Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Excusas en tinta por Ilusion-Gris

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Capítulo especial situado antes de que Thanos despertara ciertos recuerdos de Loki, pero importante para lo que continúa a partir de aquí.

La intensa mirada del antiguo hechicero le hizo sentir incómodo, casi como si tuviera el alma desnuda ante los ojos verde bosque. Para tratarse de una criatura que llevaba habitando Yggdrasil durante el mismo tiempo que El Padre de Todos, lucía un cuerpo y un rostro demasiado jóvenes.

The Other lo había dejado frente a Eldred —el hechicero más poderoso y temible, por dominar a la perfección energía oscura y utilizarla exclusivamente para beneficio propio, de los tiempos actuales—, y se había marchado sin más explicaciones.

—¿Por qué debería enseñarte? ¿Por qué debería perder mi tiempo contigo? —expulsó Eldred con irritación visible en la voz.

Loki no pudo responder, apenas descubría lo que el sirviente de Thanos pretendía que lograra en aquel sitio.

—¡¿Qué no tienes lengua?! ¡No me digas que esos bastardos también te la cortaron! —Cruzó los brazos y lo examinó detenidamente por segunda ocasión.

A comparación de Eldred que vestía ropa holgada y un poco desgastada, que llevaba encima colgantes y amuletos que debían ser de utilidad para ciertos hechizos, y el peculiar tono rojizo en sus cabellos, que incluso para un æsir o un jotun le sería difícil encontrar otra criatura en el universo que igualara el tono, a pesar de todo —de que era un ser fascinante a simple vista— poseía algo mucho más grande que evitaba que se tomara a la ligera, que obligaba a desviar la vista y bajar la cabeza; en cambio el gigante de hielo parecía un despojo de lo que alguna vez fue, solo el contraste de los ojos verde esmeralda en la piel maltratada llamaba la atención.

—Eres un muchacho tonto... Vete y dile a Thanos que no le tengo miedo. —Dio media vuelta y alzó la voz sobre su hombro—: Ya debiste percibirlo, yo no me ando con juegos y espero que esta sea la última vez que vea tu desdichado rostro.

El hechicero de menor rango se mantuvo callado, pensando que si regresaba con las manos vacías se ganaría un castigo. No le gustaba la idea de añadir más cicatrices a su cuerpo.

—Tienes cinco segundos antes de que... —pronunció como última advertencia.

—Necesito que me enseñes lo que sabes hacer para alargar mi existencia y asegurarme un lugar que valga la pena —lo interrumpió y lo enfrentó con la mirada.

Eldred soltó la carcajada sin contenerse.

—¿Me veo como alguien que hace favores? ¿O luzco como alguien que se compadece de vagabundos? —Se burló sin consideración.

—No encontrarás mejor aprendiz que yo, cuando tu tiempo termine lamentarás que todos tus conocimientos hayan muerto junto contigo —dijo intentando persuadirlo creyendo que no había criatura en el universo que deseara pasar desapercibido.

El hechicero que hasta ese momento le daba la espalda, volvió a girar para encararlo:

—No me interesa... —respondió con indiferencia.

—Entonces... ¿Qué deseas que haga? Haré cualquier cosa que me pidas —habló con determinación.

Estaba cansado de permanecer bajo el control de Thanos, como un prisionero sin la mínima oportunidad de revelarse. No lograba entender cuál era la finalidad de sus captores al llevarlo ante Eldred, del único capaz de proporcionarle las armas para liberarse, pero si algo sabía, es que no debía subestimar los planes del titán, si estaba allí era porque le favorecería en algo.

Loki no rogaba, ni se sometía por completo; quizá con sus palabras y acciones parecía que lo hacía, pero al final escondía una parte de sí, aquella que nunca se había doblegado ante nadie y que jamás lo haría, pasara lo que pasara, nadie lograría imponerse, nada lograría forzarlo; porque la única cosa que le había traído desgracias y a la vez le había otorgado toda la fuerza que poseía, era el espíritu inquebrantable e insaciable con el que fue maldito.

Mata al que creíste tu hermano, así, tú y yo podremos tener algo en común... —musitó, o al menos así lo sintió el jotun, como si las palabras se hubieran evaporado en cuanto fueron expulsadas de los labios del hechicero.

—Yo... yo no sé de qué hablas —dijo bastante confundido y al obligarse a razonar sintió una punzada de dolor en las sienes.

—Ya me decepcionaste una vez, no doy segundas oportunidades. —Lo miró con desprecio y le reclamó—: ¡Que lo hayas olvidado no es mi problema!

Estuvo a punto de desaparecer, pero Loki lo tomó del brazo.

—Espera, ¿qué es lo que deseas? Debe existir algo, yo me encargaré de que lo consigas. —Trató de detenerlo, tenía al único capaz de salvarlo frente a él, no podía permitirse perder esa oportunidad.

El hechicero observó el rostro del jotun sin perturbarse, con una expresión fría y carente de emoción.

