«Extrañarte es mi necesidad, volar sin esperanza, el nudo en la garganta, perdiendo la fe y la voz, estoy hecho a tu voluntad y me propongo continuar, aunque tú no lo veas me salvas de la oscuridad»
La oscura noche aún tenía mucho que dar, Yuma se apresuró a regresar de su breve receso, él apreciaba mucho a sus amigos, daría hasta su vida por ellos por ello no era de extrañarse que la gente mal interpretara sus acciones, tal vez era la forma de ser de Yuma, obstinado, tenaz, alegre, positivo y dedicado. El ilusionarse con una persona que no corresponda tus sentimientos es verdaderamente adolorido, esperanzas y corazones rotos dejaba atrás sin intención alguna, la despreocupación de Yuma era realmente cruel pero él no la hacía con intención, enamorar sin intención es indiferencia.
Sentir la pesadez de volver a trabajar era realmente agotador, tenía sueño y hambre al mismo tiempo, si existiera un trabajo que requiriera dormir y comer Yuma seria millonario, cogió el traje que había arrumbado y se dirigió a su área de trabajo, no se lo puso, era sofocante y estorboso, terminaría su turno así sin él, de regreso sus globos ya no se encontraban y en un poste un letrero con la palabra “despedido” daba falsas esperanzas.
-Que frustración, de todos modos no me pagaban lo suficientemente-. La amargura cruzo por su mente pero jamás le dejaría invadir su felicidad. – Vaya entonces iré a buscar un puesto de comid…-. Su cara en shock y sus bolsillos vacíos le hicieron recordar que no tenía dinero. – Noo! Y ahora que hare no tengo con que comer ni siquiera tengo con que regresar a la ciudad-. No podía soportar su mala suerte, era muy desdichado en ese momento.
Más adelante los puestos de comida saciaban a sus clientes con exquisitas comidas y botanas, Yusaku y Crow se encontraban en el puesto de comida rápida de Shoichi, Yusaku tal vez no encontró lo que buscaba al principio pero encontró nuevos amigos lo que le hizo sentirse satisfecho.
-Wow ¡enserio! El motocross debe ser espectacular-. La cara de asombro de Shoichi le hacía parecer como un niño pequeño.
-Claro que lo es, deberían intentarlo pero es si tengan cuidado puede costarles la vida-. Crow hablaba con la boca llenar mientras comía su hot dog con patatas.
-Oíste Yusaku a ti te encantan los juegos extremos ¿Por qué no lo intentas?-. Shoichi hablaba con los muchachos mientras atendía a los demás clientes.
-No lose, tal vez algún día lo intente-. Yusaku siempre neutro en sus expresiones.
-Por cierto Yusaku que es Shoichi de ti-. La duda le había entrado desde que se presentaron.
-Él es como mi niñera-. Yusaku lo hizo con un tono de burla pero igualmente simpático.
-¡Que! Yusaku yo te he criado desde que eras un bebé como puedes decir que soy tu niñera si soy como tu padre o hermano mayor-. Shoichi hablaba con sorpresa.
-Es verdad pero pareces más mi niñera-. Yusaku ligeramente sonrió de manera que no fuera evidente, ambos tenían una relación especial, desde bebe él se había encargado de supervisarlos a él y a su hermano así que prácticamente fue su tutor.
-Jejeje ustedes me agradan espero ir a visitarlos muy pronto a Den City-. Crow hizo un gesto de gracia.
-¿Acaso eres de otro lugar?-. Yusaku le extrañaba su respuesta pero de segundos recordó que el carnaval estaba en las fronteras de Den, Heartland y Domino, pero más cerca de Den.
-Sí, vengo de Domino pero nací en Satélite-. Sus brazos se extendieron hasta cruzarse en su nuca.
-Yusaku también nació en Satélite pero nos mudamos cuando aún usaba pañales-. Shoichi quiso simpatizar con sus palabras aunque a Yasuku no le gustaba recordar ese momento.
-Si pero eso quedo en el pasado-. Yusaku sorbió de su refresco sin decir más.
-Eehh, tal vez fue por la repentina radiación que se mudaron verdad, pero a decir verdad nadie resulto con complicaciones, a veces pienso que solo fue un chisme de los medios para escandalizar, Satélite en un lugar hermoso, rustico con mucha vegetación en las calles y en los edificios, casi no vive mucha gente ahí pero es un lugar tranquilo y sereno, deberían volver a visitarlo-. Las palabras poéticas de Crow dejaron en silencio a Yusaku y Shoichi, no dudaban que Satélite era un lugar hermoso pero no era seguro, en ese lugar vive la gente corrupta y marginada, Yusaku no etiquetaba a nadie por sus orígenes pero él tenía un mal recuerdo y solo quería superarlo.
