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El hombre de mis sueños por darkmiss

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La noche aun cubría la ciudad, los hermanos Krakov continuaban dormidos y aun cuando hacia un par de horas habían logrado conciliar el suelo, las luces  o ruido de la noche no daba motivo para que ambos se levanten.

 

Una ligera brisa se cuela en la habitación de ambos hermanos, Degel se renueve y se incorpora de la cama, con la cabellera revuelta y la ropa desalineada se levanta y va a la cocina, gruñe algo sin que se entendible, sin mucho ánimo de prender a luz del cuarto así como las demás habitaciones, se encamina entre la oscuridad, sin percatarse de un par de luceros a un costado de él brillaban en medio de todas las sombras del cuarto. Los dos luceros observan la retirada de Degel, y se vuelven entre las sombras, un pequeño haz de luz llega a tocar, dejando ver la silueta de una persona y queda al frente del joven durmiente.

 

Aquella figura toda vestida de negro, dejando únicamente el frio brillo de los ojos, acerca una de las enguantadas manos y roza unos cuantos pelos de la rubia cabellera de Milo, este gira a un lado quedando bocarriba de la sombra, entre sueños los labios de Milo se mueven para luego quedar estáticos. Extiende los brazos al aire sin tener la oportunidad de entrar en contacto con la oscura figura.

 

El otro se acerca un poco más sin importarle que el guardián de Milo pudiera aparecer en un instante,   queda muy cerca y  acerca al rostro del joven para robarle un beso, Milo se remueve y gira el rostro a un lado, sin darle opción al ignoto. La sombra aprieta el puño y se aleja del menor. Coloca la mano atrás de la espalda y saca un cuchillo de cacería, se vuelve acerca, toma uno de los rizos de Milo y lo corta, rápidamente lo guarda entre la ropa y se aleja de la cama.

 

Milo se incorpora exaltado, con la vista soñolienta ve una figura oscura, rápidamente se remueve el sueño de los ojos y vuelve a enfocar el mismo sitio, nada; se levanta y sin ponerse zapatos, sale del cuarto tras de Degel.

 

Degel llega a la cocina, toma un vaso y se sirve un poco de agua del grifo, así como se lo sirve, lo ingiere, maldice las pastillas que Saga le había recetado, esto le daba mucha sed y no me gusta tener que levantarse de la cama a la mitad de la noche, busca con la mirada un reloj, encuentra el reloj que tiene en la cocina, y agradece que los números y las manecillas tuvieran luz fosforescente, no pasaban más de las 3 de la mañana, solo esperaba que luego de tomar el agua pudiera volver a dormir. El peliazul está por regresar cuando ve a Milo salir de la habitación. Lo observa regresando la vista a la oscura habitación sin importarle que chocara con algún que otro mueble del cuarto

 

- ¿Pasa algo Milo?- pregunta preocupado por ver a Milo levantado a altas horas de la noche.

 

-hay algo en el cuarto, hay alguien ahí.- señala la habitación oscura.

 

Degel se sobresalta, sin perder el control, deja el vaso a adelantarse al interior del cuarto, Milo le sigue por detrás, aferrándose de la camisa del mayor. Degel se adelanta en la oscuridad del cuarto, tantea las paredes antes de dar con el interruptor del cuarto,  pendre el foco de la habitación, todas las cosas estaban en su lugar, Milo observa por detrás del hermano mayor, más tranquilo se adentra y vuelve acomodarse en la cama, Degel hace lo mismo, ve las cortinas moviéndose de un lado a otro, por tercera vez se levanta y va a la ventana.

-Milo, abriste la ventana del cuarto.

 

-no, ¿no fuiste tu Degel?

 

-no lo recuerdo, tal vez si y se me olvido cerrarla.

 

Degel cierra la ventana del cuarto y le coloca el seguro, apaga el foco y vuelve a la cama.

