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fue el por yuki666

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Notas del capitulo:

cha chaaa chaaaaan!!! ahora si esta finalizado!!!

les encargo la notota final.

-¿Qué crees?... venia caminando por la zona comercial y escuche que me llamaban… fui a ver y… que se me pega esto…-

Hanamiya miro a Kiyoshi con el cejo tremendamente fruncido. Cada que el castaño venia del trabajo decía ese tipo de pretextos y ahora la habitación del bebe estaba a reventar entre peluches, ropa y juguetitos.

Con fingida renuencia, Makoto dejo de comer su chocolate,  de leer su libro y miro dentro de la bolsa  viéndose de pronto en la necesidad de reprimir un sonidito lleno de ternura cuando el mameluco en forma de conejito estuvo entre sus manos.

-¿verdad que esta precioso? –

Hanamiya abrazo la ropita y asintió con las mejillas rojísimas.

-con esta la vamos a traer cuando salgan del hospital… ¿te imaginas? Va a ser toda una rompecorazones…- susurro Kiyoshi ayudándole a levantarse del sofá y abrazando por atrás a su esposisimo remilgoso y posando sus manos en el vientre grande, acariciándole con ternura y besando la mejilla de Makoto.

La respuesta fue inmediata… un par de pataditas se sintieron a través de la piel y Hanamiya casi le asesina con la mirada.

-¡la despertaste! ¡Me costó horas que se durmiera y por tu culpa me acaba de patear un riñón!-

El castaño sonrió con esa estúpida carita emocionada. Era un esposo empalagoso a más no poder, un consentidor empedernido y aunque Hanamiya normalmente le ponía cara de molestia, siempre, sin falta buscaba sus mimos.

-vamos a bañarnos para acostarnos, tienes que dormir… estas a días de soltar la bomba y todos nos han dicho que nunca volveremos a dormir como ahora…-

Hanamiya se dejó llevar de a trenecito hasta la habitación que ambos compartían. Kiyoshi y él se habían adaptado muy bien a su nueva vida, a su nuevo hogar, a sus trabajos, incluso a la idea de que Hara y Seto se habían auto proclamado padrinos de la bebe y ellos, al igual que Kiyoshi, no habían dudado en atiborrar la pobrecita habitación de regalos y regalos.

Una vez en la habitación, Kiyoshi se quitó el saco, abrió su camisa y desabrocho sus pantalones para dejarse en ropa interior, tenía la costumbre de desnudarse en su habitación y envolverse en su toalla para despues ayudarle a él  a hacer lo mismo… aunque le costaba aceptarlo, Hanamiya ya necesitaba ayuda, no se alcanzaba ni los pies… ¡es más! Ni se podía bajar los pantalones de tan gordito que estaba…

Kiyoshi se acercó a él con la intención de ayudarle y entonces Makoto notó que la prenda que rodeaba la cintura de su pareja había hecho una hermosa tienda de campaña gracias a cierta parte de la fisionomía del mayor.

Le habían bajado mucho al ritmo del sexo… los primeros meses habían sido normales, incluso había aumentado la demanda sexual de su cuerpo por todas esas estúpidas hormonas locas, pero estos últimas semanas simplemente… se había esfumado… prefería descansar y estar tranquilo…

Pero Teppei no era de palo.

Como el castaño estaba hincado frente a él, quitándole el pantalón y la ropa interior, Makoto aprovecho para acariciar con la punta de sus pies, el sexo calientito y duro del castaño.

Kiyoshi le miro con ligero dolor en la mirada… siendo consciente de que quería, pero no debía… y para Hanamiya aquello fue suficiente estímulo para indicarle que se acercara para darle un buen par de besos largos, húmedos y lentos que pronto les estaba quitando el oxígeno a los dos.

-¿quieres hacerlo?... –

El castaño le había puesto carita de cachorrito, dudando en decir que si… pero obviamente queriendo.

Así que Makoto decidió tomar cartas en el asunto y alentando a Kiyoshi a ponerse de pie frente a él, soltó la toalla del firme amarre que había en el hueso de la cadera y miró, miró todo sin  perder detalle mínimo de aquel magnifico ejemplar…

Kiyoshi andaba ya en los 30, seguía siendo igual de monstruosamente grande que en la preparatoria, con músculos fuertes, firmes, mucho vello en el cuerpo y ese olor que le atraía de manera hipnótica a…

-mierdamierdamierda…- siseo el castaño pues Makoto había sujetado con ambas manos la estrecha cintura y se había inclinado hacia enfrente con la boca abierta para darle un par de mordisquitos en la cabeza roja e hinchada del pene para despues tragárselo enterito...

