Draco había aprovechado el día para hacer varias cosas, la primera había sido ir con su ex jefe que no perdió la oportunidad para cuestionarle su tan “escandaloso” romance con Harry Potter, paso un rato agradable con el hombre, Dann era su nombre y como fue un buen maestro también había sido un excelente jefe y lo era mucho mejor como amigo, le dijo verdades a medias con respecto a Harry y todo lo que pasa entre ellos, también omitiendo otras cosas, en fin la visita había sido muy productiva y había verificado de primera mano que su mentor estuviese bien; después había ido al apartamento que solía habitar con sus padres, todo estaba bien excepto por el correo y el polvo y mugre que se iban acumulando, tomo prestado (sin que lo supiera) los elfos de Harry y les pidió que limpiaran todo mientras él verificaba el correo, casi le da algo cuando vio cuatro cartas de sus padres, es que acaso esa estúpida lechuza no podía llevárselos a casa de Harry, aunque dudaba que una lechuza viajara desde Francia, seguramente era otro medio de comunicación, de igual forma leyó las cartas en donde sus padres le contaban como iba todo, la última era exclusiva diciéndole que si no tenían noticias de él en los próximos días irían directamente a buscarlo, tomo papel y pluma y escribió una muy extensa carta de las cosas que había hecho (muchas obviamente inventadas) y de lo ocupado que estaba con el tema de la recuperación de Malfoy Manor y sus otras cosas, después de tenerla lista se cuestionó ¿Cómo hacía para enviarla hasta Francia? y de hecho ¿Cómo iba a saber a dónde enviarla? Dirigió su mirada a los elfos y les pregunto, Winky le dijo que su amo Harry les pedía que les llevara su correspondencia al centro internacional de comunicaciones y que si él quería podían hacer lo mismo, Draco no pudo evitar soltar un suspiro de alivio y les dijo que si, cuando todo hubo terminado, se dirigió a su mansión, al llegar todo estaba como siempre (por lo menos nadie la había comprado) aunque las protecciones lo dejaron pasar, eso era nuevo, desde su captura ninguno podía entrar, al interior vio todo como lo habían dejado, se notaba que los elfos habían cuidado la casa y la mantenían bien, varios de ellos salieron a darle la bienvenida con lágrimas en los ojos diciendo cuanto habían extrañado a sus amos, a Draco se le aguaron los ojos pero como buen Slyterin no iba a llorar, les dijo que la casa ya casi era de su familia otra vez y que por ahora no iba a poder mudarse pero que muy pronto lo harían, la alegría de sus elfos le causo un poco de comedia, ¿Quién le diría que aquellas criaturas serían tan leales? En definitiva, esta experiencia le dejo muchas enseñanzas, después de verificar todo volvió a su casa, o bueno, la casa de Harry, en fin no pasaron ni quince minutos cuando tanto Harry como James llegaron, le sorprendió, ya que los esperaba hasta muy tarde, después de que cada uno se contó su día y pusieron a descansar a James, Draco por fin pudo preguntar algo que lo tenía pensando
-Oye Harry- con un sonido que le decía que lo estaba escuchando el rubio continuo- hoy que estuve en la mansión pude entrar a la casa, eso no lo había podido hacer desde hace cinco años ¿No te parece raro?- Harry enarco una ceja
-No tendría por qué ser raro, después de todo ustedes son sus dueños- comento
-Sí pero desde que el Ministerio…-dejo de hablar de inmediato-¿Quieres decir?
