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La marca del lobo por Kuroyami Mirai

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Notas del capitulo:

Perdón por tardar tanto. Mi teléfono odia Amor Yaoi y no me deja trabajar en algunas opciones, y como tengo mi lap averiada y en reposo, pues meh :v

 

No me odien, por favor. Me predispuse un poco por esto y terminé visiándome con wattpad que me funciona muy bien gracias a la apk.

 

En fin, disfruten del cap que ni sé como logré colgar. También perdonen por no responder sus comentarios. Los he leído todos, pero me cuesta responderlos por alguna razón.

 

También arreglé el error del capítulo pasado. Gracias a quienes me avisaron. Ya saben, mi teléfono odia Amor Yaoi. -_-

 

Disfruten del capi!

Sasuke no podía respirar mientras las palabras de Jûgo se repetían en su cabeza.

 

¿Rasuke muerto?

 

¡No! No podía ser.

 

Su hermano no podía haberse ido. Él no podría. Rasuke era todo lo quehabía dejado y él había jurado ver a su hermano entero otra vez. Aulló del dolor que se deslizaba por su corazón y lo hizo tambalearse. ¿Cómo podríahaber pasado? ¿Cómo podrían haber llegado a Rasuke?

 

Jûgo sostuvo su mano sobre su hombro que sangraba mientras jadeaba de dolor.- Intentamos salvarlo, Sasuke. Hicimos todo lo que pudimos.

 

Sasuke lo miró airadamente mientras luchaba contra las lágrimas de cólera y agonía. Haría todo lo que pudiera para asegurarse que los lobos pagaran por eso. Larabia hervía a fuego lento profundamente en su alma. No había ningún poder sobre estatierra que pudiera protegerlos ahora.Ningún lugar que los mantuviera a salvo de su ira.Él los tendría a todos, incluyendo a su padre.

 

Su visión se oscureció, Sasuke se dirigió a la puerta sólo para encontrar a Zabuza delantede ella. Él entregó a su hija a su esposo.-¿A dónde crees que vas?

 

-A matarlos.

 

Zabuza se afirmó como si supiera que estaba a punto de pelear con él.-No puedes.

 

-Mírame-Sasuke intentó transportarse de la casa sólo para encontrar que él no podía-.

¿Qué diablos?

 

-No voy a dejarte suicidar-dijo Haku severamente. Entregó su hija a suprima, luego avanzó para estar de pie al lado de su marido-. No te dejaremos haceresto.

 

Sasuke estuvo tentado de revertir el hechizo de sujeción de vuelta a Haku, pero no quisohacerle daño. El doncel no tenía ninguna idea con lo que trataba y no sabía cuan fácilmente podríaromper sus poderes dejándolo a él intacto.

 

-No eres tan fuerte como piensas que eres,Haku. Libera mis poderes.

 

-No. La venganza no es la respuesta.

 

-La venganza es la única respuesta-dijo Jûgo detrás él-. Déjele ir.

 

Algo extraño atravesó a Sasuke con eso. Una extraña fisura... Él se dio vuelta para mirar a Jûgo.El hombre detrás de él se parecía al osolykos. Él era de la misma altura yconstitución.Pero estaba sangrando...Él estaba herido.

 

Sasuke hizo una pausa mientras registraba esos hechos en su mente. Para los Lykos,era casi imposible mantener su forma humana mientras estaban heridos. Sólo el más fuertede los fuertes podría hacerlo. Y por lo general esto se hacía sólo cuando no tenían ningunaotra opción excepto armonizar con el reino humano o ponerse en peligro al ser descubiertos.Mantener la forma humana en aquellas circunstancias drenaba sus poderes y agotaba sufuerza, tanto física como mágica. Esto los hacía sumamente vulnerables de ser atacados ymorir.

 

¿Por qué Jûgo haría tal cosa?

 

Incluso bajo la mejor de las circunstancias, Jûgo odiaba tomar forma humana. Enrealidad, Jûgo odiaba a todos y a todo. ¿Por qué los osos le enviarían con estas noticias?

¿Por qué Jûgo vendría?

 

Sasuke estrechó sus ojos mientras un mal presentimiento le sobrevenía.-¿Quién eres tú?

 

El “oso” le miró fija e inexpresivamente.-Sabes quién soy.

 

-Zabuza, protégelos-gruñó Sasuke, refiriéndose a los donceles mientras tomaba sus poderes deHaku.

