“Sí, por tanto, por supuesto me dijo que no investigara en ello, pero francamente, no puedo creer que creyera que simplemente lo dejaría ir”. Fumu hizo rodar sus ojos cuando sustituyó otro libro en el anaquel. “No es la única persona que puede hacer una investigación aquí”.
Ella y Kirby estaban en el sótano del castillo, en la biblioteca poco usada y poco conocida. Fumu acababa de terminar de contar la pesadilla del capitán Doo y el fiasco que la noche anterior había sido.
“¡Quiero decir, estoy de acuerdo!” Kirby lanzó un vistazo hacia la puerta. “Me siento algo culpable por ir a las espaldas de Meta Knight, pero esto es algo realmente importante. Si podemos ayudar en algo, deberíamos”.
“Kirby, ni siquiera te gusta leer”, Fumu suspiró, y Kirby se estremeció ante el tono maternal que era tan afectivo de adoptar.
“¿Y?” Kirby dijo, un poco defensivamente. “Si significa salvar las vidas de la gente, estoy listo para leer hasta el manual más aburrido. No es como si no pudiera leer”.
“Gracias a mí”, Fumu rió tontamente.
Esto picó un poco. Pero no estaba equivocada. A los niños en Dreamland no a menudo les enseñaban a leer o escribir. Kirby nunca habría aprendido sin Fumu, que en su juventud se movió sigilosamente lejos después de sus propias lecciones para instruir a Kirby.
“Bien, déjame llevar un poco del peso”, suplicó Kirby. “Quiero ayudar”.
Fumu dio un toque a sus labios pensativamente. “Bien, lo haría – pero francamente, ni siquiera sé por dónde comenzar. He estado aquí toda la mañana y no he encontrado nada útil”.
“Tal vez hay una manera de detener las pesadillas. Como un atrapa-sueños o algo”
“Ya examiné esa idea…”. Fumu dirigió sus dedos a lo largo de las vértebras del libro. “Pensaba en los atrapa-sueños, o una especie de poción o hierba que pudiera detener las pesadillas. Pero no hay nada – nada sobre eso”.
“¡Eh!, bien … ¿y algo que te detenga de tener que dormir?”
“Eso es tonto, Kirby. La gente tiene que dormir para vivir”. Dio vuelta a él, una luz excitada en sus ojos, “realmente, está este ciclo llamado el ritmo circadiano. Leí sobre ello recientemente; es un ciclo que empata en toda clase de señales fisiológicas – en esencia, nos ayuda a regular nuestra alimentación y patrones de sueño. Si interrumpimos ese ciclo, realmente puede causar estragos en nuestros cuerpos”.
“Sí, pero …. El sueño de la gente ya está estropeado”, indicó Kirby.
Fumu puso sus manos sobre sus caderas. “Todavía duermen, sin embargo. Sólo no creo que mantener a los aldeanos despiertos todo el tiempo sea la solución correcta”.
“Mm” Kirby bajó su barbilla al escritorio y miró a Fumu cuando volvió a los anaqueles. Sacudió su cerebro para otras ideas.
“Sólo no sé qué hacer”, dijo Fumu sobre su hombro, “Quiero decir, el Sr. Tobita murió la semana pasada. De sólo una pesadilla. Es …” Se detuvo. “No se parece a nada que hayamos visto. Yo… no sé que hacer. Anoche, estaba tan preocupada por el capitán Doo…”.
Los ojos de Kirby se ensancharon. “Mira, e-encontraremos una solución, debe haber algo…”.
Fumu sacudió su cabeza. “Por supuesto. Tenemos que permanecer positivos”. Lanzó una mirada por sobre su hombro. “Kirby, ¿no se suponía que ayudaría a la señora Tani con sus flores hoy?”
“¡Ah, mierda!” Kirby golpeó su frente con su palma. “¡Se suponía que la encontraría esta mañana! Debe estar buscándome - “
“Tengo todo cubierto aquí, Kirby. Encontraré una solución, no te preocupes”.
“¡Gracias – estaré de vuelta después, Fumu – puedo ayudar, también!”
Kirby se escapó de la biblioteca y corrió por las escaleras del castillo de Dedede.
Era este castillo chillonamente grande que se posaba en el punto más alto de Dreamland. Aquí es donde el rey Dedede vivía, junto con su mordaz ayudante Escargón, y cualquier empleado del castillo, como Meta Knight, los criados del castillo, y los padres de Fumu. La biblioteca, mientras tanto, se sepultaba en el sótano del castillo, y muy descuidada por cualquiera excepto Fumu y Meta Knight (y a veces Kirby).
