Celos
Él no era celoso.
Estaba seguro de que no era celoso.
O bueno, eso era lo que Gaara creía.
--¿Podemos ir a darle de comer a los patos, amor?, es que son tan lindos…--decía él su rubio novio colgado de su brazo, mirándole con sus enormes y bellos ojos azules.
--Bien, pero primero tenemos que comprar migajas –dijo, tratando de no sucumbir más por la ternura de su novio.
--¿Eres el mejor, lo sabias? —y beso la mejilla de su novio, abrazándose más a su torso.
--Me lo recuerdas todos los días, Naru…--
Ambos caminaron de la mano hasta el puesto donde vendían migajas para alimentar a los peces y patos, donde también rentaban lanchas de pedales y colgaban anuncios sobre la biodiversidad.
--¿Me puede dar dos potes de comida para los animales, por favor? —exclamo Naru, con esa vocecilla de niño pequeño que le encantaba.
--Amm… s-si, t-tome—el chico que estaba en la caja miraba a SU Naruto con un sonrojo, cosa que le hizo arder internamente.
--¡Gracias!, ¿Cuánto va a ser? —
--N-no se preocupe, van por cuenta de la casa…--
--Espere, no encuentro mi monedero de ranita—y como siempre, Naru no había escuchado las insinuaciones de las personas--¿Dónde lo deje? —
--No te preocupes, AMOR, yo pagare por ti, después de todo soy tu NOVIO—el pelirrojo miro molesto al chico de la caja, con una mirada de no vuelvas a intentar coquetear con mi NOVIO--¿Cuánto va a ser? —
--S-serian 400¥--el chico se veía asustado, demasiado.
--Tome, y quédese con el cambio—musito, dándole una moneda de 500¥.
--D-diviértanse…--¿Qué demonios acaba de pasar?
--¿Sabías que eres el mejor novio del mundo? —
--Siempre, ahora vamos con esos patos…--
Caminaron de la mano hasta donde estaba el estanque, que estaba rodeado de parejas y niños, esperando que uno de esos taciturnos animales se les acercaran.
--Aww… ¿No crees que son lindos, Gaara? –dijo el rubio, apuntando con su mano a un enorme pato con una mirada de muere.
--S-si, es super lindo, Naruto…--
--Ven a comer, patito, ven…--Naru saco un poco de comida del pote, ofreciéndosela a los “agradables” animalitos que estaban ahí—Ven pequeño, ven…--
--No creo que se acerquen nada más porque les dices así, muchas personas han estado intentándolo y no ha pasado nada—dijo molesto, molesto porque Naruto le estaba prestando más atención a esos pulgosos animales que a él.
--Eres tan lindo, todos son tan lindos…--y en un, dos por tres, Naruto estaba rodeado de animales—¿De dónde salieron estos conejos? —
--Eso mismo quisiera saber yo—molesto, esa era la palabra perfecta para explicar su situación.
--¡Oh!, mira Gaara, este tiene tus ojos…--Naruto le mostro un ¿mapache?, si un mapache.
--Naru, esa… cosa no tiene mis ojos, los míos son verdes no negros—
--Yo no hablaba de eso, hablaba de las manchas negras alrededor de sus ojos, ¡¡Hasta parecen gemelos!!—
En verdad que Gaara no sabía se caer ante la tierna mirada de su novio, o si mandar a volar ese estúpido animal garrapatoso que le robaba la atención de su Naruto.
--Eso no es cierto, y ya pon a ese animal en el suelo, te va a pegar la roña—no sabía si era verdad o producto de su imaginación, pero vio que el mapache le mostro la lengua.
--¿Estás enojado? —
--No…--
--¿Estás enojado porque te compare con un tierno mapachito? —
--No…--
--No te enojes, Gaara—Naruto soltó todo lo que tenía en sus brazos, y rodeo a su novio con un abrazo—Tu eres más lindo y sexy que todos ellos, no tienes porque enojarte…--
--No estoy enojado, solo que ya me dio hambre, y tú sabes cómo me pongo con el estómago vacío—
--Cierto, ya son las 12 del medio día, y no hemos comido desde ayer…--Gaara se alegró por ver la preocupación de su novio, se sentía importante para el rubio--¿Quieres que vayamos al hotel?, puedo hacerte un sándwich de berenjena o pasta con salsa de tomate y tofu—
--Me encanta que sepas lo que me gusta…--
Y eso era algo que los había unido.