 

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La charla que había tenido con Saga lo había dejado reflexionando algunas cuestiones con respecto a toda la investigación. En primer lugar, todo los que estaba en el caso estaban conscientes de que esta la investigación iba a estar de paso lento por la temporalidad que se tomó, sin embargo el retraso de la misma cada vez se hacía más notoria: Clare y el capitán Lina se habían encargado por ahora de que la identidad de los hermanos Krakov pudiera seguir en el anonimato de la ciudad, Eden había logrado toda la información disponible así como los registros del hospital por lo que su labor con la unidad había concluido, mientras tanto ellos no han podido moverse con tanta facilidad, especialmente porque Milo no se ha atrevido hablar sobre la experiencia que vivió durante todo estos años, por lo que los dejaban en un mar de posibilidades, y aunque Camus trataba de formar algún vínculo con Milo, él trataba de sacar cualquier información utilizando a Degel como vía de investigación, pero nada, la relación con los dos hermanos era extraña y conflictiva, mientras uno sufre de ausencia a la realidad, el otro de depresión por lo que no había avance para dar con ese criminal. Kardia gruñe y golpea el respaldo de las manos del sillón.

 

Observa las copias de los dibujos realizados por Milo regada en el mesa en medio de la sala, todas ellas además de ser de mal gusto para él, no tenían sentido alguno, y tal vez no tendría si no fuera porque Saga tuvo la cortesía de explicarle.

 

Toma el primero de la serie de cinco dibujos era la representación de Milo en sus días prisionero, según las palabras de Saga, pero él solo ve oscuridad y unas pequeñas líneas blancas que había hecho con el borrador, observaba lo que parecía una puerta de madera y lo que parecía ser el fondo de una zona, completamente oscura, además de no tener un orden de dirección al grafito del lápiz, por lo que el dibujo no tenía armonía en los trazos, por lo que le era muy fácil descartar que el dibujo fue hecho por un niño, si no fuera por los detalles que Milo tomo en cuenta para representar el estado que se encontraba, se siente encerrado y solo espera que alguien lo libere, que alguien lo recate, pues si para una persona estar encerrado es una tortura, no se quiere imaginar el estado en que se hubiera encontrado Milo a esa edad.

 

El segundo era en las palabras de Saga, la relación que tenía Milo con Degel y tal vez era muy raro no ver todo la dedicación que se toma el mayor de los Krakov para cuidar al menor, y el  recodar  el llanto que Degel le hacían sentir un poco de pena a comparación del dibujo que dice todo lo contrario, pues si bien se logra identificar dos figuras de hombres palos, cada uno con el nombre de Degel y Milo, la primera cosa que identifico fue un distanciamiento en ambos hermanos como también la diferenciación de colores que había hecho Milo para indicar a Degel molestia por su presencia y en él el vago esfuerzo de alcanzar al mayor, tendría que prestar mucho más atención lo que pasa ahí.

 

La tercera es a que menor idea pudieran tener un poco más  solo ve líneas horizontales con varios fotos de luz que eran representados por las líneas blancas que Milo se tomaba, y por lo que rápidamente la descarta, pues Saga le había pedido que dibujara lo primero que recordaba cuando fue encontrado, y ambos hombres no tenía idea de que podía significar.

 

La cuarta era tal vez una muy importante para el perfil del ignoto, pues al parecer Milo nunca sufrió alguna clase de violencia sexual, más no quiere decir que no existió una física y en ese dibujo era lo que representaba, pues le habían perdido según Saga que dibujara un cuerpo, pero no se dedicara a fijar detalles, sino que solo serían colores y trazos lo importante para esta ocasión, por lo que utilización de rojos en zonas distantes a las sexuales era una clara muestra de que no hubo alguna agresión, aunque eso no pudo evitar que Milo dibujara puntos negros, morados, naranjas y blancos que simbolizaran las quemaduras, cortes, golpes, ataduras y ahorcamientos simulados  que fue víctima.

