Kiyoshi ingresó al juzgado sin muchas ganas de entrar ahí. Ni Makoto se había ofrecido a acompañarlo, ni él le había pedido que le acompañara. ¿La razón? Ni él lo sabía.
Es que… despues de tantos meses iba a re encontrarse con Hyuga… ¿Cómo iban a reaccionar ambos? Definitivamente no se tomarían de la mano y saldrían al atardecer para restablecer ese amor de juventud, pero ambos tendrían reacciones un poquito… fuera de lugar. Ni loco quería que Makoto le viera así de vulnerable otra vez.
Respiro profundamente, toco el botón del elevador que le llevaría a la oficina asignada por su abogado y se miró en el reflejo de las puertas del elevador. Llevaba su camisa azul con las mangas mal dobladas y los primeros 3 botones abiertos, el pantalón negro de vestir lo había elegido Makoto la noche anterior diciéndole que se le veía un culo de ensueño que definitivamente tendría que usar… la verdad uno nunca podría saber cómo tenía que ir vestido a una audiencia de divorcio, pero algo así de casual debía servir... y aunque seguía sin entender por qué tenía que presumir el culo que tenía, había optado por hacerle caso al azabache.
Cuando las puertas del elevador se abrieron sintió que el nudo en su estómago se apretó con fuerza, una extraña pesadez se impuso en su pecho y entonces supo que nada te preparaba para esto. Es decir… la última vez que había visto a Hyuga el había tenido su... en… o mierda… creo que quería vomitar.
-señor Teppei ¿se encuentra usted bien? – aquel que le había llamado era su abogado, Akashi Seijuro que aunque inicialmente no había querido apoyarle, finalmente había accedido a petición de Kagami y Tetsuya.
-si… si… ¿me veo verde?- Kiyoshi sentía las manos frías y sudorosas y podría casi jurar que parecía fantasma.
Akashi le miro perplejo desde su altura y le dio un ligero apretón en el antebrazo tratando de dar confort.
-se ve moreno y rebosante de vitalidad como siempre… algo tieso pero bien… no se preocupe, será rápido, el juez solo preguntará si ustedes están de acuerdo en absolver la comunidad conyugal y una vez los dos digan que sí, firmaran los papeles y el proceso terminara… como no hay hijos ni bienes será incluso más fácil-
Teppei solo había entendido las palabras “tieso”, “papeles” y “fácil”…
-entremos, el señor Hyuga llegó hace un par de minutos…-
O mierda… ¡oh mierda! Ayer Makoto le había dicho con insolencia que llevara una bolsita de papel para el ataque de estrés y no le había hecho caso… ¡quería una! ¿Dónde había una bolsita de papel cuando más se necesitaba?
Akashi le guiò hasta una oficina donde un hombre con traje negro, detrás de un escritorio y Hyuga ya les esperaban.
Hyuga estaba de espaldas a la puerta y Kiyoshi lo había reconocido de inmediato.
¿Cómo no iba a reconocer aquella espalda delgada a la que muchas veces había abrazado desde atrás mientras se inclinaba a besar el cuello?
¿Cómo no iba a reconocer aquel cabello oscuro? Aunque ahora estaba un poco más largo, era el mismo que muchas veces había acariciado o incluso jalado de manera juguetona.
Ambos entraron a la oficina y Kiyoshi fue invitado cordialmente por el juez a sentarse en la silla que estaba justo al lado de Hyuga.
Se sintió bastante torpe cuando logro sentarse.
-buenos días…- saludó con educación al juez.
-buenos días…- contestó Hyuga a su lado, mientras el juez y Akashi comenzaban a revisar una serie de papeles.
Sus papeles de divorcio.
Entonces pasó…
Aquello que más había temido pasó…
Giro su rostro para encontrarse por primera vez desde eso con Hyuga.
Los ojos verdosos de Hyuga se encontraron con los suyos…
Hyuga había llorado recientemente y se veía cansado… ojeroso, incluso podría decir que triste.
-… ¿están de acuerdo?- indico el juez a los dos y ambos notaron que se habían enfrascado tanto en la mirada del otro, que no habían escuchado para nada al juez.
-perdón… ¿podría… repetir la pregunta por favor?- dijo Kiyoshi, logrando despues de un esfuerzo sobre humano, desengancharse de aquella mirada oliva.
-no era una pregunta señor Teppei… -murmuró con gesto gruñón el juez - le acabo de decir que esta reunión será solo para asentar en el acta que ustedes están en común acuerdo a disolver la sociedad matrimonial a la que se unieron hace 3 años… en una semana habrá una junta de conciliación y posterior a eso se firmaran los documentos para que finalice el proceso ¿están de acuerdo?-
Kiyoshi volteo a ver al abogado pelirrojo viéndose seguramente como conejo asustado.
-¿junta de conciliación? Yo no me quiero reconciliar… yo… vine aquí para terminar con esto y…-
Akashi le miro con gesto sereno.
