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Vive por Luka Trancy

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Notas del capitulo:

Mil gracias por su preferencia TwT 

Diez años atrás....

Los vengadores acababan de llegar de una agotadora misión, una posible guerra en Alemania provocada, por supuesto, por Hydra; quien se había encargado de hacer caer en sus redes a bastantes personas con gran poder en ese país.

Preguntándose qué era lo que querían ahora con todo eso, entraron a la torre por la parte de arriba.

El capitán y Iron man venían con algunas heridas y abolladuras respectivamente; le seguía Barton y el doctor Banner junto a Natasha. Había sido una pelea difícil, si, pero no lo suficiente como para llamar a Thor, o la Bruja escarlata, mucho menos a Pietro o incluso a Strange; entre otros mas que les habían prometido su ayuda si les requerían.

Tirados, literalmente, en la sala del piso que ocupaba la, recién casada, pareja de Steve y Anthony; se negaban a levantarse al menos no sin antes tomar un vaso con agua o darse un respiro.

El silencio reinaba en todo el lugar hasta que la voz de la IA de Tony se escucho por todos los rincones de aquel piso.

-señor, hay un niño en la entrada de la torre-

-déjalo JARVIS, debe estar jugando a tocar timbres y salir corriendo- fue lo que dijo el hombre de hierro sentado en un sofá, con la cabeza recargada hacia el techo y los ojos cerrados.

-pero, señor, el niño esta llorando -insistió la voz de JARVIS, logrando que los presentes comenzaran a prestar atención.

-entonces tal vez no le compraron lo que quería, ya se le pasara- siguió restándole importancia al asunto.

-señor, el niño esta solo en la entrada de la torre llorando por sus padres; los cuales no han vuelto desde que lo dejaron ahí-

-....¿hace cuanto fue eso?-al instante se había levantado del sofá, con una expresión seria esperaba la respuesta de su IA

-dos horas señor- después de escuchar eso, todos los presentes se miraron entre si; sabían lo que eso significaba pero se negaban a decirlo en voz alta; lo habían abandonado.

-voy contigo Tony- Steve se levanto con gran rapidez al ver a su esposo caminar hacia el ascensor, esperaba que eso fuera solo una equivocación.

*******

Dos semanas habían pasado desde que el niño había llegado a la torre; lo único que les había podido decir era que su nombre era Peter y que donde vivía se veía un río, nada mas.

Todos habían buscado incansables a los padres del pequeño, pero nadie daba ninguna pista sobre su paradero y en las cámaras de la torre solo se apreciaba como una mujer tapada completamente dejaba al pequeño y se iba en un automóvil que tampoco lograron encontrar.

-Es inútil, Steve; esto es claramente un abandono, aunque los encontremos nada asegura que no harán lo mismo de nuevo. -suspiro con pesadez Tony mientras veía al niño dormido plácidamente sobre las piernas del capitán.

-¿como alguien puede abandonar a un niño de esa manera?- apenas podía creer que alguien tuviera el corazón como para dejar de esa forma a un pequeño tan dulce como lo era ese castaño.

-problemas económicos, psicológicos, muertes, hay muchas razones aparte de solo hacerlo porque no lo querían- murmuro con calma viendo como la expresión de tristeza del capitán cambiaba a una mas pensativa, probablemente él solo había considerado la ultima opción; aun así ambos sabían que nada justificaba tal abandono.

-¿que haremos, Tony? No creo tener corazón para llevarlo a un orfanato- su vista paso de su esposo al niño en sus piernas, en esos días conviviendo con el pequeño se había dado cuenta que era un niño muy dulce, amable y cariñoso.

-yo...tampoco creo poder dejarlo así...-. Un silencio invadió la habitación y una sonrisa apareció en los labios del pelinegro mientras veía al rubio mirar fijamente al pequeño.-Steve, tu alguna vez me dijiste que querías formar una familia

-¿estas pensando en...?- la sorpresa no cabía en la mirada que el rubio le brindaba al hombre de barba.

-siempre estamos rodeados de peligros, eso lo se, pero creo que podemos darle un hogar bastante decente a Peter - finalizo con una sonrisa mientras veía la ilusión en el rostro de su esposo

Volteando hacia el niño, comenzó a acariciar con gran cariño la pequeña cabecita castaña-no solo eso, le daremos la mejor familia a Peter, será el niño mas feliz del mundo...

**********

La vida en "familia" no había sido fácil para ninguno de los tres, los primeros meses habían tenido que rechazar varias misiones para poder adecuarse a esa nueva vida.

