro, ya creían que no iba a nacer ningún rubio en la ciudad para ser el consorte real.

-¿Un bebé? – Pregunto Menma pensando que su consorte sería diez años menor y esa idea no le gustaba mucho.

-No es un niño – Respondió su primo y los tres fueron a mirar, al poner sus ojos en ese doncelito rubio Menma quedó flechado de tanta belleza, el niño tenía como nueve años y era hermoso.

-Pagaran quienes hicieron esto – Naruto gritaba a sus soldados que asentían mientras el niño rubio lloraba, así que Sasuke intervino

-Naruto basta que lo asustas – El rubio se calló al instante y el doncel se inclinó ante el niño – Hola lindo

-Hola – El doncel miraba a todos lados buscando algo

-¿Qué buscas? – Sasuke le pregunto mientras que Naruto mandaba en voz baja, el rubio no había sido presentado ante ellos y hace unos meses los habían intentado extorsionar por eso, era impresionante como un rubio paso desapercibido en su reino pero sus padres lo criaron sabiendo que no nacería otro rubio y buscando su beneficio propio, pero él se encargaría de hacerlos pagar semejante ofensa.

-Las personas malas – Respondió el niño, sus padres le habían dicho que las personas en el palacio eran malas y no debía dejarse ver por ninguno.

-Aquí no hay personas malas, es más te presentaré a mis hijos y mi sobrino – Sasuke le respondió cuando Gaara se acercó mientras Sai y Naruto se encargaban de todo.

-Hola ¿Cómo te llamas? – Preguntó Gaara también hincándose a la altura del niño quien no había visto donceles tan bellos y refinados como ellos.

-Sakri – Respondió dejando de llorar y sonriendo por primera vez

-Pues Sakri, yo soy Gaara y él es Sasuke, el consorte real ¿Sabes qué es? – El niño negó con la cabeza, los mayores se miraron con aprensión, tenían mucho que hacer con ese doncel.

-Nosotros le enseñamos – Manme les hablo de repente, los varones a su lado se sonrojaron por ser descubiertos.

-¿Puedo? – Pregunto Sakri con ilusión de ver otros niños de su edad, los mayores asintieron sonriendo y salieron con los niños que sonriendo llevaron al doncel por todos lados, explicándole de todo lo que pasaba en el reino y que cuando creciera se casaría con Menma.

-¿Y me amaras? – Pregunto el doncel mirando fijamente al futuro rey

-Por supuesto – Respondió el varón sin dudarlo, los donceles mayores se rieron por las ocurrencias de los niños.

-¿Qué es tan gracioso? – Pregunto Sai abrazando a Gaara por la espalda, su vientre un poco hinchado por el nuevo bebé.

-¿Se divierten? – Pregunto Naruto haciendo lo mismo con su consorte, este lo beso en los labios con cariño

-Los niños le explican a Sakri todo – Le respondió Gaara a los varones con una sonrisa en los labios, ver a esos niños le daba una idea de lo que sería el futuro, no podía evitar ver las miradas que su hijo y Manme se daban e incluso ya habían hablado con Sasuke de ser cuñados además de hermanos.

-Eso está muy bien – Naruto respondió a su cuñado, los cuatro miraban la escena con felicidad, sin duda alguna el futuro era prometedor y ellos se encargarían de hacerlo mejor para los niños quienes un día regirían el país que hoy se agrandaba.

-Y lo harán muy bien – Naruto susurro para sí mismo sonriendo.

Notas finales:

Gracias por leer


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