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Entre cielo y tormenta por Joker96

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Notas del capitulo:

No quiero hablar sobre el hecho de que estoy actualizando un sábado en la noche (forever alone :´v) así que solo diré que espero y les guste el capítulo.

 Avery POV

 

— Brody es un chico sencillo, no es difícil entablar una conversación con él y seguramente podrán encontrar algo en común… creo. — dijo Camila sin tanta confianza.

 

Parecía nerviosa por lo que pasaría el día de hoy. Tenía esa manía de mover las manos y hablar un poco más rápido de lo normal, pero no le dije nada, sabía que si lo hacía se pondría peor.

 

La verdad, yo solo estaba un tanto inconforme ante la idea. Todavía faltaban como veinte minutos para irnos y ya me estaba arrepintiendo.

 

— Seguro que sí. — tome una de sus manos tratando de tranquilizarla. — Yo solo quiero conocer al chico que te hace feliz. — dije de la forma más animada que pude.

 

Me preguntaba si con el paso del tiempo se me haría más fácil fingir mi estabilidad.

 

— Está bien, entonces repasemos.

 

Resistí las ganas de soltar un gruñido, Camila me había estado enlistando los pasatiempos y gustos de Brody desde la mañana, según ella no quería que hubiera algún inconveniente.

 

— Le gusta el fútbol americano, odia la cebolla, su color favorito es el verde, su banda favorita es Gorillaz, tiene un perro y su familia es numerosa y muy unida. ¿Ya? — dije casi fastidiada.

 

— Ya, eso es todo, o al menos lo básico.

 

— Perfecto, entonces ya vámonos.

 

— ¡Espera! Solo una cosa más…

 

— ¿Qué cosa?

 

— Necesito que evites hablar de chicas.

 

— No entiendo.

 

— No quiero que algo le pueda recordar lo que pasó entre tú y su hermana, sé que él dice haberlo dejado en el pasado, pero como dije su familia es muy importante para él y no quiero que pueda surgir algún malentendido.

 

En otra ocasión le hubiera reclamado, pero no en esta. En parte porque mis “andadas” habían vuelto a tomar su curso y eso es algo que Camila tampoco sabía; y obviamente planeaba mantenerlo así.   

 

— De acuerdo.

 

Camila soltó un suspiro de alivio y relajo claramente los hombros.

 

— Gracias. — dijo notablemente agradecida.

 

— Si, como sea vámonos ya.

 

Las cosas que hacía por amor Dios mío.


--



Cuando llegamos al restaurante Brody ya estaba esperando por nosotras. Típico chico perfecto, puntualidad y buen porte.

 

Ya estaba sentado en una mesa, pero se levantó en cuanto nos vio, bueno, más bien en cuanto vio a Camila porque estoy segura que ni me pasó el ojo.

 

— Perdón por hacerte esperar. — fue lo primero que dijo Camila.

 

— Acabo de llegar, no hay problema.

 

Le dio un beso corto en los labios y le ofreció un asiento a lo que Camila le agradeció con una sonrisa. Mi idea no era esa así que me senté rápido.

 

— Hola Brody. — le salude suavizando la voz

 

— Hola, qué gusto verte.

 

Si estaba mintiendo al menos lo estaba haciendo bien.

 

— Solo quiero decir que aprecio mucho que hayan aceptado hacer esto, es muy importante para mí. — dijo Camila y tanto él como yo la miramos con una sonrisa.

 

Nos tenía a ambos en la palma de su mano.

 

— Lo que sea por ti, cariño. — dijo Brody besando la mano de la morena.

 

— Tu solo pídelo. — complete ganando una sonrisa por parte de Camila y una mirada neutra por parte de su novio.

 

— Así que Avery, ¿Por qué no me cuentas cómo te fue en ese campamento?

 

— Bueno Brody, se puede decir que fue toda una experiencia. — dije recargando mis antebrazos en la mesa mirando al chico. — Todo empezó la primera noche en el bosque, con mis compañeras de cabaña y un mapache involucrados…

 

El hecho era que yo iba decidida a demostrarle a Camila que estaba bien con esto, que estaba bien con el hecho de que ella estaba con él y que estaba dispuesta a que no hubiera nada de lo que ella se tuviera que preocupar con respecto a él y a mí. Básicamente para demostrar mi apoyo y disfrazar mi derrota.

