-Se destrozó las vértebras de la L4 a la S1. –trasmite Tony en ese balcón, teniendo un cabestrillo en su brazo. Una de las tantas partes lesionadas en esa batalla en el aeropuerto alemán–. Laceración extrema de la espina dorsal. Probablemente sufrirá algún tipo de parálisis.
Deja de hablar. Era más doloroso oírlo de su boca y en voz alta. Por su culpa, su amigo... No. Su único y fiel amigo sin poder caminar. Y para aumentar su desgracia Steve y la Paleta No.2 lograron huir a quién sabe dónde en uno de sus propios quinjet. Sin sumarle que metió en su pelea a su hijo (justamente para luchar contra su esposo/padre)... Necesitaba un calmante, y uno fuerte. Por inercia, frota su mano alrededor de su reactor, cerca de su corazón. ¿Era normal que siguiera sin sentir su brazo izquierdo?.
-Steve no se detendrá. –finalmente dice Natasha a su lado, cruzada de brazos–. Si tú tampoco lo haces, el caso de Rhodes se volverá insignificante.
-No los detuviste, Nat. –si ella venía a reprocharle él tan bien podía. Además de que su amigo Rhodey salía herido ¿era el malo del asunto?-
-Hicimos mal esto, Tony.
-Quienes? ¿"Nosotros"? ¿Es difícil dejar de ser una doble agente, cierto? –gira a verla, aun luciendo en su pómulo aquel moretón ganado precisamente por la mano de Winter Soldier–. Se queda en el ADN.
-En serio no te podrías olvidar de tu ego por un instante al menos?
-... –la observa en silencio, tomando aire. No valía la pena discutir–. T´Challa le dijo a Ross lo que hiciste así que... vendrán por ti.
-No soy yo quien tiene que cuidarse la espalda.
-Oye! No te permito amenazar a mi padre. –interviene Peter, acercándose a ellos, siendo visible en su rostro los golpes ganados por su colaboración–. No fue él quien boto su moral y todo por la borda por ir tras un asesino.
-Peter. –reprende Tony, girando a verlo-
-No! No voy a permitir que ella... –la señala con su mano, sintiéndose demasiado alterado para callar sus pensamientos–. ¡No estás solo! Si eso es lo que piensan. –molesto la enfrenta, colocándose frente a la pelirroja–. Es mejor que corras sino quieres que los buenos te atrapen.
-Peter, es suficiente. –apoya su mano contra el hombro infantil-
Admira Natasha esa figura juvenil, pareciéndose bastante a Steve en ese momento. Luego posando su mirada en Tony, quien estaba detrás. No dice palabra, simplemente se retira antes de que los oficiales fueran por ella.
-En momentos pienso que es contraproducente que seas hijo de Rogers. Ella hubiese podido patearte el trasero, sabes. –niega en reproche-
-Lo siento.
-En serio?
-No, no lo siento. –ladea su cabeza, mostrando esos ojitos de cachorro. Bufa Tony a cambio, sin reprocharle, su corazón agradecía ser defendido tan fieramente, y más si era por su propia sangre-
En ese momento, empieza a sonar una leve alarma desde su reloj, provocándole a ambos castaños posar su mirada en dicho aparato tecnológico modificado. Presiona Tony dos veces la pantalla, desplegándose un holograma con la imagen de una persona fallecida dentro de una bañera.
-Qué es esto que veo, Friday?
-Envió prioritario de la policía de Berlín. –trasmite la voz femenina de su IA. Empieza él a leer los archivos, abriéndose en sorpresa sus ojos–.
-Llama al helicóptero.
Cap 1 No te dejare solo.
Ese helicóptero sin piloto o copiloto sobrevolaba el aire de aquellas turbias aguas. Dentro iba ese castaño aun con cabestrillo, sentado en uno de los asientos careciendo de su cinturón de seguridad. Estando Peter en pie, ojeando fuera, gracias a ese cristal.
-La Unidad Especial llamo un psiquiatra cuando Barnes fue capturado. La ONU envió al Dr. Theo Broussard desde Génova en menos de 1 hora.
-Ya hiciste un reconocimiento facial? –admira Tony aquel video y evidencia-
-De qué tengo cara? –reprocha la voz femenina y actual asistente. Friday-
-Ahm, no sé. ¿Me imagino rubia*?