 

Haku gritó, pero Sasuke no vaciló mientras comprendía lo que enfrentaba.

 

-Zetzu-gruñó, curvando su labio al espíritu rector de su especie.

 

El espíritu se rió.-Tú eres intuitivo, lobo.

 

Hinata comenzó a recitar un hechizo de desaparición en latín. El demonio alargó su manoy la aplastó contra la pared lejana.Sasuke lo agarró aproximadamente por el medio e intentó aplastarlo de golpe contra elmarco de la puerta del vestíbulo. Antes de que pudiera hacerlo, Zetzu desapareció ydejó que golpeara contra el marco con su hombro.

 

Sasuke gruñó con ira por la frustración y el dolor mientras su hombro completo le dolía.

Sin detenerse, conjuró su teléfono celular y llamó a La Guarida.

 

-Choza-dijo él en cuanto Papá Oso contestó la llamada-. ¿Rasuke todavía estávivo?

 

-Desde luego. Estoy en el cuarto con él y Karin ahora mismo.

 

-¿Estás seguro?-preguntó, pensando sólo en su hermano y su miedo de dejar a Zabuza y a los donceles sin protección.

 

-Sí. Lo estoy tocando, está vivo y relativamente bien.

 

Sasuke cayó sobre sus rodillas por el alivio.Rasuke estaba vivo.

 

-Protégelo-le dijo él en un tono bajo y quebrado-. Alguien ha llamado a Zetzu.

 

El oso comenzó a maldecir entre gruñidos.-No te preocupes- dijo-. Nadie hará daño a tu hermano. Si el demonio de Zetzusemuestra por aquí, ese será el último error de su vida.

 

Sasuke oyó que ordenaba a Karin que trajera a dos de los habitantes de La Guarida para proteger a Rasuke.

 

-Gracias, Choza.

 

Él colgó el teléfono para ver a Haku arrodillarse al lado de su prima quien ahora seestaba sentando, frotándose la cabeza.

 

Hinata limpió la sangre de su nariz mientras maldecía en un susurro.-Realmente odio a los demonios-refunfuñó ásperamente.

 

Sasuke extendió su mano con poderes y la curó a ella y la pared.Los ojos de Hinata se ensancharon antes de ponerse de pie.

 

-¿Estás bien, Hina?-preguntó Haku mientras miraba de su prima a su ahorareparada pared.

 

Hinata asintió.

 

Sasuke se elevó despacio. Su mirada fue hacia Naruto, quien se sentó sobre el sofá mirándolo.

 

-¿Te hice daño, Haku?-preguntó Sasuke sin sacar sus ojos de su compañero.

 

-Eso no fue exactamente cómodo-dijo Haku-. Podrías haberme advertido antes dedar el tirón.

 

-Lo siento. No había tiempo.

 

-¿Qué pasó?-Naruto preguntó en voz baja. Se sentó sobre el sofá como si estuviera en trance.-¿Qué es lo que pasa aquí?

 

Sasuke cambió una mirada incómoda con Haku y Zabuza. ¿Cómo iba a explicarle esto?Zabuza recogió a su hija, quien no parecía en lo más mínimo afectada por el hecho que un espíritu demoniaco acabara de visitarlos. Por otra parte, ella estaba jugado con las muñecas comoantes. Para ella tales cosas eran probablemente acontecimientos de todos los días.

 

Zabuza fue hasta Haku y Hinata.-Creo que nosotros deberíamos ir a la cocina yponer algo de hielo en tu dura cabeza.

 

-Déjame, Dientitos, o vas a necesitar algo de hielo para tu ingle-dijo Hinata mientrasencabezaba el camino hacia la cocina.

 

Sasuke esperó hasta estar solo con Naruto.Éste tenía que ser el momento más incómodo de su vida entera. Él ni siquiera sabía pordónde comenzar. Pero al menos no tenía miedo de él en este momento.Eso era algo, por lo menos.

 

Naruto se sentó allí en atontada incredulidad mientras intentaba hacerle tener sentidoa...a... Él ni siquiera sabía cómo llamarlo. No estaba seguro de lo que acababa de ver. Todo había pasado demasiado rápido. Elgolpe en la puerta, seguido de un hombre ensangrentado quien acababa de desaparecer en lanada.