—Claro que lo harás... —murmuró y tocó con los dedos, índice y medio, la frente del jotun—. Está vez espero que hagas las cosas bien.

Loki sintió una descarga de energía por todo el cuerpo, sintió las extremidades entumirse y la visión nublarse.

—¿Thor? —preguntó desconcertado.

Veía al æsir frente a él, sujetándolo por el cuello y reemplazando el lugar que debería ocupar Eldred.

—Loki... —pronunció con una ternura que nunca le conoció y se acercó hasta su rostro—. Te extrañé tanto, estuve todo el tiempo aterrado pensando lo peor —masculló soltando su cálido aliento contra sus labios.

Sentía el dedo pulgar de Thor acariciar su mejilla y cuando creyó que ya había ocurrido todo, el hijo de Odín selló ambas bocas.

En el vientre del jotun surgió una extraña sensación, placentera y natural, pero seguía confundido. No entendía nada, ¿por qué estaba siendo besado por Thor? ¿Por qué él diría que lo extrañaba? ¿Por qué le estaba gustando?

—Inténtalo una vez más —escuchó la voz de Eldred y al entreabrir los ojos, aún en medio del beso, encontró al hechicero observándolo por encima del hombro de Thor—: Tú decidiste olvidar parte de tu pasado para dejar de sentir amor por el ser que más deberías despreciar. ¿Acaso no sabes que necesitas más que eso para dejar de quererlo? Aunque nazcas de nuevo, aunque regreses el tiempo, aunque deje de existir... Seguirás cayendo por él —dijo socarrón.

Thor lo tomó con desesperación por la nuca para que se concentrara en el contacto que mantenían, para que le correspondiera, pero comenzó a sentirse asfixiado, como si el guerrero de pronto le invadiera todo su ser, como si se le metiera incluso por los poros.

Con los ojos cerrados, fue como si experimentara un sueño muy nítido, y en él se vio a sí mismo diciendo «Algún día no será tan fácil encontrarme». Cuando se enteró que no era un æsir, que en sus venas no corría la misma sangre, cuando se dio cuenta que la distancia que los separaba iba más allá de sus personalidades, de creencias o vivencias, entonces pensó que lo mejor sería separarse.

Se vio burlándose de Thor «¿Confías en mí?» haciendo la pregunta cuándo por dentro ya planeaba traicionarlo, pero al final suplicando en su mente «Thor, aléjate» cuando las cosas rebasaron su control, y deseando profundamente que se mantuviera a salvo.

Luego, después de recibir el castigo por parte de Odín por romper una de las reglas y escuchar las burlas de algunos guerreros hacia el æsir, como un espectador más se contempló diciendo «No es nada fácil, por eso en ocasiones me acerco a seres como ustedes, así me doy cuenta que es mejor escucharlo a él que a otros que son bestias a su lado», ahí estaba, defendiéndolo a su forma, odiando que los demás lo menospreciaran.

Estaba ahí creyendo que sería capaz de resistir su propio engaño. «Hermano, juguemos por última vez», «Usa todas tus cartas, no hay reglas, puedes ser tan sucio como quieras, yo haré justo eso», «Si se trata de ti puedes romper las reglas tanto como quieras». Seduciéndolo y enredándolo para atraparlo en su red. Y cayendo él mismo en su juego, «No lo harás, naciste para proteger todo lo que te rodea, de no ser tan soberbio serías perfecto», «No puedes evitar ser tan correcto ¿cierto?, incluso aunque tengas que ignorar la incomodidad que te provoco», «Me gusta cómo suena la palabra nosotros en tus labios», «Thor, ¿el hijo de un enemigo podría ser tu amigo?», quería volverlo loco, pero antes de darse cuenta él no se encontraba en mejores condiciones. «Estoy mal y el único que puede ayudarme eres tú. Solo miente en mi lugar, yo estoy cansado de hacerlo». Y al darse cuenta intentó remediarlo, «No te vayas aún. Cualquier otra cosa puede esperar, solo permíteme disfrutar los últimos segundos», «Eso no importa, existen prioridades. Yo, yo soy más importante».

«¿Qué es lo que sientes por mí? ¿Quieres escapar para seguir jugando a los amantes? ¿Qué hay del mañana? ¿No querías ser rey de Asgard? ¿Por qué me estás poniendo primero? ¿Por qué aunque lo dices no estás dispuesto a perder nada? ¿Hermanos? ¿Es eso lo único que nos ata?».

«Hermano, busca tu propio camino porque yo ya elegí el mío, ve y encuentra a alguien tan efímero que te haga creer que no naciste para el amor, y lucha tanto como puedas que seguiré jugando sucio. Sé que no va contigo, que lo único que arruina tu perfección soy yo, pero ese ya no es mi problema».

No había funcionado. No al descubrirse ansioso por fundirse en Thor, por permitirle invadir su ser y meterse en sus poros.

[...]

—¿Despertaste del todo? —Golpeó las mejillas del jotun dos veces con la palma de su mano.

Loki gruñó y con movimientos torpes se enderezó.