 

El último el más extraño de todos era solo círculos hechos de diferentes colores, especialmente colores oscuros u opacos, según las palabras de Saga, le había dicho que es lo que siente Milo, que se siente encerrado, y esos colores con su estado de ánimo, tal vez el recodaba a esos círculos de esa película de terror del video de la niñita que mataba en 7 días, pero nada más, no había alguna gran novedad como para que se puede hacer algo más y eso era lo extraño, tal vez el mensaje no era muy claro o había algo oculto ahí.    

 

Recarga la cabeza sobre el respaldo del sillón, cierra los ojos. Tendría que hablar con Camus cuando fuera a la comisaria,  cae dormido hasta que sale el sol.

 

Para el día siguiente, Kardía tenía en mente hablar con Camus, sin embargo cuando llego iba terminado de llamar, apenas escucho el nombre de Degel para saber que habían sido a los hermanos Krakov, lo escucho pidiendo disculpa por su ausencia ese día, sin embargo tenía algo que hacer antes por lo que su visita se posponía para el día siguiente.  Kardia va hacia el pelirrojo y espera a que termine de atender la llamada

 

-¿pasa algo Camus?- dice el recién llegado.

 

-el capital quiere que vayamos a investigar al sitio donde Milo encontrado.

 

-¿Qué?-inquiere Kardia nervioso.- pero si la zona es una reserva ecológica, nos va a tomar mucho tiempo, además, ¿no se supone que ya habían hecho el peritaje y no encontraron nada en la zona?

 

- nos acompañara Clare y el capitán-ignora la reclamación del moreno- ellos se adelantaron, también algunos de la guardia nacional se fueron movilizando, además tendremos perros de rastreo Kardia, algunos chicos de la comisaria también se anexaron a la búsqueda.

 

-¿y porque no te adelantaste con los chicos?

 

-alguien tenía que esperar al holgazán de Elsetetra, y evitar que se fuera con las prostitutas que fueron traídas anoche.

 

-si tu lo dices tomatillo, vámonos.

 

Ambos oficiales subieron a la patrulla y conducen a los límites de la ciudad, llegan hasta donde había varios carros parados a la estrada de la reserva ecológica de la zona. Ambos vamos a la entrada por los esperaban la chica y el jefe de la unidad junto con dos perro Pastor Alemán que estaban a un lado de los dos oficiales

 

-capital, Clare- dice Camus saludándolo, Kardia hace lo mismo, mientras los dos mencionados solo asienten con la cabeza.

 

-es algo tarde oficiales- menciona por primera vez el jefe de la unidad- no importa aquí tienen- les entrega un perro , Kardia lo toma de la correa y  al momento al jalar de la correa, el animal comenzó a jalar para ir a dirección de la reserva, Kardia se enreda la cadena a la muñeca para tener más control de la bestia que lo jalaba al interior del bosque- ya tiene el rastro, los demás ya se adelantaron, nos dividimos la zona, hay un total de cinco unidades de búsqueda, ya todas se dispersaron, solo faltamos nosotros, así que vayan al noroeste mientras nosotros estaremos al sur.

 

-sí capital, vamos Camus.- dice Kardia y la dirección indicada.

 

Toda la zona era un bosque de coníferas, el ambiente además de ser frio, estaba repleto de hojas secas, árboles  y ramas que se le caen a los troncos, ambos oficiales daban gracia de ir vestidos para la opción además que el perro rápidamente encontró un rastro que estaba siguiendo, por lo que no tendrían que esperar mucho tiempo, varios minutos después Kardia podía jurar que ya habían pasado ese árbol con ese extraño rostro por cuarta vez, mira a su compañero y podría jurar todo su salario que tenía lo mismo que él en mente.

-llevamos mucho tiempo dando vueltas.

-enserio, no me digas- le dice con sarcasmo.

