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fue el por yuki666

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Notas del capitulo:

waaaa!!! otro capit!!!

Makoto había echado a perder la muestra y la hora que había pensado en dedicarle a su arreglo personal la había tenido que ocupar para reiniciar todo.

-no saldré a tiempo… no vengas por mí, nos vemos luego.-

Escribir aquellas palabras había causado que la tensión en sus hombros aumentara y que una ligera cefalea iniciara en la parte posterior de sus ojos. Se estaba mal acostumbrando mucho a la compañía de ese baka Kiyoshi y el saber que esa noche no lo vería, ya lo estaba poniendo de mal humor.

-ok… termina pronto, descansa.

Leer su contestación no fue de ayuda.

Eran casi las 11:50 de la media noche cuando terminó, antes de limpiar el laboratorio quería estirar un poco sus músculos engarrotados y al hacerlo casi brinca de su piel.

Al otro lado de la puerta de cristal, parado con esa boba y estúpida y ¡estupidisma! sonrisa estaba Kiyoshi, recargado en el muro y con la pierna cruzada, como si quisiera verse casual ahí, en el pasillo, a mitad de la noche en un laboratorio que estaba casi vacío.

 

Hanamiya atravesó la sala de laboratorio y abrió la puerta.

-¡te dije que no saldría a tiempo! ¡Que no vinieras! ¿Desde cuándo estas ahí parado como gorila?-

Kiyoshi sonrió con esa estupidisisima sonrisa nivel dios y mostro una bolsa de papel que llevaba en la mano.

-es que… cuando me llego tu mensaje yo ya estaba comprando la cena y pensé que sería un desperdicio no comerla, así que vine a tu trabajo, estuve hablando un momento con el vigilante viejito que está en la entrada y el me dio permiso de entrar y esperarte… -

Hanamiya estaba a punto de darle un punta pie en el trasero arrugado a ese anciano parlanchín que se supone que no debería dejar que nadie no autorizado entrara, despues quiso hacer lo mismo con Kiyoshi, seguramente había usado esa cara de perro regañado y había logrado convencer al viejito con una artimaña. Teppei seguía siendo una persona de mucho cuidado.

Además… exactamente, ¿hacia cuanto tiempo que Kiyoshi estaba ahí parado?... le había avisado a eso de las 7 de la noche… Makoto era el primero en reconocer que cuando se centraba en algo, no había manera en que se desconcentrara. Pensar en que Kiyoshi le hubiera visto esa faceta obsesiva y de ratón de biblioteca hizo que sintiera un poco de vergüenza… pero primero muerto a preguntar cuanto tiempo le había visto trabajar…

Suspiro con pesar ante esos ojitos brillantes y se hizo a un lado, dándole paso a la sala.

-pues ya que… entra… -con fingida renuencia le guio dentro. - solo limpiare la mesa y podremos cenar aquí mismo para que me pueda ir a descansar ya…-

Kiyoshi le siguió y llegaron a la mesa metálica que anteriormente había estado ocupando, Makoto la limpió minuciosamente, se lavó las manos, le mostro a Kiyoshi donde podría recalentar la cena  y despues  de hacerlo se dispusieron a sacar los pequeños contenedores de unicel con comida.

Comieron en un cómodo silencio, fue hasta ese momento en que ambos se dieron cuenta que tenían mucha hambre y que no era necesario para ninguno, llenar el silencio con comentarios innecesarios.

-¿acabaste tu trabajo? ¿Por qué te atrasaste?-

Makoto le miro como gato enojado, en sí, Hara y Teppei habían sido los culpables de que se arruinara su primera muestra, despues el tejido que había querido repetir se rompía y se rompía y pues… ya ni sabía lo que estaba haciendo.

-las muestras han fallado… algo está haciendo inestable el tejido y este se rompe, no me da la resistencia que necesito…-

Teppei le estaba viendo con muchísimo interés, como si le entendiera, despues vio un poco de pimiento en su comida y usando su cuchara, se la dio a Makoto para que el la comiera.