—Lo he decidido, te ayudaré a convertirte en el Rey de Asgard —comentó de repente, impaciente por comenzar a enseñarle todo lo que había aprendido a través de los milenios.

Tomando un momento para reflexionar, formuló la primera pregunta:

—¿Qué es lo que esperas recibir a cambio?

Sabía que no debía ponerse exigente, que lo primordial era ser capaz de salir del radar de Thanos.

—Cuando Odín muera... Cuando tú gobiernes, entonces yo destruiré lentamente Yggdrasil. —Sonrió y esperó por ver la reacción de Loki.

—¿Y qué ganarás con ello? ¿Qué es lo que queda después de destruir todo lo que existe? —Lo observó ocultando el temor de su expresión.

—No lo entenderías. Alguien que cree en el amor no puede entenderlo...

—¿Entonces por qué me elegiste? —Se atrevió a cuestionarlo.

Se encontraban sentados en el borde de una pequeña cama en la que antes Loki estuvo inconsciente. Se trataba de la casa del hechicero, un sitio desordenado con libros y artilugios regados por el suelo. De no ser por el colchón y una parrilla se pensaría que ahí no vivía nadie.

Eldred se levantó para tomar el pocillo con agua hirviendo que había puesto antes de que su nuevo aprendiz despertara, llenó una taza y le echó unas especies que guardaba en una bolsa de tela junto a la parrilla.

—Que entiendas el amor no significa que estés de acuerdo con él —le ofreció el té que preparó y Loki lo miró de forma extraña, como si el gesto le resultara ajeno—, al menos en eso eres diferente al resto. Pocos son los que se acercan a mis ideales sin ser unos completos lunáticos.

Al jotun le parecieron irónicas sus palabras, pero se mantuvo callado y dio un sorbo a la bebida caliente.

—Te ayudará con las heridas, para que sanes más rápido —le informó.

Loki asintió y evitó responder, tenía un nudo en la garganta, había pasado mucho tiempo desde que fue tratado como un ser civilizado y no como un perro de caza.

—La maldad es algo natural, se necesita para sobrevivir, sin ella estaríamos perdidos... Me gustó lo que le dijiste a Thor —observó al jotun y añadió—: Yo, yo soy más importante —repitió con voz solemne.

—Es la verdad, ya no permitiré que influya en mis decisiones —se defendió en seguida.

El hechicero antiguo negó con la cabeza.

—Me gustaría creer en ti, pero algo me dice que al final cederás y lo pondrás primero.

—¡Imposible! —Rebatió con cierta furia—. Yo no volvería a cometer el mismo error...

—Solo recuerda esto —lo interrumpió—, si fracasas es porque al final crees más en él que en ti.

—Gobernaré Asgard, de la forma que sea, lo haré y no volveré a mirar atrás.

—Eso tienes que repetírtelo a ti mismo —habló como si lo reprendiera—. Pero al menos me tranquiliza que tienes un poco de determinación. Se cree que para manipular la energía oscura se necesita corromper el alma. Te diré que ya se necesita tenerla un poco turbada para lograrlo.

Muy en el fondo lo sabía, por algo muy pocos æsir lo conseguían.

—Odín uno de ellos... —murmuró sin pensarlo.

—No hables aquí de Odín —lo observó con molestia—, ni de Thanos. Solo concéntrate en aprender rápido y yo me encargaré de que esos bastardos jamás descubran lo que has aprendido de mí.

Eldred parecía hablar en serio, su expresión se había descompuesto hasta hacerlo lucir más viejo.

—Lo entiendo —dijo para que regresara a la normalidad.

Sospechaba que Eldred debía conocer una faceta de Odín, que él desconocía, para detestarlo tanto, incluso más que a Thanos.

—Descansa un poco más, mañana comenzaremos y te advierto que no será nada sencillo.

El hechicero se giró y caminó hacia la puerta, lo observó unos segundos antes de salir y cerrar tras de sí.

Loki quedó completamente solo, con sus recuerdos casi completos.

Notas finales:

Eldred es mencionado en los cómics como el que le enseñó a perfeccionar el uso de energía oscura a Loki, luego fue traicionado y entregado a Surtur por Loki... Eldred ya no existe más...

 

Desde el inicio quería involucrar a Eldred en algún momento de la historia y su primera aparición fue en Svartalfheim (él mismo que causó traumas a Thor y Loki), pero no tenía la imagen clara del personaje como tal, entonces decidí acudir a la señora imaginación y terminé inspirándome un poco en Kvothe...

 

Ahora me da gusto haberle dado una aparición más completa y apropiada, pero no creo que el personaje vuelva a aparecer.

 

Espero hayan podido disfrutar de este capítulo, puede confundir un poco que Loki ya sabía la relación que mantuvo con Thor antes de que Thanos se lo mostrara, solo puedo decir que Eldred no fue tan rudo, que aunque ya lo sabía, la forma en que Thanos hurgó en su memoria fue muy dura, no diré más porque continuaré esta nota en la siguiente parte...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).