-¿Se me olvido contarte que ya la mansión era suya de nuevo sin ninguna restricción?- pregunto haciéndose pequeño con un mohín de niño regañado, Draco quedo con la boca totalmente abierta
-¡Potter!- prácticamente grito
-Lo siento, es que se me olvido y yo…-no pudo decir nada más por qué un muy rápido Draco se lanzó contra él estampando sus labios contra los suyos en un beso intenso
-Gracias- susurro cuando el beso termino
-Debí decírtelo antes- y ambos sonrieron, Harry no perdió la oportunidad (única) y se lanzó contra el contrario, su boca busco ansiosa la contraria y la penetro con ansias, buscando explorarla por completo, sus manos se pasearon deseosas por el cuerpo contrario y se tragó el gemido que broto de este, impúdicamente se restregó contra Draco mostrándole así lo excitado que estaba y de recompensa logro un gemido más profundo que obligo al rubio apartarse de su boca, mientras se devoraban con la mirada
-Harry- gimió de nuevo Draco mientras el aludido pasaba sus caderas con fuerza contras las contrarias
-No tienes idea de todo lo que voy a hacerte- ambos se quedaron a medio de un nuevo beso cuando el llanto de James los detuvo-No puede ser- Draco se río
-No sigas sin mí- y salió de la habitación para saber qué era lo que pasaba, al llegar a la habitación pudo constatar que habían dejado la ventana abierta y esta causo que se cayeran varias cosas, tal vez un ave o el viento, de igual forma lo que fuese había despertado a James quien seguro lloraba del susto, Draco lo levanto y arrullo- tranquilo lindo, todo está bien- trato de devolverlo a la cuna pero el niño se aferró fuerte a su camisa haciendo ademan de volver a llorar- vamos cielo, tengo un asunto que resolver con tu padre- James río mostrando una sonrisa con los pocos dientes que le asomaban y Draco le sonrió de vuelta, suspirando, no se iría hasta que el pequeño demonio no se durmiera; diez minutos después volvía a la habitación- Potter si te atreviste a dormirte yo…-no siguió con lo que decía puesto que Harry no estaba en la cama como pensó, se iba a dar la vuelta cuando unos brazos lo rodearon por la cintura desde atrás
-¿Decías?- susurro Harry en todo su cuello mientras paseaba la lengua por toda la zona, Draco se estremeció y jadeo, no lo esperaba y lo peor es que le encanto; Harry volvió toda su atención al cuello de Draco con su boca mientras sus manos paseaban inquietas por su cuerpo, con presteza lo desnudo pieza por pieza mientras acariciaba toda la extensión de su cuerpo, Draco no se quedó atrás y paseo sus manos por el fibroso cuerpo de auror que tenía detrás suyo, la sensación cuando Harry se deshizo de su camisa y la propia y estar piel contra piel fue fantástica, intenso sería la palabra que le daría, había luchado contra la ropa del castaño en esa incómoda situación logrando quitar varias de las estorbosas prendas y para cuando estuvieron desnudos se dirigieron a la cama
-Harry- jadeo en un susurro seductor Draco cuando sintió todo el peso del auror sobre él, por su parte este no podía estar más duro, deseaba tanto a ese rubio que le parecía absurdo; lo tomo de la cintura para presionarse el uno contra el otro balanceándose lentamente, su boca comiendo la contraria y acariciando cada rincón, lo insto a que se volteara y Draco no puso objeción, haciéndolo obedientemente se giró sintiendo como bajaba por su cuerpo dejando un camino de besos, lamidas y mordidas hasta llegar a su entrada, jadeo, las sensaciones hasta el momento habían sido magnificas pero nada lo preparo para sentir la tibia y húmeda lengua de Harry paseándose por encima de su entrada dando lametazos y mordidas por el rededor hasta que sin poder evitar el gemido ronco y profundo que salió desde su garganta sintió como lo penetraba con ese jugoso musculo, la lengua de Harry entraba y salía, paseaba por el rededor y volvía a repetir-¡Harry!- grito esta vez en un gemido cuando este chupo su entrada y volvió a penetrarlo con la lengua
