Pelea
--Ahh… que largo día—el pelinegro se sacó los zapatos, dejo su abrigo y maletín a un lado de la entrada y cerró la puerta—Odio los domingos—
--Jaja, nunca había escuchado a nadie decir eso—exclamo un rubio, acercándose al chico más alto—Bienvenido a casa, Sasuke—dijo, tratando de darle un beso en los labios.
--Si, si; ya estoy aquí—el otro ignoro el pedido se su pareja, y se fue a paso rápido a la cocina--¿Qué es todo esto, Naruto? –no se escuchaba muy contento.
--E-es solo un almuerzo…--el doncel rubio se sonrojo un poco, corriendo rápidamente a la cocina—D-de aniversario—
--¿Aniversario? –
--¿No lo recuerdas, Sasuke?, Hoy cumplimos 5 años de novios—a Naruto no parecía importarle el hecho de que lo había olvidado, aunque en verdad si le había dolido.
--¿Hiciste toda esto, solo porque es nuestro ridículo aniversario? –su voz se hizo fuerte, notándose su enojo—Si que eres un maldito cursi…--se sentó de mala gana y comenzó a comer, ignorando el daño que estaba haciendo.
--Amm… si…--Naruto se sentó frente a él, en la silla opuesta, y comenzó a comer--¿C-cómo estuvo tu trabajo? —
--Mira, Naruto, ahora mismo no estoy de humor para charlar, así que cierra la boca—
El rubio sabía que era una mala idea, lo había sabido desde hace mucho tiempo.
Sasuke había comenzado a trabajar en una empresa encargada de la fabricación de bebidas y demás, su turno era nocturno y lamentablemente trabajaba los fines de semana, con descanso en lunes y domingo.
Siempre llegaba molesto y con hambre; la mayoría de los días él no lo veía en las mañanas, por culpa de su trabajo, pero los domingos siempre se daba cuenta del mal humor de su prometido.
--S-Sasuke, h-hay algo que quiero decirte…--su nerviosismo era notable, mientras sacaba algo debajo del mantel.
--¿No puedes decírmelo otro día?, tengo mucho sueño y no tengo tiempo para estupideces—el moreno tomo de un trago una copa de vino, sirviéndose otra.
--Es algo muy importante, Sasuke—con determinación, Naruto le entrego una caja larga color celeste con moño rosa, con un curioso zorrito en la portada—Estos últimos días me había sentido mal, fui al médico y me hice unos exámenes, y…--
--¡¡¡YA CALLATE!!!—el moreno exploto, rompiendo la copa que tenía en la mano--¿¡Crees que eso es importante para mí!?, ¡¡Pues no!!—en su mirada se notaba todo su enojo, ignorando el rostro de miedo y lágrimas que tenía Naruto.
--S-solo quería enseñarte esto, como un regalo de aniversario…--su voz no era más que un simple murmullo, enojando más al pelinegro.
--¿¡Y todo por un maldito aniversario!?—se puso de pie, dejando la caja sobre la mesa—No sabes cuánto te odio—
--¿Q-que? —
--¡¡¡TE ODIO!!!, ¡¡¡TE ODIO!!!—descargo su rabia en forma de gritos, rompiendo más que una copa de vino--¡¡EL SOLO CONOCERTE ARRUINO MI VIDA!!—
Un silencio profundo se hizo en la cocina, todo ya se había dicho.
--L-limpiare todo cuando vuelva—el rubio simplemente se puso de pie, y trato inútilmente de limpiar sus lágrimas—I-iré con mis padres, v-volveré a la hora de la cena—no arreglo nada, solo tomo su abrigo y se puso sus zapatos, para después abrir la puerta y salir—Te amo, Sasuke…--y se fue.
--Ahhh… ¿Qué demonios acabo de hacer? —el moreno se sentó en el sofá de la sala, tratando de calmar su ira, esperando ver a Naruto entrar por esa puerta—Ni siquiera se llevó su celular…--
Tomo su teléfono y marco a su primo, Sai, la única persona que podía ayudar en esos momentos (No porque fuera un experto, sino porque nadie estaba en el país ese día).