-Debe estar pensando en alguien más.
-Tal vez. –susurra viendo a otro lado. ¡Ser descubierto por tu propia creación. Denigrante para su hoja de vida!–
-El falso doctor es en realidad el Coronel Helmut Zemo. Inteligencia de Sokovia.
-Sokovia? –vuelve Peter su vista a ese teléfono. Bendito buen oído-
Mueve Tony su teléfono, ampliándose frente a él el holograma con la foto de ese falso doctor que se metió a la CIA y liberó a Barnes, esta vez, vestido de militar sosteniendo un fósil, junto a un compañero.
-Zemo dirigía al Echo Scorpion. Un escuadrón de asesinos encubiertos de Sokovia.
-Cómo? –demuestra Peter la sorpresa que Tony tenía en su rostro-
-Y que le paso al Doctor Broussard? –inquiere Tony, viendo demás pantallas desplegarse a sus ojos. Así que, Zemo no era ningún aficionado-
-Fue hallado muerto en un cuarto de hotel en Berlín. La policía encontró una peluca y prótesis faciales que asemejan la apariencia de James Buchanan Barnes.
-El Winter Soldier... ¿Entonces...? –regresa Peter su mirada a su padre-
-Asqueroso infeliz. –exclama frunciéndose sus castañas cejas–. Envíale esto a Ross.
-Claro, jefe.
* * * * *
Muy lejos de ahí, varios kilómetros. Ese tractor oruga2 cruzaba sin problemas la nieve que se acumulaba por el pasar del tiempo, común de aquella nación. Siberia.
Tratándose del mismísimo Helmut Zemo, cargando consigo aquella libreta robada de un ex militar de HYDRA. Misma que le ayudo a controlar la mente del Winter Soldier en Alemania.
Luego de haber introducido los códigos de entrada, con fascinación ve como esas dos fuertes, mohecidas y oxidadas láminas de acero se separaban, sólo unos cuantos milímetros. Debiendo deslizar una de ellas para poder entrar.
Faltaba poco para que su plan funcionara.
Y para su asombro, halla 5 capsulas con 5 presencias dentro, sentadas y con sus párpados cerrados.
* * * * *
La boca de Peter se abre sin poderlo evitar ante esas múltiples luces salir de entre las aguas, mientras que su padre se encargaba de dirigir aquel helicóptero gracias a las pantallas táctiles. Una manera moderna de los controles, pese a estos también estar en la cabina.
A continuación, un gran y enorme submarino sale de las turbulencias aguas. ¿Submarino? Más bien parecía un OVNI acuático por su forma circular, divisando como una compuerta inferior se abre, permitiéndole la entrada a la aeronave. Esa era la Prisión de Alta Seguridad. La Balsa.
-Y bien? ¿Leyó los archivos? –inquiere Tony al poner un pie en "tierra firme", bueno, metal firme en este caso. Topándose directamente con el Ministro Thadeus Ross*-
Tras él baja Peter, no pudiendo reprimir echarle un ojo a esa instalación tan enorme y a la vez algo lúgubre.
-Reajusten los satélites. Escaneen rostros en busca de Zemo. –determina Tony algo obvio-
-En serio cree que lo voy a escuchar después del fiasco en Leipzig? –bastante pretencioso rebate el político–. Dé gracias de que no esté encerrado.
-Oiga. Todo lo que él dice es cierto –interviene Peter, desagradándole el modo de hablar de ese señor-
-Quién es él? –baja su mirada, continuando sus "bonitos modales" ahora con Peter-
-Mi pupilo. Nadie en particular. –defiende a su hijo en serenidad, no vaya a ser que al Secretario le diera por hacer un interrogatorio-
Aparentemente, respuesta necesaria y suficiente para el político. Da media vuelta en su puesto con las manos tras su cintura, empezando a caminar. Queda Tony detrás, aprovechándolo para darle una mirada de desaprobación a su retoño.
-En serio? En el menor lugar te dio por hablar. ¿Ni sé por qué te traje? –susurra, solo para que Peter oyera, sin dejar de caminar-
-Tal vez porque sabes que tienes un hijo genio que podría rastrear la señal de tu teléfono y tomar un quinjet del Complejo, la Torre o de Stark Industries. –sonriente y fingiendo inocencia confiesa Peter–. Papá, te lo dije. No te dejare solo. –aumenta su sonrisa, contagiando a Tony-
Y no era para menos. Pronto se toparían con el Capitán, bueno, si daban con su paradero.
