Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No te conozco pero te amo por Ghost princess Perona

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero que les guste

“Creo que deberías meditarlo antes de hacer algo de lo que te arrepentirás” trató de disuadir Sasuke a su amigo. Después de la examinación, ambos se habían puesto a ver los dibujos que Kagami había hecho y resultó que Tobirama conocía esa zona. Una vez había estado ahí, recogiendo un misterioso paquete para su padre. “Además eres tú el que lo va a adoptar, ¿no deberías cuidarlo?”

“De vez en cuando necesitaré una niñera y para eso estás tú” el médico lo miró con cara de pocos amigos, pero el albino no escuchó a razones. Quería encontrar lo que sea que Kagami había intentado mostrarle… o al menos lo que lo tenía tan asustado. No le importaba si se topaba con una red de tráfico de blancas.

“No voy a…”

“Gracias, amigo” el Senju arrancó con rumbo al puerto. Una vez en su destino, fue siguiendo las pistas de los dibujos hasta llegas a un almacén bastante grande. Habían algunos agujeros en las paredes, así que se acercó para ver por una de ellas. Adentro muchas personas escasamente vestidas le entregaban fajos de dinero a alguien que conocía desde hace años… o eso creía. “¿Danzo-san?”

“Esto es un incordio” dijo el hombre, volteándose hacia un grupo de sus secuaces. “¿Cómo es que no pueden encontrar a esa puta? ¡Tiene ocho años y para colmo es extranjero! ¡Lo único que ha visto de esta ciudad es este lugar!” les gritó, haciendo que se estremecieran. “¡Lo quiero aquí para mañana y no hay excusas! ¡Si no lo tengo ya verán lo aterrador que puedo llegar a ser!”

“Sí, señor” el peliblanco escuchó atentamente. No podía creer que alguien a quien conocía desde hace tanto fuera un tratante de blancas. Además… esos niños eran demasiado jóvenes. ¿Cómo se atrevía siquiera a hacerles eso?

“Todo es tu culpa, Butsuma” comenzó otra vez el halcón de guerra, volteándose hacia su principal asociado. Los ojos de Tobirama se abrieron cuando vio a su padre ahí. Su padre… un hombre que creía ejemplar, un abogado de éxito, el defensor de los inocentes acusados… todo era mentira. “Si no hubieras dejado escapar a esa perra no tendríamos estos problemas ahora. ¿Cómo logró escaparse?”

“Me pateó cuando iba a penetrarlo” dijo con total sinceridad el Senju mayor, espantando a su hijo. “Tiene fuerza para ser un enclenque… supongo que por eso te gustaba tanto.” Qué asco. “Pero no me has citado aquí para hablarme de eso, ¿verdad?”

“No, quiero conversar acerca de qué vas a hacer para pagarme por las molestias que me has causado” el traficante sexual estaba furioso. “Primero tu hijo mete las narices en mi negocio de pornografía, luego dejas ir a una de mis perras favoritas… ¿Qué vas a hacer para compensarme?”

“Hummm, no sé. Creo que puedo pagar la mayoría de los daños y conozco a un pervertido perfecto para ser tu nuevo director, pero… ¿Qué te parece si te pago en especie?”

“Sólo me gustan pequeños”

“No hablo de eso” se horrorizó el abogado. “Me refiero a mis hijos. Sólo me reservo a Kawarama. No puedo perderlo en el Buffete”

“Tampoco lo tocaría, ha sido un activo valioso para el negocio donde está y tiene la misma falta de moral que tú, mi querido amigo” levantó los dedos de las manos. “Hashirama es tan dulce como un niño pequeño… pero si desapareciera un asistente del fiscal llamaría demasiado la atención y no podríamos encubrirlo fácilmente.”

