Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Clases de Anatomía con Sasuke Uchiha por BlodDianielle

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos 

Gracias a todos los que leyeron el fic, a los que dejaron algún aporte, pero especialmente a los que dejaron review...

Espero que les guste el capítulo, así que no siendo más los dejo

CAPITULO 2
 
Sasuke miraba con impaciencia su reloj, sentía que el día estaba transcurriendo malditamente lento, quería que la jornada escolar acabará lo más pronto posible, se moría de ganas por tener a esa hermosa joyita rubia pisando sus territorios, a pesar de que no le podía hacer nada por su condición de educador, porque no correspondía a sus sentimientos y porque no era correcto.
 
Naruto le provocaba, si, negarlo sería una estupidez, pero lo suyo no era sólo deseo carnal, el en serio quería que ese hermoso rubio fuera su pareja. Por eso, quería que si algún día se le presentaba una oportunidad, como por ejemplo, en esta ocasión, el no haría nada, porque lo que realmente deseaba era que fuera una entrega mutua, que fuera un acto de amor y no solo tener intimidad por simple placer.
 
Un suspiro salió de sus labios y su vista se dirigió al patio, donde los alumnos se encontraban disfrutando de su descanso, enfocando su vista, más concretamente, en el rubio que comía ramen como si la vida se le fuese en ello. Una hermosa sonrisa afloró en sus labios, definitivamente ese chico jamás cambiaría.
 
****S&N****
 
El timbre sonó una vez mas, anunciando el fin de la jornada académica y dos personas en particular tenían sentimientos completamente diferentes, Naruto por una parte se encontraba nervioso y por otro lado se encontraba asustado, no tenía ni la menor idea de en qué clase de sitio vivía su sensei y temía que este fuera completamente alejado de su zona de confort. Sasuke, por su parte se hallaba completamente feliz y aterrado, tenía un poco de temor a sus futuras acciones o a que todo se saliera de control, pero confiaba en que sabría controlarse y actuar con prudencia a la hora de tratar con su rubio alumno.
 
Con rapidez, tomo sus pertenencias y se dispuso a retirarse de la institución, con anterioridad le había dicho a su rubio alumno que si lo deseaba, el podía llevarlo en su auto directamente a su hogar, a lo que el ojiazul, un poco renuente, término aceptando.
 
Una sonrisa un poco sarcástica se asomó en sus labios, al parecer, sus colegas maestras se quedarían con las ganas de hacerle ingerir alimentos sazonados con quereme ese día, en todo caso era inutil, esa porquería de brujería barata no surtía efecto en su sistema, al parecer, después de tanto probarlo se había vuelto inmune a sus efectos.
 
—S&N—
 
Al llegar a la salida que conducía al estacionamiento de la escuela, se encontró con su rubio alumno recargado en la pared que estaba a un costado de la puerta, al parecer, aguardando por el.
 
–Sasuke-teme-sensei– dijo como saludo, mientras seguía al adulto.
 
–debes de tenerme más respeto, soy tu sensei, dobe– dijo con seriedad, tratando de esconder lo que realmente sentía en ese momento.
 
–si, como sea, ttebayo– contestó el rubio, haciéndose el desentendido y evitando mirar al ser que caminaba a su lado.
 
–y sólo vas reprobando mi materia o vas igual en las demás asignaturas– pregunto con curiosidad e intriga. La verdad es que cualquier detalle del rubio era importante para él, y si de esa pequeña clase extracurricular podía obtener informacion, no dudaría ni un segundo en aprovechar la oportunidad.
 
–la verdad no, en las otras materias sobresalgo e incluso he obtenido altas calificaciones, sólo tengo problemas con la suya, ttebayo– dijo, mientras se detenía, imitando a su sensei que segundos antes lo había hecho.
 
La verdad, conocer aquella verdad soltada de forma tan directa le había tomado por sorpresa y también le había dolido. ¿Tan mal profesor era? O simplemente era que para aquel rubio, él no tenía ninguna importancia y pasaba de él y de sus enseñanzas como si nada.
 
Sin darle la cara, para que no notará su expresión, saco las llaves de su auto y procedió a quitarle el seguro, cuando la exclamación de su alumno le hizo detenerse.
 
–¿ese es su auto, ttebayo?– exclamó su alumno con sorpresa. El azabache, por su parte, procedió a abrir el auto y a poner en marcha el motor.
 
Y como no sorprenderse, si el auto de su sensei era un Pontiac Firebird 400 HO rojo descapotable del año sesenta y ocho , y por lo que se podía apreciar a simple vista, no tenía ninguna modificación.
 
–si, es mi auto– contestó, para minutos después girarse a buscar con la mirada su alumno, al no oír ningún comentario de su parte.
 
Le sorprendió hallarlo estudiando minuciosamente su auto y tocándolo como si fuera una de las mayores reliquias de este mundo. Sus zafiros brillaban con un tinte de admiración y asombro. Esa visión fue suficiente para eliminar la tristeza que había sentido por su declaración anterior, así como tado el estrés que había acumulado en ese día.
 