 

Y pasó el tiempo.

 

Pero resulto más difícil de lo que creí. No teníamos nada en común. Básicamente lo que a mí me gustaba a él le daba igual o no compartía el gusto y viceversa. Aunque realmente lo único que teníamos en común era el gusto que teníamos por una chica en particular y eso no nos unía precisamente. Ya a este punto, dejábamos que Camila fuera la que hablará, no teníamos de otra y ella no parecía estar consciente de la situación para nuestra fortuna.

 

— … y por eso Avery y yo no podemos ir al acuario que está a las afueras de la ciudad. — termino de relatar todavía entre risas que yo también compartí ante el recuerdo.

 

— Estoy segura que el encargado sigue tratando de quitarse los moluscos de la ropa. — dije yo logrando que Camila aumentará sus carcajadas.

 

Brody me miró tratando de mantenerse tranquilo, y con la aparente idea de no reír ante mi comentario. No lo supo ocultar bien desde el principio, se sentía amenazado por mí y eso me encantaba. Y era comprensible, estaba yo, una chica atractiva que conoce a su novia mucho mejor que él y que seguramente también tiene un espacio mayor en su vida. Si yo estuviera en su lugar también me sentiría así.

 

Pero también estaba el cómo yo me sentía, y estoy segura de que si lo supiera sabría que su situación es mucho mejor que la mía.

 

— Camila nunca me aclaro si tu gusto por las chicas es total o parcial, me gustaría saberlo. — miré a Camila y ella miró a su novio.

 

Claramente ninguna de nosotras esperaba oír eso.

 

— No es total ni parcial. — dije tratando de controlar mis emociones y tomé un trago de mi vaso de limonada mineral. — Es absoluto y sin limitaciones. Ser gay no es un pasatiempo o una experiencia Brody.

 

Ante mi respuesta y el sofocante silencio que procedió fue cuando Camila pudo notar que está tensión ya llevaba rato.

 

— Creo que deberíamos cambiar de tema. — comentó un tanto nerviosa.

 

— Dejémoslo así. — dije tratando de calmar mi postura. — No creo que Brody haya querido sonar ofensivo, ¿verdad Brody?

 

Era la primera vez que yo convivía con él y ya le estaba salvando el trasero. ¿Soy amable o estúpida?

 

— No, no. Por supuesto que no. Lo siento. — se apresuró a decir. — Mi curiosidad era totalmente inocente, es solo que… mi familia es algo chapada a la antigua, así que esto es muy nuevo para mí.

 

— No lo sabía. — dijo Camila mirándolo con pena, como si se sintiera culpable por cualquier mal pensamiento que le haya pasado por la cabeza.

 

Aunque no me sorprendía la respuesta de la morena, solo llevaban conociéndose un mes por dios santo, obviamente había varias cosas que aún no conocía.

 

— Creí que sería muy pronto para sacar ese tema. — dijo el chico de manera tranquila.

 

Se miraron con adoración, cosa que me provocaba arcadas mentales. Esto estaba siendo demasiado. Camila tomó la mano del chico y pasó su pulgar por el dorso de esta.

 

— Pues, ahora que salió el tema de la familia. — dije yo logrando que los tortolitos dejarán de mirarse. — ¿Cómo está tu hermana… ¿Amber, cierto?

 

Algo en mí simplemente necesitaba crear caos, tal vez por el hecho de que con cada segundo que pasaba yo más quería huir de aquí. Y por la mirada que me dio Brody supe que lo estaba logrando, por la mirada que me dio Camila supuse que era un buen momento para salir corriendo por mi vida.

 

Había sido una buena vida, no larga, pero buena.

 

— Ella está bien, está saliendo con alguien por el momento… un chico.

 

Hizo énfasis en la última palabra y por el tono que usó era claro que se estaba conteniendo. Y por mero masoquismo ignore la mirada amenazante de la morena. Siéntanse libres de temer por mi vida porque claramente yo no lo hago.

 

— Entonces supongo que su gusto por las chicas es parcial. — dije de manera casual.

 

— ¡Avery! — exclamó Camila poniéndose de pie. — Vamos al tocador. — ordenó con voz firme.

 

¿Ya había mencionado lo hermosa que se ve cuando está molesta?