 

 Camus gruñe molesto y se adelanta por unos cuantos pasos, el perro los seguían dando vueltas y una parte de él, quiere maldecir a su jefe por ponerlos a ambos a buscar algún rastro a estas alturas del caso; estaba más que seguro que no encontraran nada, llevaban semanas desde que apareció Milo como para encontrar algo, y si lo encontraban, el viento, la lluvia y la neblina de la zona ya la había dispersado por todo el lugar, no tenían ni la menor idea de porque buscaban algún rastro, se supone que varias semanas atrás no lograron haya ninguna evidencia, esa casi imposible encontrar algo a estas alturas.

 

-espera- se detiene Kardia, Camus lo observa extrañado, el perro de rastro jala de la correa tratando de llamar la atención del mayor- yo he visto este sitio- busca entre sus memorias en donde había visto el lugar- ya se en donde, en uno de los dibujos de Milo.

 

-¿los dibujos de Milo?- pregunta Camus con desconcierto.

 

-si, Milo dibujo algo, sin sentido…hasta ahora, es larga la historia, luego te explico, toma el perro- le entrega la correo del perro. Ahora era el turno de Camus el llevar al animal, mientras el mayor se adelanta a examinar toda la zona, especialmente la cercanía de los tres árboles, Camus no pierde un instante para ir con el mayor, lo ve examinando el suelo de uno de los tres arboles misteriosos.

 

-por cierto, ¿Cómo has visto el caso?- habla Kardia cuando va con el segundo árbol a ver

 

-que esto se está yendo a la joda.

 

Kardia no aguanta la risa- tu siempre tan sincero, deberían reír más seguido.

 

-tu sabes porque no puedo reír, tengo que siempre recordártelo Kardia.

 

-vale, vale, tomatillo, no te enojes, es solo una sugerencia.

 

-pues metete las sugerencias por el trasero.

 

-hoy estas de buen humor tomatillo.- Camus se encoge los hombros, sin darle importancia a las palabras de Kardia.

 

-es aquí, aquí es donde despertó Milo, estoy seguro de ello.

 

-¿de que hablar Kardia?- inquiere Camus impaciente por una respuesta.

 

-el sitio…estamos en el lugar correcto, solo hay que observar bien nuestro alrededor.

 

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Milo se encontraba acostado en el suelo, alrededor de él estaba dispersadas las hojas que Degel le había entregado, hacia unos momentos le había informado Degel que los oficiales no vendrían, por lo que ahora no tenía nada que hacer ese día.

 

-Milo voy a salir a comprar algunas que hacen falta, te quedas aquí, no hayas abrirle a nadie a menos que sea el doctor Saga o algunos de los oficiales.

 

Milo asiente. Escucha a lo lejos la puerta cerrarse y todo se vuelve silencio, el rubio cierra los ojos, todavía estaba un poco cansado, sin embargo cada vez que cierra los ojos ve con claridad la sombra de la noche, estaba seguro que había alguien ahí, él estaba muy despierto como para que aquello haya sigo una figura de su imaginación,  será muy presente y él lo había visto.

 

Por un instante recordó sus días en cautiverio, teniendo solo esas hojas, un trozo de carbón y el único rayo de luz que le hacían recordar que había alguien esperándolo, que alguien estaba afuera y lo esperaba, aun cuando ese hombre lo tenía encadenado, lo golpeaba, lo quemaba, le cortaba la piel, alguien lo buscaba y esperaba por él; sin embargo ahora todo era diferente, él estaba libre y lejos de él y era cierto que ya no tenía a sus padres que tanto había adorado, sin embargo todavía esta Degel que procuraba por él como el hermano que era .

