18 Llego solo para ver a su hermano desaparecer como polvo de estrellas, su silueta desapareció con la energía del ataque, la princesa cayó de rodillas mientras era consolada por Raditz que también quedo atónito con tal ataque. Conocía del gran poder de su hermano pero con esto incluso él le temía. Era un poder sorprendente.
Kakaroto terminaba de bajar sus manos y recuperar el aire y sus energías, aun completamente en blue sus ojos azules se fijaron en la presencia de Vegeta que venía junto a Nappa.
Una sonrisa de medio lado salió del rostro del sayayin de cabellos alborotados, estaba orgulloso que el rey sayayin lo haya visto defender su amor, ahora solo esperaba que definitivamente lo perdonara.
18: Hermano ¿Por qué lo hiciste?
Raditz: Lo siento mucho mi princesa, pero no llegamos a tiempo.
18: Lo sé, ahora ¿Qué pasara conmigo?
Kakaroto: Lo siento princesa, pero esto debía terminar de esta manera, tu hermano no quería retroceder.
18: se que en una batalla declarada no se puede ganar ambas partes, una tiene que vencer y el otro perder y en este caso mi hermano murió.
Vegeta: 18, ¿Ahora qué harás?, se muy bien que en tu planeta solo los miembros varones de la familia real toman el trono y si 17 ya no está, ellos aun así no aceptaran que seas su sucesora a menos que tengas un hijo, ¿o me equivoco?
18: Así es Vegeta, pero de igual forma tengo que dar la noticia a mi pueblo y al consejo del reino para esperar que procede, mientras seré la reina regente hasta que aparezca un varón de mi familia, pero al estar a cargo seré siempre vigilada con cada cosa que realice, me sentiré como una prisionera.
Raditz: Pero no estarás sola, yo iré contigo y te protegeré mi princesa.
18: ¡Raditz!
Raditz: Es más, en este momento quiero aprovechar que estoy junto a mis amigos y familia para pedir la mano de la princesa 18, se que solo soy un simple soldado del reino sayayin, pero tengo mi fuerza, mi valor y mi vida entera para estar contigo y cuidarte.
18: ¡Raditz te amo!, ¡Acepto compartir mi vida contigo!
Ambos se besaron, enfrente del público presente, unos rostros sonrojados aparecieron al ver ese acto de amor, Kakaroto no dejaba de mirar a Vegeta y este al otro sayayin, parece que el amor volvía a renacer.
Vegeta: No solo eres un simple soldado, eres uno de los mejores soldados elites y un gran amigo, además eres el hermano que es pareja del rey sayayin.
Kakaroto al escuchar esto no evito su rostro de rojo carmesí y una sonrisa de triunfo al saber que Vegeta lo había perdonado.
Nappa: ¡Por fin!
Raditz: ¿Enserio?
Vegeta: Eso te hace pariente de la realeza por lo que tendrás un titulo noble y el suficiente para que te cases con 18.
18: ¡Gracias Vegeta!
Kakaroto: Parece que pronto habrá boda y tendremos un gran banquete.
Nappa: muy cierto.
Vegeta: Bueno es mejor regresar al palacio.
Kakaroto: Buena idea.
Después de esto, todos regresaron al palacio, 18 a tener su duelo por su hermano pero feliz porque estaría junto a Raditz por siempre, mientras Kakaroto se recuperaba de su batalla, decidió ir a su habitación y tomar un baño caliente, relajarse un poco y esperar el día de mañana para continuar con su vida, una en la que su futuro ya no era tan desolador debido a que Vegeta jamás lo dejo de amar y lo que paso esa noche se lo comprobó.
El sayayin de cabellos alborotados salió de tomar el baño, su cuerpo estaba solo cubierto con una toalla en su cintura, prácticamente su cuerpo bien tonificado estaba a la vista.
El sayayin despistado buscaba algo que ponerse cuando escucho una voz que lo saco de sus pensamientos.
Vegeta: Siempre sigues descuidado. Por cierto no estás nada mal con ese atuendo.
Kakaroto: ¡Vegeta!
Vegeta: ¿O acaso ya sabias de mi presencia y querías ver que hacia?
Kakaroto: Hmm…puede ser.
Vegeta se acerco al otro sayayin y lo abrazo por el cuello para plantarle un beso en los labios y darle un abrazo, este fue correspondido por Kakaroto que lo apretó con todas sus fuerzas.