 

Se sentía desconcertado, y en el fondo de su mente, pensaba que podría estar en elprograma Cámara Oculta. ¿Se seguía haciendo Cámara Oculta?Tal vez este era algún reality show nuevo.Cómo Hacerle Perder la Razón en una Tarde. Sin dudas tendría una gran audiencia.

 

Sus pensamientos divagaban mientras luchaba por enfrentarse a esos extrañosacontecimientos.

 

-Zabuza dijo que no eras un asesino serial sicótico-Esto le sonó estúpido hasta para él mismo, pero no sabía que más decirle.

 

-No-dijo Sasuke en voz baja, mientras se paraba delante de él-. Pero no soy humano,exactamente.

 

La voz enojada de Hinata resonaba desde la cocina.-¿Qué quieres decir, que él es unjodido perro?

 

Ambos se giraron cuando Hinata se precipitó en el cuarto

 

-¿Eres un perro?-preguntó a Sasuke.

 

-Lobo-corrigió Sasuke.

 

Naruto se levantó y puso el sofá entre él y Sasuke. Esto no era eral.No. Esto era un sueño. Se había golpeado la cabeza. Algo.

 

-Jesús- dijo despectivamente Hinata-. Yo debería haberlo sabido aquella nochecuando estabas fuera del restaurante. Pensé que parecías demasiado simpático para elpromedio de las bestias.

 

Zabuza entró en el cuarto e intentó llevar a Hinata de regreso a la cocina.Hinata se le escapó de entre las manos.

 

-Naruto me necesita. Él no está acostumbrado a tus imbéciles amistades.

 

-Tengo que ir a casa- dijo Naruto mientras una extraña lucidez caía sobre él. Era comosi su mente rechazara todo lo que se había enterado.

 

Sasuke un perro...

 

Sí, claro. Bien, la mayor parte de hombres eran perros, pero esto sólo hablando ensentido figurado.No. Este era un sueño extraño. Sasuke la había drogado durante el almuerzo y ahoraestaba alucinando. Cuando se despertara, definitivamente lo denunciaría a la policía.

 

Se movió hacia la puerta sólo para hacer que Sasuke se materializara delante de él.-No puedes marcharte.

 

-Oh, sí puedo- le gritó con ira-. Esta es mi mala y sicótica ilusión y puedo hacer loque quiera en ella. Sólo mira. Voy a convertirme en un pájaro ahora...

 

Okey, no lo consiguió.

 

Naruto esperó durante un minuto completo.- ¿Por qué no soy un pájaro? Quiero ser unpájaro.

 

-Porque no estás soñando- dijo Sasuke, colocando sus manos sobre sus brazos-. Esto esreal, Naruto. En cada uno de sus jodidos aspectos.

 

-No, no, no- insistió-. Esto no es real. Lo rechazo todo. Tengo...- Naruto se detuvoa la mitad de la oración cuando vio a Zabuza pasar por delante para ver a su hija.

 

La pequeña entraba en el cuarto gateando. El bebé se detuvo cerca del sofá, y se sentó, riendo.Ella extendió su diminuto brazo y su vasito con sorbete que estaba sobre la mesa voló hacia su mano extendida.- Vaso, Papá- dijo ella felizmente aun cuando la bebéera demasiado pequeña para hablar.

 

-Sí- dijo Naruto mientras la bebé bebía sorbos de jugo y Zabuza recogía a su hija delpiso-. Soy definitivamente el remo corto del bote.

 

Comenzó a pasar a Sasuke y él tiró de su brazo para detenerlo.-Por favor, Naruto, tienes que escuchar porque tu vida está en peligro, pero no por mí.

 

Examinó esos magnéticos ojos color escarlata y se preguntó si la imagen de élera parte de su alucinación, también.Tal vez nada de esto jamás había pasado. Tal vez estaba todavía en la cama con Neji ytodo esto había sido un muy largo e inusual sueño.

 

Sacudió su cabeza a Sasuke.- No puedo aceptar lo que acabo de ver. Esto no esposible.

 

Él sostuvo su palma con el mismo tatuaje que la suya.- No sé cómo ayudarte a aceptaresto. Lo increíble ha sido parte de mi vida desde el momento que nací. Yo…

 

Sasuke suspiró, dejando caer sus manos de sus brazos y sacando su teléfono celular otravez y marcó.

 

¿Estaba haciendo una llamada? ¿Ahora?