El resto de Dreamland, mientras tanto, estaba generalmente en bajas colinas balanceantes o prados llanos. El bulto de los aldeanos vivía en una amplia llanura sombreada por el castillo; cada casa era modesta y simple, pero muy a menudo lujosamente decorada con flores y hierbas, por los aldeanos compartía el orgullo del follaje natural de su ciudad.
Mientras Kirby trotaba lejos del castillo, la llanura se tumbaba abajo en una luz de oro nebulosa. Cada casa diminuta tenía un anillo de cordón alrededor de ellos de ricos verdes, amarillos y rojos.
Todo el año, Dreamland nunca fallaba en atraer a la mirada.
Kirby rápidamente corrió hasta el jardín particular de la Sra Tani y pidió perdón cuando se acercó. “¡Lamento llegar tan tarde, Sra Tani! Estaba metido en la biblioteca”.
La Sra Tani, una señora rechoncha cuyos seis niños estaban crecidos y se mudaron a sus propias casas, puso sus manos sobre sus caderas y contempló a Kirby preocupadamente. “¿La biblioteca?” Sacudió su cabeza. “Conseguirás ideas tontas en tu cabeza, como Fuma”.
“Fumu”.
“Cierto, por supuesto. Ya he comenzado el trabajo, pero te necesitaré para el levantamiento pesado. Traerías aquellas margaritas ¿Cierto? Captarán más sol en el lado este de mi casa…”
Kirby obedientemente agarró la caja rica de tierra con margaritas de blanco perla. “Investigábamos cómo arreglar las pesadillas que la gente sigue teniendo. Hay libros que hablan de curas a otra clase de enfermedades, por lo tanto, tal vez tienen algo que pueda curar lo que ha estado pasando últimamente”.
Su expresión se oscureció ligeramente. “Son todas tonterías. Sabes por qué realmente tenemos pesadillas, ¿verdad? Pon la caja allí abajo, querido, gracias”.
“¿Por qué las tenemos?”
Meneó su dedo. “¡Curiosidad! ¿No has notado el patrón, Kirby?”
“No sé qué es lo que quiere decir…”
“La primera curiosidad – y ese hombre es el mal entrometido de todos nosotros. Gasta la mitad de su tiempo fisgoneando a lo largo de la frontera de nuestra ciudad, pegando su nariz en extraños asuntos que no nos corresponde saber”.
“Es curioso sólo sobre mundo exterior”, dijo Kirby suavemente.
“¡Y justo ahí está el problema! ¡Así pues, por supuesto está aquejado primero! ¡Y el incidente más reciente, con el capitán Doo – no creerás que no oí sobre eso! Sin duda tiene hábitos extraños sobre los cuales no sabemos. Encerrado en ese castillo, las estrellas saben lo que pueda estar mal con el cerebro de una persona …. Lo que digo es, es un mal negocio preguntarse sobre el mundo exterior. Estas pesadillas nunca fueron una molestia cuando todos se preocupaban de sus propios asuntos. Las violetas, Kirby, las violetas – no las peonías, aquellas van al otro lado”.
Kirby agarró la caja apropiada y la siguió cuando recogió sus instrumentos de horticultura y le dirigió al nuevo parterre.
“Todo lo que digo es, ten cuidado”. Le dio una mirada suave, maternal. “Mantente lejos de esa biblioteca y no contemples las fronteras demasiado. Lo más que puedo hacer es mantenerte seguro”.
“No necesito protección, Sra Tani. Tengo tod mi entrenamiento de Meta Knight, y no creo que los libros me hagan daño”.
“Bien, bien”, dijo, en la clase de modo que significaba que no le creía en absoluto. “Ven acá y ayúdame a poner estas violetas adentro. A mis viejas rodillas no les gusta cuando hago eso…”
“Sí, señora”. Mientras Kirby creaba pequeños pedidos en el suelo para las nuevas plantas, la Sra Tani traqueteaba sobre la superstición y los peligros de las fronteras. Kirby era silencioso, sin embargo, otra vez, encontró sus pensamientos inestables.
Siempre los aldeanos advirtieron contra pasos fuera de Dreamland – el exterior, estuvieron de acuerdo, demonios alojados y monstruos mucho más horríficos que uno podría imaginar alguna vez.
Eso era bastante simple de entender y seguir, sobre todo ya que algunos niños habían cruzado la frontera y nunca habían vuelto (consumidos por demonios, los aldeanos tristemente concordados).
Lo que no tenía sentido era el hecho que el propio Kirby había venido de fuera de los bordes. No que recordara ese tiempo: no había sido nada más que un niño cuando Meta Knight (según las historias que le dijeron) le llevó a Dreamland desde mundo exterior.