 

— Claro. — atiné a decir levantándome de mi asiento.

 

Brody miró a Camila un tanto preocupado, me dio risa, ni siquiera estaba molesta con él, este chico no podría nunca con el temperamento de la morena. Trágico.

 

Camine junto a Camila hasta el tocador y vimos a una mujer retocando su maquillaje. De manera disimulada esperamos a que saliera y luego Camila cerró la puerta con seguro. Volteó a verme y vaya que su mirada decía mucho.

 

— Creí que me habías prometido que no sacarías el tema de su hermana. — me recrimino colocando sus manos a los lados de su cintura.

 

Apenas estaba en fase uno.

 

Decidí tomar mi tiempo para hablar, porque sabía que ella tenía el derecho de estar molesta, pero yo también tenía mis razones y eran válidas, al menos para mí.

 

— No te culpo por estar molesta, admito que me sobrepase. Pero esto no me está gustando para nada Camila. — solté un suspiro y me recargué en el lavabo de mármol.

 

— ¿A qué te refieres?

 

— No vine aquí para ser una tercera rueda, creí que la idea era dejar en claro que los tres podíamos pasar un buen tiempo, pero la cosa es que yo no me estoy divirtiendo. Cosa que no puedo decir lo mismo de ustedes dos.

 

— ¿Eso piensas?

 

— Eso es. — Camila parecía poco a poco mostrar cierta culpabilidad. — Lo que quiero decir, es que creo que nos apresuramos. Él para mí es solo un intruso Camila, lo único que pasó desde mi punto de vista es que me fui un mes y me maté entrenando por horas a diario escapándome en las noches para hablar contigo con la idea de que me contabas cómo te iba en el verano. Pero termino conmigo, regresando para enterarme que durante todo ese mes que te estuviste paseando con un chico rubio sacado de una película para adolescentes sin que yo tuviera la menor idea… todo pasó demasiado rápido.



Camila POV

 

Fue como un golpe en el estómago. Cuando Avery dijo eso último sentí que algo se me atoraba en la garganta y fue pesado de tragar.

 

— ¿Te refieres a mi relación con Brody?

 

Avery evitó mi mirada y parecía consciente de la pared con la que había chocado.

 

— No. — mentía. — Es por mí. No esperaba encontrarme con esto, creí que si algo así pudiera pasar tú me lo dirías.

 

Eso fue aún más difícil de pasar. Y era porque tenía razón. Pero recordé cierta nota que había encontrado en la puerta de su departamento hace poco más de un mes. Yo no fui la única que oculto algo.

 

— Cada quien tiene sus secretos. Hasta tú. — no fue mi intención que sonara como reclamo, pero así fue.

 

Avery frunció el ceño confundida. Suspiré. Realmente no quería sacar ese tema a la luz y es que quizás no era lo que yo pensaba, digo, obviamente se había acostado con esa chica, pero tal vez no significaba que hubiera vuelto a ser la misma. Quizás solo quería divertirse un poco antes de irse a ese campamento deportivo porque que yo supiera, no había pasado nada más con ninguna chica después de eso. Así que tenía que evitar ese tema, no quería aumentar el drama.

 

— No te entiendo. — dijo ella, aun mirándome confundida.

 

— No es nada, olvídalo. — mentí. — Regresemos, lo mejor será hablar de esto luego, no quiero que Brody espere demasiado.

 

— La verdad no quiero volver Camila. Creí que podría hacer esto, pero no.  — confeso con cierta impotencia.  —No creo estar lista, y no quiero empeorar la situación que ya de por si no es la mejor.  

 

— ¿Quieres que nos vayamos?

 

— Me quiero ir yo. Tú puedes quedarte, por mí no hay problema.

 

— Lo hay para mí. Yo quería que todo fuera perfecto, pero parece que solo lo complique todo.

 

Avery me sonrió débilmente y se acercó tomando mi rostro entre sus manos.

 

— No es tu culpa, lamento no haber podido cumplir con tus expectativas.

 

— No. — la corté. — Mis expectativas fueron muy altas, claramente me apresure. Te pedí demasiado. - y no era la primera vez que lo hacía.

 

— Tal vez podamos volverlo a intentar, después de un tiempo claro.

 

— Si, será lo mejor.

 

Avery aún sin borrar su sonrisa me beso la frente y poco a poco se fue alejando.