-¿Te gusta?- le pregunto solo por escucharlo hablar, ese tono que usaba Draco cuando estaba excitado era sin duda maravilloso
-Me encanta, no te detengas- quien pensaría que el muy aristocrático y estirado de Draco Malfoy estaría rogando por una buena follada, las cosas de la vida pensaba Harry pero sin querer detenerse ni un segundo siguió con su trabajo, cuando lo tuvo lo suficientemente húmedo, dilatado y dispuesto, se arrodillo y colocando su miembro en su entrada empujo jadeando-Sí, sigue, continua- pidió de nuevo Draco empujándose hacia abajo
-Estas delicioso- decía mientras más entraba- apretado- susurro pegando su pecho contra la espalda- húmedo- beso su cuello- te voy a joder duro- completo mientras se terminaba de enterrar en ese delicioso espacio
-Hazlo, hazlo, por favor
-¿Quieres que me mueva?- pregunto Harry ondeando sus caderas
-Cumple tu palabra, dijiste que me lo harías- jadeo Draco apoyando su frente en la almohada y abriendo más las piernas
-Y duro- fue lo único que dijo antes de empezar a arremeter contra la masa gelatinosa que ahora era el cuerpo de Draco, quien sin poder evitarlo emitió un sonoro gemido de puro placer, Harry ya conocía su punto más dulce y daba contra este una y otra y otra vez, los sonidos de sus cuerpos encontrándose en tan descarado baile, las sensaciones quemantes y avasallantes que solo dejan el placer como resultado, todo era un cumulo de cosas que querían llevarlos a la locura. Harry salió de Draco ganándose un quejido de protesta- tranquilo, ven acá- lo ayudo a incorporarse y sentándose lo insto a subirse en su regazo y clavarse a sí mismo en su ya imposiblemente dura erección, la sensación fue mucho mejor- muévete- casi ordeno y Draco obedeció, se balanceo un poco y con cada movimiento iba tomando fuerza y confianza hasta que termino casi saltando en el pene de Harry que se enterraba en él según su gusto, los jadeos eran cada vez más profundos y necesitados, Harry busco desesperadamente la boca de Draco vaciando parte de su pasión en él y estremeciéndolo más de lo que ya estaba, cuando se sintió cerca tumbo a Draco contra la cama y volvió a penetrarlo de forma fuerte e ininterrumpida, fue la gloria, la entrada y salida de ese delicioso trozo de carne y todas las sensaciones de estar en ese interior fueron maravillosamente intensas y ambos gimieron, dos, tres, cuatro estocadas y Draco estaba viniéndose, llenando con su semen todo su vientre y pecho junto con el de Harry, apretando tanto su entrada que Harry sintió que podía ser arrancado pero aun así embistió dos veces más mientras también se vaciaba dentro de él, caliente y espeso, delicioso e intenso, así fue todo y así los recibió el siguiente día, abrazados y aun con las muestras de lo que había pasado la noche anterior, tan agotados estaban que no hicieron nada al respecto y solo se dedicaron a dormir uno junto al otro.
La mañana siguiente los recibió pegajosos, sucios y a pesar de eso ninguno de los dos pudo evitar sonreír al recordar tan maravillosa velada; Harry abrazo más a Draco mientras le besaba el cuello
-No me quiero levantar- susurro
-Pero tienes que ir a trabajar
-¿Quién lo dice?
-Supongo que tu jefe
-Que se muera
-Entonces no te pagan- un sonido de derrota seguido de un abrazo más fuerte fue lo que hizo que Draco soltara una risotada-Arriba Potter o llegaras tarde- le dijo también dándole pequeños besitos y devolviendo el abrazo
