-------- Tao*
Cuando había escuchado el nombre de Yixing me sorprendí, ya que era otro de los chicos chinos que estudiaban en la universidad, solo por eso podía identificarlo, a pesar de tener la misma nacionalidad jamás me había acercado a hablar con él en clases, de hecho se me hacía una persona rara, a veces se veía quitado de la pena o se dormía en el salón mientras los profesores hablando, pero muchos muchachos asquerosos se le acercaban, o bueno eso pasó durante el año pasado, desde que Junmyeon llegó ya nadie se le acerca porque se meten en problemas. ¿Serían novios? La manera en que se trataban hacía pensar que eran una pareja, el único momento en que Junmyeon no podía cuidar a Yixing era durante clases, pobrecito.
Pero hasta cierto punto les tenía envidia, no es como si alguien me molestara y necesitara que me cuidaran, pero algo es seguro, soy una persona completamente solitaria, no tenía nada cercano a una amistad, desde que me mudé a Corea no encontré a nadie que realmente le importara, además que estaba metido en problemas hace tiempo...
Mi nombre es Huang ZiTao, obviamente soy Chino, y creo que hasta cierto punto no soy atractivo ante los ojos de las chicas, o bueno muchos rumores acerca de mi decían que era una persona fea, quizá porque mi nacionalida era obvia, mis ojos son mucho más rasgados que los demás y tengo ligeras ojeras bajo los ojos, no exageradas pero lo suficientemente notorias para quitarme el "atractivo" de los ojos rasgados.
Al ver a "la pareja" abrazada y encontrada me aparté de ellos, al fin y al cabo ni los conocía, ni siquiera había ayudado, algo que si noté fue la mirada soberbia de los muchachos a los cuáles Junmyeon les había dado una paliza, supongo que jamás lo iban a superar. Me fui a pasos cortos y sin prisa, llegué hasta la pista de baile ya que al lado estaba la barra, pedí un trago y vi a unos muchachos sentados a mi lado, uno de ellos de tex más morena de lo común que tenía la frente pegada a la barra y estaba gruñendo como animal, o algo así. Me dio cosa así que simplemente lo ignoré y tomé mi bebida.
Había unas dos personas a mi lado pero ambos se fueron rápidamente, uno más que el otro. A lo lejos se escuchaban las personas gritar y bailar, incluso vi cómo se hicieron bolita para mirar a alguien que incluso terminó en el suelo. Ja... nunca iban a madurar si tomaban de esa manera, al pobre anfitrión le iba a tocar limpiar bastante esa noche. Así estuve por media hora hasta que de repente sentí como alguien se sentaba a mi lado.
-Oye tú, panda.- Una voz madura y gruesa me sacó de todo pensamiento y me hizo toser lo que bebía. ¿Panda? ¿En serio?
-Mi nombre es Tao, ¿Y tú te llamas idiota?
-Eres un panda para mis ojos, mira los tuyos, solo los pandas lucen así.
-¿Y tú crees que me importa un carajo lo que parezco? mi nombre es T-A-O
-Y el mío es YiFan, encantado
-Desencantado
-Que frío
-Tú empezaste a molestar.
-Es verdad, pero no tiene mucho que discutí con mi hermano y se me habían bajado los ánimos hasta que vi a alguien más triste y desanimado que cualquiera en esta casa.
-¿Y a ti que te importa?
-No me importa en absoluto, sólo pregunté por cortesía. Bien panda, me retiro, la fiesta me llama y quita esa cara- dijo mientras se daba media vuelta y se marchaba.
-¡Es Tao!- aish en serio que tipo más molesto. Sin embargo no sonó como burla... Y notó mi tristeza... Que tipo más raro. Ahora que lo pensaba mh... ¿Yifan eh? Debía ser el hermano de Baekhyun. Di un par de vueltas más al lugar pero no había nadie que conociera por lo que opté por marcharme.
Antes de irme oí como unos tipos que a veces se burlaban me llamaban, estos tipos son prácticamente los idiotas de la Universidad, no solo se burlaban de cosas como el físico como los demás, si no te cuidabas de ellos y resultabas ser un objetivo para ellos como Yixing, entonces ya sabemos en qué clases de problemas te estas metiendo.
