Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre cielo y tormenta por Joker96

[Reviews - 34]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ya necesitaba publicar este, es mi manera de darme presión para terminar el otro. En fin, espero y les guste :3

Avery POV

 

Debido a ciertas circunstancias, durante estas últimas semanas mis fines de semana se resumían entre ir a la casa de mi padre o salir con Jax a cualquier parte. Pero este sábado mi padre y Amelia habían salido a una escapada romántica y Jax estaba enfermo. Y mi tercera opción era Samantha, ya en adición, su novia, Madeleine. Y aún no entendía cómo es que esta relación funcionaba. La pelirroja era todo un encanto, tanto por dentro como por fuera y Samantha… bueno, ella era ella.

 

Y volvía a ser la tercera rueda, pero al menos esta vez no era desagradable.

 

— Creí que iríamos al cine. — dije una vez que Samantha se adentró al estacionamiento de la zona de bateo.

 

— Quería que primero vieras a mi chica en acción. Nada más dale un bate y se vuelve una bestia.

 

— Aww, bebé. — Madeleine dijo enternecida, y beso la mejilla de su novia.

 

¿Desde cuándo a una chica le gusta que la comparen con una bestia?

 

Bajamos del auto y entramos al lugar. La mayoría de las personas eran niños y no me sorprendía para nada.

 

Después de que Madeleine se adentrará a la jaula fue cuando realmente pude ver que Samantha no había exagerado. Esa mujer tenía talento.

 

— Nunca, pero nunca hagas enojar a esa mujer Bushnell, o te hará papilla con el bate.

 

— Lo que tiene de fuerza lo tiene de paciencia, de lo contrario ya varias palizas me habría dado.

 

Asentí ante sus palabras, no pudiendo estar más de acuerdo. Tal vez ahora entendía un poco sobre la dinámica de la relación.

 

Samantha había ido por bebidas y refrigerios. Mientras tanto Madeleine me ayudaba a escoger un bate.

 

— Tus manos son algo largas, como las de Sam. Necesitas uno más grande.

 

— ¿Este? — señale uno azul metálico.

 

Ella asintió y después de eso me metí a la jaula, antes de que siquiera empezara la máquina, algo logró llamar mi atención. Era Antonio.

 

— ¡Avery, cuidado! — ante el grito de la pelirroja logré esquivar la bola que venía en mi dirección.

 

Estuvo bastante cerca.

 

Salí de la jaula y caminé hacia Antonio quien al verme se le iluminó la cara.

 

Pero no estaba solo, Brody estaba con él y empecé a rogar que Camila no estuviera ahí. Aún no me sentía lista para verla.

 

— ¡Avery! — exclamó Antonio corriendo hacia mí. Se abrazó a mi cintura y le acaricie el cabello negro.

 

— Hola enano. —  Le sonreí. — Brody.

 

— Avery.

 

La tensión seguía ahí.

 

— No has ido a la casa, creí que habíamos quedado de jugar con mi nuevo videojuego. — me reclamó Antonio separándose.

 

— Lo siento Toni, la escuela y los entrenamientos apenas y me dan tiempo para respirar.

 

— ¿Y qué haces aquí? — no era una pregunta, era un reclamo.

 

Diablos.

 

— Está bien. Me atrapaste.

 

— ¿Qué no quieres pasar tiempo conmigo?

 

— Nada se eso Toni, si eres como mi hermano. Lo que pasa es que no he podido estar muy al tanto últimamente. Han pasado un par de cosas y he tenido que tomarme un tiempo, es que… mis abuelos, volvieron a irse.

 

— Oh.

 

Hasta él sabía lo que eso significaba para mí.

 

— Oye Toni, será mejor que vayamos a rentar una jaula. Se van a acabar. — sugirió Brody tratando de llamar su atención.

 

— ¿Cuándo se fueron? — me preguntó ignorando por completo al rubio.

 

No quería contestarle con exactitud.

 

— Hace poco.

 

— Mi hermana no estuvo ahí, ¿Cierto? Y no me mientas, sé cuándo lo haces.

 

Solo negué. Antonio miró a Brody quién parecía ajeno a lo que pasaba.

 

— ¿Listo? — le preguntó ya un tanto impaciente.

 

— No. No me agradas Brody, y no me agrada lo que mi hermana hace por ti, no lo vales. — hablo con un notorio disgusto.