Si el lugar fuera de las fronteras de Dreamland estuviera lleno solamente de demonios y monstruos, entonces …. ¿Cómo podrían Meta Knight y Kirby haber venido de tal lugar? ¿Qué había realmente ahí?
Por supuesto, la persona que absolutamente debería saber la respuesta a esto era Meta Knight …. Pero el caballero hosco nunca compartía un solo fragmento de información sobre ello a Kirby o a cualquier otro Dream Landers. Silenciosamente concordó con la narrativa que los aldeanos proveían, e instruyó a Kirby de nunca dejar las fronteras.
Kirby solía pedir historias y suplicar por saber cuál era su origen verdadero (Fumu tenía al ministro Parm y a Memu – pero ¿quiénes eran los padres de Kirby?) pero en este tema, como con muchos otros, Meta Knight era eternamente silencioso. A tiempo, Kirby dejó de preguntar.
Pero nunca dejó de preguntarse.
Ahora mismo, sus ojos vagaron a la frontera distante, el borde desmarcado que comenzaba directamente antes de que el bosque lo hiciera, y se preguntó.
“¿A dónde miras?”
“Ninguna parte”, Kirby dijo de prisa.
“Ninguna parte”, se quejó, cruzando sus brazos. “Es la frontera, ¿verdad?”
Kirby suspiró.
“Ese es un billete de ida a tu tumba”, advirtió la Sra Tani. “Toda tu vida has contemplado esa frontera, Kirby. Algún día tienes que mirar el pueblo hermoso alrededor de tí. Siéntete cómodo”.
“Sí, Sra Tani”.
“¡Kirby! ¡Mira lo que haces! ¡Casi rasgas la raíz de esa flor!”
“L-lo siento…”
“Has estado distraído toda la mañana”, resolló la Sra Tani con desaprobación. “¿Por qué no corres? Puedo terminar estos brotes sola”.
“¿Es - está segura? Le puedo echar una mano – “
“Ah, ve. Ya hiciste el levantamiento pesado para mí, Kirby. Manejaré estas últimas flores”.
“Si es está segura…”
“Absolutamente. Ah – aquí – quieres algo a cambio, ¿verdad?”
“En verdad, está bien – “
Cavó en su bolsillo y retiró tres dulces envueltos, dejándolos caer en la mano extendida de Kirby.
“Ah, gracias”, Kirby hizo apartar la vista en los dulces que se avergonzaba por todavía amar. La Sra Tani los daba a todos los niños del pueblo cuando le ayudaban. Cuando se los dio a Kirby, era un recordatorio subsecuente que ella – y todos los otros aldeanos – le veían como poco más que un niño.
Kirby exhaló. Meta Knight le trataba como un adulto; los aldeanos le trataraban como un niño. ¿No había algo en medio?
Lo había por supuesto, cosas más importantes que quejarse sobre cómo todos lo trataban cuando debería sólo estar agradecido. Para principiantes, debería revisar de nuevo a Fumu. Tal vez había encontrado alguna cura a las pesadillas.
“¿Oye Fumu?” Kirby hizo trotó en la biblioteca y balanceó su mirada fija alrededor. “¿Fumu?”
Ninguna respuesta. Miró detenidamente a los anaqueles. “¿Fumu? ¿Hola? ¡Fumu!”
“En la parte trasera, Kirby”.
Kirby serpenteó a la misma espina de la biblioteca, que era sin ventanas y tenía poca circulación de aire – a menudo estaba más caliente y olía de manera aplastante como a libro polvoriento.
Fumu se puso arriba en un taburete, que hojeaba desde el mismo estante superior.
Una pequeña mesa detrás de ella tenía otro montón de tomos colocados en ella. Cuándo Kirby se acercó, vio que uno estaba abierto con un dibujo de una flor blanca de cinco pétalos.
“¿Qué es eso?” Kirby preguntó, y leyó, El Narcao es un pequeño y curioso perenne encontrado en regiones arboladas profundas, poseyendo efectos biológicos extraños en el cuerpo humano. De ser ingerido en pequeñas cantidades – un pétalo o dos antes de dormir – la planta inducirá un relajante, sueño sin sueños. De ser ingerido en cantidades más grandes –
“Oh n-no es nada, espera – “Maniobrando varios libros, Fumu torpemente corrió hacia la mesa: Kirby agarró el libro antes de que lo pudiera enganchar.
“¿Una planta que causa sueños sin sueños?” Kirby dijo, “¡Fumu, has encontrado la respuesta!”