-¡Oye Tao! ¿Quieres jugar?
- ¿A qué te refieres?
-Ven, tranquilo, no te haremos nada. - la verdad es que por más que se burlaran jamás me harían algo. No tenía nada mejor que hacer así que fui con ellos por un pasillo y entramos en un cuarto. Había otros dos muchachos ahí. Y otro más.... Tirado en el suelo... Atado de las manos... tenía la playera rasgada y algunas heridas en la cara. Pero casi dejo escapar un grito cuando vi su rostro y sus largos cabellos rubios. Era Yifan quien se encontraba así. Por instinto, no muy seguro de porqué, voltee a ver a Zhoumi quien me había llevado hasta allá.
-¡Estás loco, suéltalo inmediatamente!
-Oye tranquilo ¿a ti qué te pasa? ¿No dijiste qué querías jugar con un muchacho? Bueno aquí esta.
-¡Nunca dije eso! ¡No puedes tratarlo así!- fui hasta el con intenciones de desamarrarlo pero Zhoumi me detuvo y yo alcé mi rodilla dándole un golpe en el estómago. Normalmente respetaba a mis mayores y no me metía en peleas, pero en una situación como esta... ¿estaba bien hacer uso de mi fuerza y conocimiento de las artes marciales?
-No entiendo porque Tao... Normalmente hubieras aceptado.
-Olvídate de lo que hice hace tiempo, eso ya no existe.
-Eso dices, vayámonos- Zhoumi y todos los demás se marcharon. Volví corriendo hacia donde estaba Yifan y comencé a desatarlo.
-No esperes que te de las gracias- me detuve dejándolo aún atado-¿qué haces? ¡Vamos! ¡Suéltame panda!
-Sí que eres terco. Ya que no piensas agradecer puedo considerar dejarte aquí a ver cómo te desatas tu solo.- Yifan me miró con unos ojos muy serios. Con sus manos aún atadas tomo el cuello de mi camisa y me atrajo hasta él, besándome. Estaba en shock y no me moví pero vi los ojos cerrados de este mismo. Ahora que lo veía bien... podía notar sus perfectas y bien marcadas facciones aunque solo hubiera muy poca luz. No correspondí el beso... supongo que eso lo hizo finalmente separarse de mí.
-¿Puedes encargarte de animarme y complacerme esta noche? Después de todo lo que oí parece que fue tu culpa el hecho de que me hayan arrastrado y golpeado hasta aquí.
-¿P-perdón? Yo nunca les dije que quería abusar sexualmente de nadie.
-Como si alguien tan uke como tú pudiera abusar de mí, no, yo quiero ser quien entre en ti, quizá así también olvides tu soledad un buen rato.
-N-no... No puedo
-¿No entiendes panda? No te lo estoy preguntando, voy a follarte y hacerte gritar- Era tan sencillo decirle que no, levantarme y salir de ahí rápidamente, pero joder... en muchos sentidos estaba tentado, debajo de la playera rota de este podía ver un cuerpo en excelentes condiciones, imaginarlo moviéndose para reventar mi interior... Soy ZiTao y si, amo follar, o bueno eso creía hasta que me di cuenta que prefería que me rompieran el culo a mí. Y no, no soy para nada un santo.
-¿Eres un idiota sabias?
-Lo sé, pero algo me dice que eso te atrae de mí.
-Está bien... pero te dejaré así, atado.
-Estas de broma.
-No, pero si prefieres hacerlo tú solo...- dije levantándome fingiendo que estaba dispuesto a irme, en ese momento rogué porque Yifan así lo creyera, porque si no igual yo no iba a tener la voluntad de perderme esta noche ¡Mis plegarias fueron respondidas! Yifan gruñó y me llamó.
-De acuerdo, sólo por esta vez.- ¿esta vez? Sonó como si fueran a haber más...
-Entonces perfecto...- murmuré antes de voler a agacharme y tomé su playera rasgada, terminé de romperla para poder tirarla a un lado total que estaba en su casa, seguro que conseguía una apenas terminara de hacerme... bueno eso, me quedé mirando su cuerpo durante unos minutos... era hermoso, muy atractivo en serio. El más alto notó mi mirada y aun así me dejó contemplarlo, de momento algo había cambiado, sentía su mirada sobre mi rostro y eso me hizo apenarme... ¿qué estaba haciendo? Si solo es sexo por diversión ¿no?