 

Tomo una hoja limpia y un nuevo color, comenzó a retratar un rostro, tomo los colores que representaba esa sombra en el cuarto dejando abandonado el lápiz y el resto de los colores.  Era un nuevo comienzo, él estaba libre, ya no había cuartos de piedra, ya no había escasez de comida y agua, ya no estaría el olor a orina sobre la ropa, ya no había ruido de los animales que pasaba por donde estaba, estaba libre para hacerlo que quisiera, de poder hablar con libertad, el poder reír a gusto, gritar cuando estaba inconforme, el de llorar, el de enojarse,  el poder vestir como quisiera, el moverse a donde quisiera,  el de jugar, el de poder rehacer su vida.

 

Milo deja que unas cuantas lagrimas cayeran sobre la hoja y después se las quita con la manga del suerte continua trazando  hasta dejar finalmente los colores, ahí estaba un hombre con una gabardina oscurana con la capucha puesta, un pantalón de vestir haciendo juego a un par de zapatos, tenía algo entre las manos una esfera que brillada

 

Mientras tanto, Degel había ido a surtirse de provisiones, tenía planeado los próximos días no salir de la casa por lo que ahora que Kardia, Camus ni Saga se encontraban podía ir con libertad, está terminando de pagar la despensa cuando ve a un chico colocar un hoja en la sesión de anunció, el pelilargo por mera curiosidad se acerca a leer el contenido y ve una oferta de servicios como enfermero de tiempo mixto.

 

-disculpa- le hablo al joven que puso el anuncio. El hombre era un joven que no pasaba de los 25 años, era rubio con unos ojos azules claros, este observa a Degel y detiene su andar.

 

-¿no sabe cuánto cuesta los servicios del anuncio?

 

-toda la información está en el inicio señor, pero por cualquier duda,  puedo llamarme al número que tiene la hoja.

 

-¿eres el joven del anuncio?- el menciono afirma con la cabeza y le extiende la mano.

 

-me llamo Hyoga Dubocs,  es un gusto saludarlo señor.

 

-Degel… Degel Krakov.

 

-mucho gusto en conocerlo señor Krakov.

 

- por favor llámame Degel, no me acostumbro a los modales formales.

 

-en este caso, yo le pido que se tome la libertad de llamarme Hyoga.

 

-muy bien Hyoga, ¿pero porque no lograr conseguir un empleo a alguna clínica u hospital, se paga muy bien los servicios en la región?

 

-lo haría, si no fuera porque no lograría alcanzar a llegar, vivo cerca de la octava parte de Avenida central

 

-valla sorpresa, que pequeño es el mundo, no queda muy lejos de donde vivo.- Hyoga exclamo sorprendido.

 

-si, tienes razón, que pequeño es el mundo.

 

-¿y vive solo o con alguien? – ve todas las bolsas que Degel traía consigo, y por si la vista no le fallaba, ve todavía un par de bolsas más repleta de comida.

 

-en compañía, pero bueno creo  que no es bueno que te distraiga, hasta luego.- reanuda la marcha a la salida.

 

-espera Degel- lo detiene Hyoga.- al menos déjame ayudarte. Veo que tienes varias cosas,

 

-no estoy bien así.

 

-no, déjame ayudarte.- toma el resto de las bolsas que Degel tenía que cargar, el pelilargo resignado tomo la a delantera en guiar a Hyoga al departamento.

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Camus no entendía algunas cosas que suele hacer Kardia, pero lo último que entendió es que buscaran pequeños grupos de tres arboles unidos por las raíces, tal vez tenga algo relacionado a lo que Kardia menciono con anterioridad de un dibujo y Milo, tendrá que preguntarle a Saga, que es lo que ha hecho el moreno durante todo ese tiempo.

Ambos oficiales continuaron más de una hora buscando algún rastro, el perro les ayudaba seguía olfateando la zona hasta que se detuvo, ambos miraron la zona, no observaron nada diferente al resto de los bosque que estuvieron examinando, Kardia presta atención al alrededor y se detiene  al ver tres arboles juntos nuevamente, recuerda el dibujo de Milo y corre hacia ellos, Camus junto con el perro le siguen muy de cerca, Kardia llega a la base de los árboles y encuentra dos lazos y un tercero atado en uno de los troncos del árbol.

