-------- Kyungsoo*
Wowowow! Bajé casi corriendo las escaleras.
Como no podía encontrar a Luhan me di el gusto de usar mi súper audición por así decirlo para encontrarlo y oí su voz medio agitada provenir de arriba. Mientras iba subiendo las escaleras oí a Luhan y a la vez a Sehun gemir. Sabía lo que significaba por lo que me alteré un poco y salí rápidamente de ahí. Fui al jardín y me senté en una banca de madera que estaba ahí.
Todos eran extraños, Luhan y Baekhyun eran unos ukes de primera, Baek intentaba ligarse a medio mundo mientras que Luhan literalmente era el ciervo del lince o algo así. Como una oveja y un león, aunque bueno si hablamos de Sehun, este muchacho podía llegar a ser un completo tonto con expresiones faciales desde póker hasta un niño ignorante. Otros compañeros que había llegado a conocer eran igual de raros o peores, Chanyeol no se quedaba atrás a pesar de que lo conocía de toda la vida.
-¿¡Acaso no hay alguien normal aquí!?
-Lo dudo, la vida es muy aburrida como para ser normal- Xiumin había aparecido de un momento a otro junto a mí, claro lo acompañó de un susto.
-Tienes que dejar de hacer eso.
-¿O qué?
-Pues...
-¿Qué? ¿Vas a pegarme?
-¡Podría hacerlo si me retas!
-¿Así que vas a hacer uso de tu fuerza sobre humana y romper una de las reglas principales del reglamento y código de los ángeles guardianes?- estaba a punto de responderle con algo retador hasta que las palabras se me atragantaron en la garganta y traté de procesar todo lo que me había dicho.
-¿Q-qué?
-Do Kyungsoo, eres el ángel guardián de Jongin, no te has preguntado ¿cómo es que soy capaz de llegar a tu lado sin que tu percibas el mínimo movimiento o ruido?
-Tú... ¿cómo es que...?
-Me parece que es mejor presentarme de nuevo, mi nombre es Kim Minseok, soy un ángel guardián mayor y soy protector de Kim Jongdae desde hace ya cinco años.- ¿Kim Minseok? ¿El mejor amigo de Jongin? ¿Es en realidad un ángel?
-No tenía idea...- dije casi inaudible ya que entre nosotros ni siquiera hacía falta alzar la voz. Le miré de la cabeza a los pies, era extraño, no se me hacía conocido.- Pero... ¿a-acaso dijiste que eras uno de los ángeles mayores?
-Así es... mi nombre es Anael en el cielo, como dije antes, soy uno de los ángeles mayores cuyo nombre siempre será reconocido de muchas maneras como Aniel, Haniel, Hanael, Haneal, Hamael, Anafiel, Anaphiel, Omoel y Simiel.- En ese momento reaccioné y recordé de que ángel mayor se trataba, de hecho también de un arcángel; un mensajero de Dios. Es el ángel del amor. Me vi idiota al hablarle así a mi superior y me levanté del sofá arrodillándome con respeto frente a él. A cambio... recibí una patada y terminé tirado en el suelo.
-¿¡Por qué la agresión!?
-¿Eres tonto? No estamos en el cielo, si te arrodillas así frente a mi todos nos van a ver raro, otra de las reglas que fuera de nuestros protegidos, nadie debe enterarse de que somos ángeles.
Lo sé... pero me he sentido un poco impresionado al recordar quien es usted.
-Déjate de formalidades, no pasa nada, no esperaba nada más del ángel egoísta.- Bufé al oír eso, realmente me había hecho famoso.
-¿Pero qué hace aquí? Los ángeles mayores rara vez vuelven a bajar a la Tierra.
-Estaba aburrido... - ¿What?- No planeaba encontrar a un solo protegido, pero Kim Jongdae se volvió en mi todo desde que lo conocí cuando él apenas tenía 14 años. Perdona, creo que no es necesario contarte todo esto.
-¡No!- me puse de pie de donde estaba y le hice una reverencia, mostraba siempre respeto hacía aquellos ángeles cuyos nombres habían sido grabados a los largo de los siglos y siempre serían reconocidos.- Por favor, me gustaría oír más de ti, sinceramente son las primeras palabras que escucho que tienen sentido para mi e interés desde que llegué a este horrible lugar... aunque me sorprende que tu razón haya sido el que estuvieras aburrido...