-una junta de conciliación nos ayuda a poner términos que ambas partes deben respetar despues del divorcio, la repartición de bienes, una pensión monetaria por daños emocionales, me parece que incluso puede proceder una pensión por adulterio-
Kiyoshi hizo una mueca de dolor ante la palabra y Hyuga tuvo el pudor de agachar la mirada con vergüenza.
-no quiero pensión por daños emocionales… tengo un tratamiento bastante efectivo que me está ayudando a superar eso, he sido evaluado por el psicólogo del hospital para el que trabajo y ha sido el mismo quien ha autorizado que me reincorpore pues me encuentro estable… y no quiero demandar nada por adulterio… ¿o tú me demandaste por adultero?- cuestiono ofendido a Hyuga, quien negó enérgicamente.
Kiyoshi estaba perdiendo el control de sus emociones, quería terminar ya, quería terminar rápido y salir de ahí con un acta de divorcio que le permitiera ser un hombre libre que no estuviera ligado a alguien que le había lastimado a muerte.
-el señor Hyuga Jumpei ha solicitado pensionarlo por esa misma razón, por eso mismo se aplazara el proceso a una junta más para aclarar los términos, estipularlos en el acta y que ustedes firmen…-
-no quiero recibir ninguna pensión de ninguna clase… con lo que han hecho es más que suficiente para que una persona no quiera nunca nada más en la vida que venga de su parte…- aquello había sido dicho en voz baja, fría y con un gruñido al final. A su lado, Hyuga comenzado a sollozar y Teppei tuvo ganas de darle en serio, una cachetada.
-no me vengas con esto ahorita por favor… hubieras llorado cuando se la metiste… o cuando salieron juntos de la mano dejándome con el ramo de flores, el ascenso y la botella afuera de la habitación… -
El juez levanto una gruesa y canosa ceja y Akashi miro a Hyuga un poco ceñudo.
-creo que el pensionarte es lo mínimo que puedo hacer…- Hyuga en serio parecía que quería llorar a moco tendido, y Teppei se sorprendió muchísimo de ver que a diferencia de años antes cuando lloraba ahora no lo quería ni consolar, ni darle por lo menos un pañuelo desechable.
-rechazo la pensión… de lo que sea… lo único que puedo pedir, lo único que me puedes dar para compensarme es la maldita firma en ese papel para no volver a verte en mi puta vida-
Pues si… Kiyoshi estaba muy enojado porque había gritado, manoteado y dicho puta en menos de 15 segundos.
-el rechazo de la pensión será también asentada en el acta, eso evitara reclamaciones a futuro, la semana que viene vendrán para que se les lea y la firmen, es todo señores, buen día…-
Ninguno pudo decir nada más y Kiyoshi se puso de pie y salió como tromba de la oficina. En el elevador, Akashi le alcanzo.
-son meros tramites Teppei… debes mantener la calma… la semana que viene se te dará tu acta de divorcio y todo estará finalizado-
Kiyoshi quería gruñir, golpear un osito de peluche, dar unas patadas al aire, gritar.
Y por alguna intersección divina su celular sonó.
-hola muchachón… ¿ya eres el soltero más codiciado de Japón? ¿Qué te parece si nos vamos a putear en la noche? Conozco un buen antro donde te hacen un baile en tubo e incluso puedes darles unas nalgadas a los bailarines… si les pones dinero en las tangas te hacen un buen privado-
Makoto y su extraño humor vino a salvar en serio, todo el día.
-suena bien… ¿paso por ti a las 9?-
-salgo a las 11 del trabajo… tengo que terminar una fórmula para la presentación y vamos a trabajar horas extras-
Teppei encontró el hilo negro de todo esto…
-lo que quieres es que vaya por ti ¿verdad?-
Una sonora carcajada, llena de burla, diversión y mucho, mucho “me atrapaste” fue lo que se escuchó en el aparato.
-nos vemos a las 11 entonces…-
Kiyoshi ya estaba más calmado para cuando colgó. Tan calmado que había olvidado que estaba frente a Akashi esperando el elevador y no se había dado cuenta que Hyuga había salido detrás de ellos, y también ya estaba esperando el mismo.
-permiso Akashi… muchas gracias por todo, nos vemos la siguiente semana, me llamas si me necesitas para algo-
Kiyoshi no espero el elevador, prefirió evitarse el incómodo momento de estar ahí y estar en el mismo espacio encerrado con Hyuga, bajo por las escaleras y salió del edificio caminando hacia el aparcamientos donde estaba su vehículo.
No podía ver a Hyuga… a quien otrora amaba y atesoraba como lo más precioso de la vida ahora le causaba repulsión en cada fibra de su ser… lo hacía enojar con tan solo verlo y escucharlo ¡ni se diga!