-eureka- grita kardia.

 

Camus saca la bolsa de evidencias, guarda  los trozos de tela teniendo cuidado de  no tocarlas, Kardia siguió buscando algún indicio, al menos el rastro de la dirección que había tomado, encontrando un rastro de sangre seca encima de algunas hojas, Camus las fue recogiendo, no sin antes recordar la dirección en la que daba y no era una coincidencia que este se dirija al mismo camino que ellos tomaron para llegar.  

 

-¿crees que haya sido el ignito?-inquiere Camus

 

-supongo que fue aquí donde Milo fue dejado?, ¿crees que haya sido solo una coincidencia que Milo lo hayan dejado aquí?

 

-la zona es merodeada por animales de caza y cazadores, si un animal hambriento hubiera encontrado el cuerpo de Milo ahí se queda nuestro caso, o en lo mejor de los casos, hubiera muerto de hipotermia. 

 

-no es extraño que lo hayan dejado aquí.

 

-tal vez, pero hay que encontremos alguna huella aquí, y lo dudo mucho ver algo más.

 

-solo un milagro haya que veamos algo más sin embargo hay que seguir examinando la zona, tal vez podamos encontrar algo más.

 

Camus asiente y continúan caminando, en un par de horas más y con el sol a punto de ocultarse, los dos oficiales se reunieron con el resto del equipo, les muestran sus hallazgos a lo cual tienen que enviar al laboratorio para identificar tanto el venda como la sangre seca de las hojas. El capitán Lina los felicito por el hallazgo, solo tenían que esperar los resultados que  los tendrían lo más pronto posible, amos oficiales regresaron a la comisaría todavía su turno no acababa y tenían que hacer papeleo.

-¿ahora si ve mas a explicar esos dibujos?- cuestiona Camus, se había instalado al frente del escritorio de Kardia, mientras este terminaba de realizar el reporte de la excursión.

Kardía lo observa, saca del cajón del escritorio los dibujos que le había proporcionado Saga.

-en las palabras del doctor, Milo sufrio abandono, tortura física y psicológica, más no muestra ningún rastro de forcejeo o violencia sexual, no se te hace extraño eso Camus

-si, esto dibujos muestras mucha desesperación.

-almenos hubiera utilizado algún otro color, tal vez le daría un poco más de vida.

-si kardia, 10 años de tu vida secuestrado, dudo que alguien puede diferencia entre l

 

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Los dos hombres llegan al departamento Degel abre la puerta y deja pasar a Hyoga.

 

-Ya volvimos Milo.- grita el pelilargo, le indica a Hyoga la dirección de la cocina, mientras él va a ver a Milo, lo ve en la misma posición que lo dejo, sin embargo en sus manos había un nuevo dibujo. El mayor se inca

 

-soy libre Degel, soy libre de ser Milo

 

-si hermano, eres libre para ser tu.

 

-¿puedo reir, gritar, llorar, cuando yo quiera verdad?

 

-si Milo, porque estas lejos de ese maldito que te hizo mucho daño.

 

-¿y tu me quieres verdad?

 

-si Milo, yo te quiero porque eres mi hermano.

 

Milo gira los ojos para ver a Degel y por primera vez después de todos esos meses comienza a reír para luego volverse carcajadas. Degel deja que se ría e incluso el también comienza las carcajadas. Milo se incorpora y abraza al mayor, lo abraza fuertemente como aquella ocasión en el hospital, el pelilargo esconde la cabeza en el espacio que le dejo Milo y reposa la frente en el sitio, Hyoga aparece en el perfil de la puerta, el mayor es quien rompe el contacto quedando en medio de los dos rubios.