“No, no lo es – “Sacudió su cabeza, pareciendo rendida. “Lo siento, Kirby, pensé guardar ese libro en su sitio; dámelo”.
“¡Espera, no – Fumu esto es! ¡Así es cómo podemos curar a los aldeanos!”
Suspiró. “Lo sé, lo pensé también, Kirby, pero no es una opción”.
“¿Por qué no? Esto - “perenne encontrado en profundas regiones arboladas
“Sólo se puede encontrar fuera de la frontera”, confirmó Fumu tristemente.
Si… si esto fuera verdad, entonces alguien había ido a través de la frontera, y había vuelto a Dreamland. La mente de Kirby zumbó.
“Es un libro muy viejo, y nunca he oído antes del apellido del autor. Puede ser mera ficción especulativa”, dijo Fumu. “Encontraremos otra opción, Kirby”.
“Pero esta planta – Narcao – es exactamente lo que necesitamos”. Y la representación muy realista de ella en el texto, así como sus efectos en el cuerpo, no sonaba en absoluto a especulación.
“Es exactamente lo que no podemos conseguir”, contestó Fumu, exasperada. “Dame el libro, Kirby”.
“¿Pero y si lo pudiéramos conseguir? Y si …. Fuera – “
“Absolutamente no”.
“¡Pero Fumu, esto dice que se encuentran en regiones arboladas – el bosque esta sólo fuera de la frontera!”
“No. No”. Sacudió su cabeza firmemente. “No estás sugiriendo eso”.
“Fumu, alguien murió la semana pasada. ¡Si seguimos quedándonos esperando una solución perfecta, entonces – entonces alguien más podría! ¡Lo dijiste tu misma – no hay nada más en la biblioteca!”
“Nada más aún”.
“Esto es algo”, insistió Kirby, haciendo gestos en el libro. “Si sólo fuera al bosque por – no sé – una hora. Sólo una hora. Y buscara esta cosa; podría volver con los brazos llenos de ella, y luego – “
“No vas a ir”, dijo Fumu bruscamente. “Kirby, esto no está para debate”.
“¿Por qué no? Traeré mi espada; ¡estaré seguro!”
“¡No!” Fumu arrebató el libro de sus brazos. “Todavía eres sólo un adolescente - “
“Y también tu – “
“Y no voy, tampoco. Nadie irá. La gente desaparece cuando deja la frontera, Kirby – la gente muere”.
Giró en su talón y marchó el libro lejos.
El corazón de Kirby martilló en sus oídos, y al instante se sintió culpable de incitar un argumento que había afectado a Fumu. Nunca fue una persona argumentativa o confrontaría, y se debería haber acercado a ella en una manera más comprensiva.
Al mismo tiempo… se había hecho tan apasionado sobre ello porque la gente sufría de pesadillas que se podrían hacer letales – y una posible solución sólo estaba fuera de las fronteras de Dreamland. Sólo al alcance. Si sólo fuera suficientemente valiente para cruzar esa línea invisible.
Y la gente había sobrevivido el mundo exterior; ¡Era hostil, pero sobrevivible! Estaba este autor, que había continuado a escribir un libro sobre plantas fuera de la frontera. Estaba Meta Knight por supuesto, que había venido del mundo exterior. Incluso el propio Kirby vino del exterior, aun si fuera entonces sólo un niño y ahora no tuviera memoria de él.
Kirby masticó su labio, corazón corriendo.
Si esperaban…. Entonces alguien más podría sufrir por una pesadilla esta noche. Alguien más podría morir…
“Ohh mierda”, Kirby susurró y agarró su pelo. Meta Knight le había dicho explícitamente nunca cruzar la frontera. Había considerado desobedecer antes, por supuesto – sintió un tirón al mundo exterior siempre que miraba la frontera. Pero nunca hubo razón de ir excepto su propio deseo egoísta de ello.
Ahora… ahora había una brillante razón verde e intermitente de que debería ir. No era sólo con sus propios objetivos egoístas, sino porque esta planta – el Narcao – podría salvar vidas.
Los ojos de Kirby se lanzaron a la espalda de Fumu. Había vuelto a los anaqueles.
“¿O-oye Fumu?”
“¿Sí?”
“Yo …. Voy…” se frunció. “¡Voyatomarundecansoparacomer!”
“¿¡Eh!?”
Kirby limpió su garganta. “Um, dije, voy a tomar un descanso para comer”.
“Adelante. Comí algo antes, así que creo que estaré bien por otra hora”.
Kirby chupó en un aliento agudo.
Él…. realmente iba a hacer esto, ¿verdad?