-Luego de décadas estar arriba cuidando el orden en general, se vuelve aburrido. No es un horrible lugar, con el tiempo aprenderás a quererlo y apreciarlo como yo lo he hecho, los humanos son seres frágiles y necesitan de nosotros. Cuando conocí a Jongdae hace cuatro años, lo encontré en lágrimas, pero al ser un niño tuve que pedir un Favor a Gabriel, el arcángel de las modificaciones, y así me convertí en un niño de solo catorce años físicamente.
-¿¡Hablas en serio!? No tenía idea de que Gabriel concediera esa clase de favores.
-Si, al principio yo tampoco sabía, es decir, conocía los poderes de Gabriel, pero jamás pensé que fuera capaz de transformar físicamente, ya que nuestros cuerpos empiezan a crecer apenas llegamos a la tierra, pero aparentamos una edad de 18 o 19, en ese momento entré en pánico, sinceramente pensé que me vería como un pederasta al cuidarlo de esa manera. Luego de contactar al ángel mensajero me sugirieron buscar a Gabriel y viajé hasta Europa para encontrarme con él. Me convertí en un niño y así mi cuerpo fue creciendo normalmente. Jongdae tenía muchos problemas con su familia, normalmente se trataba de maltratos en contra de él, digo, está bien darle una nalgada a los niños desobedientes de vez en cuando, pero a Jongdae le dejaban moretones en todo el cuerpo y a veces llegaba a mi casa sangrando porque le habían pegado con alguna botella o metal, a pesar de que ya había venido antes a la Tierra, las leyes habían cambiado demasiado y no sabía que podía hacer, por un tiempo lo estuve cuidando y acogiendo en mi casa- Un día no lo pude soportar más y golpeé a su padre, se quedó con su madre quien ya no lo volvió a tocar pero no cambia el hecho de que aún intenta humillarlo cada vez que puede. El problema fue que hace dos años Jongdae me dijo por primera vez que me amaba, que yo lo había salvado, las veces que cuidé a alguien fue como hermano y padre, nunca como amante.
-¿Tú también lo amabas?
-No, al principio no. Ciertamente lo quería mucho y deseaba cuidarlo pero no lo amaba. Si el carecía de amor se lo daría.
-¿Pero no es eso algo molesto? Obligarte a ti mismo a hacer esas cosas.
-No sí con eso puedes hacer feliz a quien quieres. Él en ese entonces era un mocoso de 16 años, le dije que lo amaba a pesar de que no era así, y ahora lo amo, lo amo como no he amado a nadie. Claro también está la parte del sexo que tengo entendido fue algo que te disgustó mucho con Jongin ¿no? Pero si abres tu corazón a esa persona te das cuenta que tenerlo cada noche a tu lado es el mejor sentimiento que podrías haber experimentado alguna vez.
-Es... suena lindo si lo platicas de ese modo, hyung. Me sorprende que alguien se haya enamorado de esa manera de su mejor amigo, más con el hecho de que ambos son hombres.
-Al principio tampoco entendía bien el porqué, pero luego razoné y lo entendí. Siempre que Jongdae tenía problemas, yo llegaba corriendo a ayudarlo, siempre estuve a su lado, incluso dormíamos en la misma cama abrazados para que él se sintiera seguro.
-Me pregunto...
-¿Qué cosa?
-Si Jongin también tendrá tantos problemas...
-Jongin, seguramente si yo no hubiera conocido a Jongdae, hubiera terminado cuidando a Jongin. Si, tiene muchísimos problemas y no es a mí a quien corresponde contarte, sino a él mismo, así que deberías dejar de lado tu resentimiento e intentar hablar con él. Después de todo... él es tú elegido.
-Entiendo...- En ese momento la curiosidad me llenó por completo, ¿qué clase de problemas?
-¿Por qué no lo buscas? Me llevo muy bien con él y sé que a estas horas y alturas ya estará borracho en algún lado y te corresponde a ti cuidarlo, de lo contrario sabes también cuál es el castigo.
-Creo que tienes razón... Gracias por contarme tu historia. Platiquemos más seguido.