El azabache le fulmino con la mirada, a Teppei no le gustaban los pimientos, ni las cosas picantes ni la carne bien cocida… pero eso no quería decir que Makoto se fuera a comer lo que el dejara…

Termino abriendo la boca y dejo que la cuchara fuera metida en su boca… fue bien cuidadoso en babearla mucho y no perder contacto visual con el castaño, retándole a que siguiera comiendo con ese utensilio.

Kiyoshi lo hizo. Bien quitado de la pena continuó comiendo hasta que el contenedor estuvo vacío y despues tomó de su soda y se estiro sonriente y satisfecho.

-deberíamos levantar todo, vamos a mi casa, date un buen baño y mañana, ya descansado y con la luz del día podrás ver mejor los alrededores y te darás cuenta de que anda fallando…-

Esa idea en lo personal le sonó a gloria al moreno, que, con aparente resistencia, tiro todo a la basura, acomodo sus documentos, resguardo los materiales y se dispuso a salir.

Lo que no se espero fue que Teppei le cogiera de la mano y lo jalara hacia el para abrazarlo de manera ágil y rápida.

Makoto levanto su mirada para encontrarse con los ojos color chocolate de Teppei, el olor a colonia embriago sus narinas, los brazos del altote le tenían bien sujeto, estrechándolo por la espalda y la cintura, lo que dificultaba un poco su escape…

Aunque tenía la certeza de que si Teppei le soltaba, sus piernas no lograrían sostenerle.

-no comimos postre…-

Kiyoshi tenía esa sonrisa juguetona bailando en sus labios… Hanamiya nunca había sido un hombre retraído, le gustaba acechar a sus presas e intimidarlas para hacerles lo que quisiera… pero ahora estaba perdido… el castaño tampoco era un hombre tímido, y si a eso le sumabas que era tierno, romántico y muy honesto… pues…

-¿y cómo que tienes pensado?- le confronto con gesto huraño y el castaño sonriendo aún más, tomo las manos del azabache, indicándole que le rodeara con sus delgados brazos el cuello y una vez estuvieron así, totalmente envueltos, se inclinó hacia abajo y beso los labios delgados.

 

Este estaba muy lejos de ser el primer beso que se daban. Incluso había sido hasta casto si lo comparaba con otros. Pero Teppei le había levantado del suelo abrazándolo con mayor esmero y Hanamiya se había sujetado más a su cuello, como si no quisieran separarse, como si fuera imposible estar lejos.

Se besaron por minutos, saboreando el sabor de las especias de la comida, y hasta que prácticamente las nalgas de Hanamiya estuvieron bien sentaditas en una de las mesas metálicas del laboratorio.

El azabache sintió un fuerte escalofrío cuando el frio metal traspaso la tela de su pantalón… si, solo por eso… no había sentido absolutamente NADA cuando al abrir los ojos se encontró con aquella mirada dulce y contenta.

-esta frio… aquí no… - Hanamiya susurro con cierta notita de excitación en la voz que Teppei nunca había escuchado.

-¿quieres que las caliente?- en efecto, Teppei se estaba refiriendo a sus nalgas, pues las estaba amasando con esas enormes manos bien quitado de la pena. Hanamiya sabía que si continuaban así de cerca y si le seguían acariciando y susurrando de esa forma, mandaría por un tubo el respeto que tenía por su área de trabajo y terminarían haciéndolo ahí.

-ya te dije que aquí no… podrían vernos y me despedirían o podríamos contaminar una muestra…- Teppei se puso serio en el acto, por más que le gustaría portarse mal y realmente tener sexo con el azabache ahí, no quería perjudicar para nada su trabajo.-

-vámonos al departamento…- Hanamiya asintió con las mejillas extrañamente encendidas, los ojos brillosos y las pupilas tremendamente dilatadas por el deseo… Teppei se inclinó una vez más a besarlo de manera fugaz y juntos, cogidos de la mano, salieron por el pasillo.

A Makoto ni le dolió la mano que tenía cortada.