-Báñate conmigo- pidió y después de unos cuantos ruegos por la negativa del rubio a levantarse, ambos entre risas entraron al baño, compartiendo mucho más que la ducha, se acariciaron y masturbaron juntos hasta llegar de nuevo a la cima del orgasmo, desayunaron junto (cosa atípica porque Draco lo hacía con James) y después de muchas vueltas Harry por fin se fue a trabajar mientras Draco se quedaba a esperar que James despertara e iniciar su día con él. Todo el día paso con normalidad para ambos y ya Draco esperaba que pronto llegara Harry, a quien se le había hecho costumbre llegar a las cinco, sin embargo el toque de la puerta lo saco de sus juego con James, le parecía raro que alguien llamara a la puerta, llamo a la elfina y le pidió que cuidara de James mientras él iba a atender, abrió la puerta y un hombre de mediana edad estaba en la entrada parado
-Buenas tardes- saludo cortes
-Buenas tardes señor Malfoy- devolvió el saludo cortes el hombre y ambos se quedaron en silencio
-Discúlpeme pero ¿Quién es usted?- pregunto ya cansado de que el hombre no dijera nada más
-Mi nombre es Sturgis Podmore señor Malfoy y vengo de parte del Ministerio por la información suministrada por el doctor Silvanus Kettleburn, médico pediatra que atiende al menor James Potter- al terminar su presentación Draco tenía la boca y los ojos bien abiertos, no podía creerlo-¿Señor Malfoy?- pregunto el hombre al ver que Draco no hacia ni decía nada
-Sí, perdone, es que no lo esperábamos, por favor pase- se hizo a un lado para dejar pasar al hombre, lo primero que noto es que este miraba evaluadoramente la casa, gracias al cielo estaba bien organizada, bueno excepto la parte de la sala en donde estaba jugando con James- Por favor siga- le señalo precisamente el lugar- disculpe el desorden- menciono entrando y tomando en brazos a James mientras enviaba a la elfina a recoger todo y que llamaran a Harry urgentemente
-¿El señor Potter no está?- pregunto aun mirando la casa
-No, Harry no ha llegado de trabajar, llega alrededor de las cinco de la tarde pero en ocasiones alguna cosa lo retrasa, usted sabe cómo es eso- termino con un sonrisa aunque el hombre lo miraba sin darle ninguna expresión
-Sí, lo sé y dígame ¿Es usted quien cuida del niño?- pregunto directo
-Ahh ¿no quiere que mejor esperemos a Harry?
-Tiene algún inconveniente en responder a mis preguntas
-No, claro que no, pero James no es mí…- Draco no dijo más
-Es cierto, usted no es su tutor legal pero no le veo problema a que responda ciertas preguntas, claro si está de acuerdo
-Estoy de acuerdo, y sí, soy yo quien permanece con James aunque Harry tiene dos elfos domésticos también
-¿Hace cuánto que se hace cargo del niño?
-Desde la semana pasada- no era una mentira, esperaba no tener que dar datos exactos de fechas o algo así, menos si después se le ocurría preguntar a Harry por separado
-¿Cuándo decidió que se mudaría con el señor Potter?-Draco no respondió, tenía la sensación de que lo estaba atacando pero como buen Slyterin no iba a caer en ninguna provocación
-Creo que para los dos es obvio que ha leído los artículos ¿verdad?- el hombre no contesto y Draco continuo- Harry y yo mantenemos una relación desde hace varios meses y nos conocemos desde el colegio, estoy muy seguro que él nunca me hubiese dejado el cuidado de su hijo si no estuviera cien por ciento seguro de que el niño estará bien- En ese momento James (que estaba en el regazo de Draco desde que el extraño llego) se quiso bajar para tomar un juguete, Draco lo dejo y lo puso cerca suyo mientras el niño jugaba
-¿Cree usted que está calificado para cuidar de un menor?-Draco respiro profundo
-Creo que nadie esta cien por ciento calificado para eso pero en mi caso hago lo mejor que puedo y todo lo que está en mis manos para que James este lo mejor posible
-¿A qué se dedica señor Malfoy?
-En este momento no estoy trabajando y me enfoco en cuidar de James y la casa
-Teniendo dos elfos domésticos, muy conveniente- ese comentario le crispo los nervios, ese tipo le estaba sacando canas y si fuera otra ocasión ya le hubiese dicho hasta del mal que se iba a morir-¿A qué se dedicaba antes?