“Bueno…”

“Por suerte para ti, tienes otros dos hijos que parecen perfectos” una mano voló hacia la boca del albino oculto. “Son un poco mayores… pero tan singulares que sin duda se venderán bien. Uno está un poco usado, aunque… supongo que han pasado tantos años desde que lo tuve que el cliente se creerá que es virgen. Y el otro… los albinos son muy cotizados en las subastas. A esos ricos les encanta esa piel tan blanca” no lo podía creer. “¿Aún es virgen?”

“Sí, no tiene tiempo para nada más”

“Hummm, con virginidad certificada será aún más caro en el mercado” dijo Danzo, como si estuviera tazando una pieza de carne. Tobirama, por su parte, estaba paralizado. No podía creer que su propio padre lo hubiera ofrecido para eso. De repente sintió una mano en el hombro que casi le causó un grito. Sólo se salvó porque aún tenía las manos en esa área de la cara.

“¿Qué haces aquí?” preguntó un pelinegro escasamente vestido. Ostentaba una alta coleta y marcas en la piel. “No te ves como uno de los chicos de Danzo”

“Y tú sí… ¿te raptó?”

“No, yo estoy aquí por mi estupidez. Tengo que pagar una deuda… y mi familia no sufrirá si lo hago” contestó el chico, alzándose. “De todos modos, si te quedas aquí te encontrarán, una patrulla de sus secuaces pasará por aquí dentro de unos minutos. Y supongo que lo último que quieres es que lo hagan.”

“No… no quiero que lo hagan”

“Es comprensible, eres hermoso… digo especial” el otro se rascó la nuca. “Sabes qué, olvídalo todo. Te llevaré a algún sitio seguro donde esos idiotas no puedan verte, ¿sí? Ojalá nunca más te acerques a este lugar.”

“Ten… tengo que…”

“¿Eres policía?”

“No, sólo… sólo… que… uno de ellos quería… quería…”

“Está bien, no tienes por qué decírmelo” finalmente llegaron a un lugar desde el cual no Tobirama podría llegar sólo a su coche sin ser visible por los esbirros del halcón. “Hasta aquí llego, si me tardo un poco más podría castigarme y eso no me lo puedo permitir.”

“Gracias y… espero que canceles tu deuda pronto”

“Sí, yo también” el pelinegro partió y el albino se subió a su coche. Condujo a toda velocidad por la calle, tratando de encontrar un sitio seguro, un lugar donde calmarse. Finalmente entró en una cafetería conocida y pidió la bebida más cargada del menú. Pasó unos minutos mirándola en silencio, completamente inmóvil. Entonces sacó su teléfono.

“Yo… tengo que llamarle. Sí, tengo que” lágrimas cayeron de sus ojos. ¿A cuantos de esos chicos había vendido su padre mientras él lo ayudaba a prosperar? Era peor que sólo defender ladrones, violadores y estafadores, esto ya… ya era demasiado. Y sentía una gran carga de consciencia. “Tengo que llamar… a aniya.”

-En la comisaría-

“El juicio del violador del tren va a bien, el jurado ha estado deliberando…” de repente el sonido de un teléfono interrumpió la conversación que estaban teniendo Reto y Hashirama. El castaño se sacó el celular de su bolsillo. Sólo con un vistazo al número que salía en pantalla su humor empeoró. “Tobirama, estoy traba…”

“Aniya” la voz del albino estaba muy rara. Aparte desde que se negó a ayudar a su padre no le había vuelto a llamar aniya de frente. “Te… tenemos que hablar… es… es… Danzo-san… él y papá…”

“¿Danzo?” los ojos del moreno se abrieron bastante. Sabía lo que ese maldito le había hecho a Itama, acaso… “¿Te ha hecho algo? Si ese malnacido te ha tocado un cabello…”

“Ven a mi casa”

“Tobi, dime…”

“¡TIENE QUE SER EN PERSONA!”

“Pero…”

“¡HASHIRAMA, CÁLLATE Y VEN AQUÍ!” colgó, seguro que ya se había arriesgado demasiado haciendo esa llamada. Salió de la cafetería tras tomar la bebida amarga de un trago y fue a su casa, donde encontró a Kagami sobre el sillón, viendo con confusión dibujos animados. Cuando llegó volteó a verlo un poco menos aterrorizado que antes. “Hola, pequeñito. ¿Qué tal te has portado?”