–te gusta– pregunto bajándose y poniéndose detrás de él.
 
–como no me va a gustar... ¡Es hermoso! Ttebayo– exclamó con emoción mientras se giraba a verlo con un brillo particular en sus ojos.
 
–me alegra escuchar eso. Este auto me lo regaló mi padre cuando empecé la universidad– dijo con nostalgia, recordando la emoción que sintió el día que se lo entregaron –antes de que lo preguntes, no tiene ninguna modificacion– dijo, mientras lo conducía al interior del auto.
 
El rubio y el azabache se subieron al auto, y el mayor puso en marcha el automóvil. La tensión que sintió de camino al estacionamiento regreso, y está vez se hizo mayor.
 
El adulto por su parte, sujetaba fuertemente el volante y miraba fijamente el camino, haciendo esfuerzos sobre humanos por no mirar al menor, con el cual se imaginaba miles de cosas obsenas y pervertidas que podrían hacer estando los dos solos en ese auto.
 
El menor estaba nervioso y no pronunciaba ninguna palabra. Dentro de ese pequeño auto, todos los motivos por los que perdía la asignatura del Uchiha llegaron de golpe a su cabeza. Ahora que media los alcances de su maravillosa idea, se basa cuenta que había sido un completo desacierto. No podía seguir compartiendo el mismo espacio con ese hombre y no sabía cuánto tiempo más iba a soportarlo, sin explotar en el proceso.
 
—S&N—
 
Llegaron a una hermosa casa blanca de dos plantas, ubicada en el centro de la ciudad, y le sorprendió que una casa tan sencilla como esa, estuviera en una zona tan céntrica en una ciudad tan convulsionada y carente de espacio como esa.
 
Los dos varones bajaron del auto y el menor siguió al mayor, mientras este le guiaba al interior de su sencillo y humilde hogar.
 
Cuando estuvieron adentro, el rubio descubrió dos cosas importantes; primero, que la casa de su sensei de humilde y sencilla no tenía nada, puesto que con uno de los muebles que allí se encontraban valdrian mucho más que su pequeño apartamento. Y segundo, su sensei era Sasuke Uchiha, segundo hijo de la familia Uchiha, la familia más adinerada, poderosa e influyente de ese país.
 
El conocimiento de aquellas verdades, hizo que el rubio se sintiera intimidado. Si antes se consideraba inferior a Sasuke por el simple hecho de ser este su maestro, ahora que sabía de qué estirpe era la que provenía se sentía muchísimo peor.
 
El Uchiha lo invitó a instalarse en la sala, pero al notar que el rubio no hacía ningún movimiento y al observar con detenimiento al rubio, se dio cuanta del motivo real por el que el menor no había obedecido su pedido. Una sonrisa afable se dibujó en su rostro y con un poco de ternura hablo.
 
–no te sientas intimidado por la opulencia de mi casa, quería una casa sencilla con cosas sencillas, pero al parecer mi familia no piensa lo mismo que yo y no tiene muy en cuenta mi opinión, sientete como en tu casa, en un rato regreso, voy por algunos libros y por una merienda, debes estar ambriento– dijo comprensivamente, para después desaparer por los blancos corredores de aquella casa.
 
El rubio, con un poco de renuencia se sentó en el sofá de tres plazas y sus fosas nasales fueron llenadas con el exquisito olor del perfume del moreno, dándole una idea de donde era que se la pasaba el pelinegro una buena parte de su tiempo.
 
****S&N****
 
Llevaban más de una hora estudiando y, la frustración y la tensión eran las reinas del ambiente. Por más que había tratado de explicarle las cosas al rubio, parecía que nada lograba quedarse dentro de él y terminaba repitiendo lo que había tratado de enseñarle.
 
–Naruto, el cuadriceps es el músculo más voluminoso y potente que posee nuestro cuerpo– explico el Uchiha por quinta vez en esa hora.
 
–es este– señaló el rubio en el dibujo que tenían sobre la mesa.
 
–no dobe, ese músculo se llama tríceps– dijo con hastio. La clase se estaba volviendo tediosa y la tensión que había en el ambiente no hacía más que incrementar su exasperación, hasta que una idea surco su mente.
 
–al parecer, tu no entiendes mucho de teoria, cierto, entonces vamos a probar algo diferente– dijo el moreno, poniéndose de pie y siendo imitado por su alumno rubio, que curioso, se atrevió a preguntar.
 
–que planea hacer– dijo, obserbando con curiosidad e intriga al mayor.
 
–ya lo veras– dijo, mientras se desapuntaba y se quitaba el chaleco. Luego retiro su corbata y finalmente, desfajo, desapunto y Quito su camisa, enseñándole al menor su trabajado cuerpo.
 