-Yo estaba en la academia de maestros pocionistas, estudiaba y trabajaba allí
-¿Pociones?- quiso rectificar el hombre
-Así es- confirmo Draco
-¿Desde hace cuánto tiene contacto con el menor?- pregunto el hombre. Draco abrió mucho los ojos, era obvio que el tipo ese pensaba que por él ser maestro pocionista era la persona que le había dado las pociones para dormir a James, quiso decirle toda la verdad pero eso lo haría ver peor solo esperaba que Harry llegara pronto
-Yo no conocía a James antes de la semana pasada
Harry caminaba rápido hacia la chimenea, una reunión con su jefe se había extendido hasta casi las seis de la tarde pero por fin pudo salir, solo para encontrarse a su elfo diciéndoles que Draco lo había mandado a llamar de carácter urgente, no sabía en realidad que era lo que había pasado pero sin duda debía ser algo importante, después de todo Draco no lo llamaría si no fuera así, pensó en las muchas posibilidades y rogo porque no fuera ninguna, al final cuando atravesó la chimenea nada lo preparo para lo que vio, había un hombre que le parecía conocer de algún lado sentado en la sala frente a un pálido y tembloroso Draco y al lado un juicioso James jugando
-Buenas- saludo llamando la atención de los presente
-¡Harry!- prácticamente grito Draco mientras se levantaba e iba hacia él, lo tomo de la mano, las tenía heladas y le susurro- es el tipo del Ministerio- ¿Ministerio? ¿A que había venido? ¿Sería para el tema de James? Por la expresión de Draco era lo más lógico
-Buenas tardes, soy Harry Potter- saludo cortes extendiendo su mano
-Señor Potter, nosotros ya nos conocíamos- le comento el hombre. Harry enarco una ceja e inmediatamente después sus ojos se abrieron
-Podmore, tanto tiempo, disculpe es que solo coincidimos un par de veces en las reuniones de la orden- y ambos se estrecharon las manos. ¿Orden? ¿Cuál orden? Se preguntaba Draco ¿A qué orden había pertenecido Harry? Y de inmediato la luz del entendimiento cayó sobre él, era la orden del fénix, lo cual también explicaba un poco porque ese sujeto se había comportado de ese modo con él, de cualquier forma nadie olvidaba que él había sido un mortifago
-llámeme Sturgis señor Potter- la conversación fue interrumpida por un escandaloso James que se había molestado de ser ignorado por su padre
-Aún no lo saludas- regaño inconscientemente Draco
-Perdón mi pequeño ¿Cómo estás? ¿Qué tal tu día hoy?- le pregunto mientras lo alzaba y le hacía arrumacos, dejando un poco de lado a su “invitado”
-Harry, íbamos a cenar, invite al señor Podmore para que nos acompañara- El hombre jamás le pidió a Draco que lo llamara por su primer nombre, así que simplemente no lo haría
-Perfecto, pues ¿Qué esperamos?- sin decir nada más Draco tomo a James y los demás lo siguieron al comedor mientras Harry y Podmore se enfrascaban en una conversación sobre la actualidad política y el rubio se ocupaba de poner a James a comer mientras ponía atención a la conversación de los otros, en varias coincidía pero en otras cuestiones definitivamente no, pero prefería morderse la lengua antes de decir algo que los pudiera perjudicar
-Muchas gracias por la cena, todo estuvo delicioso- agradeció el hombre
-Fue todo un placer- menciono Draco levantándose- si me disculpa, ya es hora de que este joven vaya a dormir, ven cielo, despídete de papá- Draco de manera inconsciente había hecho todo lo que ya se había convertido en rutina para ellos y se fue dejando a los dos hombres solos, el silencio se instaló, Harry se mordió la lengua, quería preguntar sobre el tema de James pero no sabía cómo abordar el tema
-¿Puedo hacerle una pregunta personal- Harry que le había pedido que lo tuteara asintió- ¿Por qué termino su relación con su esposa?- abrió grande los ojos, no se esperaba eso, por un momento pensó que le preguntaría por Draco, aunque tal vez era una manera de preguntar indirectamente
-Hubieron muchos motivos, varios factores pero creo que el principal sin duda fue mi relación con Draco- mintió descaradamente y el hombre simplemente asintió, parecía que iba a preguntar algo más pero se detuvo al ver al rubio bajar las escaleras
-Harry, James pregunta por ti, dale las buenas noches y baja, luego yo subiré- Harry solo asintió, se disculpó con su invitado y subió
-¿Siempre es así?- pregunto el hombre y Draco supo que se refería al hecho de que James no se dormía sin ver a su padre
-Harry tiene la costumbre de jugar un poco con él después de que llega de trabajar, James aun no habla pero balbucea pa, pa y sé que se refiere a Harry, ama pasar el tiempo con su padre y él adora a James- hubo unos momento de silencio hasta que Draco no pudo más- Es un buen hombre y un excelente padre, no debería estar pasando por esto y si yo puedo ayudar en algo, lo hare- Podmore solo asintió, ninguno dijo nada más y después de unos minutos Harry bajo las escaleras diciéndole a Draco que James no quería dormirse, el rubio subió despidiéndose de su invitado y este aprovecho para también hacerlo de Harry ya que era bastante tarde y se fue, el castaño subió las escaleras y vio a Draco con James en su regazo mientras se mecían en la mecedera de la habitación, el rubio le estaba cantando
-Ya duérmete enano- rogo Draco a un inquieto James, haciendo reír a padre e hijo- No es gracioso- se quejó mirando a Harry y luego a James-¿Se fue?