 

Tanto Brody como yo miramos al chico con los ojos muy abiertos. Nunca había visto a Antonio de esa manera. Al menos no con alguien en específico.

 

— No entiendo. — Brody atino a decir.

 

— Te diré algo que si entiendas entonces. Me iré con Avery, no quiero estar contigo, yo no soy como Camila.

 

Antonio se agarró de mi brazo y se escondió detrás de mí sin dejar de ver a Brody con recelo.

 

— Soy responsable de ti Antonio, le prometí a tu hermana que te cuidaría y si no quieres estar conmigo está bien, pero soy el responsable de llevarte a casa. — el rubio estaba claramente molesto, pero trataba de contenerse.

 

Antonio solo se aferró más a mí, lo cual logró activar mis alarmas.

 

— ¿Todo bien? — tanto Samantha como su novia habían decidido acercarse. Cosa que agradecí.

 

— Si, solo llevaré a Antonio a su casa.

 

— ¡No! — exclamó Toni.

 

Samantha frunció el ceño y se puso entre nosotros.

 

— No creo que quiere irse contigo, amigo.

 

— Mira, no sé quién eres, pero yo…

 

— Ya detente. — lo corte. — Sería lo mejor que Antonio se quedará conmigo, está claro que no está cómodo contigo.

 

— Si, vete. — le ordenó Antonio.

 

A este punto Brody tenía la mandíbula apretada y no disimulaba su enojo.

 

— Está bien. Pero le diré a Camila, no quiero que luego se moleste conmigo.

 

— Haz lo que quieras. — dije pasando con indiferencia su amenaza.

 

Sin más Brody se marchó y Antonio soltó un suspiro de alivio.

 

— Vámonos, la película ya va a empezar y tenemos que comprar un boleto extra. — dijo Samantha tomando la mano de su novia.

 

Antonio corrió hacia ellas claramente feliz de deshacerse de Brody y yo solo atine a caminar un poco detrás de él.

 

Camila iba a matarme.




--



Flashback

 

Mis abuelos volvían a sus andadas, lo que significaba que se marchaban. Si bien, ya habían sido tantas las veces que tenía que despedirme de ellos en el aeropuerto, nunca era fácil.

 

Esta vez, por el contrario, era yo la que no quería soltar a mi abuela por nada del mundo, y ella solo se limitaba a acariciar mi espalda con cariño.

 

— La próxima vez que nos veamos vas a tener que agacharte aún más para abrazarme. Que parece que yo solo me encojo y tú creces.

 

— Te cargaré entonces.

 

Mi abuela río apartándose un poco para acariciar mi mejilla.

 

— Eres un amor, estoy muy orgullosa de ti y en lo que te estás convirtiendo.

 

— Te amo abuela. — atine a decirle.

 

Ya faltaba muy poco para que subieran al avión, pero antes de eso el abuelo me tomó del brazo y nos apartamos de los demás.

 

— Sobre esa chica…

 

— Las cosas no van muy bien. Y con el torneo cerca, realmente lo único que puedo hacer ahora es alejarme de los dramas emocionales. — le contesté. Y era verdad, no quería perder ningún partido por el simple hecho de que me sentía mal ante la poca atención de Camila que recibía últimamente.

 

— Bueno, no es el fin del mundo tampoco. Tu solo sé feliz cariño, que para eso no necesitas a nadie más que a ti misma.




--


Camila POV

 

Mi hermano llegó casi alrededor de las diez de la noche, y entró solo a la casa, lo cual no me sorprendió, pero me enojó más.

 

En cuanto me vio note lo irritado que estaba al verme ahí.

 

— Tenemos que hablar. — dije severa.

 

— No. Si es por el tonto de tu novio no pienso decirte nada. Habla con Avery primero.

 

Antonio se veía bastante serio y pasó por mi lado como si nada.

 

— ¡Pero por supuesto que hablaré con ella! — exclamé.

 

Antonio se detuvo y volvió a quedar frente a frente conmigo.

 

— Bien, entonces asegúrate de disculparte de manera apropiada. — dijo para sin más subir las escaleras en dirección a su habitación.

 

Llegué a escuchar como cerraba la puerta de un portazo. ¿Qué sabía él?




--




En los vestidores solo quedaban pocas chicas ya que el entrenamiento había terminado hace poco más de veinte minutos, incluso un par de ellas me saludaron al salir. Lo que no me esperaba era la indiferencia de Samantha cuando pasó por mi lado, ignorándome completamente.