 

¿Sí, por qué no? Eso tenía más sentido que todo el resto.

 

¿Qué había comido para la cena? Debía haber sido algo excelente. Mejor tomaba notapara no comerlo otra vez.

 

La mirada fija de Sasuke permaneció sobre él.- Kakashi, necesito un favor. No meimporta lo que cueste. Estoy en la casa de Zabuza con mi compañero y te necesito aquí paraprotegerlo hasta que quede liberado de mí.

 

-¿Compañero?- repitió Naruto- ¿Como “amigo”?

 

-Como “esposo”- dijo Hinata.

 

Naruto quedó boquiabierto.- No estoy casado.

 

Sasuke colgó el teléfono.- No, no lo estás, Naruto.- Él tomó su mejilla con una manocálida y le dirigió una mirada de triste deseo.- Nadie va a hacerte nada que noquieras hacer, ¿está bien?- Él acarició su pómulo con su pulgar.- Permanece aquí, donde las cosas son en su mayoríanormales y donde estarás a salvo durante las dos próximas semanas, y yo no te molestaré otra vez. Lo juro. Solamente mantente a salvo por mí.

 

Era difícil tener miedo de un hombre que lo miraba del modo en que Sasuke lo hacía en esemomento. Con aquella sinceridad que quemaba profundamente en su mirada. Con tal imagende anhelo y necesidad.

 

Estaba desconcertado. Asustado.

 

-¿Qué eres tú?- preguntó.

 

Él bajó la mirada, suspiró, luego tomó un profundo aliento y levantó su cabeza.Naruto jadeó cuando vio que la mitad de su cara estaba cubierta de un tatuaje negro profundo,con la forma de un fuego corrosivo.

 

-Soy humano- dijo él en un tono atormentado-. Y no lo soy- Él dejó caer su mano de su hombro-. Yo nunca conocí la suavidad- suspiró-, no hasta el momento en que metocaste en tu tienda. Mi vida es violenta y peligrosa. Es oscura y retorcida y no es lugarpara alguien como tú. Tengo más personas que me quieren muerto que las que puedo contar.Ellos no se pararán ante nada, y tú...- Él rechinó sus dientes antes de volver a hablar-. A tinunca volverá a faltarte nada otra vez en tu vida. Lo juro sobre el pedazo de almahumana que he dejado.

 

Él se distanció y se dirigió a la puerta.- Cuida de él por mí, Zabuza.

 

Entonces se fue.

 

Naruto se sintió agotado por su repentina ausencia, y por motivos desconocidos, sucorazón le dolía.

 

Miró a Hinata, que tenía lágrimas en sus ojos.- Perro o no perro- dijo Hinata-.Esto fue...- Ella se precipitó al lado de Naruto y lo impulsó hacia la puerta-. No lo dejesmarcharse, Naruto. Ve por él.

 

Y no tenía que decir aquellas palabras; Naruto ya se había dirigido a la puerta.-¡Sasuke!- le llamó, buscándolo.

 

No había ninguna señal de él por ningún lado.

 

-¡Sasuke!- lo intentó otra vez, aún más fuerte esta vez.

 

Sólo la humedad, el aire fresco le respondieron.

 

Se le rompió el corazón, volvió a la casa y chocó con Hinata.- No puedo creer queyo lo dejara ir.

 

-No puedo creer que el idiota se fuera.

 

Naruto entró en pánico cuando oyó aquella voz. Esa no era la de Hinata. Era el demonio.Zetzu.

 

En un abrir y cerrar de ojos, todo se puso negro.

 

 

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Sasuke caminaba por la calle alejándose de la casa de Zabuza, haciendo todo lo posible paraignorar la llamada de Naruto. Su corazón se hacía pedazos ante la idea de perderlo. Él había hecho lo correcto. Lo había dejado ir. ¿Entonces porque dolía tanto?

 

Y esto realmente dolía. Esto dolía y quemaba profundamente dentro de su corazón hastaque él estuvo seguro de que no podría soportarlo.

 

Era para mejor.

 

Naruto era humano y él...

 

Él era el lobo que lo amaba. Sasuke maldijo la realidad de aquella declaración. Él queríadesesperadamente negarlo y no podía. Naruto era todo para él.No había nada en ese chico que él cambiaría. Le gustaba el modo en que lo miraba como siestuviera loco. La forma en que tarareaba en voz baja mientras quitaba el polvo de lasestanterías. La forma en que siempre se aseguraba de compartir su comida con él.