-Seguro, nos estamos viendo en la facultad- Me despedí de manera respetuosa de mi mayor y emprendí camino por la gigante mansión.
Miré los pasillos llenos de gente, por alguna razón terminé en los cuartos, luego de caminar terminé en el jardín, en fin... el problema es que no encontraba al desgraciado por ningún lado y estaba incluso mareado porque no sabía ni recordaba ya por cuanto lado había andado.
-¡Kyungsoo! No sabía que vendrías.- Me asustó la voz, pero pronto llegó Krystal y se paró a mi lado sonriente como siempre para saludarme.
-Hola Krystal, sí, Baek me ha invitado.
-Para venir a este tipo de fiestas no necesitas una invitación, prácticamente toda la facultad está invitada, ven quiero presentarte a mi hermana y una amiga mía. –Krystal terminó presentándome a su amiga de baja estatura y cabellos cortos conocida como Amber, la reconocí al oír su nombre, por la clase de música. La hermana de Krystal, Jessica, era prácticamente Krystal pero mayor, el parecido era más que increíble.
-Si un día necesitas algo, cuenta con nosotras. –Jessica parecía ser la más formal de las tres.
-Muchas gracias, igual si necesitan algo, pueden pedírmelo. Pero ya que ustedes ofrecieron primero... de casualidad ¿no han visto a Jongin?
-¿Jongin? Lo vi hace rato cerca de las bebidas junto a donde todos están bailando.- dijo Amber.
-¿De verdad? Genial, ¡gracias! Nos vemos después chicas.- me despedí y corrí a la sala principal que era donde todos estaban bailando y justo al lado estaba la barra. Fui hasta donde estaban las bebidas y ciertamente ahí estaba, casi canto gloria cuando lo vi, no me gustaba hacer ejercicio ni tener que trabajar demasiado en algo y este negro me había hecho recorrer la mansión quien sabe cuántas veces... aunque claro no sé por qué no se me ocurrió venir aquí antes. Jongin estaba con un vaso de plástico rojo en la mano, parecía estar dormido porque estaba recargado en la mesa boca abajo.
-¿Ya estás tan tomado que te quedas ahí como muerto?-
-No, pero estaba a punto de empezar.
-No lo hagas, apenas y te aguanto sobrio, imagínate tomado.
-Tú... ¿Me odias cierto? Por lo de la otra vez...
- Si me lo sigues recordando ¿cómo se supone que se me olvide? Ciertamente te hubiera golpeado, lo haría si pudiera, pero no puedo. Aunque tampoco es para que te odie.
-¿Es así? Ya veo... ¿Pero por qué siempre que te veo me miras con repulsión? Me siento del carajo cuando me hablas.
-No es nada personal. Soy así con todos.
-No es verdad, te he visto con Luhan, Sehun y Krystal y a ellos no los tratas así.- dijo finalmente enderezándose y posando sus oscuros ojos en mí.
-Pero no te odio...
-¿¡Entonces por qué me tratas así!?- aún le tenía repulsión pero no quería verlo enojado o triste...
-Porque quiero que no me importes, quiero que me des igual. Pero eso no va a ser posible ¡Ahora cada vez me preocupo más por ti! ¡Quiero saber dónde estás y como estas! ¿Sabes lo molesto que es?
-¿Estoy imaginando o te me acabas de confesar?- en ese preciso instante me sonrojé como tomate y jalé uno de sus mechones tirando de sus cabellos.
-¿Qué babosada acabas de decir?
-Ninguna, es decir.... bueno a mí me gustas, así que pensé que quizá no era el único...
-¿Cómo que te gusto?
-No sé Soo, nunca me ha gustado alguien en serio, pero desde que te desmayaste, ese día pude observar tu rostro completo en la enfermería, tienes unos ojos preciosos, tanto abiertos como cerrados, ni se diga nada de tus labios, tienes una tez blanca y suave. No pude contenerme en el vestidor cuando te acercaste a mí para ayudarme, era la persona más feliz en ese momento... y luego perdí el control...
-Sí, esa vez se notó.- fue lo único que dije al respecto luego de haberlo escuchado, pues estaba completamente avergonzado.
-De verdad lo siento.