 

Me adentré un poco más y encontré a Avery sentada en una banca colocándose sus zapatillas deportivas mientras me daba la espalda, pero no estaba sola. Había una rubia con ella.

 

— En realidad creo que nunca he probado ese helado de cacao del que tanto hablas. — dijo la rubia mirando a Avery.

 

No habían notado mi presencia todavía.

 

— Y es por eso que te llevaré a la heladería Rainbow, ahí tienen una gran variedad de sabores. — abrí los ojos sorprendida. Esa era la heladería a la que íbamos juntas, era nuestro lugar. Ni siquiera yo había ido con Brody y eso que ahí lo conocí.

 

— Ejem. — aclare la garganta llamando la atención de ambas. La rubia me miró curiosa y Avery giro los ojos irritada.

 

— Hola. — saludo la rubia con una sonrisa. — Tiempo sin verte Camila, digo solo nos conocimos una vez, pero… bueno no importa. Te espero afuera Preston, creo que ustedes necesitan hablar.

 

— No tardaré Hannah, así que ten. — Avery se puso de pie y le dio las llaves de su auto. — Para que no tengas que cargar con tus cosas.

 

La rubia asintió y salió.

 

— Es linda. — atine a decir mientras Avery seguía dándome la espalda y guardaba unas cosas en su casillero.

 

— Si y me está esperando así que empieza a reclamarme que no tengo todo el día.

 

— No actúes como si no lo merecieras.

 

Avery soltó una risa irónica y me miró con una sonrisa incrédula.  

 

— Bueno entonces dime tú, ¿que hice esta vez? Porque desde mi punto de vista yo solo deje que Antonio se fuera conmigo porque claramente no quería pasar tiempo con tu noviecito.

 

— No le digas así. Brody solo quería pasar tiempo con Toni, no sé qué pasó o qué hiciste que él de un momento para otro cambiará de opinión.

 

— No le dije nada, al contrario, traté de no hacerlo.

 

Ignore ese comentario, más por el hecho de que yo estaba molesta y la actitud de Avery no me ayudaba en nada.

 

— ¿Sabías que Brody solo tiene hermanas? Él Las ama y mucho, pero él siempre quiso un hermano, para jugar con él y hacer cosas de chicos, como ir a la zona de bateo.

 

— ¿Se te hace triste eso?

 

— Pero claro que sí, me lo dijo tan vulnerable y estaba tan emocionado por llevarse bien con Antonio. Tener un hermano. Pero tal vez es algo que tú no puedas llegar a entender.

 

Avery se acercó hacia mí y parecía tratar de intimidarme, pero le sostuve la mirada y no retrocedí ni un paso.

 

— No, quizás no lo entiendo. No tengo hermanos, mi madre murió y mis amigos de secundaria se alejaron de mí debido a mi condición sexual. Pero digo, ¿Tú cómo podrías saber eso, cierto? — con cada palabra que soltaba, menos la reconocía. Y algo en mí se puso en alerta, tanto que empecé a retroceder, pero ella avanzaba y así hasta que choqué con una pared. — Si vamos a hablar de sufrimiento, ¿por qué no empezamos por ahí? ¿Por qué no mejor hablamos del hecho de que no has ido a mis últimos dos partidos? No fuiste a despedirte de mis abuelos, no estuviste cuando me puse a llorar como una nena por qué tú más que nadie sabe que no me gustan las despedidas. No estuviste y no has estado, si vamos a hablar de reclamos mejor ven y reclámame por algo que yo te haya hecho a ti directamente, como lo estoy haciendo yo. — sus palabras eran duras y su cuerpo estaba tenso, mientras yo me sobrecogía ante su postura. No podía negar mi culpa ante tales hechos. —  Pero claro, tú tenías que venir para ver por Brody. El pobre ha sufrido tanto. — su mandíbula parecía tensa y sus ojos filosos traspasaban los míos de una manera fría. Pero fue una lágrima la que logró que su imagen aterradora cambiará a una de dolor. —  Mejor dile que si tiene algún problema que venga a buscarme, por qué yo contigo ya no tengo nada más que decir. De todas formas, no es como que tengamos mucho de qué hablar estos días. — se separó limpiándose las lágrimas que salían de sus ojos y tomó su mochila, pero me miró una última vez. — ¿Eso también se te hace triste? — preguntó para después pasar como si nada y salir.