 

La forma de sentirlo entre sus brazos cuando alcanzaba el orgasmo, y el sonido de su vozsin aliento cuando decía su nombre durante las convulsiones cuando culminaba.Infierno, hasta le gustaba la forma en que se apropiaba de las sábanas.

 

-Oh, a la mierda con esto- gruñó él. Él no iba a dejarlo ir.

 

Él lo amaba y él no iba precisamente a irse. No sin luchar y no sin al menos decírselo.

Él giró y se dirigió de nuevo hacia la casa.

 

-¡Sasuke! Ven rápido.

 

Él hizo una pausa ante la profunda voz de Zabuza. En la urgencia que él oyó en el tono delantiguo Lord Vampiro.Destellando de regreso a la casa, Sasuke se materializó en el vestíbulo para encontrar a Zabuza allí con su hija y Hinata. Naruto no estaba en ninguna parte.

 

Un mal presentimiento lo consumió.- ¿Dónde está Naruto?

 

-Zetzu se lo llevó- dijo Hinata.

 

El animal dentro de él saltó y gruñó por venganza. Él extendió la mano y no encontró nadaen el aire. Ningún olor, ningún rastro.Eso no importaba. Zetzu había tomado a su compañero.

 

Sasuke lo encontraría, y cuando lo hiciera, habría un demonio menos en el universo.

 

 

 

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Naruto quiso gritar, pero no podía. Sus cuerdas vocales parecían estar paralizadas.La vista le volvió tan de repente que le hizo daño en los ojos. Parpadeó para encontrarse dentro de lo que parecía una vieja cabaña o casa dealguna clase. Era larga y estrecha con un antiguo fuego ardiendo libre sin chimenea o unaverdadera contención.

 

-No tengas miedo- dijo Zetzu, liberándolo.

 

Se paseó alrededor de él. En vez del enorme sujeto pelirrojo que había sido más temprano, ahora era un hombre alto, de cabellos cortos y puntiagudos. Su piel era muy pálida en un lado de su cuerpo, y muy negra en el otro.

 

El sujeto suspiró mientras caminaba hacia la puerta y la abría.-¡Mikoto!- llamó, entonces lo miró de nuevo y olisqueó como un animal. Sus caninos eran largos colmillos, que sobresalían de su boca cuando habló-. Nadie va a hacertedaño, renacuajo.

 

Naruto se estaba seriamente cansando de que la gente le dijera eso.- ¿Dónde estoy?

 

-No te preocupes. Estás a salvo aquí.

 

-Yo estaba a salvo donde estaba- . En cierta forma, digamos.

 

¿Qué tipo de jodida alucinación era esta? Si estuviera por perder la cabeza, por muchopreferiría perderla con Sasuke que con ese monstruo.

 

El demonio se corrió para dejar pasar a una hermosa mujer que le recordaba auna joven top model, sólo que esta mujer tenía tres atroces cicatrices sobre su cara y cuello que hacían que la de Hinatapareciera una burla.

 

Debajo de las cicatrices, la mujer llevaba un tatuaje rojo muy similar en diseño al deSasuke.Ella no parecía tener más de unos veinticinco años y aun así, la mujer se movía con elporte de una majestuosa reina. Ella entró en el cuarto como si le perteneciera y desafiaría acualquiera que cuestionara su autoridad.

 

Su largo cabello negro estaba recogido en un moño con un interesante diseño tradicional y adornado con una tiara de oro decorado con lo que parecía ser diamantes muygrandes, rubíes, y zafiros.

 

Naruto miró con el ceño fruncido la ropa de la mujer. Ella llevaba algo que parecía sersacado de un episodio de El Samurái. Esta era una armadura de oro que cubría su torso, perodejaba sus brazos desnudos, excepto por mangas y muñequeras de oro muy acordes con las que llevaría un samurái de la época. Su falda de un verde oscuro era voluminosa y con muchas capas.

 

Lo más impresionante, la mujer tenía una katana en su cadera, un arco, y un carcaj con flechas atadascon una correa a su espalda.Oh sí, Naruto decidió que estaba definitivamente chiflado. Su mente se había quebradocompletamente. Tal vez hasta estaba muerto.

 

Ahora mismo, estaba a punto para más o menos cualquier explicación. La top model, o Mikoto, como el demonio la había llamado, escudriñó a Naruto.- ¿Él te ha hecho daño, niño?