Suspiro tratando de regular nuevamente su respiración. La verdad ya ni la pena valía enojarse por el…
Makoto miro atravesó del microscopio la muestra que tenía e hizo anotaciones, si lograba terminar todo esta noche le darían la oportunidad de presentar su proyecto al concurso donde si ganaba, podrían financiar su fórmula para continuar con la investigación e incluso patentarla y darle todas las ganancias.
Estaba siendo ambicioso, mucho si era honesto consigo mismo, pero era capaz de hacerlo, no estaba haciendo cualquier cosa… un estrato de piel artificial que sería compatible con cualquier tipo de sangre y pudiera ser usado en trasplantes por quemaduras no era moco de guajolote.
-Makoooo-chaaaan… ¿vas a abandonarnos hoy otra vez? Tiene mucho que no salimos…- aquel había sido Kazuya Hara, que había tenido la maravillosa idea de estudiar lo mismo que él y pedir trabajo en el mismo lugar que él y prácticamente ser su sombra desde que eran jóvenes… el cabron tenía el descaro de decirle “chan” sabiendo que le pateaba las pelotas y siempre hacia insinuaciones de que eran “más que amigos”. Si Seto lo escuchara, seguramente dejaría de hacerlo. Esos dos tenían años juntos… Hanamiya se sentía la madrina de bodas de los dos.
-Kiyoshi va a recogerme a las 11… tenemos que trabajar rápido para terminar hoy todo… - Makoto había calculado terminar todo su trabajo a eso de las 10 si continuaba con ese ritmo, pero se quería bañar y cambiar en las regaderas del laboratorio para verse presentable.
-¿ya van a vivir juntos?- el joven de cabellos purpuras y esa horrible manía de mascar chicle fue y se estiro como nutria en su mesa de trabajo… Hanamiya sintió un extraño latido en su corazón… algo… algo que nunca había sentido y que no le era desagradable del todo.
-¿¡ha!?... ¿por qué vamos a vivir juntos?... somos el peor es nada del otro… cada uno se saca el estrés con el otro y cada quien se va para su cama…-
Pero ese fin de semana lo había pasado en la casa de Kiyoshi… aquello era información que Kazuya no debería saber.
-me dijo un pajarito que hoy era la audiencia de divorcio de tu macho y su dulce flor…- Hanamiya se hizo el que seguía observando por el microscopio pero tenía la oreja bien parada. Kazuya era un maldito comunicólogo, de donde sacaba la información, ni el sabia, pero había sido el quien le dijera lo de Kiyoshi y también que Hyuga se había ido a una lejanísima casa al otro lado de Japón con la castaña.
-si… ya lo sabía…- contesto el azabache aparentemente indiferente.
-¿sabías que Hyuga volvió?- el maldito chicle estallo y se fue a untar en toda la cara de ese tonto… Makoto a veces quería darle un condón y retarlo a que lo inflara para matar el ocio.
-es lógico ¿no? Si se van a divorciar las dos partes tienen que estar… -
Kazuya sonrió de esa maldita manera burlona que indicaba que estaba por soltar un chisme super jugoso.
-no Mako-chan… volvió… ya está viviendo aquí otra vez… y viene solo, él y Riko se dejaron hace dos meses… parece que le pago con la misma moneda allá donde vivían… quien iba a pensar que aquella pequeña entrenadora fuera tan vagina divertida…-
Aquello era asqueroso… vaginas… eewww… Makoto en su vida habia visto una, en serio, ni siquiera la de su madre, habia nacido por cesarea… pensar en esa parte de una mujer era… eeeewww.
Asi que Hyuga y Riko se habían dejado… ¿Qué haría el cuatro ojos? Siendo honestos… una persona como el pediría perdón a Kiyoshi y buscaría la manera de reconciliarse… ¿Kiyoshi aceptaría? ¿Kiyoshi le perdonaría? ¿Volverían? Kiyoshi era un estúpido que no conocía la palabra rencor… el imbécil lo había perdonado a el despues de prácticamente mandar a fracturarle la pierna… habían iniciado ese lo que fuera que tuvieran y ya casi vivían juntos… ¿perdonaría también a Hyuga? ¿Volverían?
Al parecer era tiempo de alejarse de nuevo.
-eh… Mako-chan… tu mano esta sangrando…- el azabache había estado tan enfrascado en sus pensamientos que no se había dado cuenta que la laminilla que tenía la muestra que estaba observando minutos antes ahora estaba hecha añicos en su puño.
-¿estás bien? ¿Te pusiste celoso? Aaww Mako-chan está haciendo rabieta por que le van a quitar a su juguete favorito…-
Kazuya era el maestro por excelencia para burlarse de sus amigos, en esta ocasión no lo estaba haciendo como tal… se había dado cuenta desde hacía meses que Hanamiya estaba enamorado hasta la medula de ese baka Kiyoshi y quería darle metafóricamente hablando la proverbial patada en el trasero para que aceptara por primera vez en su vida los sentimientos que había guardado celosamente desde preparatoria.