Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre cielo y tormenta por Joker96

[Reviews - 34]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Por ahora lo único que puedo pedir es paciencia, tanto conmigo como con la historia; pero espero y disfruten del capítulo :)

Avery POV

 

Yago era un ser vivo bastante complejo. Había veces en que su presencia podía pasar totalmente desapercibida y había otras ocasiones en que parecía querer llamar mi atención a todo momento. Resumía perfectamente mi relación actual con Camila. Así eran las cosas ahora, o podría no ver o saber nada de ella en todo el día o estar todo el día con ella en mi departamento viéndola pasar tiempo con su gato y a veces conmigo.

 

Creo que estaba haciendo las cosas mal, ya ni siquiera podía mantener una consistencia con Camila. Y hoy era uno de esos días en los que no sabía nada de ella, pero la idea era verla mañana de todas maneras, empezaban las clases lo que significaba que estaríamos en el mismo lugar la mitad del día. Algo bueno tenía que significar eso, al menos Brody ya no estaría tan cerca ya que el idiota estudiaba en una institución privada y prestigiosa. Claro que sí.

 

— Estoy en duda, ¿La negra o la roja? La roja es nueva pero ya sabes, la negra es algo más simbólico, representaría el luto de mi espíritu al volver a clases. — Tenía en mis manos dos camisas que podría llevar mañana pero aún no me decidía, Yago me veía desde la cama y lo miré expectante.

 

El felino se acercó hacia mi maullando y recargando sus patas delanteras en uno de mis costados, inclinándose un poco más en mi lado derecho.

 

La negra sería.

 

Yendo a lo contrario de lo que pensaba, Yago y yo nos estábamos llevando bien.



--



Aún estaban presentes los días soleados, así que cuando salí de mi auto al llegar me coloqué mis gafas de sol. No iba a mentir, sabía que me veía bien y cuando comencé a caminar con mi mochila al hombro pude notar las miradas. Una chica incluso me saludó con una sonrisa coqueta a lo que le respondí con una igual. Era totalmente inocente, pero debía admitir que me agradaba la sensación.

 

Una canción movida sonaba en mi cabeza representando mi marcha. Cómo de película, caminaba confiada y con toda la actitud, pero la música paró de repente y mi marcha de gloria se cayó al precipicio.

 

Brody tenía a Camila recargada sobre una de las puertas de su auto (del año) y la besaba tomándola de la cintura, la morena tenía las manos sobre sus hombros.  

 

Bien. Si ellos podían arruinar mi marcha yo podría arruinar su momento íntimo.

 

— ¡Pero vaya sorpresa! — exclamé logrando que ambos se separarán totalmente sobresaltados. — Buenos días tortolitos. — dije una vez estando frente a ellos.

 

— Buenos días. — saludo el chico de manera escueta.

 

— Hola. — por el contrario, Camila me sonrió y me abrazó dándome un beso en la mejilla. — ¿Emocionada?

 

— Ni que fuera de primero. — dije ofendida.

 

— Pero si yo sí lo estoy. — dijo haciendo un puchero.

 

— Es porque eres una niña. — respondí apretando una de sus mejillas.

 

Camila hizo ese gesto adorable de arrugar su nariz y sonreí enternecida pero el carraspeó poco sutil de Brody nos separó. ¿Por qué simplemente no desaparecía?

 

— Creo que mejor me voy. — comentó mirando su reloj de muñeca. — ¿Paso a recogerte?

 

— No, iré con Avery. Quiero ver a Yago.

 

Brody asintió aún más serio y se despidió con un simple basó en los labios que igual me revolvió el estómago.

 

— Nos vemos mañana. — fue lo último que dijo él.

 

Una vez que se marchó mire a Camila quien no dejaba de sonreír.

 

— ¿Cómo que mañana? — pregunté elevando una ceja en señal de confusión.

 

— Me traerá a la universidad de ahora en adelante. — explicó. — Era conveniente, papá sigue sin gustarle la idea de que yo maneje y ya que Brody va a otra escuela esta es una oportunidad de pasar tiempo juntos.

 

— Ya. Qué lindo. — fue lo único que atiné a contestarle. — Hoy tengo entrenamiento, así que no me iré hasta las cinco. ¿Está bien?

 

— Si, no hay problema. Así puedo ver qué tanto mejoraste en el verano.

 

Asentí sin más por qué la verdad ya no tenía muchos ánimos y acomodé mejor mi mochila en el hombro.

 

— Te veo después entonces.



--



Después de la jornada escolar me encontraba en los vestuarios cambiándome para entrenar. Me estaba abrochando las agujetas del calzado cuando sentí una mano posarse sobre mi hombro.

 

— Preston. — dijo Samantha como saludo.