 

Naruto miró al demonio.- Defina “daño”. Quiero decir, realmente no quería ser traído aquí, a cualquier parte donde aquí sea.

 

-No Zetzu- dijo Mikoto en forma instantánea con un acento diferente a cualquieraque jamás hubiera escuchado Naruto-. El otro. El lobo bastardo. ¿Él te hizo daño?

 

Naruto estaba doblemente confundido.- ¿Quiere decir mi mascota lobo o mi novio quepiensa que es un lobo?

 

Mikoto agarró su mano y la llevó hasta su cara.- El que se emparejó contigo. ¿Él te violó?

 

-No- dijo Naruto enérgicamente mientras tiraba del brazo que le sostenía la mujer-. Él nome hizo nada.

 

Mikoto soltó un suspiro aliviado, luego asintió al demonio.- Llegaste a tiempo.Gracias, Zetzu.

 

El demonio inclinó su cabeza a Mikoto.- Estamos a mano ahora- Él desapareció alinstante y los dejó solas.

 

Mikoto no pareció ni un poco afectada por la singularidad de aquella acción.Ella presentó su mano a Naruto.- Ven, niño. Yo te tendré en la mansión donde todospodemos protegerte mientras lleves la señal de apareamiento.

 

Su primer instinto debía ser escapar, pero Naruto se obligó a tomar la mano de la mujer.

¿Qué diablos? Ya había perdido la cabeza. Lo menos que podría hacer era ver dondeeste episodio sicótico iba a llevarlo.Con un poco de suerte, este sería algún lugar más agradable y más caliente que estecuarto.

 

Naruto se rió del pensamiento.- ¿Has visto alguna vez la serie de Masashi Kishimoto donde los ninjas tienen poderes que les permite viajar entre dimensiones y todo eso?

 

Mikoto movió su cabeza.- ¿Quién es Kishimoto? ¿Es un Lykos también u otra clase deLykos?

 

Naruto se puso un poco molesto porque su escolta con poderes mágicos no tenía ni idea dequien era Kishimoto, lo cual demostraba que no conocía su serie favorita.- No importa. Obviamente esta es mi propia versión y medespertaré realmente pronto en mi celda acolchada.

 

Mikoto lo soltó mientras dejaban el cuarto.Naruto la siguió fuera de la choza sólo para encontrarse en medio de lo que parecía ser unvalle verde con montañas que se elevan alrededor de ellas. Esto era encantador, aunque másbien frío para su gusto.

 

Cómo lo habían llevado allí, no tenía ni idea. Esto no era Konoha, que era dondehabía estado hacía cinco minutos.Incluso más extraño, todo el mundo alrededor estaba vestido con ropa antigua yhablaba con un deje de respeto que lo llevaba a recordar todos esos seriales históricos.

 

Y cada persona cerca hacía una pausa para mirarlos fijamente mientras pasaban. El silencio se establecía instantáneamente. Misteriosamente. Las mujeres en el improvisado pozo. Aquellos donceles que llevaban cestas y charlaban. Incluso los niños dejaron dejugar.

 

Pero eran los hombres quienes capturaron la atención de Naruto, sobre todo ya que cadauno se detenía y se daba vuelta para mirarlo fijamente como si fuera su objetivo o supresa.

 

Comprendió cada persona en este pueblo eraliteralmente un magnífico e impresionante espécimen de la fisiología humana. Esto eradefinitivamente un sueño o una alucinación de alguna clase. Espectaculares músculos, espléndidos rostros. Si nolo supiera mejor, pensaría que había caído en el agujero de conejo de las extras deHollywood.

 

Naruto siguió a Mikoto a un gran edificio de madera que le recordó en algo a una películadel Shinsengumi. En cuanto Naruto entró, se encontró rodeado por magníficos hombres, algunos de loscuales en realidad lo olieron.

 

-Disculpa- dijo, apartándolos-. Esta es mi fantasía y yo preferiría que nohicieran eso.

 

Un hombre alto y de cabello castaño levantó su cabeza de una manera que le hizo recordar a un perro.Él dirigió una fulgurante y cortante mirada a Mikoto.- ¿Por qué trajiste a la puta de un lykos aquí?

 

Mikoto separó a Naruto de los hombres y se puso a sí misma entre ellos.- Este chico no es unaputa. Es unhumanoaterrorizado que no entiende que le ha pasado. Él piensaque se volvió loco.