Apenas entraron al auto de Kiyoshi, la adrenalina de los dos se subió a mil, la calle estaba vacía, el auto tenía vidrios polarizados y había el suficiente espacio para que ambos cupieran perfectamente. Hanamiya fue el primero en aventarse contra Kiyoshi y este le recibió gustosamente.

Sentado en el asiento del piloto, Kiyoshi observo como Makoto se quitaba los pantalones con todo y ropa interior y se sentaba a horcajadas en él, ni siquiera se había quitado la bata de laboratorio, lo que le daba un plus extra pues, aunque no se veía desde el exterior, tenían la certeza de que nadie les podría acusar de exhibicionismo.

-sabes que cuando me excito ya no me puedo detener…- Makoto se restregaba contra él y en su desespero por descubrir el pecho del castaño, arranco los botones de la camisa.

-pero si yo no te he dicho que te detengas- se defendió el castaño, sonriendo divertido de ver como el azabache buscaba la manera más cómoda para ambos.

Finalmente Teppei decidió ser un poquito bueno y jalando una palanca, inclino el asiento y el respaldo hasta atrás, tendiendo prácticamente una cama chiquita en la que los dos podían hacer de las suyas.

-siento que me quemo…- gruño el azabache, besándole, lamiéndolo, acariciándolo y dejándose hacer lo mismo… Teppei desabrocho sus pantalones y los bajo permitiendo que ambas erecciones se acariciaran…

En su vida había tenido sexo en un carro… esta era una experiencia totalmente nueva para el pero para Teppei, lo que más le sorprendió fue ver a Makoto.

El azabache era alguien muy sensual, siempre amoldados a él, siempre buscando su satisfacción, siempre mostrándose sexy y provocativo por naturaleza… en esta ocasión tenía todo eso y algo más… algo a lo que aún no podría dar nombre… algo que no podría poner en palabras, pero que le hacía verse bellísimo.

-tócame…- exigió el moreno, guiando las manos enormes de Kiyoshi hacia su propio vientre, a su pecho jadeante, a su miembro duro y goteante o a sus nalgas suaves … quería sentir esas enormes manos en todo su cuerpo, a lo mejor la comida tenia droga por que el no solía pedir tantos mimos durante el sexo, pero ahora los quería.

Kiyoshi le acaricio todo el cuerpo, con las manos, con la boca, con la lengua, con los ojos, con la respiración. Hanamiya retuvo la respiración por muchos segundos cuando Teppei entro en el… es que esta vez todo era diferente… algo había cambiado… Kiyoshi estaba en sus cinco sentidos, estaba más excitado, muchísimo más, pues la erección que le había penetrado nunca lo había estirado de esa manera, y era bueno… saber que lograba excitar de aquella manera al corazón de acero, provocar aquellas reacciones en el… todo eso era bueno.

 

Se movieron lentamente, Hanamiya aferrándose a los hombros del castaño, tratando de no llamar la atención de nadie, gimiendo en el odio del contrario, mirándose detenidamente, buscando el placer del otro para alimentar su propio libido. Cuando los vidrios del auto comenzaron a empañarse, Kiyoshi juguetonamente puso la enorme palma de su mano en el vidrio de la puerta y sonrió con esas enormes mejillas rojísimas.**

-como en el titanic…-

Hanamiya rio como tenía mucho que no reía.

-hola Jack…- le saludo y se movió un poquito más, apretando su interior e inclinándose hacia enfrente para recibir más besos, para saborear más de ese cálido aliento.

Teppei continuó embistiéndole desde abajo, clavándolo más contra su pelvis, de manera suave, gentil…

-no te voy a dejar en toda la puerta Rose… tenemos que sobrevivir juntos…-

Hanamiya mordió el labio estúpido que no dejaba de sonreírle.

-no te preocupes… la parte del vidrio es para ti…-

Los dos continuaron moviéndose cada vez más fuerte, más profundo, mas erráticos…

Hanamiya se arqueo hacia atrás cuando el orgasmo recorrió cada célula de su cuerpo, el volante fue el freno que le dio soporte para no irse totalmente hacia su espalda, y Teppei, recostado aun totalmente en el asiento le miro y no pudo evitar pensar que Makoto era una criatura hermosísima y tenía que ser completamente suyo.