 

— Hola Sam. — dije yo incorporándome y quedando de frente con ella. Desde que tenía novia se veía más contenta y eso que desde antes ya era una irritante bola de energía.

 

— Es bueno verte otra vez, ¿Lista para la masacre?

 

— Es solo un entrenamiento Sam.

 

— Yo me refiero al torneo, empieza en dos semanas.

 

Cierto.

 

— Bueno en ese caso, creo que solo tengo que pulir un poco más mi remate.

— ¿Más? Ya de por sí hay veces que no alcanzo a esquivarlos. — reclamó.

 

— Tu trabajo es cubrirlos, no esquivarlos.

 

— ¡Se acabó la charla nenitas, vamos a la cancha! — ordenó Jessica y tanto Sam como yo salimos de los vestuarios.

 

Cuando salimos note a Camila en las gradas, me saludó con una sonrisa y meneando la mano lentamente. Le devolví la sonrisa, pero rápido volví a enfocarme en el entrenamiento.

 

— Bueno chicas espero y el campamento siga con sus resultados intactos porque vaya que hoy van a sufrir… ¡Quince vueltas a la cancha, AHORA! — ordenó el coach haciendo sonar fuertemente su silbato.

 

El maldito no mentía, después de dos horas me sentía como papilla. Todas, sin ninguna excepción, estábamos tumbadas en el piso tratando de regular la respiración.

 

— Ni mi novia me cansa de esta manera. — dijo Samantha casi sin aliento.

 

Camila se acercó a mí ya que el entrenamiento había terminado, pero nosotras seguíamos en el suelo. Se agachó y me sonrió.

 

— Toma. — dijo ofreciéndome una botella de agua.

 

Me incorporé un poco, y la tomé vaciando su contenido en tiempo récord.

 

— Gracias. — dije al final con un suspiro.



--



Camila POV

 

Cuando llegamos al departamento de Avery lo primero que hice fue tumbarme en el sillón donde se encontraba Yago. En cuanto lo tomé entre mis brazos soltó un maullido.

 

— Yo también te extrañe. — dije achicando la voz.

 

— Todavía tengo las sobras del pollo a la parmesana que hizo mi abuela, ¿Tienes hambre? — pregunto Avery mirándome, parada frente al sillón.

 

— Si es el pollo de tu abuela, entonces sí.

 

Avery asintió y se adentró a la cocina. Sabía que, aunque ella no lo dijera, el hecho de tener a Yago era un gran cambio en su vida. Desde que vive sola nunca había tenido una mascota, ni siquiera un simple pez y sabía que le costaba tener a Yago con ella. Por eso mismo había tomado la decisión de dejar a Yago en la casa de mi tía Laura, ella ya tenía una gata llamada Perla y sabía que no habría problema con eso; sería lo mejor.


Mientras comíamos, le contaba a Avery sobre mis nuevas materias y de qué tan emocionada estaba por iniciar mis prácticas.

 

— ¿Dónde harás tus prácticas?

 

— Bueno Amanda y yo estábamos pensando en pedir solicitud en el zoológico que está a media hora de aquí. Pero será complicado, muchos quieren ese lugar.

 

— Sería genial, tienen una camada de tigres de bengala que acaban de nacer.  

Cuando le conté esto a Brody él solo había atinado a desearme suerte. A él no le interesaban mucho los animales.

 

— Sí, estoy emocionada.

 

— Lo conseguirás.

 

Lo dijo con tanta seguridad que me la creí.

 

— Hablando de animales… gracias por ayudarme a cuidar a Yago, me ahorraste un gran dilema y bueno, se podría decir que ya puedes volver a tu amada vida, quedé con mi tía Laura de llevarlo a su casa. Sé que no estás muy acostumbrada a vivir con animales y no me quería aprovechar demasiado de tu hospitalidad, así que ya eres libre. — dije mirando a Avery quien por un momento dejo de comer y su rostro tomó una expresión neutra.

 

Torció los labios y me miró.

 

— Está bien. — fue lo único que me dijo.

 

Cuando Avery me llevo a mi casa me prometió que tendría todas las cosas del felino listas para mañana. Se veía bastante seria, pero me aseguró que era porque estaba cansada por el entrenamiento, lo cual entendía, las habían explotado a ella y a su equipo ese día.




Avery POV

 

Cuando regrese a mi departamento Yago estaba esperando por mí, paso por mis piernas ronroneando y me miró con las pupilas extendidas. Era todo ternura.

 

— Creo que alguien tiene hambre.   

 

Caminé junto con el animal hasta la cocina y serví el alimento en su recipiente de comida. Yago comenzó a comer sin problemas mientras yo seguía agachada, acariciando su lomo.