 

— Lo mejor sería que te dedicaras a conocerlo mejor antes de dar este paso, no lo tomes a mal pero solo llevan poco más de un mes de conocerse, aún hay muchas cosas de las que tienen que platicar.

 

— Si, tienes razón. — concorde. — Fui yo la que apresuró las cosas.

 

— Si te sirve de algo, creo que en efecto es un buen chico. Y se ve que te quiere, casi tanto como yo.

 

— Eso es mucho decir. — murmuré mirando como Avery suavizaba una sonrisa en su rostro.

 

— Puede ser.

 

— Si quieres puedes irte ya, yo le explicaré todo a Brody.

 

— Lo siento Camila, no quería que esto pasara.

 

— Lo sé. No tienes que disculparte.

 

La abrace y ella envolvió sus brazos en mi espalda baja. Había algo especial en sus abrazos, eran reconfortantes, cálidos, difíciles de rechazar.

 

Sé que lo intentó y no podía culparla por nada, al contrario, me sentía conmovida por su esfuerzo, me daba a entender lo mucho que me quería.

 

Avery se fue poco después y sentí unas ganas arremetidas de irme con ella, pero había alguien esperando por mí y no podía dejarlo. Sentí su ausencia al instante, eso al menos no podía negarlo.



Avery POV

 

Me sentía culpable. No quería irme así, con este suplicio, con este sabor a fracaso. Tal vez fui egoísta, pude haber aguantado un poco más y nada de esto habría pasado. Camila sería feliz, y eso sería suficiente para mí.

 

El problema es que soy más débil de lo que pensé.

 

No quiera ir a mi departamento, ahí me sentiría sola y me dispondría a ir en busca de compañía, pero yo no quería una compañía pasajera el día de hoy. Así que maneje hacia otro sitio.



--



Amelia fue quién abrió la puerta y me dio un abrazo de bienvenida.

 

— Hola, perdón por venir sin avisar. — le dije una vez que se apartó.

 

— Tonterías, está también es tu casa.

 

Me cedió el paso y me adentre a la casa. Pasando por la antesala encontré a mi abuela, quien estaba leyendo una de esas novelas de romance que tanto le gustaban a ella al igual que a mi mamá. Hay cosas que nos hacen creer que nada cambia. Solo faltaba ver a mi padre en el otro rincón tecleando como loco en su máquina de escribir. Quizás era la memoria la que nos engañaba, la melancolía siendo cómplice.

 

— Maggie, mira quién vino de visita.

 

Mi abuela apartó sus lentes de lectura y cerró el libro. Sonrió casi al instante lo cual hice yo también. Si no recordaba mal, mi mamá tenía la misma sonrisa.

 

— Pero qué agradable sorpresa cielo.

 

— Hola abuela.

 

Me acerqué hacia ella recibiendo un beso en la mejilla.

 

— ¿Tienes hambre? — me preguntó pasando su mano cálida por mi mejilla.

 

Amelia pasó su mano por mi hombro.

 

Debía admitir que este era el tipo de atención que necesitaba realmente.

 

— No en realidad, pero una limonada no me caería mal.

 

— No se diga más. — tanto mi abuela cómo Amelia me llevaron a la cocina.

 

Mientras mi abuela preparaba la limonada Amelia fue por mi padre y mi abuelo quienes estaban pintando la cochera.

 

— Creo que alguien vino para ayudarnos. — fue lo primero que dijo mi padre al llegar a la cocina.

 

— Que bueno porque vaya que lo necesitan. — replicó mi abuela.

 

— Es trabajo duro mujer. — se defendió el abuelo colocándose mejor la gorra que tenía en la cabeza.

 

— No les vendría mal un par de manos extra. — dije yo acercándome a ellos. — Tal vez un poco de trabajo me ayudará a merecerme ese vaso de limonada.

 

— ¿Le estás preparando limonada? Nosotros llevamos más de dos horas pintando y ni un vaso de agua nos han ofrecido. — dijo mi abuelo mirando mal a mi abuela.

 

— La mitad de ese tiempo se la pasaron sentados “revisando que todo estuviera listo”.

 

Ante las palabras de Amelia ni mi papá ni mi abuelo se atrevieron a replicar.

 

— Mejor vamos ya. Esa cochera no se va a pintar sola. — dije yo tratando de evitar que la cosa pasara a mayores.