Les costó bastantes minutos recuperar el aliento, Kiyoshi siempre era muy, exageradamente muy tierno despues de hacerlo y esta vez no fue la excepción, Makoto había sido suavemente recostado en el asiento del copiloto y Kiyoshi, inclinado hacia él, acariciaba su cabello, sus mejillas aun calientes y sonrosadas, la boca hinchada.

-tengo sueño…- chillo Hanamiya, apenas sintiéndose capaz de mantener los ojos abiertos. La relajación postorgamica le había dejado frito.

-solo levanta un poco la cadera, te voy a poner el pantalón…-

Makoto no ayudo mucho que digamos. Pero Teppei no hizo mucho esfuerzo que digamos en vestirlo.

Los dos permanecieron recostados, en silencio, Teppei besando sus mejillas, su cabello y su hombro. Makoto luchando para en serio no dormirse.

-llévame a casa…- suspiro el moreno, buscando más de los labios del castaño, incluso levantando la mano para acariciar la mejilla y por consiguiente, lastimándose un poco las lesiones que se había provocado con la laminilla.

-¿Qué te paso?...- cuestiono de manera suave Kiyoshi, mirando los cortesitos y notando que algunos eran algo profundos.

-accidente de trabajo…- se limitó a contestar el azabache, poniéndose de lado, como un gatito enroscado sobre sí mismo, en el asiento.

-iremos a mi departamento ¿sí?- Hanamiya ni contesto.

 

 

 

 

Teppei condujo todo el trayecto en absoluto silencio, escuchando los ligeros ronquidos del moreno y alegrándose de por fin, verle descansar. Había llegado a las 8:30 de la noche al laboratorio, una vez vio que todos salieron, fue cosa fácil para él, entablar una conversación con el vigilante viejito y ofrecerle un poco de comida para realmente sobornarlo y pedir permiso a que le dejara entrar. Kiyoshi tenía mucha práctica con viejitos, sus abuelitos siempre le habían cumplido sus caprichos cuando usaba esa cara de perrito abandonado que sabía que tenía y que ellos lo querían consentir un poco. A lo mejor una parte pequeñísima de su conciencia le había regañado un poco por manipular de esa manera a un hombre mayor… pero había sido un motivo de fuerza mayor que usara esa letal arma.

Apenas y había llegado a la sala donde Hanamiya estaba trabajando se sorprendió del grado concentración al que se había sumergido, para el azabache solo estaban el, su microscopio y sus notas en ese pequeño mundo. Aquella era una fase que Teppei no conocía de él. Se había dado cuenta que, cuando se aburría mucho solía tomar libros, grandes, pesados y como de un millón de páginas y los leía y los leía sin prestar atención a nadie más a su alrededor… lo sorprendente de esto es que los leía rápido y se memorizaba casi todo.

Hanamiya era alguien digno de admirar, lo había estado viendo esas horas sin cansancio, verlo tan concentrado y vestido con aquella bata de laboratorio habían hecho que su mente comenzara a fantasear por otros rumbos, hasta con el uniforme del trabajo se veía sexy… Hanamiya era alguien que encajaba perfectamente en ese concepto.

Cuando llegaron a su departamento no le costó mucho levantarlo en brazos y llevarlo a su cama. Hanamiya había estado tan concentrado en su trabajo que Teppei tenía la certeza que no había ni comido ni descansado… y si a eso le agregabas la sesión en el carro pues… dudaba que se fuera a despertar.

Le desnudo y lo limpio lo mejor que pudo con una toallita húmeda y despues curo su mano, finalmente se desvistió y se introdujo con el moreno en la cama, rodeándolo protectoramente y resguardando su rostro en los cabellos oscuros.

-me malcrías mucho…- susurro totalmente adormilado Hanamiya, pegando mas su espalda al pecho del castaño. Al parecer otra vez Makoto había despertado y se había dejado hacer por pereza a moverse.