 

No pude decirle a Camila la verdad, de que no me molestaba para nada la compañía del animal. De que, por el contrario, me había acostumbrado a su compañía, es más, me gustaba. Tampoco pude decirle que una parte de mi temía el hecho de que ya no me visitara tan seguido, debido a la ausencia del felino.

 

Sabía que me arrepentiría de eso. Y vaya que eso sí que pasó.



--




Empezó de a poco. Días en que ella por algún motivo no podía pasar tiempo conmigo y como resultado solo recibía una llamada de su parte pidiendo disculpas y prometiendo que me vería después. Solo las primeras veces cumplió su promesa.

 

Pero ella era tan feliz, que no me veía con las ganas de reclamarle. Y es que parecía que su relación solo estaba destinada a triunfar. Las primeras pistas habían sido bastante claras.  

 

Flashback

 

Toque la puerta de la casa de Camila, espere unos segundos y me recibió Mariana con una sonrisa, a la cual le correspondí.

 

— Pero vaya sorpresa, pasa cariño, es bueno verte.

 

— Gracias. — dije adentrándome. — Vine a dejar algo que Camila olvidó en mi departamento.

 

Normalmente hubiera esperado a que Camila fuera por él, pero últimamente no la veía tan seguido.

 

Cuando pase por la sala, grande fue mi sorpresa al ver a Brody ahí sentado con su brazo sobre los hombros de la morena y Roberto en otro sillón, hablando sonriente en dirección al muchacho.

 

Camila se veía emocionada ante la interacción entre su padre y su novio, pero fue la llegada de Mariana la que rompió la atmósfera.

 

— ¿Avery? — claramente Camila no me esperaba, cosa que no me complacía en nada. Ni siquiera parecía feliz de verme, más bien confundida.

 

— Hola. — saludé un tanto incómoda elevando mi mano.

 

Tanto Roberto cómo Brody me veían estoicos, sin emoción alguna. Parecían un tanto molestos con mi intrusión. Y por qué me superan en número, sentí como me encogía.

 

— ¿Se te ofrece algo? — preguntó Roberto al ver que no decía nada.

 

Carraspeé y sacudí un poco la cabeza.

 

— Si… yo solo, solo vine a dejarle esto a Camila. Lleva varios días en mi departamento.

 

Una parte de mi deseaba que la morena captará la indirecta, mi reproche por su ausencia en mi vida estos últimos días.  

 

Después de eso Mariana me ofreció quedarme a cenar, pero sabía que no era del todo bienvenida y me fui.

 

--


Los nervios en los primeros partidos eran algo normal, lo que no lo era, era la ausencia de Camila en las gradas. Me mordía las uñas de puro nerviosismo y ansiedad. El ambiente se sentía pesado, todas y cada una de las chicas del equipo parecían tratar de enfocarse en el juego. Pero yo seguía enfocada en ese lugar vacío.

 

— Tienes que concentrarte Preston, si queremos terminar bien, tenemos que empezar bien. — me dijo Samantha mientras Hanna me apretaba el hombro asintiendo.

 

— Esta bien. — dije soltando un suspiro. — Hagamos esto.

 

Todo fue bien al principio, pero en cuanto volví a enfocar mi vista en ese lugar vacío, todo fue cuesta abajo, mi ánimo y el partido.

 

Si bien, íbamos bastante reñidas, no podía concentrarme lo suficiente y me sacaba de quicio. Estaba por tirar la toalla y pedir la banca cuando un grito llamó mi atención, era ella, dándome ánimos desde las gradas, sonriendo. Mi rendimiento se impulsó después de eso, y me di por dejar todo en la cancha.

 

Ganamos el primer partido y Camila se abalanzó sobre mí en cuanto tuvo la oportunidad, por pura euforia la envolví en brazos dándole vueltas.

 

— ¡Felicidades, estoy muy orgullosa!

 

— No vuelvas a llegar tarde. — dije, separándome.

 

Mi padre y Amelia ya venían en nuestra dirección.

 

— No lo haré. — dijo.

 

Pero lo hizo.


--


— No he visto a Camila en días. — dijo Jax mientras caminábamos por los pasillos de nuestra facultad.

 

— Se supone que hoy iré con ella al cine, veremos la tercera parte de Súper Cat. — comenté contenta, ya necesitaba algo de tiempo con Camila.

 

— Esas películas son pésimas. — dijo Jax con una mueca de asco.

 

— Vimos juntas las otras dos, es por tradición. — me encogí de hombros.

 

— Diría que más bien es tortura.

 

Cuando salimos de clases Jax me acompañó al estacionamiento ya que quería saludar a la morena por sí mismo.