Kakaroto: Gracias Vegeta.
Vegeta: No lo agradezcas, además nunca deje de amarte y por más que trate no me puedo deshacer de ti.
Kakaroto se separo de él y con una mano rozo la mejía del sayayin para terminar de tocar levemente los labios que decidió volver a besar.
Su beso era dulce, sin prisa, quería recordar todo su amor, lo cuanto que se deseaban, no quería separarse. Sus cuerpos comenzaban a encontrar calor, su sangre hervía como nunca, por veces se separaban para recuperar el aire y mirarse fijamente y luego continuar con esos besos que habían necesitado desde hace mucho.
Después de esto, ambos decidieron parar ya que querían ir despacio, aunque sus cuerpos querían desatar toda su esencia en ese lugar.
Vegeta: Tengo que decirte algo importante.
Kakaroto seguía escuchándolo mientras se colocaba su ropa, estaba curioso en saber de qué se trataba.
Vegeta caminaba de un lado a otro dentro de la habitación, parece que le daba nervios decirle algo que cambiaria sus vidas para bien, pero lo más seguro era que el sayayin estaría muy feliz por esa noticia.
Vegeta: Recuerdas que después de lo que paso con Freezer, nos dijeron que jamás podría tener hijos y que al perder a los gemelos termino por fracturar nuestra relación. Nos distancio, yo no quería sufrir mas y seguir perdiendo lo que más amaba, no quería perderte y busque miles de excusas para alejarte, llevándote a desatar tus instintos con alguien más, todo por mi tonto orgullo y por negar que aun te amaba.
Kakaroto: Vegeta……no me digas que….
El sayayin mas alto con una de sus manos toco el vientre de Vegeta sin dejar de verlo a los ojos. Vegeta sintió esa mano cálida en su vientre y una energía azul salió solo por unos instantes de su ser, parece que el bebe estaba feliz de que sus padres estuvieran juntos.
Vegeta: Parece que la vida nos dio otra oportunidad, y estoy esperando un hijo tuyo.
Kakaroto: Su ki en inmenso, será un sayayin muy fuerte. Vegeta tu me has hecho el sayayin más feliz del universo, primero por aceptar mi perdón y segundo porque me darás un hijo, alguien que se formo de nuestro amor y energía. Te amo demasiado, y nunca dejare que nada les pase, ya que ahora son dos, entrenare mucho más para proteger nuestro hogar.
Vegeta: se que siempre estarás con nosotros, por eso siempre fuiste tú la persona que elegiría. Aquella que compartiría mi vida y mi amor. Ahora tendremos las familia que nos fue arrebatada, ahora nuestro pueblo tendrá un nuevo heredero al trono sayayin.
Kakaroto: Así es Vegeta, y será nuestro hijo.
Los días habían pasado, y en el palacio sayayin se celebraba la fiesta de 18 y Raditz, finalmente se habían casado, la unión de ambos había unido a los dos planetas, algo que beneficiaba a ambas partes.
Ahora 18 reinaría como regente en su planeta junto a su esposo consorte, mientras esperaban la llegada de su primogénito, un hibrido entre sayayin y un androide. 18 se entero días antes de la boda que se encontraba embarazada algo que alegro a todos, parece que la sangre sayayin se estaba propagando por todo el universo.
La fiesta era asombroso, entre un rico banquete de los mas deliciosos platillos hasta la más cara de las bebidas y qué decir de los invitados que eran formados por la elite sayayin y androide.
Los novios bailaban su respectivo vals y el público presente se unió a la danza, como también dos sayayines enamorados también lo hicieron.
Ambos en sus trajes de gala bailaban al compas del vals, Kakaroto no dejaba de mirar a su rey, solo lo quería a él, no le importaba lo que hacían los demás o que decían, sus ojos negros profundos miraban al amor de su vida.
El rey sayayin hacia lo mismo, miraba aquel guerrero que dio todo lo que tenía por estar con él, y ahora nadie separaría su amor, ahora eran más fuerte que nunca. Se sentía protegido por su fiel guerrero, por su esposo, su alma gemela, aquella que le fue otorgada antes de nacer.
Vegeta: Te amo.
Kakaroto: Yo también te amo Vegeta.
Una noche de estrellas iluminaba el planeta entero, el palacio brillaba en todo su esplendor, el amor cubría toda la atmosfera y la paz había vuelto al planeta sayayin.
Continuara……