“Ha estado demasiado callado para ser un niño, así que le prendí el televisor para que hiciera algo normal” comentó Sasuke, saliendo de la cocina con un estofado en las manos. “Iba a servirle algo de almorzar, te tardaste bastante.”

“Sí, yo…” miró con temor al niño. “Me tardé más de lo que planeaba, es que…” de repente toda la depresión le regresó de golpe. “Tenemos que prepararnos, pequeño.”

“¿Prepararse para qué?” el albino no contestó, simplemente dejándose caer en el sillón. “Tobirama, ¿Qué viste?”

“Era como tú dijiste, Sasuke, debería haber evitado buscar cosas que no quería saber… debería seguir con mi estúpida vida normal… con mi vida estúpidamente perfecta” lloró, cubriéndose la cara con las manos. “¡Maldita sea, no quería saber eso!”

“Tobi…”

“¡Pero al mismo tiempo, si no lo hubiera sabido no habría podido salvarme! ¡Ni a Kagami ni a Itama! ¡Ahora podemos ir a un lugar seguro y librarnos de… de…! ¡ES GENIAL ¿NO?!” de repente unos brazos pequeños lo rodearon. “Kagami…” este murmuró algo en un idioma que no conocía. “Lo siento”

“Él dice que todo estará bien”

“Sí, eso espero… Sasuke, Hashirama vendrá a visitarnos… hay que prepararnos para eso”

“¿Prepararnos para…?” el médico parecía muy asustado. Lo que escuchaba no era nada bueno. “Tobirama, ¿Qué está pasando?”

“Eso lo responderá él” tras unos minutos llegó el mencionado hermano mayor, acompañado de un policía. Reto no estaba feliz de ser arrastrado fuera de su comisaría para hablar con el que era en su opinión uno de los seres más despreciables sobre la faz de la Tierra. Sin embargo, por una vez se alegró de verlo. El albino estaba conmocionado y el niño que tenía en su casa, prácticamente pegado, era una sorpresa, una agradable. “Hola, Hashirama”

“Tobi, dime que…”

“No, no me tocó, es sólo que” el peliblanco bajó la cabeza. “Es sólo que… papá contrajo una deuda con él… por ti… y por él” palmeó la espalda del pequeño con suavidad. “Es uno de los chicos de Danzo, papá lo dejó escapar por casualidad. Sabe mucho… no puedo entenderle… quizás tú…”

“Déjame ver” Hashirama se agachó para quedar a la altura de Kagami. El niño se apretó aún más contra su benefactor, temeroso. El asistente del fiscal simplemente le dio una conciliadora sonrisa, deseando calmarlo. Estuvieron así por unos buenos cinco minutos hasta que el chiquillo confió lo suficiente en él como para permitirle acercarse. La conversación comenzó. Los dos hablaron en un idioma extraño que ningún otro presente entendía. Finalmente el Senju se levantó y suspiró. “Su nombre es Kagami Uchiha, viene de Brasov” todos lo miraron con confusión. “Es una ciudad de Rumania”

“Sí… ajá…”

“Dijo que iba a la misa en la Iglesia Negra de Brasov todos los domingos juntos con los otros huérfanos. Tras ella las hermanas les daban de comer” bajó la mirada. “Luego fue vendido por el director del orfanato en el que estaba junto con otros niños a ese cerdo que los trajo aquí. A Danzo le gustó tanto que… que…”

“Está bien, esa parte no necesita traducción” Reto se adelantó hacia el pequeño. “¿Tiene alguna prueba de que Shimura lo…?”

“Yo tengo algo mejor” Tobirama les mostró los dibujos. “Ellos me guiaron al almacén donde estuvo cautivo. Yo… por casualidad escuché una conversación entre Danzo y mi padre. Al parecer él contrajo una deuda con Danzo y… él… iba a vendernos a mí y a Itama a unos pervertidos para pagarla.”