Arrastrando los pies casi desfalleciendo Yuma se acercó al puesto de comida rápida cerca del puesto de Shoichi a pedir comida.
-¡Claro que no! No puedo ofrecerte comida gratis-. El cocinero extrañado de la petición se negó.
-¡Por favor que muero! Se lo pagare con trabajo pero no aguanto más-. Las palabras temblorosas de Yuma fueron las últimas de ese momento y desfalleció entre los clientes.
-¡Hey espera no te mueras aquí!-. Los clientes se acercaron para ayudar al muchacho, parecía que hablaba en serio.
En el puesto de comida rápida de Shoichi los disturbios se escuchaban, Yusaku y Crow se levantaron de sus lugares y corrieron para ver.
Al acercarse entre la multitud y en intentos por regresarle el aire a Yuma, Yusaku lo reconoció al instante, “Ojos de fuego” binó a su mente aquel momento en el que por primera vez cruzaron miradas, Yusaku abrió paso para cargar al pequeño y lo cargo en sus brazos, Crow pensó que tal vez conocía al chico porque sin decir nada lo recogió sin pedir permiso, mientras Yusaku cargaba al chico escucho un crujido dentro de su estómago, parecía como si tuviera hambre, claro ahí el problema. Con dirección al puesto de comida de Shoichi, Yusaku abrió la puerta trasera del remolque y coloco al chico en el suelo, rápidamente tomo un hot dog del aparador sin pedir permiso y lo coloco en la nariz del chico.
El olor de la carne era realmente delicioso, Yuma no tardo en sentir el aroma a comida, poco a poco sus ojos se abrieron como platos la respuesta Yuma. – OOhh esto es un sueño, comida am-. Sin tomar en cuenta la presencia de los demás Yuma tomo el hot dog y en dos bocados se lo acabo, Yusaku sonrió, la alegre e niñata reacción del chico le pareció linda.
-Woa me estaba muriendo de hambre gracias en serio-. Alzo su mirada con una brillante cara de inocencia tan simpática.
-Te desmayaste en el puesto de alado creímos que había sido grave-. Crow hablo con un tono agradable y sereno.
-Lo siento es que desde en la mañana no he probado ni un bocado me aguante las ganas pero al parecer no resistí más-. Yuma agacho su mirada en forma de vergüenza.
-Está bien, puedes quedar aquí a comer-. Yusaku se levantó y le tendió una mano al chico para levantarlo.
-¡Enserio! Se puede-. Yuma se emocionó y un gran brillo apareció en sus pupilas.
-Claro que si la casa invita-. Shoichi sonrió alegremente.
Yuma estaba tan fascinado que no dudo en aceptar, Yusaku lo miraba y lo contemplaba. -¿Cuál es tu nombre?-.
-¿Eh? O si perdón me llamo Yuma Tsukumo-. Yuma cerró los ojos alegremente y sonrió.
«Yuma Tsukumo» Ese nombre cruzo por su mente desde ese momento.
Yusaku, Crow y Yuma se sentaron en un tronco detrás del remolque con mucha comida gratis de parte de Shoichi, Yuma era muy alegre y contagiaba su sonrisa, Crow hablaba y simpatizaba con él mientras que Yusaku era de pocas palabras, quería preguntarle muchas cosas pero por ahora solo quería ver su brillante sonrisa.
-Espérenme iré por mas refresco-. Crow se levantó y camino hacia el otro lado. Yusaku no desaprovecho esta oportunidad para socializar con él.
-Muchas gracias jamás olvidare lo que hicieron por mí, ahora son mis amigos pueden contar conmigo para lo que sea-. Una animada mirada de sinceridad se expresaba de él.
-No hay de que tú hubieras hecho lo mismo-. Yusaku desvió su vista de Yuma para centrarla en un panecillo.
-Por cierto hace un rato te vi y me miraste como fascinado-. Las palabras de Yuma eran muy inocentes pero muy directas, al parecer si lo reconoció.
-Bueno yo… es solo que me recordaste a alguien-. Yusaku no sabía que contestar y tartamudeo un poco.
-¡De verdad! , ¿A quién?-. Yuma se acercó mas a Yusaku hasta el grado de ponerlo nervioso.
