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Nada está escrito por Lauradcala

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uando la luz matutina del sol me dio en la cara, supe que tenía que cambiar de posición mi cama, no podía seguir despertando así.

Me giré con un gruñido y me puse la almohada en el rostro, dispuesto a seguir durmiendo pero, en cuando el olor a colonia llego a mis fosas nasales directo desde la tela de la almohada, supe que había algo mal.

Me senté sobresaltado y mirando donde estaba, entonces fue cuando recordé la noche anterior y me sonrojé furiosamente mientras ocultaba mi cara con las manos.

Joder, que vergüenza, aun no podía creer que había venido a, prácticamente, ofrecerme en bandeja a Dante.

¿Dónde quedó mi dignidad? En algún sitio a kilómetros de aquí, eso puedo asegurártelo.

-¡Ah! Ya despertaste, estaba empezado a preocuparme, ¿usualmente duermes tanto? -Dante me saludaba desde la puerta de la habitación con una taza humeante en la mano.

Y estaba sin camisa, ¿Qué tiene este hombre con la ropa? Parece huir de ella.

-¿Quieres ponerte una camisa, por favor? -murmuré irritado.

-Pensé que habíamos superado la etapa de la timidez anoche -hizo un gesto pícaro- veo que aún quedan rastros de tu inocencia, eso me gusta, sobretodo porque tú mismo estas totalmente desnudo en mi cama, al menos yo tengo pantalones puestos, Ángel.

Lo miré horrorizado mientras bajaba la vista para comprobar que, efectivamente, lo único que me cubría eran las sabanas.

-¿Dónde quedaron mis pantalones? -pregunté mirando por todas partes.

-Están en la secadora, no creo que estuviesen limpios luego de pasar la noche en el suelo -respondió él.

-¿Y que se supone que voy a ponerme? ¡Tengo clases en un par de horas! Tengo que ir a mi casa por algo de ropa pero, ¡No puedo aparecerme desnudo! -estaba empezando a estresarme.

-Bueno, ciertamente no tengo inconveniente alguno con verte desnudo en la mañana, sería un buen catalizador de energía para irme a trabajar.

-¡Deja de decir tonterías y ayúdame a pensar en algo! -exclamé.

Él se rió y se dirigió al closet.

Cuando me dio la espalda, noté un pequeño arañazo en su omoplato, ¿Se había herido? ¿Con que?

-Dante, ¿Qué te pasó en la espalda? -pregunté algo preocupado.

Él se giró a medias, lo suficiente para verme a los ojos.

-¿No lo recuerdas? Tú, pequeño gatito, estabas muy a gusto divirtiéndote con mi espalda anoche -dijo con esa sonrisa deslumbrante.

Le lancé una almohada en la cara para borrar esa estúpida expresión.

-¡Claro que no! -grité horrorizado.

Él se reía a sus anchas, burlándose de mí.

-¿De verdad no lo recuerdas? Vaya, creo que te distraje lo suficiente -dijo con gesto pensativo.

Resoplé y miré a otro lado.

-Es broma, Ángel, deja el mal humor, me tropecé con la puerta de las alacenas mientras hacia el café y caí sobre la pared, supongo que me arañé con ella -dijo y volvió su atención al closet.

-Ya sabía yo que no podía hacerte algo así, no tengo las uñas largas -suspiré.

-No parecías muy seguro hace un momento.

-¡Tú vete a paseo!

Estuvo un momento rebuscando entre los cajones, tiempo que usé para espiar su espalda y mirar esa pequeña parte de ella que llevaba mi nombre inscrito.

Desvié mi mirada al tiempo que él se daba vuelta y me arrojaba una camiseta en la cara, junto a otras prendas.

-Puedes usar estos, creo que te quedaran bien porque son de cuando solía ser más delgado -me dijo mientras yo observaba lo que me había pasado.

Eran una camiseta, jeans y ropa interior.

Alcé el bóxer con una expresión incrédula.

-¿No estarás pensando que use estos, o si? -pregunté desconfiado.

-No te preocupes, no los he usado, aún tengo varias cosas nuevas en el closet que no he tenido ocasión de colocarme -explicó él.

-¿Cómo puedo estar seguro de eso?

-Aún tiene la etiqueta de compra.

Revisé la prenda y verifique que tenía razón mientras Dante lucia exasperado.

-Vale, te creo -dije después de un rato.

-Eres imposible.

-¿Te importaría salir? Quiero darme una ducha.

-¿Y perderme del espectáculo de tu cuerpo desnudo por la mañana? No lo creo -una de sus comisuras se curvo desesperadamente hacia arriba.

-¡Por Dios, Dante, dame algo de privacidad! -exclamé.

-¿Y si no quiero, que harás al respecto? -dijo acercándose.