 

Yo en cambio me mantuve quieta sintiendo un nudo en la garganta, totalmente muda. No fue hasta que cerró la puerta que pude soltar el sollozo que estaba reteniendo. Me dejé caer al piso aún con mi espalda en la pared y cubrí mi rostro con mis manos, sintiéndome la peor persona del mundo. Es difícil cargar con la culpa si te llega de golpe.



--



— Camila llevas más de media hora ahí encerrada. El doctor Manson nos pidió que fuéramos a revisar a los lobeznos y sabes que apenas y puedo con uno yo sola. — escuché a Amanda decir mientras yo me secaba las lágrimas y trataba de limpiarme la cara.

 

Habían pasado solo tres días desde lo que pasó en los vestidores entre Avery y yo; y las cosas no podrían ir peor. Avery me ignoraba, mi hermano seguía molesto conmigo, y pareciera que tanto Jax como las compañeras de equipo de Avery estaban totalmente de su lado, lo que era un obstáculo cada que intentaba hablar con ella.

 

Mi relación tampoco iba de lo mejor, desde lo que pasó, Brody y yo hemos estado distantes. Y es que no podía verlo sin pensar en lo que le había hecho a Avery.

 

— ¡Voy! — anuncie viendo una última vez mi reflejo.

 

Cuando salí Amanda me miró preocupada.

 

— No puedes seguir así Camila, cada vez pareces más cansada.

 

Eso era en definitiva por la falta de sueño causada por la culpa.

 

— Es que no puedo hacer nada, no quiere hablar conmigo y con razón, fui una idiota egoísta.

 

— Habrá algo que podrás hacer. — dijo tratando de animarme. — Si quieres, puedo ir a hablar con ella ya que parece que solo te está evitando a ti.

 

— Gracias, pero no. No te ofendas Mandy, pero no le agradas mucho que digamos y sé que ella a ti tampoco. No sería justo de mi parte ponerte en esa posición.

 

— Soy tu amiga Camila. Esto no puede seguir así. Tú no puedes seguir así. Avery tiene que entender que somos humanos y cometemos errores, lo importante es que estemos dispuestos a enmendarlos. — se acercó a mí y me sonrió. — Confía en mí.

 

Suspiré. La verdad es que a este punto ya estaba desesperada y mi lista de opciones era inexistente.

 

— Está bien, no creo que las cosas puedan empeorar de todas formas.



Avery POV

 

Escuché que alguien tocaba la puerta de mi departamento y me apresuré a vestirme. Al parecer había estado perdiendo el tiempo.

 

— Pasa Sam, ya casi estoy lista. — dije mientras agarraba una simple camisa gris.

 

— ¡Por qué estás desnuda!

 

No era Samantha, y cuando mire note a Amanda tapándose los ojos con sus manos. Entrecierre los ojos y me coloque la prenda.

 

— En primera, solo estaba sin camisa y en segunda, estaba esperando a alguien más. — dije ya estando frente a ella quien se quitó las manos de los ojos. — ¿Qué haces aquí?

 

Amanda me miró con seriedad y se cruzó de brazos.

 

— Es Camila.

 

— En ese caso déjame ahorrarte tiempo. Vete que no pienso hablar con ella ni contigo. — me gire dándole la espalda buscando mi celular.

 

— No me iré.

 

— Pues yo sí, voy a salir a una fiesta así que solo te pido que no entres a mi habitación, a menos que quieras un trauma o algo parecido. — tome mis llaves y me coloque una chaqueta de mezclilla ignorando la presencia de Amanda. Debido a las circunstancias lo mejor sería esperar a Samantha fuera del edificio.

 

— ¿La fiesta de Gregory? — preguntó a lo que asentí indiferente. — Me habían invitado, pero no pensaba ir, creo que va a haber un cambio de planes.

 

— Haz lo que quieres solo sal de mi casa. — le pedí a lo que ella simplemente asintió con una sonrisa.

 

— Te veo ahí Preston. — dijo saliendo no sin antes despedirse con la mano.

 

¿Qué se traía esa loca?



--


Amanda se estaba convirtiendo en un martirio. No se alejaba de mí por más de un metro y lo peor es que no decía nada, solo se quedaba ahí como una acosadora psicópata. Pero yo hacía lo mejor por ignorarla, hablaba con mis amigos, bailaba con algunas chicas y bebía de mi vaso de cerveza de vez en cuando.

 

— ¿Vas a ignorar mi presencia durante toda la noche? — cuestionó mientras yo me servía más cerveza.

