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Ni tan casados por jotaceh

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Día 107: Un café 

 

 

Lo primero que debíamos hacer es encontrar al famoso Michael Red. Tampoco es que fuera un actor de Hollywood, pero con la gran cantidad de acosadores que debe tener (y acosadoras también), se esconde mucho.

 

-Yo creo que debe estar en el gimnasio - aseguró Diego.

 

-¿Esa gorda? No creo, debe estar ebria en alguna esquina - Renato no lo quería para nada.

 

-Creo que lo más obvio es que lo encontremos en las oficinas de su nueva agencia - como siempre, Clarisa dando sus argumentos.

 

Hace un par de días le dieron el alta médico y pudo regresar a casa. Todavía le cuesta caminar un poco, pero vamos a terapia a la clínica y también entrenamos en casa. Espero que pronto se recupere y vuelva a ser la misma de siempre.

 

-La lisiada tiene razón. Debemos ir a Deluxe Producciones - Renato conocía muy bien a su competencia.

 

-Ese es mejor nombre para una productora de cine porno. ¿Qué es eso de Baby Pornograph? Suena a pedofilia - Clari, al parecer, no se llevaba muy bien con el hombre.

 

-¿Y tú qué sabes? Mujer desagradable - estaban a punto de pelear.

 

-Está bien, entonces... - Diego suspiraba al darse cuenta que no llegábamos a ningún lado - Manuel debe esperar a Michael afuera de la productora. Se supone que debe ser todo muy casual, así es que propongo que él vaya caminando con un café y se tropiece con el muchacho. Una disculpa, una limpiada y el romance se ha gestado - si además de ser guapo, es un genio.

 

Y ese fue nuestro plan. Sin embargo, como ninguno confía mucho en el campesino, decidimos vigilarlo escondidos detrás de un contenedor de basura.

 

-Se supone que es tu primo ¿y también tu enamorado? - Prats me preguntó tras unos minutos esperando.

 

-En realidad no es mi primo, porque mi tío es gay y engañó a todos al casarse. Así es que no tenemos laso sanguíneo. Y sí, fuimos pareja un tiempo, pero no funcionó - no quise seguir hablando del pasado, ahora estaba frente a Diego.

 

En realidad ese hombre es hermoso, me gusta mucho y es que es mi tipo ideal, tan solo que tiene un pequeño problema: está casado. ¿Ustedes creen que podría fijarse en alguien como yo?

 

-¿Y no te dan celos? ¿Qué tal si se enamora de verdad de Michael? - Renato es diabólico.

 

-Que sean muy felices. Ya no siento nada por ese hombre - no mostré interés, aunque debo reconocer que luego me quedé mirándolo un rato.

 

¿En serio ya no siento nada por él? Me costaba entender que eso haya ocurrido y es que todo sucedió muy deprisa. Aunque ahí comienza otra duda y es que ni siquiera estoy seguro si en algún momento lo llegué a amar. No me ocurrió con Manuel nada parecido a lo que me sucedió con Fabricio. ¿Eso quiere decir que nunca lo quise?

 

-¡Ahí apareció! - esbozó Diego al ver salir a Red.

 

Le habíamos mostrado una foto del sujeto a mi primo, por lo que debía haberlo identificado cuando éste apareció en la calle. Sin embargo, el campesino no se movía, ni siquiera levantó la mirada para esperar a su presa.

 

-¡Pío pío! - grité intentando imitar a un pajarito.

 

-¿Qué mierda haces? - me preguntó ofuscado Renato.

 

-Trato de llamar su atención, para que se de cuenta que ya salió Michael - era obvio ¿no? 

 

Me quedaron mirando raro, hasta que vieron cómo Michael cruzó la calle. En ese instante, ambos corrieron para ir detrás de Manuel. Debían hacerle entender que era tiempo de actuar.

 

-Es ése, debiste ir por él - Diego intentaba conversa calmado.

 

-¿Qué clase de estúpido eres? Tenías que estar atento - pero su esposo estaba iracundo y retó al pobre chico.

 

-¡No lo reten! Él es así - llegué para defenderlo.

 

-¿No podías encontrar a alguien más tarado? - estaba siendo muy agresivo.

 

-No es tarado, solo le cuesta un poco. Además, tú no eres el genio más intelectual que digamos. Sólo sabes hacer películas - encaré a la marica mala ésa.

 

-¿Qué dijiste? - Renato se acercó a mí con toda la intención de empujarme, tan solo que no se lo permití y es que fui yo quien atacó primero.

 

-A mí no me golpeas ¡perra! - me defendí.

 

Y luego de eso, recuerdo que se lanzó sobre mí para tirarme del pelo, mientras yo le pellizcaba los pezones.

 

-¡Ya paren! - los otros dos hombres nos separaron y desee que me hubiera tocado Diego, pero no, quien me sujetó fue solo Manuel.

 

-¿Qué están haciendo? - nos quedamos helados al ver que nuestro objetivo se había percatado de nuestra presencia. Y eso que tratamos de ser lo más silenciosos posible.

 

Michael Red estaba frente a nosotros, mirándonos extrañado y es que conocía a algunos de nosotros.

 

-Nunca pensé que terminarían así, aunque claro, era obvio que quedarían en la calle después que su estrella más famosa, yo, se fuera de Baby Pornograph - era demasiado engreído. 

 

Nos quedamos congelados un momento, no sabíamos cómo seguir y es que habíamos sido descubiertos. En ese instante, y sin decir palabra, Manuel tomó el café que había dejado en el suelo y se acercó a Michael, fingió tropezar y lo ensució con la sustancia oscura. 

 

-Lo siento - dijo el campesino, en un intento pobre por fingir sorpresa. 

 

¡Ahora no estúpido! Grité en mi mente y es que el plan ya había fracasado, ya no tenía que seguir con él, ya no parecía un accidente. 

 

-¿Este sujeto tiene algún retraso? - el actor estaba sorprendido por la actitud poco convencional. 

 

-Sí, no le hagas caso, se cayó de la cama cuando bebé - intenté alejar al hombre y es que ya todo era bastante vergonzoso. 

 

-¿Y cómo te llamas guapo? - sin embargo, a parecer, la artimaña de Manuel había funcionado y es que Red se había interesado. 

 

-Soy el amor de tu vida, el brillo de tus ojos y la luz de tu sonrisa - A mí nunca me dijo eso, ¿por qué con éste sí? Es porque tiene más culo ¿verdad? 

 

-Guapo, con buen cuerpo y galante, eres el hombre perfecto - la estrella del porno comenzó a acariciar el hombro de mi primo, viéndolo como si fuera un trozo de carne. 

 

-Me conocen como el succionador, ¿quieres descubrir por qué? - todo era igual a una película erótica. 

 

-Claro, vamos - y el campesino era de esos actores que solo van al gimnasio y no aprendieron a actuar. 

 

Así, los vimos irse del lugar juntos, el plan había resultado de una manera muy extraña, pero finalmente todo iba bien. 

 

-Pobre muchacho, no sabe en lo que se ha metido - comentó Renato. 

 

-¿Por qué lo dices? - pregunté sorprendido. 

 

-Porque ese sujeto es un insaciable, no va a descansar hasta dejarle sin aire el pito - y quedé helado al pensar que el pobre de Manuel se quedaría sin verga. 

 

Traté de no pensar mucho en eso, me enfoqué en que íbamos a grabar la película, en que ganaría mucho dinero y que mi burdel se haría famoso. Y hablando de eso, me fui corriendo a casa para atender el negocio, no vaya a ser que la señora Mauri se ande aprovechando de mis niños nuevamente. 

 

 


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