“¡¿QUÉ?!” el mayor de los hermanos saltó. Iba a ir directamente a matar a ese malnacido cuando el policía lo sujetó de la parte de atrás de la chaqueta. “Déjame, voy a ir a acabar con él en este mismo instante.”

“Cálmate, así no solucionarás las cosas” Reto sacó su teléfono y llamó a la comisaría. “Te aconsejo que llames a tu otro hermano y que venga, luego pensaremos en qué más hacer para evitar que les pase algo” cerró el celular cuando terminó. “Mis hombres van a allanar esa bodega en unos minutos, así que no te preocupes”

“Claro” Hashirama sacó su propio celular y llamó a Itama. La conversación que tuvieron a partir de entonces se compuso de un montón de órdenes de Hashirama y ¿qués? de Itama. Al final el joven decidió que era más prudente hacer caso y se presentó ahí.

“Justo cuando creía que no podía hacerme nada peor” comentó Itama cuando llegó, cruzando los brazos. Se habían reunido todos en la sala del albino para escuchar las noticias del allanamiento. Finalmente Reto recibió una llamada. Cuando colgó...

“Los niños están bien” dijo con un suspiro. “Están siendo llevados a la delegación para que los examinen, pero hasta donde podemos ver están bien” se guardó el celular. “Hay evidencias de que más gente vivía ahí, posiblemente adultos, aunque no han podido ser encontrados. Y en una habitación hemos encontrado bastante ADN” negó con la cabeza. “Creo que podría sernos de utilidad”

“¿Alguna evidencia de…?”

“Danzo y Butsuma debieron haberse ido hace mucho. No queda rastro de ellos que podamos identificar sin una prueba de ADN.” El policía bajó el rostro. “Lo siento…”

“Genial, se escaparon otra vez” la voz de Itama estaba llena de sarcasmo. Hashirama quiso acercarse para calmarlo un poco, pero Sasuke lo tomó de la chaqueta y le susurró que no. “¿Qué va a pasar con nosotros ahora? Quizás debería buscarme algún ligue fácil para…”

“¡Itama!”

“¡Es lo que hay! ¡Si no somos vírgenes o algo que pueda pasar por eso no tenemos valor! ¡Simplemente es así!” le gritó al albino, causando que Kagami se escondiera detrás de él, llorando de miedo. “Así es el mundo, si no le gustas a nadie, entonces es más fácil estar a salvo y nada lo cambia” agarró una tijera de la mesa, poniendo la punta frente a su ojo. “Si no somos atractivos, entonces…”

“¡Basta!” el jefe de policía le arrebató el arma antes de que se hiciera daño con una llave, arrojando al jovencito al suelo. “¡Si quieres hacerte daño, estás en tu derecho, pero no lo hagas en frente de las personas que te quieren y te aprecian! ¡de tu familia!” el chico siguió luchando. “¡O peor aún, de un niño!”

“¡Suéltame! ¡No puedo dejar que pase de nuevo! ¡No sabes lo horrible y doloroso que es! ¡Lo degradante que es!” se debatió aún más fuerte, con las lágrimas cayendo de sus ojos. “No sabes… tú no sabes…”

“No, no lo sé, pero no quiero ser el culpable de que otros lo sientan… o lo vuelvan a sentir” le aseguró Reto, ganándose una mirada confusa de los hermanos menores de Hashirama. El fiscal estaba callado. Al parecer ya sabía lo que el otro estaba pensando. “Está decidido, voy a ponerlos a todos ustedes bajo protección a testigos.”

-En otra parte-

“Tu querido hijito lo hizo otra vez, Namie” dijo Butsuma, parado frente a su temblorosa esposa. Esta apretó el cuello de su camisa. Ya estaba acostumbrada a que la golpearan, la maltrataran y la pisotearan una y otra vez. Siempre buscaba confort en la misma cosa, un collar que colgaba alrededor de su cuello… sólo que ya no estaba ahí. Se lo había dado a Hashirama para que lo protegiera.