El Capitan había empezado a tomar clases de cocina para poder preparar alimentos saludables para Peter, y al mismo tiempo para su amado a quien sin duda le hacia falta comer mas nutritivamente.

Después de muchos intentos por fin pudo preparar un omelet sin quemar la cocina, la estufa, o a el mismo; oh pero él no era el único que tenia problemas para poder adecuarse, no, el inventor por su parte había tenido que medir sus tiempos en el taller.

Al parecer al castaño le gustaban mucho las cosas científicas que Tony realizaba en su taller y siempre terminaba metido ahí de alguna u otra forma, cosa que a Steve le preocupaba debido a que había varias cosas en el taller que sin duda pondrían en peligro la salud del niño.

Por lo cual pelinegro había tenido que hacer un horario para trabajar en su taller, mientras el castaño no estuviera o se encontrara dormido.

Y por supuesto, para el pequeño tampoco había sido nada fácil de asimilar; de un día a otro vivía en un lugar diferente con personas que solo había visto en la televisión.

El primer mes sus llantos nocturnos eran incontrolables, siempre pidiendo por sus padres, cosa que rompía el corazón de los dos mayores. Sus llantos siempre eran controlados por los cálidos brazos del Capitan y sus risueñas risas siempre eran proporcionadas por los gestos y actitudes de Iron man.

Después de varios meses las cosas mejoraron y el castaño rara vez recordaba que ese lugar no era en el que había vivido sus últimos seis años. Las tardes eran agradables para los tres viendo películas, comiendo palomitas y disfrutando de sus compañías.

No paso mucho antes de que los demás vengadores quisieran unirse a esa felicidad. Natasha amaba de cuidar al pequeño junto a Banner, y este último era feliz viendo al niño emocionarse por los pequeños experimentos que servían como trucos de magia para impresionarlo.

Barton siempre gustaba de cargarlo, dibujar a su lado, pero sobre todo cuidar que Peter no se comiera a Scott cuando este llegaba a jugar con él en su tamaño de hormiga.

Pero nada, absolutamente nada se comparaba a cuando el pequeño Peter se quedaba bajo el cuidado de los dioses.

No era novedad que Thor le hubiera tomado cariño al niño, lo sorprendente era que Loki también se había encariñado de él. Por lo general ambos hacían pequeñas travesuras juntos, a todos los de la torre, fingiendo no saber nada al final de estas. Peter amaba estar con su "tio Loki" y aunque no lo admitiera abiertamente, Loki también quería mucho a su pequeño "sobrino".

Tal como decían los viejos dichos, el tiempo fue el que curo el pequeño y roto corazón del castaño.

*****

Dos años habían pasado desde la llegada de Peter a la vida de los vengadores, y un año desde que la vida de todos ellos se había puesto patas arriba, casi literalmente.

-¡¡Peter!! ¡Bájate de ahí! - gritaba el rubio viendo a su hijo parado al lado de la lampara de la sala en el techo.

Si, justamente hacia un año desde que Peter había sufrido un "pequeño accidente" en el laboratorio de Banner.

Era un día como cualquier otro, en que Nat había llegado de visita con Peter de la mano, tras entrar al piso del Doctor, este corrió hacia donde el laboratorio con la esperanza de encontrar a su tio Banner para que le hiciera algún truco de magia, sin embargo lo que encontró no fue exactamente al Doctor sino uno de los experimentos de este.

Había estado trabajando en ese proyecto cerca de dos semanas, arañas radioactivas; pretendía que el veneno de dichas arañas se convirtiera en una cura para heridas graves.

Ese día paso lo que tenia que pasar, una de las arañas pico al cuello del menor provocándole varios....efectos secundarios....

Desde ese día había sido bastante difícil hacer que el menor mantuviera los pies en el suelo.

-pero papi...-murmuro Peter decaidamente, no entendía porque sus padres estaban tan alterados, es decir solo estaba parado en el techo; cosa que el parecía realmente divertida.

-por favor, Peter, hazle caso a tu padre, es muy peligroso que estés ahí, podrías caerte- fue lo que el hombre de barba dijo mientras veía a su calmado hijo y a su, casi, histérico esposo

-pero no me caigo, ¡mira!- grito el menor con gran alegría mientras alzaba sus brazos hacia el...suelo.

-¡Peter!- podría jurar que de no ser porque era el gran Capitan America hacia mucho que habría sufrido un desmayo.

-harás que a Steve le de un paro, por favor hijo, bájate de ahí- dijo intentando aguantar la risa que la escena le provocaba, no es que el no estuviera preocupado, pero esa escena se había repetido tanto que había comprendido la clase de resistencia que el niño tenia.