--¿Hola?, ¿Sasuke? —
--Necesito tu ayuda—
--¿Qué hiciste ahora? —realmente lo conocía muy bien.
--Le dije muchas cosas, que lo odiaba y cosas así—suspiro—Se fue hace como 10 minutos a casa de sus padres, dijo que volvería a la hora de la cena—
--¿Algo más que debería saber? —
--Es nuestro aniversario—
--Pues felicidades—se escuchó rápidamente el tono irónico en el que lo había dicho—Acabas de romper el corazón del hermoso doncel con quien te casaras en dos meses—
--¿Tienes alguna idea de que puedo hacer, o quieres que vaya a tu casa a partirte la cara? –
--Escucha, Naruto es una persona muy sentimental, tu más que nadie debería saberlo—un suspiro se escuchó del otro lado de la bocina—¿Va a volver a la hora de la cena, ¿no?, pues organizale una cena romántica, dale un peluche, una caja de sus chocolates favoritos; arrodillate frente a él y pídele perdón, y después hagan el amor bajo las estrellas…--
--Creo que miras demasiadas cosas de amor, pero tambien que es una buena idea—había anotado todo en una hoja, suponiendo de un buen plan—Comenzare con eso—
--¿Un gracias al menos? —
--Adiós, Sai—y colgó.
Limpio la cocina como pudo, saco una mesilla al jardín trasero, acomodando todo cursimente; peleo con cientos de florerías y tiendas de regalos, hasta encontrar lo que quería para Naruto.
Tenía todo listo, una cena romántica bajo la luz de la luna, un camino de petalos hasta el jardín y su habitación, velas rojas encendidas por todos lados, una caja de chocolates rellenos, un peluche enorme de zorro y un ramo de tulipanes amarillos.
--Ahora a esperar—se había duchado y puesto un traje de etiqueta, haciéndole lucir bien para la ocasión—Espero que no se dé cuenta de que la comida es comprada…--
Paso un minuto, paso media hora, pasaron horas; Naruto aún no había llegado.
--Debe estar con Kushina-san, aún debe estar ahí—tomo su celular rápidamente, llamando al número de su suegra—Vamos, vamos…--
--¿Sasuke?, ¿Qué haces llamando a esta hora? —se escuchaba algo adormilada, no por nada era media noche.
--Buenas noches, Kushina-san, ¿Podría pasarme a Naruto, por favor? —
--¿Naruto?, Naruto no está aquí…--
--P-pero había dicho que iba a su casa hace 10 horas…--
--¿¡QUE!?, Oh, dios; levantate, Minato, Sasuke no encuentra a Naruto—se escuchó como se levantaban y encendían la luz—Iremos para haya en 10 minutos, tu llama a la policía—colgaron.
--Esto no puede estar pasando…--
La policía se movilizo a buscar a Naruto por todos lados, no llevaba celular o cartera, por lo que era algo difícil, mas no imposible.
Los padres de Naruto lloraban en el sofá de su sala, mientras eran interrogados para dar con el paradero de su hijo; Sasuke no lloro, solamente se tenía odio a si mismo, si tan solo no le hubiera dicho todas esas cosas.
Ya pasaban de las 12 del mediodía, Naruto llevaba desaparecido casi un día completo, las esperanzas de todos se hacían más débiles.
Sasuke no había podido dormir de la preocupación, simplemente permanecía abrazado a la caja celeste que Naruto le había dado el día anterior.
Una prueba de embarazo casera y los resultados de unos exámenes de sangre estaban dentro.
Naruto estaba embarazado, iban a tener un hijo.
--¿Por qué demonios dije eso? –
La policía seguía dentro de su casa, buscando indicios de algún secuestro o algo parecido.
--Señor—uno de los uniformados entro por la puerta de su casa, quitándose la gorra en el proceso—Lo hemos encontrado—
Naruto no volvió a casa ese día, ni el siguiente, ni los que siguieron.
Naruto y su hijo jamás entraron por las puertas de aquella casa.
La boda fue cancelada.