Se habían conocido un día de esos, cuando se toparon de repente en un supermercado de alimentos orgánicos en California; ambos eran veganos, y eso les dio un motivo para charlar y conocerse mejor.
Nadie supo cómo terminaron ese mismo día en el departamento del rubio, cocinando juntos una pizza vegetariana y pasta con tofu.
De ahí una cosa paso a la otra, y ahora llevaban cuatro años de novios, un gran logro, por supuesto.
--¿Crees que debamos pasar por el supermercado?, no creo que en la tienda del hotel tengan lo que necesitamos—dijo Naru pensativo, sacando a su novio de sus bellos recuerdos.
--Tal vez, y podemos comprar algo de comer para mis padres, ya sabes que nunca se alimentan bien en sus viajes de trabajo—
--Si, tienes razón… aunque me marea un poco la comida de origen animal…--
--Si, lo sé, a mí me pasa lo mismo, pero tendremos que aguantar un poco; no quiero que ocurra lo mismo que la vez pasada—
--¿Qué cosa?, ¿Ambos desmayados en el suelo por culpa de que tu mamá estaba haciendo pollo al horno con las ventanas cerradas?, ni pensarlo…--
--Concuerdo contigo—
Caminaron lentamente hasta el supermercado, bueno, en realidad estaban perdidos, y aunque su japonés era fluido, la mayoría de las personas ni siquiera sabía si existían ese tipo de supermercados.
--¿Y si le preguntamos a San Google? –exclamo Naruto, sacando su celular.
--Si, porque no…--tomo el celular de su novio, y lo desbloqueo con su huella, dando directo a la pantalla de inicio—Me encanta tu fondo de pantalla, la foto de nuestro cuarto aniversario…--
--B-busca y calla, Gaara…--
--Adoro cuando te enojas—bueno, no siempre.
Varios segundos más tarde, ya se encontraban caminando hasta la tienda que les quedaba más cerca, había sido mucho más sencillo usar el teléfono que preguntar por ahí.
--A ver, veamos…--Naruto saco sus lentes de lectura, una libreta y una pluma de su mini-mochila, pensando en lo que iba a comprar—Necesitaremos comprar una barra de pan, cinco berenjenas, diez jitomates, una cebolla, margarina, salsa de tomate, un poco de jengibre, aceitunas, tofu, hierbabuena, pasta… ¿Quieres espagueti o tallarines? —
--Cualquier cosa que hagas con tus bellas manos es delicioso, Naruto—
--G-gracias… c-comprare tallarines entonces—ver a Naru sonrojarse es toda una bendición.
--¿Qué le compramos a mis padres? —
--No sé, ¿Pollo? –Naru hizo una mueca de asco, y arrugo su nariz--¿Qué les gusta comer a Rasa-san y a Karura-san? —
--¿Carne?, tal vez…--ni siquiera recordaba ver comer a sus padres, bueno, casi nunca comía con ellos--¿Y si les hacemos algo vegetariano que no parezca vegetariano? —
--Uy, muéstrame tu sabiduría, querido Gaara…--
--Podemos comprar “carne” y hacer unas hamburguesas, con lo cansados que llegan ni notaran que son de frijol de soya—Naru lo abrazo por el cuello y Gaara coloco sus manos en su cintura, ambos mirándose a los ojos.
--Me encanta cuando intentas hacer que tus padres se vuelvan vegetarianos, desearía que pudiésemos hacer lo mismo con tus hermanos…--
--Lamentablemente es cierto, ellos si se dan cuenta de nuestra trampa siempre que queremos hacer eso…--
--Si, lo sé; tus hermanos me caen bien…--
--¿No más que yo, cierto? —molesto, molesto de nuevo.
--Obviamente no más que tú, tu eres lo mejor que existe en esta vida…--y le dio un beso en los labios, importándole poco las miradas pervertidas de las personas.
--¿Quieres irte?, nunca llegaremos al hotel si no nos vamos pronto…--
--S-si, ya vámonos…--
Después de su rápida caminata al supermercado, cogieron un carrito y varias bolsas de tela, y comenzaron sus compras.