-esta bien, mami- finalizo desganadamente mientras estiraba los brazos hasta alcanzar a su padre Tony, quien lo termino cargando.

Y si, el pequeño también había adoptado ciertas formas de llamar a sus padres, una de las cuales le daba bastante risa a los vengadores; y es que a pesar de que el que podría pasar como ama de casa era Steve, al que al pequeño había decidido tomar como madre era al multimillonario.

Al principio le había sacado varios tics en el ojo escuchar que Peter le llamara de esa forma, pero con el tiempo se acostumbro y comenzó a darle bastante ternura.

*****

Con nueve años Peter había llevado a sus primeros amigos a casa; ¿sus nombres? Harry Osborn y Mary Jane, los había conocido desde los ocho años y se habían ganado su confianza y cariño. Ambos eran niños muy buenos a ojos de Steve.

Aunque no a todos les parecía de esa forma, Tony no terminaba de aceptar a Harry y la pequeña peliroja le parecía demasiado empalagosa con su niño.

Barton y Banner no tenia problemas con ninguno de los dos, al igual que Thor.

Nat se había llevado bien con Harry pero no con Mary Jane. Y ni que decir de Loki, quien desde el principio había dejado en claro que ninguno de los dos niños le caían bien.

Con 12 años había entrado a la secundaria; Mary Jane se había mudado y solo Harry le había acompañado en esa nueva etapa, que aunque en diferentes salones, seguían siendo tan amigos como hacia años; fue en su salón de clases que conoció a Gwen Stacy un chica dulce y muy alegre con la que entablo una fuerte amistad desde el primer momento.

Como siempre, los diferentes puntos de vista de su gran familia no se hicieron esperar. A mas de la mitad de ellos les parecía que Stacy era una chica muy agradable, mientras que los restantes opinaban simplemente que no les caía bien, incluido el dios pelinegro quien siempre se mantenía de brazos cruzados cuando ella llegaba a visitar al castaño o a terminar algún proyecto.

Juntos los tres terminaron la secundaria y el primer año de la preparatoria, con fantásticos y gratos recuerdos.

Entre todos sus recuerdos aun estaban los que había tenido al cumplir los catorce años y la fuerte discusión que había tenido con sus padres y...con todos los vengadores.

Llevaba cerca de dos meses insistiendo en que le dejaran ser un "héroe" a sus padres, cosa a lo que estos siempre se negaban; había llegado a pedir apoyo de los demás vengadores, pero todos tenían la misma opinión, que aun estaba muy chico, que seria peligroso, que no tenia experiencia, ¿pues como esperaban que ganara experiencia? ¿Viendo videos?

-no, Peter- con Peter siguiéndole los talones en la sala de la casa, el pelinegro mantenía su firme respuesta

-¿por que no? - replico el menor, estaba bastante molesto de que nadie quisiera reconocer sus evidentes habilidades.

-aun estas muy chico-dijo el pelinegro mientras mantenía su vista en los documentos de sus manos, al momento que se detenía junto a la barra de la cocina

-claro que no, llevo prácticamente la mitad de mi vida con estos poderes ¿por que no puedo ocuparlos para salvar personas?- fastidiado, esa era la palabra que le describía perfectamente en ese momento ¿por que no le daban una oportunidad?

-ya te lo dije, aun eres un niño-

-no lo soy- reclamo el menor cruzándose de brazos, mientras miraba a su padre en su posición a unos metros de distancia.

-Tony- el rubio que había escuchado toda la discusión, se había acercado a su esposo tomando su hombro e incitándole a que le siguiera unos metros mas adelante en la cocina para poder hablar sin Peter de por medio.

-no me vas a hacer cambiar de opinión- dijo firmemente el pelinegro mientras se cruzaba de brazos

-Tony, escúchame, se que aun es joven, pero si se lo prohibimos el igualmente lo hará por su lado- menciono logrando que su esposo enarcara una ceja con seriedad.

-no si lo mantenemos vigilado- a veces ese pelinegro era algo irrazonable; siendo incluso Steve el mas "tradicional" de todos ellos, era el único que parecía entender que esa no era la manera de tratar con un adolescente; durante 8 años Peter había confiado ciegamente en ellos; él sabia que esa discusión podría lograr que ese lazo de confianza se rompiera.