-Siempre puedo patearte en los bajos, ¿sabías?

-¿Te crees en la capacidad de luchar conmigo?

Era bastante rápido.

En un solo paso, saltó a la cama y me atrapó las muñecas, poniéndolas por encima de mi cabeza y ubicándose a horcajadas sobre mí.

Rodé los ojos y tragué.

-Quítate ya, no voy a llegar tarde a clase por tu culpa -dije con tono amenazador.

-Aun no me has dado los buenos días, deberías redimirte por eso, hacer algo para disculparte -su rostro empezaba a acercarse hacia el mío.

-¿Tengo que?

-Por supuesto, es un gesto mínimo de cortesía para el que te brindó el rato más agradable de tu vida.

-Presumido.

-Testarudo.

-No voy a hacerlo.

-¿Debo obligarte?

-No, debes quitarte de encima y dejar de retrasarme.

-No quiero.

-¡Dante!

Y hasta ahí llegaron mis protestas, porque acortó la poca distancia que nos separaba y me besó, marcando el ritmo a su antojo y, básicamente, haciendo lo que quería.

Cuando creyó haber robado el oxígeno suficiente de mis pulmones, se levantó un poco y me miró a los ojos, el dorado de los suyos brillando con diversión.

-Buenos días, Ángel -susurró suavemente.

-Si si, buenos días para ti también, ¿Te quitas ya?

-¿Siempre te levantas tan de mal humor? -dijo sentándose a mi lado en el colchón, dejándome libre para moverme.

-No, solo cuando me molestan al recién despertar.

-Eres bastante susceptible.

-Y tú, molesto, pero ya vez, algo debemos de hacer bien juntos.

Me levanté envuelto en las sabanas y corrí al baño ante la sonrisa de suficiencia de Dante y me metí lo más rápido que pude bajo el agua fría.

Cuando me asomé a la sala, ya vestido y descalzo, Dante estaba poniendo un par de platos sobre la barra de desayuno.

-¿Sabes? Esto de despertar con alguien podría ser un buen cambio para mí -comentó cuando me senté en una de las sillas.

-¿Por qué?

-Es menos solitario.

-Pensé que eras un jugador por excelencia y, como no te gustan los hoteles de paso, supuse que no sería el único al que habías traído aquí.

Probé las tostadas que me había servido, estaban deliciosas.

-Ciertamente no me gustan los hoteles de paso y no eres la única persona con que he estado desde que me mudé aquí, pero si eres el único a quien he traído a mi departamento -explicó con una sonrisa.

-¿Ibas a sus casas?

-A veces, o usábamos otras estrategias.

-¿Cómo?

-No pensé que estuvieses tan interesado en mis aventuras, Ángel.

-Es solo curiosidad, no tienes que decirme si no quieres hacerlo -dije probando otra tostada para no tener que verlo a los ojos.

-El sexo no se reduce solamente a la cama, Ángel, hay muchas cosas que puedes hacer.

-Eres un pervertido -dije con burla.

-Y tu tan inocente, espero poder enseñarte todo lo que sé -sus ojos se oscurecieron con malicia.

-Vas a tener que buscarte a alguien más como conejillo de indias.

-¡Ah, pobre de mí que no quiero estar con nadie más! -dijo con gesto dramático.

Me reí bajito y no hice más comentarios.

Cuando terminé de desayunar, tome mi mochila y las llaves del auto y me despedí de Dante, él me respondió con una sonrisa calmada y se volvió a su cuarto, probablemente a alistarse para ir a dar clase.

Conduje hasta mi casa y corrí hasta la entrada, tenía el tiempo justo para cambiarme de ropa y salir a la universidad.

Cuando crucé la cocina, capté dos pares de ojos mirándome fijamente, así que me detuve y me giré a mis padres, quienes me veían con gesto burlón.

-Buenos días, cariño, ¿amaneciste de buen humor? -empezó mi madre.

-A lo mejor lo pusieron de buen humor, Susan -siguió mi padre.

-Ah, no lo sé, Dominic, creí que con dormir fuera de casa habría sido suficiente.

-¿Estas segura que solo durmió?

-¡Paren ya! -grité mientras luchaba con el rubor en mis mejillas.

Ellos empezaron a reír a carcajadas mientras yo mostraba una expresión cada vez más mortificada.

-Ok, ya, ¿Qué tal todo? ¿Puedo esperar nietos pronto? -preguntó mi mamá entusiasmada.

-¡Mamá!

-¿Cuándo lo traerás a casa? -preguntó ella otra vez.

-No lo sé -respondí.

-Supongo que lo veras pronto, digo, debes devolverle su camiseta -dijo mi papa ocultando su sonrisa detrás de la taza de café.

Hice un gesto de impaciencia y subí a mi habitación, cambiándome la ropa de Dante por lo primero que encontré a mano.