-Sí- ninguno aporto nada más
-Vamos- Draco se levantó y se dirigió a la habitación llevando consigo a James, Harry le siguió extrañado, lo vio acomodarse en un lado de la cama mientras colocaba a James en medio, no dijo nada y se acostó en el otro lado, dejando a su hijo en medio-¿Cómo crees que nos fue?- pregunto con la mirada clavada en el niño que miraba todo y parecía no querer dormir en absoluto, Harry suspiro pesadamente y solo se encogió de hombros, no tenía ni idea que pensar- Antes de que llegaras me interrogo y me pidió que le mostrara la casa- Draco estaba aterrado de haber dicho o hecho algo que pudiese perjudicar en algo la calificación o lo que sea que ese hombre les de
-Gracias- musito Harry
-¿Por qué?- pregunto extrañado
-Por estar aquí conmigo- respondió mirándolo directo a los ojos, el verde de su mirada era intenso y le hizo pasar un escalofrió por el cuerpo, no dijeron más y se sumieron en sus pensamientos, cuando el sol saludo al día siguiente seguían los tres en la cama, ellos aun vestidos y James en medio durmiendo plácidamente entre los dos, se levantaron antes de que James lo hiciera y después de dejarlo seguro en medio de un fuerte de almohadas, se fueron a bañar juntos, aunque esta vez no hubo nada sexual, era solo como si necesitaran estar el uno junto al otro; como cambiaban las cosas de un día para el otro, ese baño que había sido testigo de la pasión ahora lo era del apoyo que se daban, Harry iba a trabajar y antes de las cinco de la tarde volvía a la casa para estar juntos, la visita les había dejado una sensación amarga, paso toda la semana y ese fin de semana fue memorable para los tres, Harry sintió (creía que por primera vez) lo que era pasear en plan de familia, habían ido al parque, a un centro comercial y se había quedado en casa haciendo pereza, todo en un mismo fin de semana, James lucia extenuantemente feliz, parecía que no quisiera dormir en ningún momento y luchaba contra el sueño como cada vez que parecía que algo le gustaba mucho, Draco por su parte se sentía cómodo, e incluso podría decir que feliz, había pensado que estar con Harry seria toda una tortura y hasta ahora lo más torturante era cuando este se levantaba en las mañanas para irse a trabajar y es que en ocasiones no quería dejarlo ir, lo malo es que descubrir esas cosas no lo hacía sentir bien o correcto, puesto que lo suyo solo era un trato, también estaba el tema de James que aunque fingiera que no pensaba en eso o no le daba importancia, la verdad es que estaba que se comía las uñas por saber cómo les había ido con la dichosa visita, toda la semana estuvo enredado en ese tema que solo lo dejo por el fin de semana mientras estuvo con Harry pero como todo lo bueno llega a su final, el lunes llego haciendo acto de presencia, Harry volvió a trabajar y Draco se descubrió extrañándolo, además que sin él en casa las ideas de lo que podía pasar con James lo atormentaban cada vez más y es por eso que tomo esa decisión, iría a visitarlo, necesitaba un buen consejo y no sabía a quién más acudir