-Anthony, es un adolescente, merece su espacio y...en mi opinión, es mejor darle permiso y saber lo que hace, condicionadamente, a que se lo prohibamos y se llegue a meter en grandes peligros por hacerlo de igual forma- de acuerdo, ya que lo decía de esa forma eso parecía tener sentido para Tony, a fin de cuentas el siempre había hecho lo que quería a escondidas de sus padres a esa edad.

Un enorme suspiro salió de la boca del pelinegro, como siempre su rubio tenia razón- bien, pero yo diseñare su traje.

-gracias, amor- murmuro con una sonrisa antes de darle un beso al pelinegro quien solo termino por refunfuñar.

-maldita sea ustedes y su manera de dominarme- hablo entre dientes mientras caminaban de vuelta hacia donde el castaño los esperaba.

-lenguaje.-

-¿entonces?-pregunto el, bastante ansioso, castaño, mirando a sus dos padres alternadamente.

-te daremos permiso— fue lo que dijo Tony viendo como su hijo sonreía ampliamente-pero, habrá condiciones: primero, te quiero aquí temprano, si no estas para la cena habrá severas consecuencias, Peter. —todos sabían que la cena en ese lugar era a las 9, y aunque el quería mas tiempo como héroe, tenia muy en claro que de quedarse mas noche seria peligroso; era joven, no tonto; por lo que asintió a esa condición con la esperanza de que su horario aumentara conforme pasara el tiempo.

*Segundo, yo diseñare tu traje y pobre de ti si intentas modificarlo, ¿escuchaste? Ya vere yo que le quito y que le añado conforme pase el tiempo. — de nuevo el menor había asentido enérgica y muy felizmente; aunque el mayor lo hacia sonar como un castigo la verdad era que usar algo fabricado por el "gran Iron man" era como un sueño hecho realidad para el castaño.

*Tercero, si te atreves a faltar a tus clases por ir a hacerte el héroe, te quitare todas estas consideraciones; tu no eres un mediocre Peter, el que seas el primer puesto de tu colegio no es casualidad y espero que siga de esa forma, y que si llegas a bajar de notas no sea por salir a salvar gente.— las mejillas del castaño se habían teñido levemente de rojo, bajando la mirada avergonzadamente, al escuchar las palabras de su padre, siempre que su padre Tony reconocía su intelecto el se sentía como el ser mas grande en el universo.

*Cuarto, hijo, tu eres nuestro mayor tesoro y no podríamos soportar que algo te pasara, por eso debo pedirte que no intentes hacer hazañas mas grandes de lo que podrías hacer. Es difícil, lo se, pero habrá ocasiones en las que deberas pedir ayuda. — un leve asentimiento por parte del castaño, seguido de una tenue sonrisa

*Quinto y ultimo; Peter, -suspiro- si te damos esta libertad es porque...porque confiamos en ti; y ambos esperamos que tu también tengas la confianza suficiente como para contarnos las cosas. — finalizo mientras con una sonrisa ponía una mano sobre el hombro del castaño, cariñosamente.

-Cada logro que hagas, cada rescate, cada hazaña; escucharemos atentamente cada una de ellas, Peter, siempre estaremos para ti.— concluyo el rubio con una cálida sonrisa, mientras ponía su mano en el otro hombro del castaño

-gracias, papás yo, los amo tanto; no los defraudare, se los prometo, estarán muy orgullosos de mi- dijo Peter, al momento que se abalanzaba a sus dos padres para abrazarlos.

-ya lo estamos, Peter. - el rubio mientras acariciaba con gran dulzura los cabellos castaños de su pequeño.

-y también tendrás que aumentar tus horas de entrenamiento con Steve; tu fuerza es increíble, pero aun te falta para poder manejarla.- dijo el pelinegro, sacando una tenue risa en el menor.

-Lo que Tony quiso decir es que también te ama- aclaró Steve, mientras lograba que ese abrazo entre los tres fuera aun mas unido, y mucho mas cálido.

****

O también estaba cuando había entrado a la preparatoria; había estado nervioso durante todas las vacaciones, sus resultados llegarían ese día; siendo el primero en levantarse se paso gran parte de la mañana pegado al buzón de la puerta esperando cual niño a Santa Claus.

Después de un par de horas la tan esperada carta llego, tras abrirla con emoción, corrió subiendo hacia la habitación de sus padres, entrando muy felizmente y causando una gran exaltación en los mayores quienes hasta ese momento permanecían en un profundo sueño.

-¿que pasa, Peter?- pregunto en un bostezo su padre rubio, mientras se incorporaba para sentarse.