-estoy muy sensible… me voy a correr rápido…- Makoto ya se había dado cuenta de eso… el pene en su boca se sentía muy caliente, muy duro, estaba escurriendo mucho y palpitaba… sus manos apretaron con fuerza la base de su pene para evitar que Kiyoshi eyaculara.

-aguanta… - ordeno con la voz suave, suplicante…y continuo con lo que estaba haciendo, deslizando una mano por el hueso de la cadera, rasguñando la piel de la espalda… apretando las firmes nalgas… todo en Teppei le gustaba… amaba todo… absolutamente todo…

El azabache dejo de felarlo y Kiyoshi se dio cuenta que las mejillas rojas de Hanamiya y su respiración superficial eran un claro indicio de cuan excitado estaba el también…

-ven… acuéstate conmigo…- susurro Hanamiya, deslizándose hacia atrás, en la cama, logrando tras mucho esfuerzo llegar a la parte superior de la cama y recostarse de lado, la única posición en la que no tenía esa sensación de falta de aire, podía tener sexo y que su bebe no fuera lastimada.

 Kiyoshi se unió a él, abrazándole por atrás, rodeándolo con sus brazos y besando con hambre el cuello delgado, las mejillas suaves, acariciando los pezones hinchados y el pecho turgente.

-te necesito… - le urgió Kiyoshi, inclinándose hacia abajo y tanteando con la punta de sus dedos, la suave estrella que se resguardaba entre las nalgas del azabache.

-está bien… entra… -

El castaño siempre había sido amable con el… desde aquel día en el que aceptara vivir en aquel bonito departamento, Kiyoshi había sido muy tierno, le había mostrado una faceta que ni el mismo conocía, haciéndole decir lo que deseaba, si le gustaba o no lo que sentía… que abriera sus emociones y sintiera más placer.

Por eso gimió largamente cuando Kiyoshi, tras prepararle con esmero con sus dedos, levanto su pierna para penetrarlo centímetro a centímetro hasta estar bien clavado en su culo.

Sus nervios se sentían al rojo vivo, era como si pudiera sentir a Kiyoshi en cada centímetro de su piel.

-¿te duele?... ¿quieres que la saque?- Hanamiya negó con la cabeza y movió su pelvis tratando de darle a entender al castaño que comenzara a moverse.

Kiyoshi lo entendió muy bien.

Rodeo su cuerpo con todo el amor que sentía por él, sujetándole donde empezaba la redondez de su barriga y se empujó contra Makoto de manera suave. Entrando y saliendo de la misma manera hasta que los dos gemían y jadeaban de puro placer.

El ritmo era super despacito, la mano de Teppei le masturbaba al ritmo en que le embestía desde atrás y lo besaba con hambre. Bendito tamañote que tenía el castaño para poder hacer tantas cosas al mismo tiempo.

Makoto sintió el enorme espasmo que nacía de su pelvis y corría hacia todo su cuerpo como lava ardiendo y se arqueo contra Teppei, gritando, aferrándose a la mano que le rodeaba.

Para Kiyoshi no había nada más hermoso que ver un orgasmo de su pareja… así que embistiendo con un poco más de fuerza, continuo moviendo su cadera hasta que el punto de placer rebaso su máximo y baño el cálido interior de Hanamiya.

Los dos jadearon, se besaron, se abrazaron y se miraron con adoración… no se habían equivocado… el vivir juntos, el haberse casado y el continuar con el embarazo, había sido la mejor decisión en la vida de ambos.

En esas andaban, dándose mimos, pegaditos y calmándose, cuando los ojos de Hanamiya se abrieron grandotes, en sorpresa e incomodidad.

Teppei tardo como cinco segundos en darse cuenta del porqué de la incomodidad de su pareja. La cama y su propio cuerpo habían sido de pronto, mojados por…

-se me…-

-te rompí la… -

Los dos miraron hacia abajo, a la pelvis redondita del azabache y corroboraron que en efecto… toda el agua que estaba en la cama había venido del interior de Makoto.

-¡ya va a nacer la bebe!- canto bien contento Kiyoshi, despegándose de su esposo e incorporándose para ver como lentamente el cuerpo de Makoto comenzaba a cambiar.

-¡adelantaste el parto bakateppei!- rezongó el azabache, la verdad ya le estaba entrando los nervios…

-pero si nos dijeron que en esta semana iba a nacer…- pucheo el castaño, como queriendo deslindarse de la responsabilidad del asunto.  -vamos a bañarnos… - le invitó, levantándolo despacito. Aunque aún no tuviera dolores, no quería que su preciada carga se lastimara.