–Qu-que demonios cree que hace– exclamó el menor completamente tartamudo y sonrojado, sin apartar su vista del majestuoso espectáculo que le ofrecía el mayor.
 
–facil, si no aprendes con las clases teóricas, te daré clases didacticas– dijo, mientras tomaba una de las temblorosas manos del menor y la guiaba a su cuerpo, más concretamente a su cuello.
 
–bien, iniciemos, lo que estás tocando en este momento, se llama esternocleidomastoideo y este músculo se encarga de soportar el peso de la cabeza– dijo en un ronco susurro. Se empezaba a calentar y eso que solo había sido un simple toque, pero debía controlarse, esto solo lo hacía por Naruto.
 
Después de eso, guió la mano del menor y la puso sobre su tetilla izquierda, lo cual le saco un respingo y causó que su miembro empezará a ponerse rígido en el interior de sus pantalones.
 
–este músculo, se llama pectoral– dijo ronco y después deslizó su mano hacia abajo, dejándola reposar sobre su abdomen, para luego agregar –y estos se llaman abdominales, y ambos protejen y recubren la caja toraxica– dijo, tratando de contener los jadeos que pujaban por salir de su garganta.
 
Naruto estaba anonadado. Que gran ejemplar de varón tenía al frente, su respiración era agitada y su cuerpo temblaba incesantemente. Se sentía intimidado y excitado. Por su mente, sólo pasaba el pensamiento de que ese hombre le tomará fuertemente de la muñeca, le atrajera hasta pegarlo a su cuerpo y rodeándolo con sus fuertes brazos, degustara su boca como la gana le diera.
 
Por que, a fin de cuentas, la verdadera razón por la que Naruto jamás prestaba atención en clase era por que sus ojos se perdían en el rico y apretado trasero de su sensei, o en el inmenso paquete, que estaba seguro, escondían sus pantalones, o en ese rostro de Adonis que tenía, y se imaginaba a si mismo enterrando sus dedos en ese largo río de cabellos azabaches, o simplemente se imaginaba rodeado de sus fuertes brazos.
 
Invirtió los papeles y tomando con fuerza la muñeca de su sensei, condujo su mano a esa zona que anhelaba fuera tocada con aquellas blancas y varoniles manos. Un jadeo escapó de sus labios y con voz ronca dijo.
 
–entonces porque este músculo despierta cada vez que lo veo a usted– pregunto jadeante y en un susurro. Lentamente condujo la mano hasta su corazón y volvió a preguntar –o porque este late tan apresuradamente cuando usted me mira o me dice cualquier cosa, cuando lo siento cerca o cuando discutimos por cualquier tontería, ttebayo– susurro con una voz que derritiria hasta el más helado tímpano de hielo.
 
–perdoneme por lo que le voy a decir, pero le amo, no se como ni cuándo, pero terminé enamorado de usted, por eso no presto atención a clase y no pudo entender lo que me explica, porque mi mente se la pasa divagando, imaginando cosas absurdas que jamás ocurrirán, perdone me por tener estos sentimientos, yo no soy nada para un señor tan importante y distinguido como lo es usted, y estoy seguro que usted jamás se fijará en mi, porque soy un crío estupido y porque alguien tan inalcanzable como usted jamás dañaría su reputación por alguien tan bajo como yo... Disculpe me por hacerle perder su tiempo y esto fue absurdo, para empezar, jamás debí haberle pedido lo que le pedí, con permiso, me voy a mi casa, yo no tengo que estar aquí y le pido que por favor no me vaya a rechazar por lo que le acabó de decir, lo mejor para ambos será olvidarlo. En estos días pediré la transferencia de escuela, fue una gran estupidez de mi parte decirle esto, pero simplemente me estaba ahogando y no podía callarlo por más tiempo, ttebayo– dijo, mientras con su rubia cabeza abajo, para evitar ver el asco y el rechazo que se dibujaba en el rostro de su sensei, las lágrimas rebeldes de impotencia y de dolor salían de sus ojos, ya había explotado y estas eran las consecuencias. Todo lo que se había callado desde que le conoció había salido a flote y lo único que le quedaba era desaparecer, y olvidarse para siempre de él. No podía estar con él solo por su pocision social, también porque la diferencia de edad era bastante grande y porque sus sentimientos jamás serían correspondidos. Con rapidez y sin dedicarle una mirada, tomo su mochila y se disponía a huir, cuando la fuerte mano de su sensei tomo su muñeca.
 
–Espera...
 
Notas finales:  

 
Hasta aquí...
 
Espero que les haya gustado...
 
¿Quien iba a decir que el pequeño kitsune también tenía ese tipo de pensamientos?
 
Este fic participa en el reto literario de las tres palabras, del grupo de Facebook Shhh... SasuNaru NaruSasu.
 
Mis palabras fueron Piruleta, esternocleidomastoideo y Pontiac.
 
Adiós... Nos vemos en el capítulo final.

 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).