 

Después de casi veinte minutos mi celular empezó a sonar, era Camila.

 

— Hola, ¿Dónde estás?

 

— <Bueno… estoy con Brody.>

 

— Pero te estoy esperando en el estacionamiento.

 

— <Lo sé, salí antes y cómo Brody estaba libre me llevó a almorzar y también llevó a su hermana menor. Ahora ella quiere ir al parque… y quiere que yo vaya con ellos.> — hizo una pausa para que yo dijera algo, lo cual no hice. — <Es una niña Avery, no quiero hacerla sentir mal.>

 

Apreté la mandíbula conteniendo mi impulsó por reclamarle, decirle que a mí también podía hacerme sentir mal, y ella más que nadie. Pero me contuve, sabiendo lo que podía causar.

 

— Entiendo. — mentí.

 

— <Solo hay que dejarlo para otro día, ¿Si?>

 

— Si. Nos vemos. — colgué.

 

Jax no apartó su mirada de mí, sonrió con pena y se pasó la mano por el pelo.

 

— Estaba pensando, que tal vez Súper Cat 3 no sea tan mala como las anteriores. Aunque debería ir a verla, ya sabes, para comprobar.

 

Le sonreí ante su notable condescendencia y asentí.

 

— De acuerdo, vamos. Te contaré la trama en el camino para que no te pierdas.


--



— Hola Camila, soy yo otra vez. No sé qué estés haciendo ahora que te tiene tan ocupada pero hoy es la última noche que mis abuelos estarán en la ciudad… se van en la mañana y sería bueno que vinieras a despedirte. No sé cuánto tiempo se vayan esta vez así que, solo… necesito que estés ahí, por favor.


— <Lo siento, lo siento, lo siento, no sabes cuánto. Fui con la familia de Brody a su cabaña que tiene fuera de la ciudad, me acaba de llegar tu mensaje la recepción ahí es pésima. Entiendo que estés molesta, pero por favor llámame en cuanto oigas este mensaje. Lo siento Avery, de verdad.>

 

No escuché su mensaje sino hasta después de haberme ido a despedir de mis abuelos, y una vez que lo escuché simplemente dejé mi celular caer en la cama junto con mi cuerpo. Qué más daba ya, el daño ya estaba hecho.



--




Camila POV

 

— En serio no quiero hacer esto. — protesto Antonio con el ceño fruncido.

 

Lo miré soltando un suspiro. Llevaba ya un rato quejándose al respecto, y ya no sabía si era una buena idea el dejar que esto siguiera su curso. Pero Brody estaba entusiasmado ante la idea, y él lo único que quería era ganarse la confianza de mi hermano.

 

— Será divertido Toni, Brody dice que la zona de bateo es grandiosa. Me prometió que te compraría todo lo que le pidieras. Él solo quiere llevarse bien contigo. — lo tome del hombro y le pase la mano por el pelo. — Y yo solo te pido que tan siquiera lo intentes.

 

Antonio me miró no del todo convencido a lo que le lance una mirada casi suplicante.

 

— Bien. Lo haré. — cedió, pero sin cambiar su descontento.

 

— Eres el mejor. — dije besando su cabeza.




Había pasado poco menos de una hora desde que Brody había venido a recoger a mi hermano para llevarlo a la zona de bateo, pero el problema era que el auto de mi novio había aparcado en la acera de mi casa justo en este momento. Era extraño.

 

Cuando salí, Brody me miraba notablemente molesto y una parte de mí se preocupó. ¿Qué pasó?

 

— ¿Dónde está Antonio? — pregunté en cuanto noté que no estaba en el auto.

 

Brody soltó un bufido y se cruzó de brazos.

 

— Está con Avery. De hecho, solo vine a decírtelo para que supieras que ya no estaba conmigo. Ya sabes, en todo caso de que algo llegara a pasar.

 

— Pero, ¿cómo es que eso pasó? ¿Por qué se fue con ella?

 

— Porque así lo prefirió él, ¿No es obvio?

 

Estaba molesto, y parecía que conmigo también.

 

— Lo siento cariño, yo no sabía…

 

— Solo vine a eso. — me cortó. — Me tengo que ir, todavía tengo deberes pendientes.

 

Se volvió a meter al auto y sin más arrancó. Me sentí frustrada ante el hecho de que ahora Brody estaba disgustado conmigo, y yo en parte lo entendía. El pobre sólo había querido hacer algo lindo por mi hermano, ya que sabía lo importante que iba a ser para mí. Pero nada de eso salió bien.

 

Volví adentro y tomé mi celular marcando el número de Avery y después de unos sonidos la llamada se desvió al buzón. La iba a matar, eso ya estaba más que decidido.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Va a estar feo :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).