“Querido…”

“Estoy enojado, Namie” siguió él sin escuchar sus llantos aterrorizados. “Estoy enojado... ¿y sabes quién es el culpable?” ella no emitió palabra. “¡Eres tú! ¡!Como siempre! ¡Porque eres una decepción en todo lo que te encargo!”

“Querido, yo… perdona… yo… sé que hice mal… lo siento… lo…”

“¡Nada de lo siento! ¡¿Sabes lo que me está costando tu incompetencia, inútil?! ¡Millones!” la agarró de los cabellos para azotarla contra la pared. “¡INÚTIL! ¡SI NI SIQUIERA PUEDES CRIAR BIEN A UNOS NIÑOS ERES UN COMPLETA INUTIL!” nunca dejó de golpearla. Sacándole sangre. “¡HAZ ALGO BUENO POR UNA VEZ EN LA VIDA Y MUERE!”

“¡Lo siento!” ella siguió gritando, esperando que el hombre la soltara. Cayó en la inconsciencia después del décimo golpe y él la dejó ahí tirada, dándole una patada en el vientre cuando pasó encima de ella. Cuando despertó, la mujer se arrastró hacia el primer cuarto que había en su camino. Era una salita de estar.

“Vaya número que hiciste con ella, amigo” Danzo era el que estaba hablando mientras tomaba tranquilamente una copa de coñac. Butsuma gruñó, dándole una gran calada a su puro. “No tenías por qué, si necesitabas más tiempo para encontrar a tus pequeños escapistas…”

“Es su culpa, se lo merece por inútil” respondió el pelilargo, dejando el grueso cigarro en un cenicero en la mesa. “Vaya mujer más estúpida, ni siquiera es capaz de educar a unos críos como se debe” miró el humo que se desprendía de su cigarro. “Debería deshacerme de ella y conseguirme una nueva.”

“Más bien nunca debiste casarte con ella” el mayor bebió más de su coñac. “¿No lo hiciste solamente porque tu primogénito venía en camino?”

“Hummm, creí que ya estaba lo suficientemente adiestrada como para ser útil” se cruzó de brazos. “Vaya desperdicio de años” frunció el ceño. “Pensé que si la educaba desde muy joven podría ser perfecta para mí, pero al parecer fallé” se puso pensativo de repente. “¿Y si me consigo otra? Hay pollitas de sobra. Seguro que puedo encontrar una con la mitad de su edad y mejor disposición para aprender.”

“Buena suerte con eso” Namie se retiró, arrastrándose lentamente lejos de su esposo. Sabía lo que esas palabras significaban, iba a matarla y luego a fingir que fue un accidente. Seguro que incluso lloraba en su funeral… aunque pensándolo mejor no quería ni tenerlo ahí. Trató de imaginar la vida sin él… no pudo. Había estado ahí desde hace tanto tiempo… de repente una luz apareció frente a sus ojos.

“¡Naomi-chan! ¡Ven con otou-san!”

-A la mañana siguiente-

“Hashirama, tienes que comer”

“¿Sólo vienes aquí porque ya tienes nadie con quién hacerlo?” el castaño le respondió a su amigo, que puso mala cara. Como Tobirama y Kagami estaban escondidos, él ya no tenía a nadie con quién hablar más que ese desconsiderado. “No tengo tiempo, hay files que tengo que hacer por todas…” en lo que se volteaba golpeó a una pareja que salía de la oficina del capitán, tirando los papeles que tenían en las manos. “¡Lo siento!”

“Yo también me disculpo” Sasuke se agachó para recoger los papeles. Entre ellos encontró fotos viejas de una niña que le pareció muy familiar. Sin embargo, antes de descubrir por qué se lo arrebataron. La pareja se fue molesta y el doctor suspiró. ¿Dónde había visto antes a esa niña?

Notas finales:

Adivina, adivinador... ¿dónde la ha visto antes? Review!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).