Mis manos temblaron ligeramente cuando yo me acerqué a quitar su pantalón, tomé la hebilla de este y lo deslicé para poder quitarlo de su cuerpo, lucía una piel blanca bajo la poca luz de la luna, por alguna razón mis oídos se volvieron sordos ante la música, solo escuchaba mi propia respiración nerviosa. Tomé mis propias prendas y como era debido, me las retiré hasta quedar completamente desnudo frente a los ojos de este.
Bajo el bóxer del mayor me sorprendí al encontrar su miembro semi erecto pidiendo ser liberado ¿yo...? ¿Yo había sido responsable por eso? Ni siquiera lo he tocado demás...
Pero bueno... si él era quien iba a penetrarme, lo mejor sería prepararme un poco... ahora más nervioso que antes acerqué dos dedos a la boca de este y él me sonrió de lado al entender el para qué eran, se los metió a su boca dejándolos completamente húmedos, sin dejar de mirarme un solo instante, yo tampoco podía apartar la vista de su rostro. Aquellos dedos los dirigí a mi entrada y comencé metiendo ambos, no quería perder ya más tiempo, ciertamente estaba muy excitado y ansioso. Los empecé a mover lentamente para poder dilatarme mejor, pues estaba muy estrecho y la saliva sonaba en mi interior. Dejé salir un pequeño gemido... en ese momento escuché lo más cercano a una risita, ¿¡Yifan se había reído de mí!? Ay no por favor... Me sonrojé a más no poder al pensar en todo lo que podría estar pasando por la cabeza de este. Luego de varios minutos y movimientos en tijeras y penetraciones sentí que mi interior estaba listo.
-Tao...- ¡Él dijo por primera vez mi nombre! sentí que el corazón se me detendría- eres hermoso ¿sabías?
-Tú también lo eres...- y así era... Terminé quitándole sus boxers dejándolo completamente desnudo. Mi miembro empezó a punzar cuando vi el ajeno... Shit, esa cosa era enorme... Creo que me partirá en dos. Ya no había vuelta atrás así que rápidamente sujeté su miembro presionándolo y él dejo salir un pequeño gruñido. Apuesto que no se lo esperaba. Sin embargo justo después de eso, con algo de trabajo, subió sus brazos con las muñecas atadas y las pasó alrededor de mi cuello y las bajó hasta mi espalda, sentí una ligera presión, él me estaba atrayendo más hacía su cuerpo.
-Hazlo de una maldita vez...- ¿Y cómo negarme a esa orden? Tragué duro y temblando ligeramente dirigí mi pequeño y estrecho anito sobre el glande del mayor. Sentí su carne rozando de manera tan exquisita mi entrada... lo quería y lo quería ya. Sin pensarlo ya más, dejé caer mi cuerpo de una sola estocada sobre su miembro penetrándome realmente profundo. Ambos de inmediato lanzamos un grito, pero el suyo no se comparaba a la fuerza del mío. Mis paredes se expandieron de una forma que no había sentido nunca, mi espalda se enarcó hacía atrás y de mis ojos abiertos salieron pequeñas lágrimas. Si esto no era el cielo, quien sabe qué coño era.
-E-eres muy e-estrecho pandita... -de repente la voz de Yifan me sacó de mis pensamientos y con dificultad me acomodé para mirarle de nuevo respirando entre cortado.
-Quizá t-tú eres enorme...
-Yo siempre estuve orgulloso de mi mini yo...ah...-No lo dejé seguir hablando, si decía una estupidez más iba a arruinar las ganas que tenía de que me follara. Moviendo mis caderas empecé a sacar y meter su miembro lentamente, tenía que apoyarme en el pecho de este para poder hacer esos movimientos sensuales. Agh... En serio que era grande. Creí que me partiría en dos realmente me dolía y agradecía ser yo el que estaba encima, si él me tuviera en cuatro probablemente ya estaría agendando una cita para el hospital. Seguí moviéndome ahora con poco más de fuerza metiéndome todo el miembro del rubio. Lo oía gruñir por el placer y también escuchaba mis propios gemidos. La habitación olía a sexo a más no poder y se escuchaban estocadas húmedas.