--Bien ya llevamos todas las verduras, ahora tenemos que ir por lo demás…--Naruto se puso delante del carrito, buscando los pasillos de conservas y pasta—No hay tallarines…--dijo, poniéndose de rodillas frente al estante—Espera, ya los vi; están atrás…--la cabeza y parte superior del torso del rubio desaparecieron por el armazón de metal, dejando ver muchas cosas de él.
El overol naranja corto se contrajo un poco más de lo que ya estaba, dando a luz la ropa interior de Naruto, sus largas y acaneladas piernas, y el hecho de que dejaba ver más su redondo trasero.
--¿Cuántos paquetes llevo para la semana?, ¿Uno o dos? —la voz de Naruto lo saco de sus “lindos” pensamientos.
--D-dos, s-solo estaremos aquí tres días más…--
--Cierto, y a tus padres no les gusta mi pasta… bueno, solo pondré dos…--
Quería seguir admirando el gran “espectáculo” que le había dado su novio, pero su instinto le hizo voltear a su alrededor, topándose con una escena que no le gusto para nada.
Varios tipos estaban mirando el trasero de SU NOVIOde una forma muy pervertida.
No es que él no lo hubiera hecho, pero él tenía derecho, los demás no.
--¿Amor?, ¿Qué pasa? –dijo Naru, poniéndose de pie. Ver la cara de los tipos cuando SU Naru le dijo “amor” le lleno de alegría y venganza--¡Woa!, ¿Qué haces? —Gaara lo había tomado de la cintura, y sostenido en el aire por unos segundos--¿Qué pasa ahora? —
--¿Sabes que te amo, ¿verdad? –
--Me lo dices a cada rato, ¿Cómo no voy a acordarme? —
--Pues te lo repetiré miles de miles de veces, para que se quede marcado hasta en tu piel—
--Pero es que ya está marcado…--y de nuevo paso, una escena de celos, es decir, protección a SU Naruto, que lleva a un beso fogoso en medio del supermercado.
--Te pondré dentro del carrito, al fin y al cabo, que tu si entras—hizo a un lado las cosas que tenía dentro, y acomodo a su novio con mirada al frente.
--Que pueda entrar aquí no significa que debo sentarme aquí…--
--Pero me gusta cómo te ves ahí, además, ya casi acabamos las compras, solo falta comprar el aceite y una caja de tofu orgánico…--
--Tengo ganas de sandía, ¿Podemos comprar una sandía?, te la pagare en el hotel, lo juro—
--No tienes que pagármela, Naru, sabes que mis padres me matarían por el simple hecho de cobrarte algo…--dijo, dándole un beso en la cabeza, mirando a los demás con un rostro fúnebre, haciendo espacio para pasar con su valiosa carga—Además, yo cumpliré todos tus antojos, asi nuestro bebé no tendrá cara de sandía—
--¡Los hombres no se embarazan! —
--Eso ni tu ni yo lo sabemos, quien sabe, de tantas veces que me he corrido dentro de ti…--
--¡Callate, callate, callate!, ¡No hables de esas cosas en la calle! —
--No estamos en la calle, estamos en el súper…--
--¡¡Aghh!!, espero que no puedan entender el inglés…--
--Sigue soñando, mi vida…--
Terminaron sus compras sin ninguna interrupción, y corrieron al hotel en medio de la lluvia, cosa que lamentaron los dos.
--Ah, ah, ah, desearía haber llevado un paraguas…--dijo Naruto, dejando las bolsas a un lado y escurriendo su cabello—Que lastima, moje mi ropa favorita…--
--Tranquilo Naru, podemos lavarla y quedara como nueva—realmente, espero que no—Ve a ducharte, yo empezare a hacer la ensalada…--
--Eres un amor—le dio un beso en los labios y una sonrisa—Vuelvo en 10 minutos—y se fue de ahí.
Escurrió un poco su cabello, y seco sus manos con una toalla de cocina, para luego sacar un monedero de ranita de la alacena, y poniéndolo sobre la mesa del comedor, como si siempre hubiera estado ahí.