 

Kiyoshi le lavo el cabello, tallo centímetro a centímetro la piel blanca, maravillándose de sentir la redondez de la enorme barriga, froto cada nalga y la suave carne entre ellas para limpiar todo.

Hanamiya se quejó un poco, le estaban dando unos calambres en el abdomen bastante molestos y el pequeño canal que se estaba abriendo en su intimidad estaba sangrando un poco.

-¿quieres que nos vayamos ya al hospital?-

Teppei no quería que Makoto tuviera nada de dolor… estaba batallando con la felicidad de que pronto su nena nacería y la preocupación de saber que sería Makoto el que sufriría todo el parto.

-ni siquiera he dilatado a uno… me van a tener acostado, con la estúpida maquina esa por horas y la epidural no durará tanto… puedo aguantar…-

Ah… Kiyoshi amaba esta parte tan valiente de Hanamiya.

Kiyoshi se bañó rápido, se envolvió en una toalla y juntos salieron a la recamara para vestirse y permitir que Makoto caminara. Aquello haría que él bebe bajara más rápido y el parto fuera más fácil.

A las 2 horas, las contracciones eran más fuertes, así que Makoto le dijo con un grito medio feo que le llevara ya al hospital.

Teppei estuvo con el todo el tiempo… su manos casi se queda sin dedos, la mano derecha por que Makoto la estaba apretando fuertemente y la izquierda por se estaba comiendo las uñas…

Pero siempre estuvo a su lado, tratando de confortarlo, animándolo a que pujara más, a que aguantara un poco… hasta que un chillido irrumpió los gritos de Makoto y todo el tiempo se detuvo…

El obstetra, bien puesto entre las piernas abiertas de Hanamiya levanto a la bebe y la puso así, como estaba, llena de sangre, placenta y todo, en el pecho de su madre, la bebe se removió como un pequeño gusanito, en busca de calor, en busca de comida, en busca del abrazo de sus papis…

Y tras quedarse totalmente sorprendido, tras dejar de jadear por el sobre esfuerzo reciente, Hanamiya tomo a la pequeña criaturita de su seno y la abrazo con mucho miedo.

-hola preciosa… mira a tu mami…- por supuesto, Teppei había sido el primero en hablar y hacer las debidas presentaciones y para sorpresa suya, la bebe había guardado silencio y se había aferrado con toda la fuerza de su puñito al enorme dedo de Kiyoshi.

Era inevitable que Hanamiya no llorara.

Entre sus brazos temblorosos estaba un bebe al que iba a renunciar… y la niña lo veía fijamente, incluso estaba calladita, como si temiera hacer ruido para molestarle…

-mira… esta super quietecita… has dejado impresionada a nuestra hija de tan guapo que estas…-

Por supuesto, Teppei adornaba todo con flores y colores. Incluso ya había limpiado a besos sus lágrimas, y les había abrazado a los dos al mismo tiempo.

-gracias Makoto… muchas gracias…-

El doctor les quito a su bebe, pues tenían que revisarla y limpiarla adecuadamente… apenas les habían separado, la bebe y Makoto volvieron a llorar.

Y Teppei, igual de chillón, lo abrazo y prometió, que tendrían una habitación solita para los 3.

 

*************************************

 

 

No supo cuánto tiempo había dormido pero Hanamiya se sobresaltó cuando noto que estaba solo en la cama, se sintió raro, que despues de meses su panza no le estorbara para ponerse de pie, así que sin hacer mucho ruido, salió de su recamara y se encontró a Kiyoshi en la cocina, con el calentador de biberones encendido y la cafetera también.

Teppei a veces le ayudaba a alimentarla, sobre todo cuando lo veía profundamente dormido… pero a Hanamiya no le gustaba que la niña tomara formula, así que entró a la cocina, saludo con un beso a ambos y se sentó en la silla para poder descubrir su pecho y alimentar a la niña.

La bebe se pegó a su tetilla y comenzó a beber con gula.

-¿tenías hambre?...- le susurro el moreno, acariciando la cabecita igual de castaña que la de Teppei.

Definitivamente amaba a su bebe… también a Kiyoshi, pero él era otra cosa.

                        

Kiyoshi, mas dormido que despierto, se sirvió una taza de café, busco azúcar y al notar que no había, busco en el refri leche… tampoco había… así que cogió un biberón con leche preparada y se auto convido para endulzar un poco su bebida.

Al tercer sorbo, Hanamiya reía de manera traviesa.

-esa leche la tenía ahí para que se la dieras a la niña mañana… -

-si… lo se… pero mañana le preparo más formula…-

-es que no es formula…-

Kiyoshi miro su taza… despues se encogió de hombros y dio un sorbo más -pues que buena leche das… esta dulce…-

Makoto se hubiera carcajeado ante lo tonto de su esposo, pero como su bebe ya estaba dormida, prefirió quedarse calladito.