De un momento a otro sentí como el mayor separaba sus manos. Debió haber desatado la cuerda... Ay buda...
Me tomó por las caderas y me dio la vuelta aún sin salir de mí colocándome debajo de él.
-Te aprovechaste más de lo que era, me torturas pandi.- ok... Estaba en problemas. Lancé un grito cuando Yifan entró en mí llegando hasta el fondo tocando mi punto dulce. Si de por sí penetrándome a mí mismo me había dolido, imagínense ahora que él me tenía como animal en cuatro patas, obviamente una estocada así iba a lograr alcanzar mi punto más sensible. Estábamos sudando y gimiendo a más no poder. Entonces me percaté de que mi miembro también explotaba, lo tomé con una mano mientras la otra se apoyaba en el suelo y comencé a masturbarme. Rápidamente mi mano subía y bajaba por todo mi miembro a la vez que sentía como el mayor colocaba sus manos en mi trasero apretándolo mientras aún entraba y salía. Si en algún momento pensé que se iba a apiadar de mi pobre trasero, estaba loco, estocadas tan salvajes no cesaron en ningún momento, ni siquiera en la última, esa última y exquisita estocada en la que un líquido blanco llenó mi interior por completo.
Una vez hace muchísimo tiempo ya... solo una vez había dejado que alguien se corriera en mi interior sin romperle la cara después, pero Yifan... todo en Yifan había sido perfecto en él desde el momento en que lo vi. Mis brazos incluso temblaban mientras miraba de mi miembro caer unas gotas de semen en el suelo, fue tanta la impresión que no me di cuenta en que momento mi cuerpo también había explotado.
De un momento a otro sentí al mayor salir de mi interior acompañado de un cálido líquido que bajaba por los muslos, ni siquiera quise voltearme, me daba vergüenza, a mi ZiTao, lo había follado uno de muchos muchachos en su vida y me estaba dando una impresionante vergüenza.
Para cerrar con broche de oro sentí los brazos de este tomarme haciendo que volteara y me cargó directo a la cama.
-¿Qué crees que haces?-
-Tengo sueño y quiero mi panda para dormir.- dijo encogiéndose de hombros como si fuera lo más común.
-En serio eres un idiota...- logré murmurar antes de acurrucarme junto al pecho ajeno.
--------Kyungsoo*
-A pesar de que hablamos y que te dije que tal vez te podía dar una oportunidad. Terminaste completamente borracho y ahora ¿¡tengo qué llevarte hasta tu casa!?-
-Kyungsoo ~~~ ¿por qué te enojas?~~~
-¡Tú mocoso!-AISH no tenía caso seguir reprochándole. Después de que terminamos de hablar Jongin se empinó cinco vasos seguidos de alcohol sin que me dejara siquiera reclamarle y ahora lo traía cargando en la espalda.
-¡Kyungsoo! ¿Ya te vas?
-Ah...Chanyeol. Si, este idiota se pasó con la bebida y ahora lo voy a llevar a su casa ¿Vienes? Puedo pasar a dejarte a tu casa si gustas.
-Ya veo... No, no te preocupes, Baekhyun dijo que podía quedarme.
-¡Así es! Tengo ganas de seguir conociendo a Channie.- dijo Baekhyun apareciendo de la nada.
-Ya veo, entonces tomare un taxi.
-¿Por qué no te llevas el auto de Jongin? Es uno azul deportivo, es el que suele andar llevando, si usas las llaves y lo haces sonar seguro lo encuentras.
-¿Realmente?- Baekhyun fue hasta Jongin y rebuscó en sus bolsillos hasta que sacó dos llaves.
-Toma, la que tiene la llave automática obvio es de su auto y la otra de su casa.
-...Em, solo tengo un problema.- Baek se me quedó mirando con una sonrisa idiota hasta que entendió y se río fuerte.
-¡Su casa! Es verdad, prácticamente somos vecinos así que si sigues derecho pasarás otras cuantas casas de esta apariencia. La casa de Jongin es una con rejas negras rodeada de rosas rojas.