-Estoy orgulloso de ti. –le da un codazo, sonriéndole. ¡Qué ponga a ese político en su lugar. A un Stark no se le amenaza!–. Eres más peligroso que un Rottweiler. Te gusta enfrentarte a los grandes, ¿eh?
Avergonzando un poco a Peter, ya que, se refería a Natasha y el propio Capitán.
Siguen al Secretario hasta el panel de control. Notando el par de Stark la gran seguridad que había en ese lugar. Pudiendo ver en las pantallas la figura del "Team Capitán América" (como le apodaron en un momento de locura/cordura) usando prendas de dos piezas que los catalogaba como reclusos. Enfocándose en la figura entristecida de Wanda. Compartiendo padre e hijo una mirada silenciosa.
Una nueva y enorme puerta se desliza, permitiéndole al par de castaño cruzar, topándose con las celdas. Admirando Tony aquel lúgubre lugar iluminado por luces celestes. Un repentino aplauso atrae la atención de ambos Stark.
-El Futurista, Caballeros! –exclama Clint con total desprecio- El Futurista está aquí ¡Él lo ve todo! –regresa a sentarse a su cama–. Sabe qué es mejor para todos... Les guste o no.
Los castaños deciden acercarse, manteniéndose Peter un paso detrás de su padre.
-No fastidies, Barton. –asciende Tony ese pequeño escalón que abarcaba todas las celdas–. No tenía idea que los meterían aquí.
-Sí, pero sabias que nos meterían en algún lado. –suspira en suavidad, apartando su mirada-
-No una súper-prisión-fortaleza-flotante solo para maniacos. –rebate Tony con la misma suavidad–. Es una prisión para...
-Criminales? –interrumpe–. Criminales, Tony. Es justo la palabra que buscas. –se incorpora, aproximándose al cristal– ¿Verdad? Pero míranos.
-Rompieron los Acuerdos. No los obligué. Los leyeron y los rompieron. –describe, solo ganándose una rabieta de Clint igual a un niño pequeño al no querer oír la sensatez, manifestándose en balbuceos– ¿Entiendes? Eres adulto, tienes esposa e hijos. No lo entiendo. ¿Por qué no pensaste en ellos antes de irte al lado equivocado? –se aleja Tony-
-Cuídense la espalda con él! –levanta la voz regresando a erguirse– ¡O tratara de traicionarlos! –golpea con sus manos la reja-
-Es el menos indicado a hablar aquí, Señor Barton. –interviene Peter, acercándose al cristal, sintiéndose un poco nervioso por lo que haría– ¿No se supone que estaba con sus hijos? ¿Retirado? ¿Ahora dónde está? Ah, sí. Encerrado, lejos de su familia. Por lo tanto, mírese a un espejo antes de hablar. ¿No es el ojo más rápido... Hawkeye? No le será difícil hacerlo.
-Pet. –reprende Tony deteniéndose en su caminar. No quería que se formara una pelea tonta. No tenía ganas de quedarse a pasar vacaciones en la Balsa. No, gracias-
-Hank Pym dijo que no confiaras en un Stark. –reprocha Scott Lang al ver al castaño pasar por su celda-
-Y tú eres? –sin sentirse ofendido inquiere Tony-
-D-De verdad? –ahora, el humillado es Scott-
Todo lo contrario pensaba Peter. Y menos le permitiría a un desconocido hablar así.
-No te permito que te metas con mi familia. –cambia de objetivo, encarando a ese desconocido–. ¿Y tú quién te crees? No. ¡Quiénes se creen todos para hablar así de mi padre! Por casualidad leyeron los acuerdos ¡No! Simplemente se convirtieron en monos siguiendo al macho líder porque así lo decidieron. ¿Y ahora dónde están? ¡Respondan! –levanta la voz, rojo de la ira. Harto de que estuvieran en contra de su padre–. Encerrados y sin salida.
-Ya basta, Peter! –reprende Tony, en desagrado de que su hijo se metiera en su pelea-
Respiraba Peter agitado, reteniendo las lágrimas en su mirada. Avergonzado baja su cabeza, empuñando sus manos.