-¡¡me quede, realmente me quede!!- ambos estaban casi seguros de que los gritos del castaño se habían escuchado varios pisos hacia abajo; cosa que no era para menos, aquel era el mejor instituto de todo New York.

-¿de verdad? Eso es maravilloso- siguió el rubio mientras movía a su esposo para que se sentara, porque claro que ya estaba despierto y había escuchado la noticia de su hijo, aquella gran sonrisa en su rostro lo delataba.

-¡pero no solo eso! Me han pedido ser el que de el discurso de primer ingreso, lo que significa que...- su emoción era verdaderamente enorme y sus padres lo notaban con bastante claridad.

-fuiste el de mejor resultado; ¡oh, muchas felicidades, Peter!- y ahí estaba el abrazo tan esperado de su padre rubio.

-no esperaba menos de mi hijo; no por nada eres un Stark- dijo con gran orgullo el pelinegro sentado en la cama, acariciando los cabellos castaños de su pequeño

-esto merece un desayuno especial ¿que quieres?-

-¡¡donas y galletas!!- mas tardo en preguntar que en recibir una respuesta, tanto del castaño como del pelinegro que habían gritado al mismo tiempo, mientras mantenían miradas de suplica.

-le preguntaba a él, Tony -suspiro- de acuerdo, mandare por unas donas de su panadería favorita y yo iré a preparar unas galletas de chocolate. -dijo con gran tranquilidad mientras se levantaba de la cama.

-¿y podemos comer pizza en la tarde?- pregunto Peter con emoción, ganándose la mirada pensativa del rubio

-bien, pero solo por hoy- finalizo mientras caminaba hacia la puerta de la habitación.

-gracias pa- finalizo el castaño con una gran sonrisa

-si, gracias Steve- le siguió el pelinegro, logrando que una pequeña risa saliera de los labios del rubio.

-ustedes dos son tal para cual...- y tras decir eso salió de la habitación.

****

Hermosos recuerdos en una vida feliz.

Sin embargo no todo podía permanecer siempre de la misma forma y eso lo sabia el castaño mejor que nadie, tras unos meses de empezado el segundo año de preparatoria Stacy fue trasladada a otro colegio debido al trabajo de su padre como detective. Harry permaneció un poco mas de tiempo, sin embargo a la mitad del ciclo escolar su padre tuvo que irse del país para atender importantes negocios con lo cual Harry tuvo que ir con él.

No podía decir que disfrutaba de mucho tiempo libre, dado su "trabajo de medio tiempo" como Spiderman, pero, a pesar de ser el mejor estudiante de la preparatoria, había decidido que tener un par de créditos extra al entrar a un club, para la Universidad no le harían mal.

De todos los departamentos de aquella gran institución y después de debatirse mucho con él mismo y con sus padres, termino por solicitar un lugar para el departamento de Nanotecnología, siendo aceptado en cuestión de días.

Llevaba solo un par de días en aquel club cuando conoció a Ned Leeds, un chico de la misma edad de él que al poco tiempo se volvió uno de sus grandes amigos; hasta el momento era el que mas se aparecía por la torre; y como con sus otras amistades, todos los vengadores habían querido conocerlo; por primera vez el 90% estaba de acuerdo en que era un buen chico. Al único al que no habían podido convencer de nada era al "tio favorito" de Peter, su compañero de travesuras y amigo incondicional; Loki.

…l tenia muy en claro que su vida no había sido siempre color de rosa; empezando por esos primeros seis años que su mente se negaba a recordar, así como las caras de sus verdaderos padres.

Al ser un niño con tan buenas notas, siempre dedicado y estudioso nunca faltaban los brutos que llegaban a molestarlo, claro que a Peter no le importaba realmente y se negaba a darles espacio en su vida, mucho menos en sus recuerdos.

Había despedido amigos y conocido mas, pero siempre permanecía en contacto con todos ellos y ellos con él.

Y por supuesto, como el gran Spiderman también había tenido varios problemas y peleas algo grandes, pero nada con lo que él no pudiera lidiar.

Blanco y negro.

Luz y oscuridad.

Su vida había estado teñida de muchos colores en esos 16 años.

Que él se había encargado de disfrutar al máximo en cada momento; pero que aun con ello había algo que siempre había faltado en su existencia. El amor.
Sus padres siempre le habían dicho que no se apresurara, que tarde o temprano el amor llegaría a él; que antes de que se diera cuenta, mariposas revolotearían en su estomago, a palabras dichas por Steve.

Mientras tanto disfrutaba de su familia, sus amigos y su identidad secreta como el...

—"Amigable vecino Spider-man"—

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