 

El hombre se rió.- Creo que nosotros deberíamos enviarlo de regreso a sucompañero de la forma que los Lykos nos envían a los nuestros- Él dioun paso hacia Naruto.

 

Mikoto sacó la espada de su cadera en un movimiento grácil y mortal y lo apuntó con ella.- No me hagas matarte.Lo traje aquí para protegerlo.

 

-Entonces cometiste un error.

 

Mikoto estaba horrorizada.- Somos humanos.

 

-Siempre- él estuvo de acuerdo, deslizando una peligrosa y satisfecha sonrisa haciaNaruto-. Y yo busco venganza lo mismo que tú, mi princesa. Mi compañera está muerta por elabuso que sufrió. Digo que se lo devolvamos del mismo modo multiplicado por diez.

 

Mientras los hombres comenzaron a adelantarse, un aullido sonó.Todo el mundo se congeló.Naruto se dio vuelta para ver que la puerta se abría. Un anciano dio un pasopor ella. Su pelo era blanco y él llevaba una túnica larga que le recordaba al mago de El señor de los anillos. A su lado estaba un gran lobo gris y marrón.

 

Como Mikoto, la mitad de la cara del anciano estaba cubierta con un misterioso tatuaje.- ¿Qué pasa aquí?

 

-Suplicamos la restitución moral, Jefe Madara- dijo el hombre de antes-. Tu hija ha traído al compañero de un Lykos a nuestra manada. Lo queremos.

 

El anciano le dirigió una mirada de censura a Naruto, y luego miró a Mikoto.

 

-Tenía que hacerlo Padre- dijo Mikoto mientras bajaba su espada-. No había ningúnotro camino.

 

El anciano ordenó a los demás que los dejaran solos.Los hombres lo hicieron muy de mala gana. Pero antes de que ellos se marcharan, algunosaullaron como animales. Los otros miraron hacia atrás con expresiones que prometían queellos tenían la intención de renovar esa discusión.

 

Por primera vez, Naruto estaba asustado. Algo no estaba bien en esta “fantasía”.Si no lo supiera mejor, juraría esto era real. Pero no podía ser.

 

¿Podía serlo?

 

Una vez que estuvieron solos, el anciano los condujo hacia la mesa más apartada en elcuarto; que estaba sobre una tarima. Cuatroenormes cojines como asiento. La masa tenía en el centro un enorme lobo tallado a mano.

 

-¿Qué estabas pensando,Mikoto?- le preguntó a su escolta.

 

-Quise protegerlo, padre. ¿No es eso lo qué un Centinela hace? ¿No debemos protegeral mundo de los animales Lykos?

 

Él pareció molesto por sus palabras.- Pero él está emparejado con uno.

 

-Ellos no se han unido. Él sólo está marcado. Si lo mantenemos aquí hasta que la señaldesaparezca, entonces estará libre de él.

 

El anciano sacudió su cabeza mientras su lobo vino a oler al chico.Naruto lo miró fijamente, preguntando si se quedaría lobo o se convertiría en algo más.

 

-¿Por qué no solamente matan a su compañero?- preguntó el anciano.

 

Mikoto apartó la mirada.

 

El anciano soltó un suspiro cansado.- Te dije de matarlos hace siglos, hija.

 

La cólera llameó en sus ojos.- Intenté matarlo, ¿recuerdas? Él se puso demasiadofuerte.

 

El anciano hizo un sonido de repugna en el fondo de su garganta.- El chico es tuyo para que lo protejas. Reuniré a los demás, y esta vez cuando él venga, terminaremos lo que fuecomenzado.

 

Mikoto asintió, luego hizo señas a Naruto para que la siguiese. Ella lo condujo a través dela sala a un estrecho corredor que conducía a un grupo de cuartos del edificio. El lugar tenía la decoración típica de una casa de la época del Edo, pero realmente tenía algunas comodidadesinteresantes, como una gran cama acolchada y pieles, y libros del siglo veintiuno.

 

-¿Por favor podrías conjurarme una Coca Cola?- le pidió a Mikoto-. Siento la necesidadde una.

 

-No puedo. Esto requeriría que me adelantara en el tiempo para conseguir una y mispoderes para hacer eso me han sido quitados.- Su tono era enfadado y amargo-. Es por esoque tuve que convocar al demonio para traerte.