 

*****************************************

 

De cómo estos dos terminaron siendo esposos… 8 meses atrás.

Pues resulta que Kiyoshi regresaba del trabajo y casualmente un chico estaba regalando propaganda que anunciaba la próxima boda masiva en el centro, el gobierno, alarmado por los altos índices de adultos solteros y por consecuente, la baja de natalidad, estaba, literalmente, regalando bodas…

Sería bonito que Makoto aceptara casarse con él. Despues de su estadía en el hospital, los dos habían regresado a su departamento y Hanamiya había estado considerando aun el abortar o no…

¡Entonces!... Nació él bebe de Tetsuya. Kiyoshi fue a visitarles y a presentarles a su novio, avisándoles que se irían a  vivir a Tokio. El peliazul (San Kuroko, patrono de las madres indecisas) le había ofrecido a Hanamiya, que cargara a su bebe.

Por su puesto, Taiga y Hanamiya casi pegan el grito al cielo, pero Tetsuya, de manera hábil, había acomodado el bebecito en brazos del azabache y… ocurrió entonces el milagro…

Cuando el bebecito busco el calor del cuerpo del mayor, Hanamiya sonrió ¡sonrió! y acaricio sus cachetes gorditos, sus puñitos cerrados y comenzó a mecerlo…

Aquello definitivamente convencería a cualquiera… Makoto lo había visto con él bebe en brazos y le había dicho Si con la pura mirada… en unos meses iban a ser padres.

Pero Teppei se estaba haciendo alguien muy ambicioso, así que también quería casarse con Hanamiya. Su bebe tenía que nacer en una casa llena de amor, con la certeza de que sus papis estaban casados y juntos…

Así que casualmente dejo la propaganda “olvidada” en un saco, en el cesto de ropa sucia, sabiendo que Makoto siempre revisaba sus bolsas antes de lavarla.

A los dos días, Teppei había sido llevado al centro, con una sortija super sencilla, bonita y para sorpresa suya, de su tamaño, y estaba firmando su acta de matrimonio.

Hanamiya no había dicho palabras románticas o empalagosas como las que él hubiera dicho… pero con aquel tono huraño, las mejillas sonrojadas y firmando temblorosamente el documento, le había extendido el bolígrafo y dicho…

-firma ahora o nunca…-

Teppei nunca hubiera pensado que una boda así de común, sin tanto trámite y sin tantos preparativos le podría hacer tan feliz.

Notas finales:

¿Qué les puedo decir?... empecé este fic, porque en una de las actividades que hago del grupo de face, alguien se ganó un one shot, lo publique y mencione que para un futuro, tal vez me animaría a escribir un fic de ellos, que sería cuestión de encontrar la situación adecuada.

Pues… llego mi primo, que está por divorciarse… y su bella esposa se convirtió en la mala de la historia xD

Eso inspira!! Así que fue solo cuestión de poner a los personajes y las cosas en orden, echarlas a la mezcladora y voila!!!

Mi shipp favorita sigue siendo el kiyohyu.. pero siempre he dicho que soy una mujer de mente muy abierta y me di el chance de experimentar con esta pareja… y déjenme decirles que!! Me quede con un muy buen sabor de boca 8D

Por mas que trate de hacer una perra mala a hyuga, simplemente no pude, siento que aunque este es un fic y pude haber hecho lo que fuera con los personajes, el carácter de Hyuga no se prestaría a ser alguien vengativo o malvado… así que mejor lo puse como una celestina bastante torpe xD

Kiyoshi fue todo un pinche amor en este fic! Lo ame!! Jajaja. Necesitamos mas pinches hombres así! carajo!!

Y de Hanamiya… soy de las personas que cree que si alguien conoce a la persona indicada, realmente puede cambiar. Así que espero que les haya gustado el cambiecito de nuestro bad boy.

Me dio muchísimo gusto haber escrito este fic, muchas gracias a todas las personitas que leyeron, que me siguieron desde el primer capítulo y que se animaron a comentarme!!!

De este no prometo una segunda parte porque sería meterme en la boca del lobo, pero probablemente, si encuentro alguna trama que me guste para ellos, vuelva a escribir.

;-; antes de que me vaya a pinches llorar en un rincón… recuerden unirse al grupo de face ffyaoiverse, las invito a leer mis fics, ya finalizados y los que no, como el lobo su alfa (que creo ya lo voy a volver trilogía o ponerle otro nombre de tan largo que esta) y ley alfa (que juro ya sacare de hiatus)

De nuevo muchas gracias… los amo… bye…


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