Aun desde el segundo piso, podía oír las bromas de mis padres.

Cuando bajé, solo grite algo como despedida antes de escaparme lo antes posible de allí, no quería seguir oyendo sus comentarios inapropiados.

El dia estuvo bastante tranquilo, eso o la falta del peso que tuve sobre los hombros las últimas dos semanas hacia que me sintiera ligero.

Durante el almuerzo, me senté bajo la sombra de un árbol a masticar lo que había comprado y a revisar los ejercicios que había acabado de hacer cuando Daniel se sentó al frente de mí.

-¡Hola! Luces bien, mucho mejor que los últimos días -saludó.

-Gracias, supongo, ¿Qué tal estuvo tu fin de semana?

-¡Fantástico! Estuve en una casa campestre a las afueras de la ciudad con mis padres y unos amigos de ellos, estuvo increíble -dijo con expresión soñadora.

-Parece que la pasaste bien.

-¿Bien? Eso es poco, los amigos de mis padres llevaron a su hija, no la recordaba porque la última vez que la vi fue hace muchos años, pero ahora no dejamos de hablar todo el tiempo.

-¿Es bonita?

-Es preciosa.

Y comenzó a hablar de la muchacha sin poder humano que lo detuviese.

No le presté atención, en cambio, me enfoque en observar a estudiantes y profesores ir de un lado para el otro durante la hora de descanso.

Cuando el receso acabó, le indiqué a Daniel que era hora de irnos, el chico parecía haber despertado de un sueño en cuanto paró de hablar de la chica que lo había encantado.

Nos ubicamos en nuestros usuales puestos y las risitas y murmullos nos indicaron cuando Dante entró al salón.

-Parece que a alguien le tocó anoche -murmuró Daniel.

-No hagas esos comentarios, por favor -susurré algo irritado.

-Bueno, al menos ya no tiene esa cara de deprimido que estaba mostrando los últimos días, parecía haber sido atropellado por un camión o algo.

-¿Siempre eres tan trágico?

-¿No te diste cuenta? Ni siquiera tú puedes ser tan distraído.

-Bueno, usualmente no me fijo mucho en los profesores.

-¡Pero es que era muy obvio!

Dante había empezado con la lección y yo me enfoqué a tomar apuntes, ignorando la sonrisa que aparecía aparentemente de forma involuntaria en su rostro cada que miraba en mi dirección.

E ignorando la que yo fervientemente me había propuesto a no demostrar.

-Ángel, supongo que es un alivio que ya no te mire como si hubieses atropellado a su perro pero, ¿no crees que el profesor Weaver está sonriendo mucho hoy? -murmuró Daniel cuando la clase casi estaba por terminar.

-Son ideas tuyas.

-No lo creo, esta de muy buen humor.

-¿No es mejor así? A lo mejor no nos deja tareas.

-Tienes razón en eso, pero sigo pensando que es extraño.

-Si no hay preguntas, entonces creo que hemos terminado por hoy -dijo Dante, interrumpiendo nuestra conversación y sonriendo ampliamente.

Miró un momento en mi dirección y me hizo señas de que esperase en el salón, así que me despedí de Daniel y me quedé, con la expectativa de que iba a pasar esta vez.

Notas finales:

N/A: ¡Hola! esta es mi primera nota de autor para ustedes y, he de decir, que estoy algo emocionada.

Utilizo este espacio para ciertas cosas que quiero comunicarles asi que... aqui van :D

1. He visto el contador de lecturas hace un momento y ¡Casi me da algo! ¿6200 lecturas? ¿Estoy soñando? Dios... mil gracias, de verdad no sé como agradecerles esto, me han hecho la chica mas feliz el mundo, sonará cliche pero, esto no es por mi, esto es gracias a ustedes y yo se los debo.

2. Lamento decirles que, a partir de ahora, me tardaré un poco mas en actualizar, ¿Por que? porque inicié un nuevo semestre que promete darme una paliza y noquearme para fin de año, de hecho me estoy escapando un momento de mis deberes para dejarles este pequeño regalo antes de esconderme en las sombras.

3. Realmente me importan sus opiniones, me ayudan a mejorar y saber que es lo que quisieran ver que pase en la historia, no, no estoy rogando por reviews, esto es totalmente voluntario y yo amo interactuar con mis lectores, en realidad este punto es, basicamente, porque me interesa enormemente su opinion acerca del cap anterior (Si, ese capitulo pervertido) porque es la primera vez que escribo algo asi y quiero seguir haciendolo (Aun cuando casi muero de verguenza en el proceso) y para eso quiero saber sus reacciones con respecto a ello, y tambien con la historia en general, cualquier idea es bien recibida.

Creo que es todo.

Nos leemos despues.


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