-Bien, supongo que no será difícil, gracias Baek.- ¿Rejas con rosas rojas? ¿Pues qué lo sacó de un drama o qué?
-No tienes por qué agradecer, si necesitas algo tienes nuestros números.- en ese momento abrazó el brazo de Chanyeol como si hiciera obvio de quienes se refería.
-Seguro, nos vemos.
Volví a acomodar bien al negro sobre mi espalda hasta llegar al estacionamiento, varias veces giré mi rostro y bufé desesperado, el chico no pesaba pero tal parecía que todos en esa escuela son ricos con autos deportivos. Busqué varios azules hasta que finalmente vi uno encender las luces cerca de nosotros y era azul.
-¡Éxito!- alardee victorioso como si hubiera realizado una gran hazaña. Quedé bastante impresionado al ver el auto en el que nos íbamos a ir, si me hubiera invitado a salir sentado en este auto desde el principio, hubiera pensado mi respuesta en vez de un no como solía hacerlo.
Abrí la puerta bajándolo y sentándolo. Le puse el cinturón y después fui yo a mi lugar. Arranqué y me fui de ahí. El coche era precioso sin duda, por dentro estaba más cálido que afuera, porque afuera debo agregar, que hacía exagerado frío, aparte que los sillones estaban súper cómodos, no eran los típicos de cuero, sino que era como estilo sofá de sala, pero olían bastante bien y estaban reconfortantes, aparte el estéreo, los discos que traía, bueno... todo lucía bastante costoso.
Seguí la pista como me dijo Baekhyun, efectivamente me fui encontrando con rejas blancas que cuidaban enormes mansiones y me detuve al ver unas rejas pintadas de negro con arbustos que no hacían posible ver la casa como todas las demás, en cierto punto era cómico, digo... realmente parecía de película, como la Bella y la Bestia, solo le faltaba la nieve. Por otro lado me daba escalofríos el no poder ver el interior ¿¡Y si todo estaba lleno de tumbas y la casa cayéndose!? Como película de terror, jaj... no es que yo fuera taaan miedoso pero pues prefería dormir en un lugar iluminado.
Por suerte las rejas estaban abiertas así que solo tuve que seguir conduciendo, para mi sorpresa me encontré con un camino de arbustos llenos de rosas, de todos los colores que eran posibles tenían un estilo de la serie de Candy Candy el famoso jardín de Antonie. Ciertamente era hermoso, no había tumbas ni gatos caminando por ahí y la mansión era tan arreglada como la de Baek. Suspiré al ver todo y llevé el auto frente a la mansión donde me estacioné para poder bajar al dueño borracho de todo eso.
-Aish... En serio ¿No deberíamos estar cuidando a mocosos pobres en vez de millonarios?
Cuando finalmente bajé del auto me adelanté para abrir la puerta de la casa, busqué la iluminación y listo, a primera vista la casa de Jongin era completamente distinta en su interior a la de Baek, estaba súper, pero súper bonita. Luego de admirarla unos segundos fui de vuelta al auto y sin problema me subí al menor a mi espalda para cargarlo. Mmmh... Me imaginé que su habitación debía estar arriba por lo que subí y bueno... ¡¡¡Me perdí!!! ¡Esperaba encontrar una recámara diferente pero todas lucían exactamente igual! Intenté regresar a las escaleras ¡¡y no las encontré!! ¿Cómo rayos podía ser una casa tan grande? Finalmente en una recámara vi un objeto que llamó mi atención ¡Era una gorra! Me gustaban tanto las gorras que dejé a Jongin tirado en la cama sin ningún cuidado y tomé la gorra dirigiéndome al espejo ¡Ay! Me encantaba, quizá se la robara, no creo que no tenga dinero para comprarse otra ¿verdad? Como estaba aburrido fui a su armario a espulgarlo un poco, tenía camisas y playeras de muy buen gusto, varios zapatos, tanto de vestir como tenis. Lo que captó mi atención fue un par de zapatillas azul marinas que se encontraban en el costado. Eran las mismas que traía puestas el día que nos conocimos.
-Que rayos... ¿En qué momento me fije en eso?
-Kyungsooo~~~ ¿estás ahí?
-Si tarado, aquí estoy.