--¡Naruto!, encontré tu monedero…--
--¿Qué?, ¡¡Genial!!, pensé que lo había perdido—Naruto salió de su habitación con un cambio de ropa en la mano y una toalla blanca rodeándole el cuerpo.
--S-si, i-igual yo…--maldito apetito carnal, cuenta ovejas, cuenta ovejas--¿No te vas a bañar?, mis padres llegan en la noche, pero no vaya a pasar algo, lleguen y te vean así…--
--Cierto, van a pensar cosas raras… vuelvo en 10 minutos—y se fue de nuevo.
--Ahh… pensé que iba a tardar más…--soltó otro suspiro, y miro su entrepierna—Se que Naruto es hermoso, pero debes entender que no siempre es la ocasión para “trabajar”, ¿entiendes? —
Sacudió su cabeza, y siguió con lo que debía de hacer.
Acomodo todo lo que había comprado en el supermercado, dejando afuera lo que necesitaría para hacer la comida y la película que había elegido con Naruto.
--¡Tiempo récord! —Naruto apareció de pronto, dándole escalofríos a Gaara—Termine de ducharme, ahora ve tu—
--¿Por qué te pusiste tu pijama? —no es que sea algo malo—Apenas son las tres de la tarde…--
--Me lo puse porque no traje ropa suficiente para este tipo de incidentes, además, hoy nos quedaremos en el hotel por la lluvia, así que ya estoy preparado para ver una película contigo…--
--¿Y el hecho de que te has puesto una camiseta mía? —
--¡Ah!, eso, quería estar más cómodo, y busque en tu maleta… ¿No importa, cierto? —
--Obviamente no, solo no salgas, no quiero que nadie vea lo bien que se te ve esa camiseta…--beso los labios de su novio con ternura, tomándole fuertemente de la cintura.
--Obvio que no, solo soy tuyo, amor…--Naru le dio un besito en la nariz, y un pequeño golpe en la espalda—Ahora vete a bañar, que estas mojando el piso y mi pijama, y no quiero bañarme de nuevo…--
--¿Ni conmigo? —
--Menos contigo…--
--Eres cruel, Naru…--
--Ve a ducharte, empezare a hacer la comida…--
La tarde se fue relativamente rápido, comieron, tomaron juguito de uva e hicieron palomitas para ver su película.
--Tengo miedo, Gaara…--el pobre tembloroso de Naruto se abrazó a su novio, tapando su cabeza con la manta que compartían.
--No es mi culpa que eligieras una película de miedo, Naruto…--dijo, aprovechándose del terror que tenía.
--Es que quería verla porque sale mi actor favorito, pero no sabía que daba tanto miedo…--
--¿Quieres decir que él es más guapo que yo? —
--Obviamente que no, ¿Cómo puedes pensar eso? –Naruto salió debajo de la manta, mirando a los ojos a su novio.
--Es que a veces pienso que tú eres demasiado para mí, y que de un momento a otro me dejaras por alguien mejor que yo…--puso pausa a la película, mirando a su novio con melancolía.
--Gaara—Naruto tomo su rostro entre sus manos, mirándolo tiernamente—Hemos sido novios desde hace cuatro años, y a veces pienso que será para siempre…--le dio una sonrisa tierna, mientras brotaban lágrimas de sus ojos—No me importa lo que diga la gente, yo te amo con todo mi corazón; y nunca voy a dejar de hacerlo—
--P-pero…--
--Se que piensas que eres demasiado poco para mí, pero lo que no sabes es que no puedo vivir sin ti—soltó un gemido, y lo miro de nuevo—No podemos estar separados más de diez minutos y ya siento que me duele que no estés; eres todo para mí, todo… no quiero separarme de ti nunca, no importa lo que digan los demás…--
--¿Eso quiere decir que me amas? —
--Mas que a mi propia vida…--
--Yo también te amo, Naruto, más que a mi propia vida…--
Se besaron con dulzura, transmitiendo sin palabras aquello que no podían decirse.
--Y ahora pon la película de nuevo, no he visto donde sale Ansel Elgort—
--¿Quieres decir que es más guapo que yo? —
Él no era celoso.
Estaba seguro de que no era celoso.
O bueno, eso es lo que Gaara seguirá creyendo.