 

— Es más fácil de lo que crees. — le respondí encogiendo los hombros.

 

— ¿Se te ha hecho fácil ignorar a Camila?

 

Ante esa pregunta apreté la mandíbula tratando de contenerme.

 

— No te recomiendo ir por ahí. — le advertí.

 

— Está mal, no come, no duerme, casi no habla conmigo. Si no fuera porque la vi ayer diría que dejó de existir.

 

— No sabes nada.

 

— Sé lo necesario. Ella lo hace Avery, sabe que te lastimo y está deshecha por eso. Solo quiere poder hablar contigo y pedirte perdón, y yo no sé si ella pueda seguir así.

 

— Escucha, sé que eres su amiga y te sientes mal por ella, pero solo conoces su parte de la historia y por eso yo soy la mala.

 

— Entonces cuéntame tu parte de la historia, estoy dispuesta a ayudar a las dos. — soltó decidida.

 

La mire sorprendida, por qué para nada esperaba esa respuesta de su parte. Pero antes de que pudiera decirle algo, Carly, una compañera de voleibol se acercó a mí.

 

— Debes irte, hay un chico que te está buscando y no se ve nada contento. Según él, te acostaste con su novia.

 

A lo lejos Carly pudo señalar al chico y lo reconocí de inmediato. Trague saliva. Tenía que salir de aquí lo antes posible.

 

— ¿Dónde está Samantha?

 

— Subió al segundo piso con su novia, no creo que vaya a bajar pronto.

 

— Demonios. — murmuré.

 

— Creo que va al gimnasio más de lo que debería. — dijo Amanda mirándolo.

 

— Tengo que irme antes de que…

 

— ¡Hey tú maldita zorra!

 

Un poco de cardio tampoco parecía tan mala idea, así que corrí, pero un cuerpo evitó mí huida tirándome al suelo.

 

— No tan rápido idiota. — dijo un tipo robusto que me miraba con diversión.

 

— Está vez no huiras. — dijo el chico del que realmente estaba huyendo.

 

Me tomo de la camisa y me levantó sin esfuerzo. Parecía bastante complacido y yo simplemente trate de mantener la calma.

 

— Sabes casi todo el mundo dice que la violencia no resuelve nada, yo soy una de ellos, por cierto. — dije aún con él sosteniendo mi camisa.

 

— Yo no. Arreglemos eso entonces.

 

— Claro, podemos hablarlo, solo necesitas soltarme.

 

— No, no me entendiste.

 

Antes de que pudiera responderle sentí un fuerte impacto chocar con mi cara. Juro que logré escuchar el grito de Amanda antes de recibir otro y caer al suelo.



--



— Creo que está despertando. — oí el eco de una voz decir.

 

Abrí los ojos de apoco y sentí el resplandor de una luz chocar contra mis ojos haciendo que los volviera a cerrar. Tenía una ligera pulsación en la cabeza y lleve una de mis manos hacía mi frente.

 

— Amanda. ¿Puedes ir a decirle a mi mamá que ya despertó?

 

Ante el sonido de esa voz abrí los ojos de manera inmediata y me incorporé lo más que pude. Ahí estaba ella, mirándome como si estuviera preocupada, pero ya a estas alturas poco le creía.

 

— ¿Te duele algo? — preguntó.

 

— ¿Dónde estoy? — pregunté ignorando su pregunta.

 

— Amanda te trajo a mi casa, te desmayaste por el golpe, pero creo que no es nada serio. No quita el hecho de que me hayas dado un buen susto. — dijo, riendo un poco con eso último.

 

Intenté levantarme, pero sentí un ligero mareo inmediato y solté un gruñido.

 

— Maldito mastodonte. — murmuré.

 

— Tienes que tomártelo con calma. — me dijo Camila tomando mi hombro.

 

— No me toques. — dije entre dientes alejándome de su tacto.

 

No quise notarlo, pero sus ojos se llenaron de tristeza y agachó la mirada mordiendo su labio inferior. Pareciera que estaba aguantando el llanto.

 

Pero la verdad era que no podía esperar a que yo reaccionara de otra manera, de cualquier forma, no fui yo la que nos llevó hasta aquí. Así que no, ni yo podía explicar está culpa que estaba sintiendo y ni ella podía culparme por mi reacción. Vaya dilema el que venía.

 

 

 

 

 

Notas finales:

... 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).