 

-¿Quién tomó tus poderes?

 

-Mi compañero- Mikoto escupió las palabras-. Él me robó mucho, pero no tengo miedo. Su hijo no te violará. Yo me ocuparé de eso.

 

-Sabes... nada deesto tiene un poco de sentido para mí.

 

Mikoto puso sus manos sobre sus caderas mientas lo enfrentaba.- ¿Entonces cuantosabes sobre esto? El supuesto hombre que te tomó, Sasuke, es un lobo que fui obligada a dar aluz hace más de cuatrocientos años. Y si yo pudiera, lo mataría por ti.

 

-¿Perdón?

 

Mikoto lo ignoró mientras se explicaba.- Como muchos, cuando era joven, era estúpida. En mi primera misión con mi patrulla de Centinelas para cazar lobos Lykos, fuicapturada por nuestros enemigos, quienes pensaron que sería una gran diversión que meviolaran por turnos.

 

Naruto se sintió enfermo al oír la historia de Mikoto. Una ola de dolor comprensivo lo consumió.Esta pobre mujer. Él no podía imaginarse nada peor.Y ella era la madre de Sasuke...

 

Con sus labios con un rictus de desprecio, Mikoto sacudió su cabeza.- Pero el destino es cruel yo, me enamoré del líder de la manada después que me salvara de sus hombres. Al comienzo todo fue sencillo para mí y estaba un poco feliz con mi nueva vida. Incluso di a luz a un bello niño que tuve que dejar atrás. Mi pequeño Itachi fue mi luz hasta que volví a quedar embarazada. Pero con el embarazo vino algo más. La marca apareció en mi mano. El padre de Sasuke me mantuvo cautiva durante semanas mientrasabusaba de mí, intentando hacerme aceptarlo como mi compañero. Ellos no pueden, túsabes. La Aceptación está estrictamente en nuestras manos. No en las de ellos.

 

Esto no podía ser verdad. No. Naruto estaba soñando, aunque por qué estaba soñando esto,no tenía ni idea.- Sasuke se parece mucho a ti.

 

Un odio puro, inalterable, brilló en los ojos color escarlata.- Él se parece a suasqueroso padre.

 

Naruto frunció el ceño cuando recordó a Sai diciendo esto. Ah, su mente le jugaba denuevo con su alucinación. Tenía sentido.De alguna clase.¿Pero por qué inventaría un cuento tan trágico? Naruto nunca había sido de la clase depersonas que desearan el mal a alguien, aún menos a la madre de Sasuke.

 

¿Esto podría ser real?

 

¿Esto era posible?

 

Naruto se movió hacia la mujer y tomó sus manos en las suyas para estudiar suspalmas.- Tú no tienes una señal.

 

-No. Si el emparejamiento no es consumado dentro de tres semanas, la señal sedecolora y el compañero en cuestión queda libre de ir por nuestro propio camino. Los hombresse vuelven impotentes por el resto de nuestras vidas.

 

Naruto frunció el ceño hacia ella. Mikoto era realmente alta.- ¿Tu dejaste a su padreimpotente?

 

Un destello malvado apareció en los ojos escarlatas de Mikoto.- Le dejé másque eso. Una vez que mis hijos nacieron, tomé a mis tres niños humanos y abandoné a mistres cachorros con él, entonces castré al bastardo por lo que me había hecho. Estoy seguraque no pasa un día donde él no lamente no haberme matado cuando tuvo la posibilidad.

 

Naruto se abatió con el pensamiento.- ¿Por qué estoy soñando esto?- se preguntó-. Noentiendo esta pesadilla.

 

Mikoto sacudió su cabeza.- Esto es verdad, Naruto. Sé que en el mundo humano cosascomo las que describo no pasan. Pero debes creerme. Hay cosas que viven junto a ti en elmundo de todos los días que tú nunca comprenderías.

 

Un segundo Mikoto estaba de pie delante de Naruto y al siguiente, la mujer era un enormelobo gris y blanco que se parecía aterradoramente a su mascota adoptada.Naruto se tambaleó hacia atrás.No, esto no es verdad. Esto no lo era.

 

-Quiero ir a casa- dijo en voz alta-. Tengo que despertarme. ¡Por favor, Kami,déjame despertar!

 

 

 

 

Continuará…

Notas finales:

Gracias por leer...


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