 

-Milo, ¿quiero que conozcas a Hyoga?-le presenta al rubio, el moreno se le quedo viendo por un instante, por instinto fue a un lado del mayor y discretamente tomo una orilla de la ropa, esa acción no paso desapercidida por Degel y sin que Hyoga se diera cuenta roso la mano de Milo.

 

-¿Y quien es él? –cuestiona el menor de los Krakov.

 

-es una persona que conocí en los viveres, es enfermero y esta buscando trabajo por esta zona, vive a unas cuantas cuadras de nosotros, me ayudo a atraer las bolsas.

 

-Hola Milo- toma la palabra Hyoga, Milo ve con determinación a la persona a un lado de su hermano, le habían extendido la mano para saludarlo, Degel espera con paciencia a que su hermano responda, al final Milo responde el apretón de mano, aunque no había pronunciado palabra alguna.

 

Al final, Hyoga tuvo que retirarse, no son antes recibir el agradecimiento de Degel por ayudarlo con sus cosas, Milo durante todo el lapso de tiempo estuvo callado, no tenía ganas de hablar, por lo que al despedirse de Hyoga quedo el resto de la tarde acostado en uno de los sillones.

Pasaron meses del caso, por alguna razón toda las personas estaba truncadas, tanto los investigadores, tal vez no había movimiento alguno por lo que sin embargo los tratamientos realizados por Saga, finalmente dieron sus frutos y Milo pudo hablar de su experiencia en la zona, pues si bien, ya lograron resolver otro enigma de este misterio.

 

Primero que nada, los tres arboles fueron lo primero que vio, porque es maldito que dejo a Milo lo drogo antes de dejarlo en la zona y cuando comenzó a moverse las pupilas de Milo no lograban enfocar más que sobras y oscuridad. Ahí está  la razón por lo que encontraron unas vendas lejos  a los tres troncos, esos tres troncos los observo cuando finalmente recupero la vistay comenzó a caminar en medio del bosque sin saber el peligro que corría

 

Y aunque el testimonio de Milo ayudaba, sin algo más o algún movimiento del ignoto, el caso no podía dar para más, por otro lado, el ambiente comenzaba a enfriarse cada día más, por lo que el invierno estaba por llegar,  Degel había logrado conseguir algunas prendas de invierno tanto para el como para Milo, y aun cuando todavía tenía su toma en su casa, los oficiales no le permitían viajar, esto causo molestía principalmente porque él tenía una vida realizada en alguna parte lejos de ahí.

Tal vez una novedad para los oficiales a causa de su día de ausencia fue el chico rubio, de los ojos azules haya logrado el tal vez  

Hyoga y Milo iban caminando muy de cerca de Degel,

 

Milo gira sobre su mismo eje antes de caer sobre la nieve, Degel se sigue muy de cerca y antes de poder mencionar algo Hyoga se levanto y lo empuja para quedar igual de cubierto.

Milo se rie, mientras Degel le lanza una mirada de advertencia al rubio, Hyoga no puede la oportunidad para tomar un poco de nieve, Milo se esconde detrás de unos arboles antes de que impactara la bola de nieve.

Degel hace lo mismo que su hermano y se escoge,  toma una esfera de nieve e impacto en el rostro de Hyoga, ahí comenzó una lucha de bolas de nieve entre los tres hombres.

Por otra parte, Camus y Kardia observan a los hermanos tanto jugar a una buena distancia, kardía como Camus vigilaba con atención a alguno de los hermanos, debes en cuando les ha tocado ver algún cambio de anomio,y mientras kardia le ha tocado el hablary animar a degel, a Camus le ha tocado elsacarlo de ese estado de ausencia que todavía solía caer Milo.   

-Elsestra- dice kardia, camus lo observa y a cada segundo ve como las facciones del moreno se endurecían más- vamos para haya.- y cuelga.

 

-¿pasa algo?

-tenemos que ir al hospital donde milo estuvo instalado, creo que tenemos un problema.

continuara


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