-Lo lamento, papá. –susurra, mordiendo sus labios, acercándose a su padre-
-Cómo está Rhodes? –inquiere Sam, en pie, más calmado. Y no por la advertencia del menor-
-Lo llevaran mañana al Hospital de Columbia, así que... cruzare los dedos. –responde Tony– ¿Qué quieres? ¿Ya comiste?
-Ya eres el policía bueno? –gira a verlo, cruzado de brazos, dejando ver un gran moretón en su ojo izquierdo-
-Solo soy quién necesita encontrar a Steve.
-Entonces ve a buscar al policía malo, ya que tendrás que romperme la cara si quieres sacarme información.
Ignora Tony tanta verborrea con digitar en su reloj, aprovechando que lo cubría con su brazo lastimado
-Ah, desconecté el audio de sus cámaras. –finge descubrimiento–. Tenemos 30 segundos antes de que se den cuenta de que no es su equipo.
Justamente, ocasionando tal travesura un revuelo en el panel de control, donde se hallaba el Secretario Ross dando órdenes. Decide Peter apartarse, acercándose a Wanda, notando su estado retraído, reparando en un extraño collar rígido alrededor de su cuello y camisa de fuerza maniatar sus brazos.
-Oye,... Hola. –tímido saluda-
-... –posa su decaída mirada en él–. Hola.
-Vision te extraña. –lo único que dice, tratando de mostrarse amable con aquella que quiso como a una hermana-
-Te enseñare. –digita Tony algunas veces en su reloj, ampliando la imagen, eso sí, tapándola con su cuerpo–. Este es el hombre que debía interrogar a Barnes... Es claro que me equivoque. –suspira de corazón esas palabras. Bien, su sexy-paleta-favorita-esposo tenía razón–. Sam, cometí un error.
-Lo reconoces al menos.
-El Cap definitivamente es un fugitivo pero va a necesitar toda nuestra ayuda. –insiste en serenidad. Notando la inseguridad en Falcón–. No nos conocemos muy bien. Y pueda que...
-Oye, entiendo. –interviene, bajando su tensión ante Stark. Apoyando Tony una mano en el muro, expectante–. Bien, te lo diré. Pero tienes que ir solo y sin pelear.
-Así será.
Avanza Stark con dirección a su helicóptero de Industrias Stark, siguiéndolo Peter detrás, deseoso de preguntar pero, ya había metido la pata lo suficiente allí dentro así que, era mejor que se le pasara la rabieta a su querido padre. Aun así, no reprime esa sonrisa en sus labios. Vería a su otro padre de nuevo, pensando las palabras necesarias para pedirle perdón.
-Stark? –un llamado irrumpe en sus pasos, venido desde atrás–. ¿Le dijo algo útil de Rogers?
-No. Dijo que me vaya al Diablo. Volveré al Complejo. –responde sin detener sus pasos–. Usted llámeme cuando quiera. Lo pondré en espera. Adoro que la luz parpadee. –confiesa, entrando a la aeronave-
Reprimiendo Peter esa risa también sube. Cerrándose automáticamente la puerta.
-Bien. Ya que estamos lejos de ojos curiosos ¿ahora sí me dirás dónde está Papá? –anhelante inquiere el verse en el aire, fuera de la Balsa. Le daba escalofríos de solo verla. Nada. Solo una sonrisa de su progenitor– ¡Vamos, dime! –insiste-
Para su sorpresa, lo ve quitarse el cabestrillo. Lo demás, paso muy rápido, incluso para los ojos de Spider Man. Cuando se dio cuenta, una nueva armadura se había ensamblado en el cuerpo de su padre, proviniendo de esa silla, para después abrirse una abertura secreta, saliendo Iron Man por esta.
-Qué? ¡Oye! –se asoma Peter por la ventanilla, frunciendo su ceño-
-Lo siento, Pet! ¡Soy demasiado impaciente! –con una sonrisa clara en su voz trasmite. Y lo último-
-Acaso se le olvida que yo también lo soy. –hace un puchero, viendo esa estela de luz atravesar el cielo–. Su armadura posee un rastreador. Friday, síguelo.
-Como usted diga, joven Stark.
La alegría de Peter le impide percibir esa nueva amenaza. Así como sobrevolaba Iron Man el aire, no nota aquella aeronave intrusa seguirlo. Piloteada por el actual rey T´Challa.