-Soo eres muy malo~~- dijo haciendo un puchero y sentándose.
-Siempre he sido malo
-No es cierto~~ yo sé que Pingüino es muy buena persona en el fondo... Soo~~~ siéntate conmigo~
-¿¡A quién le dices pingüino eh Chango!? No quiero- Me indigné, ¿¡en qué sentido podría parecer un pingüino!? Aunque me divertía el cómo lo decía todo borracho.
-¡Kyungsoo! ¡Ven acá en este momento!- aso... Que bestia. Rodé los ojos pero fui y me senté junto a él ya que la cama era doble había suficiente espacio.
-Kyungsoo... Hace mucho tiempo que nadie se preocupaba por mí... Gracias...
-No lo hago por gusto- en ese momento el negro bostezó y se dejó caer en mi regazo quedándose momentáneamente dormido.
-Tch... Que mocoso- iba a quitarlo de encima pero entonces vi su pacífico rostro dormido... Era hermoso tengo que admitirlo. Le quité un mechón de su pelo castaño de la cara acomodándoselo, me recargué contra la cabecera y cerré los ojos estaba quedándome dormido, la noche había sido larga y cansada, además en ese momento ya no tenía nada mejor que hacer.
A la mañana siguiente desperté acostado y bien tapado en la cama de Jongin, reaccioné de inmediato y me destapé suspirando aliviado al ver toda mi ropa puesta. Pero el negro no estaba ahí...
-Agh... me quedé dormido.-¡fuc! No me importaba que el contrario anduviera por su casa libremente pero... yo ni siquiera sabía cómo bajar (;n;)/- Jongin... ¿¡Hombre dónde estás!?- no hubo respuesta...
Bien, era de día así que tenía que hacer el intento. Salí de la recámara y comencé a caminar por el pasillo hasta llegar a una separación de dos caminos... Asdasdasd y ¿¡ahora por dónde!?
Escogí y el camino derecho y seguí pasando por otras habitaciones hasta que por fin vi las escaleras. Ayer estaba oscuro... Debió ser por eso. Bajé y fui a la cocina, al comedor, la sala, el baño, bueno fui a todas partes y no encontré a Jongin por ningún lado. Después de pensar un rato se me ocurrió salir y si efectivamente ahí estaba con una taza de leche en la mano.
-¿Cómo te va?
-De la fregada, pero de algo tiene que servir esta leche.
-¿Quieres qué te prepare una sopa?
-¿Sabes cocinar?
-Por supuesto, ven entremos a la casa antes de que cojas un resfriado
-De acuerdo...- Jongin se veía desanimado por lo que lo tomé de la mano y lo llevé a la cocina conmigo sorprendiéndolo un poco.
-Veamos que tienes en tu despensa...- fui y la abrí y casi me desmayo al ver la variedad de comida que tenía ¡Tenía cerca de quince sopas diferentes! Iba a escoger una cuando de repente sentí los brazos del moreno rodear mi cintura.
-Jongin... ¿qué haces?
-Me gustas- dijo mientras apoyaba su cabeza en mi hombro.
-Lo sé...- no sabía que otra cosa decir
-Sabes es la primera vez que alguien me rechaza. La primera vez que de verdad me gusta alguien.
-A mí nunca me ha gustado alguien
-¿Nunca?
-Jamás, ahora ya suéltame- dije al darme cuenta de que este aún me abrazaba
-No quiero
-¿Eres un niño chiquito o qué?
-No, ni siquiera existí como niño chiquito. Normalmente una infancia la debes pasar con tus padres riendo y dejando que tu imaginación vuele... mis padres murieron cuando yo apenas tenía 6 años y de ahí tuve que hacerle cargo de todo yo solo.
-Lo siento... no tenía idea.
-No importa, oye...
-¿Mh?
-¿Te puedes quedar conmigo todo el fin de semana?
-Mmmm... Si, supongo que si
-¿¡De verdad!? ¡Yey!- dijo soltándome y dando pequeños brincos. Verlo así me dio cierta ternura y me hizo sonreír. Aunque por un lado me dejó pensando, por alguna razón Jongin era mi elegido, significaba que el dolor que sufrió de pequeño y seguro junto algunas otras cosas... aún le afectan.