-¿Ahora por qué? ¿Por haber querido toquetearme cuando recién me estabas conociendo o por acosarme en la enfermería mientras yo estaba inconsciente?
-¡N-no te acosé, estabas desmayado, quería asegurarme de que estuvieras bien y al estar esperando a tu hermano pude ver todas tus facciones!
-Olvídalo, ya, no hables más de eso que me dan escalofríos.- bufé algo apenado mientras intentaba recomponer mi postura- Perdóname Jongin pero yo no siento para nada lo mismo que tú...- lo enfrenté con la mirada y me sorprendí al ver cómo me miraba con bastante tristeza- p-pero... de ahora en adelante podemos ser amigos, ya sabes... intentar llevarnos como tales.
-No me gusta ser tu amigo, pero sin duda es mucho mejor a que me ignores...- Jongin se quedó callado y suspiró, yo no sabía que decir ni que hacer, era lo único que podría ofrecerle en ese momento. Pero mi corazón se detuvo de golpe cuando sintió unos cálidos brazos rodear mi cuerpo y le miré. Jongin me tenía abrazado contra su cuerpo con su rostro escondido sin decir más palabras, simplemente me tenía abrazado. Recobré la respiración tras la sorpresa y simplemente dejé que este me mantuviera entre sus brazos sin aún ser capaz de corresponderle, no podía, ya no sabía si quería corresponderle o no, pero simplemente aún no podía.
Es como había dicho Xiumin, soy el Ángel egoísta y no me gané esa reputación por nada.
-------- Junmyeon*
-¡Aish! ¡Este mocoso!-¿¡Donde rayos se había metido!?-¿¡YiXing!?
Esta era la cuarta vez que bajaba a la Tierra y la primera que estaba con un hombre. Al llegar casi inmediatamente después de que terminara el tour encontré a Yixing metido en una pelea en un parque. Al principio lo vi de lejos y me preocupé ya que eran dos muchachos contra uno solo...
*Hace unas semanas*
Bueno, nunca había estado en Corea así que era la primera vez que daba una vuelta por la ciudad, el tour había terminado tarde, el cielo ya estaba naranja cuando nos separamos de todos los miembros del grupo. Para mi mala suerte, Kyugsoo también estaba en el grupo, todo el viaje ignoré la presencia de esos dos, aunque sabía que no podría librarme tan fácilmente, menos si los tres viviríamos en Corea, no es como que Seoul sea la única ciudad pero solo a nosotros tres nos habían asignado la Capital del país. El único que se me acercó fue Chanyeol, con él no tenía ningún problema así que le di mi información de contacto y le dije como era encontrar a un mortal.
¿Por qué había decidido volver? ¿Quién sabe? Pero ya no había vuelta atrás. Comencé a explorar los alrededores del campus de la universidad, había varias canchas y parques, seguramente los equipos de la universidad se entrenaban ahí.
-¡Marica! ¿Quieres que te pague para que me hagas una mamada?- en ese momento me detuve en seco al ver a un chico tirado en el suelo y dos más enfrente de él parados.- ¿Qué pasa? ¿No quieres ser la Maid de Daddy?- BIEN sé que está prohibido lastimar a los humanos, pero al tener 180 años de experiencia sabía cómo evitar algunas sanciones.
En un abrir y cerrar de ojos me encontraba detrás del sujeto y toqué su hombro para llamar su atención, éste obviamente se espantó al no haber notado antes mi presencia y me empujó apenas recobró la postura.
-¿Qué se te ofrece idiota?
-Déjalo en paz, o te voy a sacar a patadas de aquí.
-Metete en tus propios asuntos.- El muchacho escupió a mis pies y me agotó en ese momento la paciencia, con una simple patada fue suficiente para tirarlo al suelo, mi mano se posó en el pecho del otro muchacho quien con algo de fuerza fue empujado hasta caer en el suelo. Por la misma fuerza y mis pocos movimientos ambos se asustaron y salieron corriendo de ahí.
Los miré irse y bufé, odiaba esa clase de personas, ahí reaccioné y se me ocurrió ver al muchacho humano por primera vez de cerca.