-me gusta hacerlo… - contesto Teppei con simple honestidad.

-un día te vas a fastidiar de mí y ya no me vas a dejar entrar a tu casa… las personas tienen animales callejeros por un tiempo, por lastima y despues se compran algo de raza para presumirlo a todos sus amigos…-

Teppei escucho aquello y rodeando con mayor fuerza al moreno e inclinándose hacia enfrente para besar su hombro, el cabello y la blanca piel del cuello susurro.

-¿eso es lo que piensas de mí? ¿Qué me cansare de ti y empezare a estar con alguien más? ¿Qué eres un amante en turno que está en las sombras?-

No, pensándolo con honestidad, Hanamiya sabía que Teppei no sentía vergüenza de mostrarse en la calle con él, lo había demostrado claramente en aquel desayuno extraño con Izuki… tampoco era alguien promiscuo… todos sabían perfectamente que Hyuga y él se habían estado rondando desde la preparatoria y nunca había sido alguien noviero.

Saber aquello solo hacía que la otra posibilidad hiciera temblar el alma de Makoto.

Si Teppei no tenía contemplado terminar lo que fuera que tuvieran, si pensaba comenzar a salir con el de manera más seguida y no le consideraba alguien en turno… entonces… eso quería decir que…

-¿Por qué no nos mudamos juntos?- susurro Teppei a su oído, con aquel suave tono, aquella miel que se pegaba en su alma y le hacía sentirse cómodo y cálido.

-todavía eres un hombre casado…- estúpido… ¡estúpido! ¿Por qué había dicho eso? ¡¿Por qué estaba poniendo barreras a algo que había añorado infantilmente desde que estaba en la preparatoria y que absolutamente nadie sabía?!

Teppei se removió un poco, suspirando contra su piel, pegando más su pelvis a las nalgas de Hanamiya, acariciando su costado y enredándose contra el para darle peso a sus palabras.

-la semana que viene ya firmo los papeles… legalmente estaría divorciado y dejarías de ser el amante… podríamos… vivir juntos… ser… pareja… no se… piénsalo… creo que no lo estamos haciendo tan mal ahora que todo se ha calmado…-

El corazón de Hanamiya latía de manera desbocada, y Teppei lo sabía, por supuesto que lo sabía pues su enorme palma estaba justamente posada en su pecho.

-piénsalo…- repitió el bobo, suspirando en su oreja antes de caer profundamente dormido. 

 

Notas finales:

** Por si no entendieron la referencia, hablo de la típica película titanic protagonizada por Leonardo Di caprio, cuando tiene sexo con Rose, lo hacen en un carro y  ponen la palma de su mano en el vidrio…  con respecto a la puerta, cuando Jack y ella están en el mar, el deja que ella este sola en la puerta y por eso sobrevive, pero se han hecho teorías que desmienten eso!! Si se hubieran sabido acomodar, los dos hubieran cabido perfectamente en la puerta y los dos hubieran vivido xD

Como la puerta de los coches tiene vidrio, pues esa es la parte que Makoto le daría a Teppei.

Quise consentirlos con un capitulo más larguito y más… eh… ¿emocionante? Es que… no se… xD me encariñe mucho con esta trama… aunque siguen sin ser de mis chips preferidas estos dos, como que se me facilito mucho escribir de ellos lol

Cuando Teppei le pide que se muden y le menciona “dejarías de ser el amante” aunque suene cruel, es verdad… mientras dos personas estén legalmente casadas, si uno o ambos, tienen una nueva relación, los extras se vuelven “amantes”, Hanamiya es el amante de Teppei y lo seguirá siendo hasta que se divorcie… es incómodo decirlo de esa manera, pero es cierto… :/

He estado viendo la serie ten Wolf y tengo muy seriamente contemplado hacer un serte xD veré toda la serie para que no la riegue… jajaja véanla Stiles es un amor de niño precioso… lo amo…

Muchas gracias por comentar, por su apoyo, y recuerden unirse a mi grupo de face ffyaoiverse donde hay leche y galletitas >:3

                                                                                                                                            


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