 

Resulta que pasar tiempo con mi familia era lo que necesitaba para sentirme mejor. Bromear con mi papá y el abuelo. Recibir los mimos de la abuela. Estar todos juntos, simplemente hablando, conviviendo.

 

Se había convertido en un día estupendo.

 

— Terminamos antes gracias a ti. — dijo el abuelo pasando su mano por mi cabello.

 

— Fue divertido. — admití.

 

Mi padre había ido a tomarse una ducha y mi abuela y Amelia habían ido al centro comercial por las compras de la semana.

 

— ¿Sabes que sería más divertido?

 

— Dime.

 

— Yo pateando tu trasero en un juego de ajedrez.

 

— Cuida tus palabras anciano.

 

— Juguemos entonces.

 

Hacíamos esto desde que yo era muy pequeña. Al abuelo le gustaba mucho el ajedrez y a mi me gustaba mucho oír las historias que me contaba mientras jugábamos. Era pasar tiempo de calidad.

 

El detalle era que, en efecto, me estaba pateando el trasero.

 

— Empieza a pensar en que quieres que vaya escrito en tu lápida. — decía él mientras yo no alejaba mi mirada del tablero.

 

Trataba de encontrar una salida.

 

— No me desconcentres. — le pedí sin apartar mi mirada.

 

— Tu problema es que creas estrategias a largo plazo, irónico viniendo de alguien joven. Deberías atacar de vez en cuando sin pensar en qué consecuencias podría tener. Que seguir nuestros instintos de vez en cuando no puede ser tan malo.

 

— No sabría decir si me estás dando consejos de juego o de vida.

 

— Sirve para ambos. Pero ya que prácticamente te he vencido, ¿hay algo de lo que quieras hablar?

 

— Deja de leerme los pensamientos abuelo.

 

— Te leo la cara.

 

Resople.

 

— Es complicado.

 

— Si no lo fuera no valdría la pena.

 

— La vida es injusta abuelo. Trata mal al que espera con paciencia.

 

— ¿Que te paso?

 

— Lo que dijiste, vi demasiado a largo plazo. Puede que incluso, haya dejado ir mis oportunidades del presente.

 

— Yo solo sé que lo único que te puede tener así es una chica, o problemas económicos. Y como te conozco, me iré por lo primero.

 

— Nunca he creído que el dinero valga tantos problemas abuelo.

 

— Y dime, esa chica, ¿No vale la pena?

 

— Lo vale todo.

 

— ¿Entonces por qué parece que te diste por vencida?

 

— No me di por vencida abuelo, ni siquiera tuve la oportunidad de pelear por ella.

 

— Eso quiere decir que aún lo puedes intentar.

 

— Tiene a alguien más, y lo quiere. No puedo ser egoísta tampoco, yo solo quiero que sea feliz y él la hace feliz.

 

— Eso es algo que tú también podrías hacer. — contraatacó mi abuelo mirándome serio. — ¿O es que acaso él la quiere más que tú?  

 

No, eso sí que no. Nadie la quiere más que yo.

 

— No. Eso es imposible.

 

— No digo que pelees por ella a capa y espada. O que te metas en su relación, hay maneras. Pero digo que no te des por vencida, que si de algo estoy seguro es que si lo dejas así te arrepentirás, si vas a pensar a largo plazo piensa en ti, no solo en ella.

 

Deje que sus palabras entrarán en mi mente. Y tenía razón. Si bien Brody era un buen chico y parecía que él y Camila eran felices. Estaba yo. Yo, que daría todo por ella y más. Podría haber tantos chicos capaces de muchas cosas por Camila, y vaya que los ha habido. Pero eso ya no me iba a detener. Era el momento de ser un poco egoísta y pensar en mí, que merezco ser feliz, conseguir lo que quiero. Eso sí, lo haría siendo justa, sin jugar sucio que eso tampoco está en mí. El honor, ante todo. Y si llego a fracasar, por cualquier cosa, ya sea porque lo eligió a él, porque no siente por mí lo que yo siento por ella o porque simplemente no puede ser; al menos tendré la conciencia tranquila porque lo intente.

 

— ¿Y ahora en qué piensas? — me cuestiono el hombre.

 

— En ella, como siempre.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Nos vemos :3


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