-¿Estás bien?- volteé a verlo agachándome y para mi sorpresa me encontré con unos cabellos medio rojizos, un delgado cuerpo, unos ojos oscuros llenos de lágrimas. Mi corazón se detuvo en ese preciso instante, me eché para atrás apretándome el pecho con fuerza ¿Qué rayos? ¿Cómo era posible? No llevaba ni media hora vagando por la ciudad y esos ojos me atraparon de inmediato, además que se veía tan indefenso. Pero luego de volver a mirarlo se sorprendió al verlo llorar más y acercarse a él.
-¿¡Estás bien!? ¡Perdóname! ¡No era mi intención!- seguramente el chico ni cuenta se había dado de lo que había pasado y creyó que me habían pegado.
-E-estoy bien...- Intenté calmar al chico pero fue en vano ya que en ese momento perdí la consciencia.
*Actualidad*
El punto es que terminé en la casa del menor, cuyo nombre resultó ser Zhang Yixing, desperté a la mañana siguiente y ya tenía una pareja, yei...
El problema con este muchacho es que era increíblemente sexy. Demasiado inocente y violable a la vez. En serio, me la tenía que pasar cuidándolo de tipos con otras ideas... ¿Yo? No por supuesto que no lo había tocado. Era tan inocente que solo pensar en tocarlo sonaba absurdo y ridículo, no es que no me gustara, simplemente que jamás lo hice con un hombre y hasta cierto punto me asustaba ¿qué tal si le dolía o algo?
Otro problema también era lo olvidadizo que era el menor. Era tan distraído que a veces olvidaba las cosas. Le dije que me esperara en lo que iba al baño y al regresar ¡ya no estaba!
-¡Yixing! ¿¡Hombre, dónde estás!?- iba a terminar haciendo que me salieran arrugas antes de lo establecido.
-Oye... ¿Tú estás buscando al peli rojo cierto?
-¿Huh? ¡Sí! ¿Lo has visto?-vi al muchacho de cabellos oscuros y ligeras marcas negras bajo los ojos
-Sí, estaba en el jardín trasero con una bola de muchachos
-Ay no...
-¿Sucede algo?
-Es que es posible que se lo quieran violar
-¿¡Qué!?
-S-será mejor si corro
-Vamos, te acompaño. Mi nombre es ZiTao y Yixing es mi compañero de clase.
-Soy Junmyeon, gracias- salimos corriendo hacia el jardín donde desde lejos pude ver el cabello medio rojizo del menor.
-¡Yixing!- vi a los muchachos que estaban junto a él. Uno de ellos lo tenía agarrado de la cintura y otro la mano entre su cabello. Me encabrone en serio. Yixing parecía como un perro chihuahua o un cervatillo recién nacido que estaba temblando a más no poder. No podía tardar más, dudé un poco pero mi enojo era tanto que tuve que acelerar mis pasos a veloces zancadas, me preocupaba que me vieran más que nada por Yixing, no por mí, pues ninguna regla prohibía que reveláramos nuetsra identidad de ser necesario. Por la velocidad no pude frenar y aproveché para empujar al tipo que lo tenía por la cintura, una vez que frené me giré rápidamente y tomé la muñeca del otro sujeto mirándolo de forma seria y amenazadora mientras apretaba la misma con algo de fuerza.
-Vuelve a poner tus asquerosas manos sobre él y te mato.- dije con toda la seriedad del mundo, luego de ver sus expresiones de sorpresa y horror ambos salieron corriendo.-¡ahysdfsaguhj Yixing! ¿¡Estas bien!? ¿¡No te hicieron nada!? – Apenas se fueron me voltee a ver al menor tomándolo por sus brazos.
-Junmyeon...
-¿¡Cuántas veces te lo tengo que decir!? ¡Espérame a mí! ¡No vayas con una bola de tipos raros si yo no voy contigo! ¡Voy a terminar matando a alguien si esto sigue así!
-Vamos, no seas tan duro...- dijo Tao que ya se había parado al lado mío desde que se habían ido los otros tipos.
-¡¡¡Junmyeon!!!-Lay se lanzó a mí abrazándome. Sentí sus lágrimas caer en mi hombro.
-Ya, vamos todo está bien ahora... Yo te protegeré.
-¿Siempre, siempre?
-Sólo si no me provocas un infarto antes.
-Hecho.- entonces lo abracé fuertemente.
Que chico, realmente me preocupaba.