Sonrió con cariño al ver salir a sus padres... Se sentía extraño en ese lugar. Era obvio, nunca espero estar en ese lugar.
Había creído que solo sabría que había pasado, y luego ellos seguirían con su vida... Creyó que lo habían olvidado.
Pero allí estaban, viviendo en la casa Namikaze junto a su verdadera familia.
Miró al rededor de la habitación y vió al zorrito en el buro. Lo tomó y abrazó.
Por un segundo, el zorro apareció en su mente y a su padre doncel sonriéndole... ¿Ese había sido un recuerdo? Sacudió la cabeza y dejó el zorro en la cama. Tomó ropa del buro y se dirigio al baño.
Al salir del baño, se acostó a dormir. No sin antes colocar la alarma antes de lo esperado. Se giró y se cubrió la sábana.
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Abrió los ojos al escuchar los sollozos. Eran lejanos pero se escuchaban. Si no mal recordaba la habitación que estaba a una puerta era de sus padres y las de enfrente de sus hermanos...
Se descubrió y levanto. Camino sin hacer ruido, se acercó a la puerta y la abrió lentamente sin que se escuchara. Las puertas de enfrente estaban abierta. se asomo hacía las de sus padres, y en frente a la puerta estaban Deidara y Gaara, quienes se hicieron hacia atrás al escuchar el crujido que provenía de la habitación de sus padres. Por lo que él entre cerró la puerta.
— ¿Por Naruto era que siempre lloraban?
—Sí— se limpió las lágrimas.
—¿Por qué nunca me dijeron de su existencia? Tenía derecho. Es mi hermano-
— Lo sé. Pero ellos decidieron que era mejor no decirte nada. No querían que sufrieras la ausencia de Naruto.
—Tenía derecho.
— Lo sé. Comprende, ellos no querían que vivieras lo mismo que yo... Esperar a que un dia tu hermanito regresa para poder abrazarlo y jugar con él. Esperar a que un día el teléfono sonara y que pidieran un rescate o que simplemente apareciera... Ellos no querían eso para tí.
— Como han sufrido...
—Sí... Pero ese sufrimiento ya paso. Naruto ya esta con nosotros.
— ¿Crees que él nos quiera?
—Un día lo hará. Somos su familia, y le demostraremos todo el cariño y amor que le tenemos. Ahora vamos o dormir, mañana tenemos clases.
Naruto esperó a que cerraran sus puertas para cerrar la suya. Se limpió las lágrimas, y regreso a la cama. Pondría de su parte para encajar en la familia.
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Se levantó al sonar de la alarma. Corrió al baño a ducharse, se vistió y tomó su bolso, y corrió rumbo a la cocina.
—Buen día. Naruto-sama.
Un doncel muy hermoso estaba cocinando.
—¿Sama?
—Usted es el señorito de la casa. Soy Haku. El desayuno está siendo preparado.
—Ya veo. Llámame Naruto. Haku-san. ¿Puedo tomar una manzana?
—¿Se la pelo?
—No. Así está bien— tomó rápido la manzana y otra fruta —Gracias. Nos vemos.
—Espere ¿No va a desayunar?
—Pues ..— su teléfono comenzó a sonar —No. Tengo que estar en la universidad en 10 minutos.
—Lo llevará el chófer. Déjeme le habló.
—No se moleste. Mi novio ha venido por mi. Hasta luego— corrió rumbo a la salida. Atravesó el jardín y salió.
—Buen día. Narut
o.
—Buen dia— abordo el auto — Vamos. Se hace tarde.