-B-bueno… a decir verdad no lo conozco pero se parecía a ti en carácter-. Yusaku no miraba a los ojos Yuma, lo ponía nervioso.
-Vaya espero ser mejor, entonces por eso me miraste de esa forma, hehe pero ahora ya me conoces y espero gustarte-. Optimismo y gozo llenaban sus mejillas. Yusaku no sabía que contestar tal vez había mal interpretado las palabras de Yuma, pero ese breve momento lo hizo la persona más feliz, era único, era hermoso, «Mi búsqueda termino, te encontré, ¿Amor a primera vista...?».
En las calles de Heartland
El frio de las calles congelaba sus huesos, repentinas oleadas heladas, la caminata era larga e infinita pero eso no le impediría llegar a su presentación, sus brazos cubrían su cuerpo abrazándose el mismo, su mirada bajaba conforme caminaba y un triste recuerdo llenaba sus ojos de lágrimas, «Reiji», ese nombre, aquel nombre de un hombre que le hizo tocar el cielo y la luna para después tirarlo al vacío. Perdido en sus pensamientos no se daba cuenta de la hora que era, detrás de él una moto le seguía el paso y una voz reconocible lo regreso a la realidad.
-Yuya-. Una moto color naranja con un tripulante de cabellos ondulados de ojos azules le miraba con una sonrisa.
-Dennis…-. La voz de Yuya apenas si tuvo tono, él solo giro su mirada hacia Dennis.
-No piensas llegar a pie ¿verdad?, biné por ti vamos Yuya-. Dennis le tendió una mano, sabía que Yuya era muy fuerte pero a veces hasta la roca más dura se hablanda con la lluvia.
Yuya le sonrió y sin decir nada subió a la moto sujetándose de Dennis, al momento de montar la moto Dennis le brindo un suéter de felpa con un gatito enfrente, Yuya le sonrió y arqueo sus ojos en agradecimiento y con un pequeño esfuerzo se lo puso y después Dennis arranco la moto con dirección al carnaval.
Enfermería del coliseo
El corazón dejo de latir, sus ojos se abrieron como esferas, la mano en sus labios reflejaban sorpresa y decepción, no podía creerlo, aquel hombre por el que había abandonado su hogar, su carrera, su padre, ahora se estaba revolcando con su amigo.
-Y-Yusei…-. Las lágrimas se soltaron como una fuente, giros en su cabeza negando que fuera verdad. -…-. No aguanto en decir una palabra más, Yusei solo lo miraba en sorpresa de sus actos, Jack evidentemente sonreía en la oscuridad, Judai salió corriendo del lugar no quería ver.
-¡JUDAI!-. Yusei se levantó y empujo a Jack, tomo sus ropas para vestirse rápido y luego marcharse.
-¡No vayas Yusei, él nos separa, es nuestro destino estar juntos-. Jack tomo la muñeca de Yusei para detenerle.
Yusei no dijo ni una sola palabra pero al final arrebato su muñeca de su mano. – Ahora cumple tu promesa y aléjate de nuestras vidas-. Hablo sin dirigirle la mirada y camino a la puerta.
-Yusei sabes que no me rendiré hasta tenerte-. Jack hizo caso omiso a su promesa pero aun así Yusei ignoro sus palabras.
Yusei corrió por los pasillos del coliseo, sin pistas, sin rastro, «Como pude aceptar herir a Judai de esta manera» el solo saber que Judai estaría pensando lo peor de Yusei le quebrantaba el alma, salió del coliseo en busca de Judai, no podría haber ido muy lejos, después de todo Yusei lo había traído en su moto no tenía medio de transporte para regresar a Domino, dispuesto a lo que sea para encontrarlo tomo la dirección del área de juegos, a Judai le fascinaban los colores y las luces, sin dunda debería estar cerca.
«Judai perdóname»
«Yusei… ¿Por qué?…»
En las colinas de Satélite
-Judai, te siento, siento tu tristeza…, no…, no llores más… pronto estaremos juntos, por fin después de mucho tiempo te he encontrado… mi querido Judai-.
“El momento de la paz por el destino se acerca, la decisión del mando yace en el deseo de la avaricia, la ira y el poder, solo nosotros lo decidimos, la lucha del pasado se convierte en la perdición del momento, ¿Existe el amor en una guerra como esta?”
“Mismo vientre, mismos sentimientos, mismo poder es el que nos une”